Subasta de Martí Hervera y Soler y Llach, 25 de febrero de 2016

Martí Hervera y Soler y Llach comienzan muy fuerte su año numismático, al igual que hicieran por estas mismas fechas el año pasado. Han preparado una subasta muy potente, con tantas piezas como nos tiene acostumbrados esta casa pero con un montón de monedas que despuntan. Seguramente otra casa lo que hubiera hecho es separar las mejores monedas para realizar una «subasta extraordinaria», pero cada empresa tiene su propio estilo y Martí siempre busca ofrecer catálogos comerciales que abarquen los distintos periodos de la numismática antigua y española.

La subasta comienza pisando muy fuerte con 26 monedas griegas. Hay monedas muy raras y en altas calidades, además de presentar algunos de los tipos que más me gustan de la numismática clásica: varios tetradracmas de Tracia en extraordinaria conservación, un octodracma de Arsione II y un par de shekels cartagineses. De verdad que son preciosas. Tampoco faltan monedas muy raras, como una estátera de Misia o un extraño tetradracma de imitación de algún lugar del noreste de Arabia que yo no había visto antes (primera imagen).

El resto de la moneda antigua es, en comparación con la moneda griega, más normal. Hay bastantes monedas íberas con una rareza media-alta y un buen repaso a Roma, abundando los denarios tanto de la República como del Imperio. En este apartado hay muchas monedas de calidades medias que seguro que atraen a la mayoría de los coleccionistas. Como monedas que destaquen individualmente yo solo indicaría dos: un sestercio de Agripina Hija y el milarense de Arcadio, pues es muy raro en la calidad que trae.

tetradracma de imitación

Posteriormente presentan 20 monedas bizantinas, que son más que las que suelen incluirse en las subastas españolas. La estrella es, sin duda, un rarísimo sólido de Irene (que no es el mismo ejemplar que el que subastó esta misma casa en diciembre). Lo que más frío me deja de este apartado es que hay un total de 8 hyperporiones de Juan III Ducas Vatatzés (más otros 7 en la de correo). Son monedas relativamente corrientes pero poner 15 semejantes del tirón no sé si es buena idea. Esa misma crítica no la hago al sólido de Irene. Me parece mala idea que cuando una casa de subastas pilla monedas raras las saque en subastas seguidas porque se da la sensación de que hay muchas y eso solo hace que el precio baje. Pero en el caso de los sólidos de Irene en alta calidad, que tienen una alta demanda y una clarísima salida internacional (raro me parecerá que esa moneda se la lleve un español), tal peligro no existe. No es como si se subastasen seguidas dos monedas medievales raras o dos rarezas de El Centenario, cuyo mercado es mucho más estrecho.

La Edad Media de la Península Ibérica comienza con 18 tremises en calidades más que coleccionables pero sin que destaquen grandes ejemplares por encima del resto. Luego vienen 52 monedas andalusíes que me llaman mucho más la atención. De hecho, hace mucho tiempo que una casa de subastas española no me dejaba tan contento con este apartado. Esas 52 monedas destacan fundamentalmente por su rareza, habiendo algunas realmente difíciles de encontrar y otras en los que directamente los ejemplares se cuentan con los dedos de una mano. Tal es el caso de un quirate de Sanlúcar de Barrameda, un dinar almorávide o un felus de Volúbilis (ya veis, en tres metales diferentes). Lo bueno es que, como siempre pasa con la moneda andalusí, la rareza no está tan comprometida con el precio como en otras series y son piezas que siguen siendo asumibles por muchos coleccionistas. Los reinos cristianos están bastante peor representados; no hay muchos lotes y solo hay una pieza que destaque. Se trata de un rarísimo doble carlí de Ferran I de Nápoles. Me gusta mucho el detalle de la descripción de esta moneda, donde se indica explícitamente que no aparecía en la Colección Crusafont. Es muy raro que una casa de subastas tenga la humildad suficiente como para citar como referente una colección subastada por otra empresa. En este aspecto, Martí merece todos mis aplausos. Por cierto, sí que apareció otro ejemplar con una calidad semejante (que no el mismo) en la Colección Ramón Mountaner. El último apunte sobre las medievales es que creo que es la primera subasta en años que no trae ninguna dobla de la banda.

4 escudos Cuenca

La subasta sigue con la Monarquía Española. Los Reyes Católicos no están muy bien representados, aunque incluyen dos medios excelentes de Granada y Sevilla (ex-Huntington), que siempre son raros aunque en este caso la calidad no acompañe. Por parte de los Austrias tampoco hay mucho que destacar salvo la buena presencia de bastantes piezas italianas. No hay piezas muy raras ni tampoco en una tremenda conservación. Todo mejora muchísimo al llegar a los Borbones y nótese que lo está diciendo uno a quien las subastas empiezan a aburrir una vez que llega Felipe V. Hay casi 800 lotes que describen con bastante detalle las acuñaciones españolas de los siglos XVIII y XIX. Entre ellos destacan los oros sin ninguna duda.

Se empieza muy fuerte ya con Felipe V. De este monarca hay varias monedas raras de 2 escudos, incluyendo una potente macuquina de Lima de 1703 en SC y una rarísima de México de 1734 (curiosamente la citan como «Cal-358 var. sobrefecha» pero yo todas las que conozco tienen la sobrefecha). Después viene la reina de la subasta: la media onza de Cuenca de 1725 (segunda imagen). Hay que decir que los oros de El Real Ingenio de Agua de Cuenca son unas de las piezas más emblemáticas de la numismática española, pues se hicieron contados y solo en ese año (Caballero citó la onza de Cuenca (pieza única) como una moneda que no pudieron comprar por no disponer de capital). Yo tengo constancia solo de dos ejemplares de los 4 escudos de Cuenca: el que apareció en la Caballero y éste que sale ahora a subasta, que hace cuatro años pasó por Ars Classica. Los alabarderos que custodian a la coquense son tres onzas macuquinas y cuatro onzas sevillanas. Todas muy interesantes y en buena conservación, pero obviamente son monedas que quedan eclipsadas por la soberbia media onza.

Fernando VI no está tan bien representado como su padre. Tiene bastantes oros interesantes pero el único que verdaderamente me ha sorprendido vuelve a ser una media onza (más propensas a las rarezas), en este caso la limeña de 1751. Una pieza muy rara de las que se ven en subastas una vez cada 10 años. Cabe destacar también que hay una buena cantidad de durillos con precios de salida que harán que muchos coleccionistas se interesen por ellos.

4 escudos cara de rata

El repaso a Carlos III es muy amplio y tremendamente comercial. La única pieza que me resulta realmente rara son los 4 escudos de Lima de 1763 (tercera imagen), tan rara como todas las medias onzas cara de rata. El resto son monedas que se dejan ver con relativa frecuencia en las subastas pero que son tremendamente comerciales. Estoy seguro de que a muchísimos coleccionistas les interesarán los 8 reales columnarios (también hay un 4 reales columnario, mucho más raro de ver), la gran cantidad de medios escudos, los escudos de Popayán o la buena presencia de 2 escudos y de onzas. También hay alguna onza cara de rata, pero por lo general la calidad no las acompaña. Todo tremendamente comercial, como digo.

Carlos IV me llama menos. Es amplio un repaso a las monedas de este rey, cuya numismática es bastante simplona y aburrida en general, pero sin ninguna pieza destacable por sí misma. Vuelve a haber muchos oros, todos muy comerciales pero sin que ninguno me llame la atención. No hay más que ver la gran cantidad de onzas que salen prácticamente a su peso en oro. Sin duda lo más interesante de la colección de Carlos IV son las 39 (!!) medallas de proclamación. Sin duda es impresionante e inusual ver tantas juntas.

Tras un breve repaso de la Ocupación Napoleónica de Cataluña se llega a Fernando VII, donde vuelve a haber mucha moneda y en este caso no solo de oro. De hecho, las que más me llaman la atención son dos humildes cobres de Fernando VII de Pamplona. No es nada fácil ver en esa calidad los 3 maravedís de 1826 y los 8 maravedís de 1823. Sin duda excelentes ambas piezas. Las platas vuelven a no tener demasiado que subrayar, aunque esta vez el repaso es más amplio que en los anteriores reinados y seguro que los duros tienen muy buena acogida. En cuanto a los oros, vuelve a haber un montón de lotes comerciales entre los que destaca una perla: los 8 escudos de Guadalajara de 1813 (cuarta imagen). Una moneda rarísima con ejemplares que se cuentan con los dedos de las manos. El reinado se cierra con otras 12 medallas, de las que 5 son de proclamación. Con Isabel II se tiene una tónica semejante: un buen repaso con calidades medias-altas y muchos oros; pero sin ninguna moneda que destaque claramente por encima de las demás. Sin duda es una colección que gustará a los aficionados medios.

El Centenario de la Peseta no se centra tanto en los oros, sino en las platas. De nuevo vuelve a ser una colección comercial apta para aficionados de a pie. Sin duda la moneda más rara que presentan son las 5 pesetas de 1892 (92-92), que gustará a los coleccionistas de variantes raras. También me han llamado la atención, por su calidad, las 2 pesetas de 1894 (18-94).

8 escudos Guadalajara 1813

En el breve repaso a la moneda extranjera no hay mucho más que destacar, así que solo haré un par de comentarios adicionales. El primero es que algunas monedas de las que aparecen en la subasta están encapsuladas. Afortunadamente no son muchas porque las fotos de las mismas son muy malas. El segundo comentario es que Martí Hervera tiene por costumbre poner unos precios de salida que están cerca de los precios de remate normales. Mi sensación es que en esta subasta ése no es el caso, ya que por lo general creo que hay recorrido para que los precios suban. Creo que habrá un porcentaje de ventas bastante alto.

En cuanto a la subasta por correo, como es habitual en esta casa se da un amplio repaso a la historia de la numismática. Nadie puede esperar en una subasta por correo grandes rarezas ni calidades extraordinarias, pero los coleccionistas más humildes siempre podemos pescar algo. Curiosamente creo que el apartado del Estado Español está muy bien representado en esta subasta, pues hay bastantes pesetas de 1947 en calidades altas, errores curiosos, duros no tan sencillos de encontrar… merece la pena echar un vistazo.

5 comentarios en “Subasta de Martí Hervera y Soler y Llach, 25 de febrero de 2016”

  1. A mi los de esta casa me tienen un poco hasta el moño, el trato deja bastante que desear, llevo 2 subastas sin recibir el catálogo en papel y eso que suelo comprarles, les llamo por teléfono y me dicen que en mi ficha hay una anotación de que yo he solicitado que no me los envien, cuando lo que les dije es que no me enviaran la carta con las facturas por el tema de los sobres abiertos.
    Les digo que por favor me manden este catálogo, que es posible que le tire a bastantes y me dicen que no, que ya si eso para las siguientes subastas.
    Un despropósito tras otro, lo malo es que es una casa con mucha variedad de lo que me interesa porque si no no les compraba ni una y aun así lo que consiguen es que en lugar de tirarle a 20 le tire a 10 y a un precio mas bajo, no entiendo como estas casas no se lo curran un poco más.

    Por lo demás, excelente resumen.

    Un saludo

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Esos son temas logísticos y ya se sabe: documentos que se transpapelan, llamadas que no se hacen… yo nunca pido los catálogos físicos, así que eso que me ahorro yo, que ahorro a las empresas y que salvo al medio ambiente. Lo de los sobres abiertos con las facturas, es cierto que lo hacen y son muy criticados por ello por parte de algunos compradores. Realmente no sé por qué no los cerrarán, no parece tan complicado.

      Una cosa que me gusta de esta empresa, y que ya apuntaba Martí en su entrevista ( https://blognumismatico.com/2015/01/10/entrevista-a-marti-hervera/ ), es que se dirige a un grupo de coleccionistas muy amplio. Prácticamente cualquier coleccionista encontrará monedas por las que pujar, desde quien busca piezas de 20 euros hasta quienes las buscan de 20.000. Hay quienes les critican de que se centran más en la cantidad de monedas que en la calidad de las mismas; no sé qué pretenden con esa crítica ¿que Martí encuentre 6000 monedas de alta calidad cada 3 meses? ¡tal cosa es imposible!. Claramente cuando se ofertan tantas monedas el porcentaje de piezas extraordinarias no puede ser muy alto, pero todavía las hay.

      Un saludo y perdón por desviarme un poco de tu comentario,
      Adolfo

  2. Por lo que se comentaba en otro foro parece ser que el tema de los sobres ya está solucionado. Es decir, ya envían las fotocopias de los remates y la factura en un sobre cerrado. Según mi opinión, este envío que hace Soler i Llach (el sobre con la información de los remates y la factura) es del todo prescindible. Más sencillo sería que enviaran la factura con el envío del lote y punto. Los remates se pueden consultar en su web. Pero bueno, algún motivo tendrán para hacerlo así.
    A veces nos quejamos por el hecho que tardan bastante en enviar los lotes pero con esta gran cantidad de lotes se puede comprender.
    Gracias por el repaso, Adolfo. Por mi parte, subasta algo pobre por lo que a la Corona de Aragón se refiere.

  3. Buenas noches, la verdad es que hay buenas piezas, lo que me sigue sorprendiendo es la facilidad con la que se usa el EBC- cuando tendrían que decir MBC , pero no voy a criticar el márqueting cuando hay fotos para que el cliente valore. Eso si, excepto en algunas golosinas infravaloradas para alentar al pujante, no veo mucho recorrido de precios en las otras. Igualmente, suerte a todos!

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