Remates de las subastas numismáticas de noviembre de 2015

En el mes de noviembre acontecieron tres subastas numismáticas en nuestro país: la de Vico, la segunda subasta de Andorrano Joyería y la Colección Ramón Llul que organizó Áureo & Calicó y que yo no comenté porque me fui de vacaciones. Es una pena porque la colección era extraordinaria y el estudio histórico que aparece en el catálogo también. Este catálogo se ha convertido en una obra de referencia para cualquier interesado en la numismática española, creo yo.

La subasta de Jesús Vico destacaba fundamentalmente por la estupenda colección de moneda ibérica que presentaba. En general se vendió muy bien la colección íbera, habiendo varios remates que llegaron a las cuatro cifras, lo cual es muy raro porque en este tipo de piezas es raro que los remates pasen de 1.000 euros de precio. También es cierto que algunas de las cecas más comunes dejaron un buen porcentaje de piezas sin rematar. Especialmente aquéllas en las que aparecían varias monedas similares seguidas, algo que yo creo que las casas de subastas deberían evitar pero que algunas no evitan. En general la tendencia vuelve a ser que las monedas con mejor calidad se pagan a mayor precio que las rarezas (vemos que también ocurre en estas series donde las rarezas abundan y las altas calidades escasean). En cuanto a las reinas de la serie, no podían ser otras que los dos dishekel cartagineses que ya cité, que se remataron en 12.000 y 23.000 euros.

Por parte del resto de la subasta solo hay que decir que se vendió todo bastante bien excepto los billetes, donde no tuvieron mucha suerte. También es curioso que en la subasta por correo tuvieran más o menos el mismo porcentaje de remates que en la subasta en sala salvo en la moneda íbera, cuyo porcentaje de piezas vendidas fue muy bajo.

De remates individuales se puede destacar las 17 monedas visigodas, que se vendieron todas aunque solo subió significativamente el tremis de Bracara a nombre de Suintila. Los dineritos de Alfonso VII se vendieron a un precio módico, a mi buen entender, mientras que el dinero inédito de Fernando II se remató en 1.700 euros. Por último, si alguien quiere comparar los remates de los duros segovianos que vendió Vico con los remates de esos mismos duros (algunos son los mismos ejemplares) en Cayón hace unos meses, que lo haga. Yo no lo publico porque las comparaciones son odiosas.

didracma Ibiza

En noviembre Áureo subastó la Colección Ramón Llull, que daba un extraordinario repaso a la numismátiva balear desde los cartagineses a la Guerra Civil. En total se subastron 661 lotes, así que podéis ver que el repaso fue detallado. Creo que a partir de ahora la Colección Ramón Llull se convertirá en la colección de referencia en lo que a numismática balear se refiere.
Los precios de salida de esta colección no eran para nada baratos y muchos de ellos se dirigían a un público muy local, por lo que considero un éxito rotundo el que se hayan vendido la inmensa mayoría de los lotes. De hecho, la afluencia balear a Barcelona fue tal que según me han dicho, incluso hubo quien llevó ensaimadas a la subasta.

Todas las series siguieron un mismo patrón: prácticamente todo vendido pero sin subidas generalizadas. Entre ellas, me han sorprendido mucho los remates tan altos de las monedas andalusíes. También se puede ver cómo el oro medieval se ha vendido casi todo, aunque sin grandes subidas (un ejemplar lo comentamos aquí con detalle). La plata medieval, en cambio, sí que subió bastante, llegando incluso a los 19.000 euros un real de Mallorca de Jaume II. Por parte de la monarquía española tampoco hubo sorpresas: las monedas comunes se vendieron a un precio normal y los oros se vendieron muy bien. No es de extrañar porque esos oros mallorquines son prácticamente las únicas piezas de la colección con una buena salida internacional.

El Estado Español hizo acto de presencia y eso siempre trae polémica. Más todavía cuando adquiere piezas de alto importe económico. Según tengo entendido, ha habido tres instituciones públicas que han pescado en esta subasta: el Museo Arqueológico Nacional se hizo con el rarísimo didracma de Ibiza (primera imagen), con el real de oro de Sancho (segunda imagen) que probablemente sea pieza única y con algunas otras piezas menores; el Museo Arqueológico de Ibiza adquirió algunos cóspeles sin acuñar, que tampoco es que tengan demasiada relevancia económica; y el Gobierno de las Islas Beleares adquirió el famoso diner de Mallorca de Pere de Portugal (tercera imagen), ejemplar único conocido, con una gran trascendencia histórica y que se remató en 55.000 euros. Desde luego que es un remate altísimo para un diner, más aún con agujero pero su trascendencia histórica hizo que los coleccionistas lo subieran hasta semejante importe y que el Estado Español les dejase con un palmo de narices. Otra de las cuestiones polémicas es que en el Diario de Mallorca aparecieron noticias en las que decían abiertamente que iban a adquirir algunas monedas. Los periodistas dijeron que Áureo decía pero, según me han comentado en la casa de subastas, Áureo no dijo nada y se limitó a organizar la subasta, que es su trabajo. Si la Administración Pública adquiere piezas ellos no están notificados hasta el día de la subasta.

La última reflexión al respecto de esta subasta es que es un muy buen ejemplo de cómo una colección interesante se vende bien. Si alguien me dijese que se va a poner a coleccionar moneda mallorquina yo le diría que tuviera cuidado porque esas piezas no tienen en su mayoría una salida internacional y es posible que el día que la quiera vender le cueste. Yo no sé si el coleccionista ganó o perdió dinero, pero la colección se ha vendido muy bien, algo que pieza a pieza dudo mucho que se hubiese conseguido. Esto se debe a que, como colección, es muy interesante y eso es algo que los coleccionistas aprecian mucho.

real de oro Sancho

Finalmente, Andorrano Joyería tuvo una «subasta experimental» que se puede considerar exitosa. La inmensa mayoría de las monedas presentadas valían más por su peso que por su valor numismático y se vendieron por poco más que su peso de metal. Tampoco podían subir mucho más. Cierto es que las pocas monedas que tenían un valor numismático no subieron demasiado y hubo algunas que se quedaron sin vender. Supongo que se deba a que la clientela natural de esta empresa son los inversores en metales preciosos y joyería. Tampoco está nada mal que una casa de subastas en España se dirija a ese sector.

Vuelvo en otro par de días con las subastas de diciembre.

diner de Mallorca de Pere de Portugal

6 comentarios en “Remates de las subastas numismáticas de noviembre de 2015”

  1. En cuanto a la subasta Ramon Llull de Aureo, sólo quiero puntualizar que las monedas fueron adquiridas por el Estado; dejando aparte la ebusitana que se quedó para el Museo Arqueológico Nacional (la mejor de todas), se adquirieron, según mi conocimiento, los tres cospeles sin acuñar y otras dos, un octavo de calco y un semis, ésta última inédita, nada del otro mundo, ciertamente. En cuanto a las mallorquinas, fueron adquiridas por el Estado a petición, no del Govern de les Illes Balears, sino del Consell de Mallorca, y han sido depositadas en el Museo de Mallorca a la espera de que tal vez sean expuestas en un futuro. Además de las dos que indicáis (el real de oro de Sanç y el dinero de Pere de Portugal), hay dos plomos monetiformes romanos, uno de los cuales, el que presenta mejor estado de conservación, que se adjudicó por 1.600 euros, con un precio de salida de 750.

  2. Dos matices más: el primer párrafo algo pasa que no está bien concordado y se lee con el orden alterado; la referencia al periódico es errónea, no fue el Diario de Mallorca sino la Ultima Hora (http://ultimahora.es/).

    La verdad es que fue una colección preciosa y muy extensa. Comentas las características del catálogo que yo también creo que será una referencia.

    Pero me gustaría hacer una reflexión. Un buen catálogo no solo es un bien para el coleccionismo, también lo es para el coleccionista, o sus herederos, es como preservar una colección de otra manera. Pero eso solo puede pasar con colecciones especiales, ahora vemos la Lluís Companys, o lo que toque con la serie Isabel de Trastámara, en el pasado la Caballero, Ramón Muntaner, Crusafont, Hispania, Imagines Emperatorum y tantas otras en Aureo, o el Ingenio de Segovia en Cayón o la Huntington en Vico.

    En todas ellas, o casi, algunas piezas son vulgares, pero insertas en el conjunto adquieren un valor especial, también sus coleccionistas tienen un valor especial; de algún modo ellos también pasan a la historia de la numismática. De la mayoría no sabemos sus nombres pero conocemos su obra a través de estas presentaciones singulares.

    Desde luego el coleccionista de la Ramon Llull para mi es un referente, aunque no le pueda poner cara.

  3. Adolfo Ruiz Calleja

    Hola Mir.

    ¡Qué bueno volver a leerte!

    Yo recuerdo haber leído algún recorte de prensa de El Diario de Mallorca. Lo que no sé es si habrá salido también en otros periódicos.

    Estoy totalmente de acuerdo en que un buen catálogo es algo muy bueno para el coleccionista. A través de él ve reflejada y contextualizada su colección para siempre. Es curioso pero muchas veces los grandes coleccionistas nunca han visto las monedas de su colección «todas seguidas» porque las tienen metidas en una caja fuerte. Digamos que ese recuerdo perdura porque la colección, antes o después, iba a ser esparcida. En lo que no estoy tan de acuerdo contigo es en que todas las colecciones que citas vengan de manos de coleccionistas privados: muchas veces las casas de subastas montan las colecciones ellos mismos porque saben que las temáticas se venden mejor. Quizá me equivoque pero yo creo que la Hispania y la Imagines Imperatorvm no venían de un coleccionista que las haya forjado desde hace años, sino que es mano de la propia casa de subastas (hablo por hablar, quizá esté equivocado). Digamos que serían «subastas selección temáticas».

    No digo más al respecto porque ya tengo escrita una entrada donde hablo justamente sobre esto, así que no es plan de extenderme.

    Saludos,
    Adolfo

    1. Ya sabes, como el Guadiana, aunque yo no puedo decir lo mismo, te leo todo pero a veces con retraso, aunque siempre sea interesante.

      Es posible que sean «especiales monográficas», no lo puedo saber, pero bién sabemos que muchas no: Crusafont, Caballero, Ramón Llull (el catalogo se refiere al coleccionista que la ha reunido), la Trastamara también tiene pinta de eso o los 13 cincuentines juntos se me hacen raros si no vienen de un mega. De la Huntington conocemos su historia que va por otros derroteros.

      En fin, esperaremos tu entrada sobre ello.

      P.S. En el Diario de Mallorca no leí nada, pero se me pudo pasar.

  4. Lo cierto es que ningún otro periódico como el Última Hora publicó tantos artículos sobre esta subasta desde el primer momento. Recuerdo, al menos, cuatro o cinco, algunos de ellos de una página entera, lo cual no es nada habitual para la prensa, al menos la mallorquina. Si el Museu de Mallorca decidiera llevar a cabo alguna exposición numismática, te lo haría saber para que te hicieras eco de ello.
    Ciertamente, un catálogo de estas subastas especiales como los que publica Aureo representa la única opción para asomarse a estas grandes colecciones privadas porque raras veces se muestran al público.

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