Monedas segovianas con borde de riel

Hace unos días en Facebook hubo una conversación interesante entre mis colegas Lanzarote y Glenn Murray. La pregunta que hizo la conversación interesante fue de Lanzarote. Ya se sabe que es de sabios hacer buenas preguntas y, por unos motivos o por otros, cada vez veo mejores preguntas en Facebook y peores en los foros. Bueno, que me desvío, la pregunta fue la siguiente:

El grabado en los rodillos, si lo ves de forma horizontal, están orientados de arriba a abajo, de tal manera que en el riel los grabados quedan dispuestos en vertical, ¿no?
¿Por qué, entonces, la mayoría de monedas que se ven con el bocao que llamamos final de riel lo tienen a las 3 y a las 9?. Lo digo porque en las monedas que me vienen a la cabeza que tienen un gran descentrado, la siguiente moneda asoma a las 12 o a las 6, pero sin embargo la mayoría de finales de riel son en el otro sentido.

Voy a explicar la pregunta con un poquillo más de detalle:

Un día hablamos de los finales de riel y decía que nos podemos imaginar la acuñación a rodillo como si dos rodillos pasaran por una barra de plata. Tenéis aquí un video en el que se ve muy bien la acuñación. El riel de plata tiene un inicio y un final que no quedará exactamente ajustado a los rodillos y por eso se dan los errores «final de riel», que son tan frecuentes con esta técnica de acuñación. Ahora bien, si los rodillos están dispuestos verticalmente, como era el caso, entonces solo puede haber finales de riel en la parte superior e inferior de la moneda. Sin embargo la mayoría de las monedas que presentan este error lo tienen a la izquierda o a la derecha. ¿Cómo es eso posible?

La razón es que las monedas que tienen el «final de riel» a la izquierda o a la derecha no son en realidad un final de riel, sino un «borde de riel». En palabras de Glenn Murray «el riel o la lámina se corre un poquito hacia un lado u otro mientras que pasa entre el rodillo y se ve lo que sería entonces el borde del riel, no su comienzo o final».

Según esto, la siguiente moneda sería un «final de riel«:

moneda final de riel

Mientras que la siguiente moneda sería un «borde de riel«, un error mucho más común:

moneda borde de riel

Por último, la siguiente moneda no sería un final de riel, puesto que el final de riel es plano y en ella el «mordisco» tiene cierta curvatura. Aquí lo que ocurre es que el recortador ha «mordido» parte de la moneda, estando todavía en el riel, cuando estaba sacando la anterior.

moneda mordisco de recortador

Veamos este último caso comparándolo con la siguiente pieza. Si os fijáis podéis ver que en la parte de arriba del anverso (encima del 1633) aparece un cachito de la siguiente moneda. Eso se produce porque los cuños de anverso y reverso están un poco descentrados. Así pues, al sacar esta moneda completa del riel la siguiente queda incompleta, como con un pequeño mordisco curvo.

moneda acuñación desplazada

Una mejor idea nos podemos hacer con el siguiente pedazo de riel de época. Podéis ver que las monedas acuñadas en el riel y posteriormente recortadas no están totalmente alineadas. Por eso se producen los «laterales de riel».

riel de monedas

Otra cuestión de la que yo no me había percatado hasta ahora es que en un final o borde del riel se aprecian claramente los distintos niveles de la plata que se producen durante el proceso de aplanado del riel. Es decir, para fabricar el riel se calentaba y se estiraba pasándolo entre rodillos lisos repetidas veces; por eso la plata al enfriarse y volverse a calentar presentaba como ciertas alturas en el propio riel (una altura por cada paso entre rodillos). Una vez que el riel es acuñado se recortaba y al recortarlo se dejaba el canto muy marcado, por lo que no se puede apreciar esas alturas de la plata. No obstante, los finales de riel no eran recortados y en ellos sí que se aprecian dichas alturas. Os dejo unas fotos donde se ve nítidamente (por aquí hay más fotos de cantos segovianos, incluyendo cantos de cincuentines):

final de riel

final de riel

final de riel

Una cuestión a tener en cuenta es que esta distinción de «final de riel» si es arriba o abajo y «borde de riel» si es a derecha o izquierda solo se aplica a las monedas acuñadas a rodillo. Ya sabéis que hay otras monedas acuñadas con otras técnicas y que también presentan finales de riel. Incluso dentro de las monedas acuñadas a rodillo hay que tener en cuenta la posición de los cuños. En la ceca de Segovia los cuños estaban dispuestos verticalmente, por lo que se aplica todo lo que hemos comentado. En la ceca de Augsburgo la disposición de los cuños también era vertical, por lo que de nuevo se aplica todo lo anterior. Sin embargo, en la ceca de Parma los cuños estaban colocados horizontalmente, por lo que sería al revés (el «final de riel» es a derecha o izquierda). Para que los veáis, os dejo una pareja de cuños segovianos (concretamente de 2 reales de 1722), unos cuños de Augsburgo y otros de Parma. Aquí podéis ver más imágenes de cuños segovianos y aquí más de Augsburgo.

cuño ceca Segovia

cuño 2 reales Segovia

cuño ceca Augsburgo

cuño ceca Parma

Los últimos apuntes van para los coleccionistas. Volvemos a ver un ejemplo de cómo hay que entender el proceso de acuñación para poder comprender un error y que no nos la metan doblada. También se ve la cantidad de información que se puede extraer de una simple moneda. Cualquier plata segoviana da para horas y horas de estudio si se quiere profundizar en ella. En este caso los errores de acuñación nos dan información adicional de cómo se acuñó la moneda y tienen mucho interés desde el punto de vista histórico, sobre todo para aquellos coleccionistas que se interesen por los procesos de acuñación de monedas. Ahora bien, siempre hay que tener presente que un final de riel reducirá el precio de la moneda, tanto para comprarla como para venderla. Siempre se pagan mejor las monedas cuanto más perfecta sea su acuñación.

Finalmente quisiera decir que no creo que haya que ser más papista que el papa y empezar ahora a llamar «borde de riel» a las monedas que lo tengan. Los coleccionistas y comerciantes hemos desarrollado nuestra propia terminología, que en muchos casos es incorrecta desde el punto de vista histórico o tecnológico, pero que la usamos para entendernos. Por eso es normal que llamemos «final de riel» a lo que realmente es «borde de riel» o un «mordisco del recortador». Pero no pasa nada porque después de leer esta entrada cualquier coleccionista ya sabe la diferencia.

14 comentarios en “Monedas segovianas con borde de riel”

  1. Jijiji… dejamos el Papa en Roma… yo si creo que se enriquece la numismática llamando cada cosa por lo que es. Es más, estas descripciones tuyas deberían estar explicadas en paneles en el Museo de la Casa de Moneda de Segovia, ¡pero ya! Habrá que sacar otro blog sobre las deficiencias en ese museo, que pertenece a TODOS los españoles… que tenemos la obligación de procurar que nuestras opiniones se toman en cuenta. No hay Patrimonio Numismático más grande ni más importante en todo el país. ¡Es donde tenemos que estar enseñando nuestra afición a los numismáticos del futuro! MUY bueno el blog, Adolfo. Me encanta. Así hacemos numismática entre todos. Un gran saludo! -Glenn

  2. Interesante deducción, ¡¡¡lo que puede salir de una conversación de gente que entiende de monedas!!!
    Al respecto de este tema, se podría identificar las monedas pertenecientes al mismo riel por las marcas dejadas por el «borde de riel».
    Saludos

    1. Interesante. También comentó el otro día Juan Carlos Monzón que se podría llegar a saber si varias monedas pertenecen al mismo riel por su particular desplazamiento y relación anverso-reverso.

  3. Gracias Adolfo por la entrada!!. Y aprovecho para animar a los lectores que les seduzca este mundo de las técnicas de acuñación a que lean la obra del maestro Glenn Murray: “El Real Ingenio de la Moneda de Segovia, fábrica industrial más antigua, avanzada y completa que se conserva de la humanidad. Razonamiento científico de la propuesta para su declaración como Patrimonio de la Humanidad”. Segovia, Cámara de Comercio e Industria de Segovia. Imprescindible!!.

    Como no sé cómo se pone una foto en los comentarios, os dejo este enlace, la última foto es de una lámina acuñada, donde se ven dos grabados de anversos de reales de a 2 con lateral de riel, el primero menos pronunciado que el segundo, pues entiendo que este fenómeno se producía al presentar el riel a los rodillos, con una ligerísima inclinación:

    http://siemprenosquedaralan.wix.com/home#!lateral-de-riel/znvg7

    Coincido con Glenn, es cierto que los coleccionistas y profesionales estamos acostumbrados a llamarles final de riel, pero en estos casos que sabemos que no son tales, sino laterales del riel, no está de más llamarlos por su nombre. Lo mismo sucedía cuando se conocía la marca de ensaye de Melchor Damián de Roxas como la P tumbada, puesto que se desconocía quién era el trabajador de la ceca que estaba detrás de la misma. Pero ya hace muchos años que se sabe a quién pertenece, y por lo tanto que se trata de la inicial de su segundo nombre, una D gótica. A pesar de ello todavía hay profesionales que la denominan P tumbada. Con la casa de mayor prestigio del Sur, Pliego, recuerdo haber hablado de este tema, y enseguida comprendieron que había que poner en valor las piezas acuñadas por uno de los ensayadores más emblemáticos de la amonedación hispánica, por lo prolífico de su trabajo y lo dilatado de su vida profesional, y mencionara por lo tanto de forma correcta su marca de ensaye: D gótica o D cuadrada (particularmente me gusta más la primera). Por cierto, Aureo en su último catálogo de la Trastamara hace mención expresa a este tema de la antigua denominación de la marca de ensaye de Melchor Damián, cosa que se agradece.

    Por cierto, el duro del 32 que pones como final de riel, no creo que sea tal cosa, apostaría a que el corte es obra de un recortador.

  4. Adolfo Ruiz Calleja

    Cuando publicaba la entrada era consciente de que estas son «de las que crean afición». Me alegro de que os haya gustado :)

    @Lanzarote, yo tampoco estoy 100% seguro de que esa moneda sea un final de riel pero la verdad es que no he encontrado un final de riel claro en el que se aprecie fácilmente el error de acuñación.

    Por el tema de la terminología:

    Es bastante improbable, por no decir imposible, que ahora todo el mundo empecemos a decir «borde de riel» y lo distingamos del «final de riel». Todavía me acuerdo cuando un montón de papanatas no hacían más que quejarse de que las casas de subastas decían «gr.» en vez de «g» para abreviar la palabra «gramo», así como que se referían al peso de la moneda y no a su masa. Pues lo mismo: para el hablar cotidiano de los coleccionistas todos estos errores de acuñación no son más que finales de riel, si bien cuando hablemos de manera técnica podremos diferenciar las causas que los generan.
    De una manera más general creo que cada comunidad genera su propio vocabulario y su propia terminología que no tiene por qué coincidir con la terminología de otras comunidades. Incluse puede que, desde el punto de vista de otras comunidades, algunos de los términos sean directamente incorrectos.
    Pongo por ejemplo la palabra «ontología». El significado de esta palabra viene de lejos para la filosofía. A un informático se le ocurrió un día «tomarla prestada» de manera totalmente incorrecta desde el punto de vista de la filosofía y por algún motivo la comunidad de informáticos la adoptó como propia con su significado incorrecto… que ya ha pasado a ser correcto. Hoy en día es un término muy usado tanto en filosofía como en informática. Y no veáis la que lié cuando hice una tesis de máster (para un máster de filosofía) sobre ontologías informáticas.
    El caso es que yo tomo esta distinción pragmática entender a las comunidades y su propia terminología. Por eso no me rasgo las vestiduras cuando se dicen términos que creo que son incorrectos desde el punto de vista histórico: entiendo que la comunidad de historiadores y la comunidad de coleccionistas son distintas.

    Saludos,
    Adolfo

  5. MARCOS MARTINEZ SANTOS

    Estupenda entrada Adolfo, de las mejores que has publicado ultimamente y además con fotos muy precisas que aclaran todo.
    Te animo a realizar mas entradas relacionadas con las diferentes formas de acuñacion y sus particularidades, y las epocas que se utilizaron.
    Si a partir de ahora se empieza a distinguir final de riel con borde de riel será un logro tuyo, Adolfo.

  6. Adolfo Ruiz Calleja

    En el foro de Imperio Numismático están hablando también de esto: http://www.imperio-numismatico.com/t107448-final-de-riel-o-lateral-de-riel-esa-es-la-cuestion

    Un apunte es que esto que estamos haciendo son unas buenas prácticas de libro sobre cómo aprender en comunidades informales: sale una duda, se consulta a un experto, hay una explicación inicial, se busca más material, se recopila todo, se distribuye a diferentes comunidades… Estoy metido en un proyecto europeo sobre aprendizaje informal en el que andamos unos 80 investigadores trabajando durante 4 años y os puedo asegurar que en este blog -y alrededores- he detectado más buenas prácticas y ejemplos más claros de los que se van a sacar en todas las pruebas piloto de dicho proyecto.

    Saludos,
    Adolfo

  7. antes el final del riel (lingote) eran los cuatro lados del riel , ahora quieren diferenciar el final de riel con el lateral del riel , pero para que esta denominación esté completa tendrían que diferenciar los cuatro lados , osea , final del riel , principio del riel , lateral derecho del riel y lateral izquierdo del riel (es posible ya que las acuñaciones eran con el anverso hacia arriba y siempre en la misma posición) , entonces tendrían una definición mas exacta (si se fijan en cualquier moneda se darán cuenta de ello) . Al final esto solo sirve para buscarle las cuatro patas al gato ya que diciendo final del riel se sabía lo que era , aunque ahora te puedes imaginar donde tiene el bocado sin tenerla que mirar

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