Los coleccionistas valientes

Hace unos meses Luis aportó un comentario muy interesante, como es su costumbre:

Se trata del hecho de que en España, en proporción, hay pocos coleccionistas del tipo que yo llamo “aventureros”, esto es que se meten en series poco conocidas o poco coleccionadas que ni que decir tiene coinciden en el 95% de los casos. Yo, como coleccionista no como profesional, soy aventurero 100%. Y lo soy por varias razones:

1.- Son series en las que un coleccionista promedio, si se lo curra, puede llegar a aportar algo nuevo, cosa que no pasa en las series más comerciales donde está todo estudiado. Para mí ésta es la razón más importante de todas.

2.- Suelen ser bastante más baratas a igual grado de rareza/conservación debido a su menor demanda.

3.- Resulta apasionante desde el punto de vista del coleccionista romántico ir cazando nuevas adquisiciones aquí y allá: en convenciones, mercadillos, subastas, internet, etc. Esto no sucede en la misma medida en las monedas más comerciales cuya oferta suele estar más circunscrita a subastas y profesionales fuertes.

En Antigua, que es lo que yo vendo y colecciono, se nota muchísimo esa tendencia en España a coleccionar mayoritariamente sestercios, denarios altoimperiales, ibérico y un poco de bajo imperio. Fuera de España la tendencia es similar pero mucho menos acusada. Por ejemplo hay muchos coleccionistas de antoninianos, de denarios de los Severos, de follis tetrárquicos, de griega, de coloniales romanas tanto europeas como africanas y asiáticas, etc.

¿Estais de acuerdo conmigo? Y si es así ¿Porqué creéis que ocurre?

Tetradracma Vardenesi

Yo estoy muy de acuerdo con Luis en que la mayoría de los coleccionistas se centran en lo mismo. Si Luis dice que son el 95% de los coleccionistas de moneda clásica, yo diría que son el 98% de los coleccionistas de moneda española. Las series más típicas son los euros y las bimetálicas para quienes les guste coleccionar moneda actual. Los que se remontan hacia atrás se centran en El Centenario de la Peseta o en alguna serie sencilla de la Monarquía Española: puede que sea algún reinado concreto, como Isabel II o Fernando VII; o algún módulo, como los duros, los durillos o las onzas.

Metiéndose en ese tipo de series el coleccionista con un poder adquisitivo medio no va a poder aportar grandes novedades. ¿Qué hay de nuevo en una colección de El Centenario? Personalmente es muy complicado que me vaya a impresionar una colección así. Para impresionarme tendría que tener los oros de Amadeo, las 100 pesetas de 1870 y las 25 pesetas de 1881 sin barba. El que quiera esas monedas que prepare paciencia y un millón de euros, algo que está muy por encima de un coleccionista medio. Y aún así tampoco creáis que me iba a impresionar demasiado: es algo que ya he visto antes. Mutatis mutandis con una colección de duros o de onzas de los Borbones.

Ahora bien, una colección amplia de cobres de la Monarquía Española, aún sin entrar en grandes calidades es algo que me llamaría la atención (mucho mejor si, además, se buscan calidades exquisitas). Solo conozco tres coleccionistas que han centrado su colección en cobres y los tres son muy expertos. Por algo será. Otras colecciones que profundicen en ciertas cecas medievales, en cecas europeas (las grandes olvidadas de la Monarquía Española), en rarezas visigodas, en dirhams, en pellofas… tienen todas las papeletas para despertar mi interés. Si nos vamos a las monedas antiguas, más de lo mismo: me llama más la atención una colección de la ceca de Alejandría que la típica colección de un denario de cada emperador; prefiero una colección de antoninianos que una de ases ibéricos. Simplemente las prefiero porque representan temas poco explorados en los que el coleccionista aporta un claro valor añadido. Ver esas colecciones es como leer un libro que no he leído antes en vez de tomar de nuevo la misma novela en la que ya sabes cómo matan al protagonista.

También estoy de acuerdo con Luis en que en estas series poco exploradas el coleccionista con un poder adquisitivo medio puede hacer aportaciones interesantes. De hecho, algunos de los catálogos que manejamos fueron escritos por estos «coleccionistas aventureros»: Fontela, Sanahuja, Lacruz, Barrera, Macías Serrano o Marín. Incluso algunos de los grandes autores fueron en su día «coleccionistas aventureros» que asfaltaron el camino para los que llegamos después, como Turró o Crusafont. En otros casos la aportación a la comunidad de coleccionistas nos viene cuando se realiza la venta de la colección.

Entonces, ¿por qué no hay más coleccionistas aventureros? ¿qué hace que la inmensa mayoría de los coleccionistas se centren en una serie que les impida formar una colección novedosa e interesante?

La pregunta es compleja y creo que se puede abordar desde dos puntos de vista diferentes: uno epistemológico y otro económico. Para evitar entrar en vocabulario técnico, comentaré el problema epistemológico con un ejemplo.

dracma Vologases III

Imaginemos que Enrique es un profesor de instituto que, tras un estupendo viaje por Irán, quedó tan maravillado por el arte persa que se puso a coleccionar sus monedas. Su idea es montar en su casa una colección que abarque desde el siglo IV antes de Cristo hasta el Imperio Sasánida y que muestre, fundamentalmente con monedas de plata, la evolución del imperio, tanto en sus aspectos políticos y económicos como en sus aspectos culturales y estéticos. Una colección inmensamente interesante y apta para el bolsillo de un humilde funcionario.

Decido e ilusionado, Enrique va al mercadillo dominical de su ciudad y se encuentra con que no hay ni una sola moneda persa en toda la plaza. Habla con otros coleccionistas, pero estos están interesados en euros y en monedas españolas, teniendo todos un enorme desconocimiento de la numismática persa. De hecho, un comerciante le aseguró que en Persia no se acuñaron monedas y otro coleccionista creía que Persia era un país «de esos del isis». Todos le decían que si quería coleccionar monedas lo mejor es que se dejase de persas y coleccionase duros de plata.

Enrique no perdió la esperanza. Se puso a estudiar por su cuenta dónde podría adquirir monedas persas y dio con alguna web, como VCoins (de donde están sacadas las imágenes de la entrada). También descubrió que de vez en cuando aparecía alguna en subastas públicas españolas aunque eran más frecuentes en subastas extranjeras. Encontrar información histórica tampoco era fácil, puesto que apenas hay nada publicado en castellano y Enrique no controla demasiado el inglés, aunque eso no le impidió adquirir un catálogo.

Pasado un tiempo, se animó y asistió a una convención en Barcelona. En ella había muchos comerciantes y aficionados, pero siguió sin encontrar a nadie especializado en la serie que a él le interesaba. Sí que es cierto que había un par de comerciantes que tenían alguna moneda sasánida y uno de ellos también tenía algún ejemplar persa. No obstante, al hablar con los comerciantes sus conocimientos eran relativamente básicos: sabían de lo que hablaban y no decían tonterías, pero era evidente que nunca habían profundizado en esas piezas. Entonces Enrique comprendió que estaba más solo que la una.

dracma Khusrau II

Creo que el ejemplo muestra bastante bien el problema que se plantea: el que busca un conocimiento especializado dentro de la comunidad se verá aislado de esa comunidad. Este aislamiento es perjudicial en varios aspectos. Por un lado, para cualquier aprendiz es tremendamente desmotivador no poder compartir lo que aprende con nadie o con muy poca gente; por otro lado, no se puede encontrar a un mentor que pueda guiar los primeros pasos de un coleccionista. Bien es cierto que el conocimiento adquirido por Enrique en el largo plazo podrá ser muy valioso para la comunidad numismática, puesto que Enrique podrá introducir en la comunidad de aficionados un conocimiento hasta entonces inexistente. Pero hay que ser muy valiente para llevar a cabo ese aprendizaje de manera solitaria. Y hay que disponer de mucho tiempo también.

La segunda faceta es la parte del mercado. Digamos que el mercado «empuja» hacia las series más comunes. Empujan tanto aficionados como profesionales. Todos hemos visto el típico caso en el que alguien lleva al mercadillo una moneda deseada por todos y se lleva los aplausos de los otros aficionados. Un ejemplo es si alguien apareciese con dos euros de Grace Kelly o con un duro de 1870 (18-70) en EBC+. Ese día él es el admirado, el envidiado y el que posee el objeto de deseo del resto. Su ego incrementará en 20 puntos por lo menos. En cambio, si aparece alguien con un dracma único de Sinatruces no va a ver más que caras de indiferencia porque el 99% de los aficionados (y muchos de los comerciantes) del mercadillo no sabrían diferenciarlo de uno de Vologases III. Si el aficionado dice que es una pieza única, simplemente le preguntarán que por qué es única y poco más. Desde luego que su ego no crecerá de manera significativa. Más bien todo lo contrario.

Los comerciantes probablemente sean más incisivos a la hora de empujarle a coleccionar series más comerciales. La razón es evidente: ellos manejan las piezas que conocen y quieren tener clientes de esas series. De poco les servirá conocer a alguien muy experimentado en moneda persa cuando ellos no saben nada de esa serie y no planean comerciar esas monedas. Sus armas de persuasión pueden ser muy amenazadoras, con frases como: «mira, esas monedas no tienen salida ninguna. Vas a pagar una pasta por ellas y el día que quieras venderlas no te las va a comprar nadie. Va a ser como tirar dinero a un pozo». Y en ese momento le empujarán a coleccionar lo que ellos comercian, que en la mayoría de los comerciantes españoles es equivalente a decir las series más comerciales. Pocos son los que estarían lo suficientemente especializados como para guiar a un coleccionista que se adentre en las series menos exploradas y pocos son los que tienen ni siquiera interés en ello. Lo cual también es comprensible porque para ellos las monedas no es un entretenimiento sino un negocio y tienen que buscar maximizar el beneficio de su tiempo. Además de que si llega el día en el que tienen que recomprar la colección a un cliente, preferirán mil veces antes que sea una colección de denarios fácilmente colocables a una colección de moneda persa.

Otro argumento fuerte por el que los comerciantes no recomendarán a sus clientes a que coleccionen algo muy especializado es que para ellos también son monedas difíciles de encontrar. Si pensamos en cualquier comerciante medianamente fuerte, él podrá suministrar a un coleccionista de onzas o de sestercios sin ningún problema. Cada mes le podría dar tres piezas si quiere. En cambio pocos serían los comerciantes dispuestos a suministrar rarezas sasánidas con relativa frecuencia. El que no me crea que se vaya a una convención y pregunte por monedas sasánidas un poco raras. ¿Qué comerciante recomendaría a su clientela que consuma algo que él quizá no pueda suministrar o que si suministra será con mucho esfuerzo?

dracma Khusrau II

Lo último que debo decir es que el argumento de la liquidez de la colección es solo parcialmente cierto. Es totalmente cierto que es más fácil vender un denario que una moneda persa por lo cual un comerciante estará dispuesto a comprar un denario con un margen de beneficio menor que una moneda persa (en otras palabras, el coleccionista perderá menos dinero en la venta). Ahora bien, una colección de monedas interesante va a ser apreciada por otros coleccionistas y va a ser demandada con toda seguridad. Los buenos coleccionistas saben apreciar el esfuerzo. Un ejemplo lo tenemos con la Colección «Ramón Llul». Se trata de una colección que profundiza en la moneda mallorquina, algo totalmente minoritario en el conjunto de España. Pero al ser una colección interesante su venta fue muy buena, probablemente mejor que si el propietario hubiera forjado una colección de Carlos III por un importe similar. Y desde luego, que de una colección de Carlos III no hubiéramos aprendido tanto como de la Ramón Llul.

Como conclusión al artículo, creo que como coleccionistas está muy bien ser valiente y explorar series que no sean tan conocidas como las corrientes porque nos permitirá realizar colecciones interesantes a la vez que aptas a nuestro bolsillo. Pero esto se lo recomendaría solo a aquellos que estén dispuestos a invertir una cantidad de tiempo considerable en la numismática. Les requerirá un estudio individual importante, probablemente tengan que desplazarse bastante y muchas veces actuar como comerciantes, en el sentido de ir a encontrar sus propias monedas más allá de su región geográfica. Pero quien lo haga tendrá la recompensa de una gran satisfacción, estoy seguro.

25 comentarios en “Los coleccionistas valientes”

  1. Jesús Del Río Rodríguez

    Repito aquí mi comentario de facebook :D
    Brutal entrada :D Me siento completamente identificado xDDD Yo, que colecciono monedas y fichas del Borne, que no hay información alguna, piezas que aparecen con cuentagotas, que los precios o son muy bajos o absurdamente altos xDD
    También moneda de cooperativas catalanas, pero en este punto somos unos pocos más, y encima que creo que soy el más joven jajajajaja

  2. Muy interesante Adolfo, me siento identificado también, esos pobres cobres, o bronces, o vellones, tan denostados, se agradecerían ideas de posibles colecciones .

  3. Adolfo, estoy totalmente de acuerdo con tu postura, mas que coleccionistas valientes, yo los llamaría coleccionistas curiosos, que intentan salir de los trillados caminos que todos conocemos, en cuanto a los comerciantes su postura es lógica , buscan su negocio, pero a veces simplemente fuera de su campo de negocio son ignorantes, como anécdota puedo contar que hace años viaje por Asia central y compre una extrañísimas pieza de sogdiana parecidas a los cash chinos, por curiosidad lleve una a un prestigioso comercio de la plaza Mayor de Madrid, para ver que decían, las criaturas la confundieron con las chinas y decían que no valían nada, dudo que vuelvan a tener una en sus manos…
    Por fin añadir que el coleccionismo a cierto nivel, es como el onanismo , un placer solitario.
    Saludos a todos.

  4. Hola a todos. Llevo mucho tiempo leyendoos y mas aun coleccionando, me parecen muy interesantes la mayoria de los temas que tratais pero este en particular me ha tocado. El caso es que yo colecciono bajos imperios entre otras monedas, pero a parte hago una coleccion de bajos imperios con reverso GLORIA EXERCITVS, el porque ?? No lo se muy bien, pero hace tiempo organizando la coleccion me llamaron la atencion la diversida en los estandartes, y ahi estamos coleccionando y clasificando todas las que puedo.
    Saludos

  5. Adolfo Ruiz Calleja

    Hola.

    Siento mucho no haber contestado antes. Acabo de llegar de Bruselas y he estado liadillo.

    @Jesús, te agradezco mucho el comentario. Hay que decir que la numismática es muy amplia y se hace imposible que una sola persona sea experta en todo tipo de monedas habidas y por haber. Por eso las grandes empresas tienen a varias personas contratadas y cada uno es experto en cierto tipo de monedas.
    Tradicionalmente los comerciantes se dedicaban a los coleccionistas que les llegasen y eso les obligaba a comerciar con todo tipo de piezas: desde griegas hasta euros. No eran especialistas en nada. Hoy en día la inmensa mayoría de los comerciantes son así y, por tanto, no quieren tener clientes valientes. En cambio, hay un pequeño porcentaje de comerciantes jóvenes, mucho más especializados, que lo que hacen es centrarse en unas series determinadas y vender a coleccionistas de todo el mundo. Esos son quienes buscan los clientes valientes. Desgraciadamente hay pocos comerciantes así en nuestro país.

    Creo que el coleccionismo era un onanismo solitario. Hoy en día la cosa cambia gracias a la Web. Yo siempre he entendido mi afición como algo que compartir.

    @Manuel, muy bien traído el juego.

    @Elizano, bienvenido a la parte de los comentaristas. Esperamos verte mucho por aquí :)
    Y me alegro de contar entre los lectores con más coleccionistas valientes, en este caso de bajo imperios. Claramente son monedas bonitas, cargadas de historia y muy asequibles para un bolsillo de la clase media española.

    Saludos,
    Adolfo

  6. Elizano, hace poco me he comprado un libro que te servirá «LATE ROMAN BRONZE COINAGE. An attribution guide for poorly preserved coins».
    Hasta hace poco solo lo podías conseguir en alemán y estaba más que agotado, ahora lo han traducido al inglés y se puede encontrar en la red a buen precio.
    (Se lo estoy recomendando a TODOS los coleccionistas de bajos imperios que conozco).
    Yo más que «valiente» me considero «inquieto», y me desvivo por aprender cada vez más de las monedas de mi colección…

  7. Hola a todos: hay personas y coleccionistas con buen gusto, que exploran nuevos campos de interés. Sin embargo, esas personas muy probablemente hayan formado su buen gusto con las mismas monedas que han encantado a generaciones durante siglos: denarios, onzas…

  8. Después de acabar con la colección de duros del s19 me gustaría adentrarme en una colección que no se si me va a ser muy complicada. He pensado en coleccionar monedas del antiguo Egipto. ¿Estaría considerado aventurero? Me gusta la idea de viajar a Egipto a comprar alguna complicada o a Londres…¿que os parece? ¿sería demasiado cara? ¿difícil?

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Egipto como tal no tuvo monedas. Hubo monedas en Egipto bajo la ocupación persa (rarísimas, solo he visto una en el British Museum y otra en el Museo Arqueológico de Oxford, creo recordar), durante la dinastía Ptolemaica (preciosísimas monedas con precios medios-altos) y durante el periodo romano (muy interesantes y baratas).

      Si te interesa las monedas ptolemaicas o los cobres romanos de Alejandría creo que tienes un gusto muy bueno. Son piezas muy interesantes, muy bonitas, poco conocidas y que se pueden encontrar por un precio razonable. Meterse en ellas es de valientes, no cabe duda. Si te interesan en España no se comercian mucho las romanas pero las ptolemaicas no son difíciles de ver en subastas y convenciones. Desde luego que irse a Egipto o a Londres a por ellas no tiene ningún sentido.

      Saludos,
      Adolfo

      1. Eso es, me gustaría de la época de Ptolomeo y de la ocupación romana. Igualmente es un sueño a largo plazo, de momento toca estudiar y leer mucho. Por otra parte, la numismatica no sería la causa del viaje sino un complemento. Fui hace un tiempo a Perú y me hubiera gustado conocer algo sobre la moneda peruana para comprar alguna.

        Gracias por todo!

  9. No me considero valiente, pero acá en mi ciudad (en Argentina) soy el único que colecciona monedas británicas. A muchos les parece mal, por todo el asunto de las Malvinas y eso, pero es que sencillamente las encuentro hermosas, atrapantes. Mientras la mayoría de los que conozco se dedican a coleccionar monedas argentinas por año, y se quejan de cómo les cuesta encontrar tal o cual moneda, yo me alegro de tener una colección bien distinta a eso.

  10. Antonio Sánchez Peña

    Me guasta la aventura y por eso colecciono mitqal y benduqi de Marruecos, asi es que ya saben si quieren un cliente eso es lo que busco
    Saludos a todos
    Antonio

  11. Muchas gracias por este post.

    Tras deambular por la numismática sin criterio y llevado por la compra compulsiva de monedas «comerciales» llevo un par de años sin comprar ninguna moneda y preparándome para lo que será mi colección definitiva.

    Llevo dos años leyendo historia y «persiguiendo» monedas en subastas internacionales, estoy en proceso de aprendizaje y midiendo mis posibilidades.

    Seguramente me lance a escribir en un blog lo que estoy aprendiendo antes de comenzar a comprar monedas. Muchas de ellas entran en el mundo comercial, pero otras muchas apenas circulan y son esas sobre las que me quiero lanzar.

    Me quiero lanzar a la aventura de coleccionar monedas que hayan podido pasar por las manos de Jesús.

    No soy católico ni religioso, pero según estoy avanzando en el conocimiento es una época de la humanidad que me está entusiasmando.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Eso sí que sería una colección valiente, más aún porque esas monedas suelen ser tremendamente caras. Aunque, como siempre, también las hay asequibles si no se busca una calidad demasiado alta.

      Ya me avisarás si comienzas con el blog.

      Un saludo,
      Adolfo

  12. Saludos, tiempos modernos , he visto tu reflexión y es interesante, permíteme que te de un pequeño consejo, después de deambular por todo el panorama numismático (todavía no consigo salir de el, puro vicio) si he de decirte que he encontrado un campo para mi sumamente interesante son las imitaciones de las monedas sasasidas en la zona el Asia central ,Afganistán , Pakistan el campo , aunque parece muy acotado es bastante variado árabe-sasánidas, indo-sasánidas, kushano-sasanidas, heptalitas-sasanidas, de verdad es un campo muy interesante tanto desde el punto de vista histórico como numismático y las monedas hoy por hoy , no son especialmente caras (con carácter general), el inconveniente es que estaras muy solo, pero de verdad es apasionante.

  13. Interessant article! Per a mi la «valentia» numismàtica és quan olores que una peça és interessant però no estàs segur de què és però l’agafes perquè saps que estudiar-la, descobrir-la et donarà satisfaccions. He llegit que sovint dius que el millor és especialitzar-se. Per a un numismàtic que no sigui investigador jo crec que no, que el millor és intentar fer una col·lecció de tipus «història de la moneda» i llavors aprens molt més encara que sigui superficial. Tenir cinc sis gregues, ibèriques, unes quantes més romanes (perquè se’n troben més), unes poques bizantines, sassànides, més medievals, d’altres cultures… t’aporta una visió panoràmica que a nivell superficial t’aporta molt, sempre trobes peces molt econòmiques i quan l’ensenyes a un neòfit, que són la majoria dels que trobes, li troben sentit. És una opinió, és clar, la clau és que cadascú gaudeixi. El que sí que trobo important és dotar-se de bona bibliografia per entendre el que un colecciona. Entrades de bibliografia serien molt interessants! Felicitats pel blog.
    Interesante artículo! Para mi la «valentía» numismática es cuando hueles que una pieza es interesante pero no estás seguro de qué és pero la eliges porque sabes que estudiarla, descubrirla te dará satisfacciones. He leído que a menudo dices que lo mejor es especializarse. Para un numismático que no sea investigador yo creo que no, que lo mejor es intentar hacer una colección de tipo «historia de la moneda» y entonces aprendes mucho más aunque sea superficial. Tener 5 o 6 griegas, ibéricas, unas cuantas más romanas (porque se encuentran más), unas pocas bizantinas, sasánidas, más medievales, de otras culturas… te aporta una visión panorámica que a nivel superficial te aporta mucho, siempre encuentras piezas muy económicas i cuando la enseñas a un neófito, que son la mayoría de los que encuentras, le encuentran sentido. ES una opinión, claro, la clave es que cada uno disfrute. Lo que sí encuentro importante es dotarse de una buena bibliografía para entender lo que uno colecciona. Entradas sobre bibliografía serían muy interesantes! Felicidades por el blog.

  14. Buenas noches a todos.
    En primer lugar, querría felicitar a Adolfo por el blog; me tiene verdaderamente enganchado.
    Dando continuidad al contenido de este hilo, comentar que yo coleccione AES GRAVE desde el año 289 al 211, AES FOMATUM, AES RUDE y AES SIGNATUM. Por cierto, si alguien tiene alguna pieza, información o quiere charlar, que me contacte; estaré encantado de intercambiar información.
    Como aportación personal, inicié esta coleccion hace 20 años aproximadamente y me he encontrado con todos los elementos descritos en el artículo: ilusión, soledad, silencios, comentarios tendenciosos… Ciertamente estoy convencido de lo que hago y será dificil que cambie de opinión, por no decir imposible.
    Animo a todos los coleccionistas valientes a seguir su camino.
    Un cordial saludo para todos y larga vida a este blog.
    Adrisek

    1. Muchísimas gracias por este comentario. Es realmente interesante e inusual una colección como la que planteas. Te estaré muy agradecido si nos cuentas más sobre ella algún día (ya sea en los comentarios o incluso se puede dedicar una entrada).

      Saludos,
      Adolfo

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