Remates de las subastas numismáticas de octubre de 2015

Los meses de octubre, noviembre y diciembre estaban cargados de subastas importantes. Dedicaré esta entrada y las próximas dos a comentar los resultados de dichas subastas, mostrando en cada entrada las jugadas más importantes de cada uno de los meses. Vamos ahora con el mes de octubre, en el que realizaron subastas Martí Hervera,  Ibercoin Áureo & Calicó. 

10 céntimos 1870

La subasta que organizaron Martí Hervera, Soler y Llach y Numismática Segarra el pasado octubre me deja un sabor un tanto agridulce: por un lado viendo los precios de salida considero muy bueno el porcentaje de remates alcanzado, que aproximadamente será de un 80% de las piezas ofertadas; por otro lado, es una lástima que muchas de las piezas potentes que presentaban no hayan supuesto subidas de precio. Bien es cierto que esas monedas ya salían a un precio ajustado (como suele ocurrir cuando organizan una subasta con Segarra), pero siempre queda la esperanza de que varios competidores se piquen por ellas.

Esta tónica se da en prácticamente toda la subasta pero es especialmente clara en las series de numismática griega. Se vendieron la práctica totalidad de las monedas ofertadas pero ninguna de las monedas realmente buenas, como el precioso dinar sasánida o la estátera de Kyzikene. En cambio, las monedas romanas se vendieron muy bien y los áureos sí que subieron de precio significativamente: el áureo de Cómodo cuadruplicó su precio hasta rematarse en 24.000 euros y los demás más o menos duplicaron su precio de salida. Se ve que los áureos son más comerciales a nivel de los grandes coleccionistas.

En la moneda medieval es de destacar que buena parte de los oros se vendieron, incluyendo las monedas castellanas. Al ver los remates me dió la sensación de que empieza a haber de nuevo cierto interés en nuestro país por el oro medieval después de habernos pasado varios años viendo cómo auténticas joyas quedaban desiertas. Desafortunadamente los remates de las siguientes subastas (que comentaremos en las sucesivas entradas) no confirmaron esta tendencia. En otras palabras, que les salió muy bien este apartado.

La moneda de los Austrias tiene la tónica de antes: bastantes piezas vendidas pero sosos los remates altos. El cincuentín se quedó en los 30.000 euros de salida, al igual que el doble principat de Juana y Carlos. Los oros segovianos no tuvieron demasiada acogida, especialmente los de Felipe III. En cambio, piezas a priori menores se vendieron muy bien. Especialmente las platas (que no los oros) de los Reyes Católicos.

En cuanto a los Borbones, hay que destacar lo bien que se vendió el oro que tenía calidad. En estas piezas es clarísimo: si hay calidad hay precios altos y casi que también me atrevería a decir que hay visado para que la moneda cruce el Atlántico. Las macuquinas se han vendido muy bien, tanto las onzas como otros módulos (e.g. 5.400 euros por los 2 escudos de Lima de 1710). En cambio las onzas cara de rata que presentaban apenas se han vendido, a pesar de ser unas monedas que en principio gustan muchísimo a los coleccionistas. La razón no puede ser otra que la calidad de esas piezas no es la que demanda el mercado.

El resto de la subasta han sido monedas muy previsibles y no he visto grandes sorpresas. La única cuestión a destacar son las monedas de El Centenario en calidad PRUEBA. Los cobres de 1870 se han rematado en torno a los 1000 euros y los de 1878 en 800 euros (tres primeras imágenes). Esto bien puede servir de referencia para los cobres de El Centenario es esa extraordinaria calidad. El duro de Amadeo en PROOF se ha ido a los 7.000 euros (cuarta imagen) y me imagino que también se haya ido de nuestras fronteras (relacionado).

5 céntimos 1878

Ibercoin presentó una subasta llena de piezas de calidad media en la que destacaban 14 onzas macuquinas de Felipe V y otras 5 de Carlos II. Creo que lo que más hay que destacar de esta subasta es el magnífico porcentaje de monedas rematadas. A ojo yo diría que sobrepasa el 80%, lo cual es mucho más de lo que Ibercoin (y la mayoría de las casas de subastas) conseguía hace años. Creo que el progreso positivo de esta casa es clarísimo y me alegro mucho de ello.

Las piezas importantes, que eran fundamentalmente las onzas, se han vendido muy bien. El lote estrella, que era la onza mexicana de 1700 (ejemplar único) se remató en 16.000 euros, mientras que la onza madrileña de 1643/2/1 se paró en 12.000 euros. Esos mismos ejemplares se vendieron por otra casa de subastas española en 15.000 y 12.000 euros respectivamente, así que vemos que «están en precio». El resto de macuquinas también se vendieron bien y solo hubo cinco que quedaron desiertas.

El resto de la subasta de Ibercoin creo que era bastante predecible. Las monedas se han vendido sin problemas a un precio de mercado razonable. Solo me han llamado la atención los remates de los cobres de Fernando VII. Había alguno raro y creo que los precios no han acompañado a esa rareza.

5 céntimos 1878

El mes de octubre lo acabó Áureo & Calicó con una triple subasta: por sala, por correo y el cuarto volumen de la Isabel de Trastámara, dedicado a Carlos IV e Isabel II. Para los coleccionistas lo más relevante es, sin duda, la colección especial.

El comentario general de esta colección especial es que no me ha convencido tanto como los anteriores volúmenes: por una parte se han vendido la inmensa mayoría de los lotes, por lo que el antiguo propietario seguro que está conforme, pero por otra parte no han subido tanto de precio como a priori podría esperarse por extensión de lo que ocurrió en el resto de la colección. Probablemente la razón es que esta subasta atraiga menos la atención a coleccionistas extranjeros, puesto que la numismática de Carlos IV es bastante sencilla en general y la de Isabel II tiene mucha menos trascendencia internacional. El hecho de que la colección se centre en cobre y plata, mientras que los oros más potentes de cada reinado no estén presentes en la colección quizá también haya contribuido a espantar al coleccionista extranjero. En otras palabras: la subasta no ha ido mal, pero yo creo que podría haber ido algo mejor.

Si nos fijamos en lotes concretos podemos ver que los cobres de Carlos IV se vendieron razonablemente bien, con una inexplicable subida de precio de los 8 maravedíes de 1801, que se fueron a 1.500 euros. Los remates de las platas corroboraron mi opinión de que la colección de platas de Carlos IV es asequible para la mayoría de los coleccionistas. Los precios de adjudicación fueron relativamente asequibles, incluso para piezas únicas como el real madrileño de 1806 (650 euros). Los resellos, que pueden ser la salsa de una colección de Carlos IV, también tienen unos precios asumibles por muchos.  Otra cuestión que ha quedado clara es que las variantes de los unos de los ordinales más abiertos y más cerrados no despiertan el interés de los coleccionistas. De hecho, solo los duros de Santiago y de Guatemala en SC pasaron de 1000 euros, además de otro de Lima con el busto de Carlos III. Por parte de los oros, no había piezas raras así que los remates eran muy predecibles.

Por parte de Isabel II, casi se puede decir lo mismo. La salvedad es que en el caso de Isabel II hay más picos altos en los remates, que se dan cuando se junta la calidad con la rareza. El mejor ejemplo son los 7.500 euros en los que se remataron los 20 centavos de escudo madrileños de 1867 o las pruebas del Departamento de Grabado (éstas más comunes en general). La razón no puede ser otra que en el caso de Isabel II hay más coleccionistas completistas que en el caso de Carlos IV. Claro está que hay ciertas monedas concretas que resulta prácticamente imposible encontrarlas en una alta calidad, así que cuando se encuentran hay que pagarlas. Curiosamente con los duros de Isabel II no ocurrió esto: las monedas raras en alta calidad, como alguno del Departamento de Grabado o los 20 reales madrileños de 1855 en Proof, tuvieron remates decentes pero nada extraordinarios; en cambio los duros rarísimos, como los 20 reales de Barcelona de 1850 se remataron muy altos para la calidad que tenían. Propio de colecciones completistas. Por parte de los oros, nada que destacar.

5 pesetas 1871

En cuanto a la subasta en sala,  es una subasta de la que no se pueden extraer grandes conclusiones. En la moneda antigua destacaban 31 áureos, que obviamente se vendieron muy bien, llegando varios a las 5 cifras de remate. En la moneda medieval había varios oros que destacar. Por un lado se presentaba una colección de 30 trémises visigodos, si bien apenas había monedas raras lo que hizo que los remates fuesen muy normales; por parte de los dos oros castellanos muy raros (una dobla ecuestre toledana y una variante del enrique de la silla) se quedaron sin vender. No está el mercado todavía preparado para estas monedas y el precio de salida no era ningún chollete. En cambio, las platas raras se vendieron con relativa facilidad, tanto las de Castilla como las de Aragón y Navarra.

Por parte de la Monarquía Española, no hay grandes serie que destacar de las que se puedan extraer muchas conclusiones. Había varias pruebas de El Centenario y de la Segunda República que se vendieron bastante bien, al igual que ocurrió con las de Martí Hervera y Soler y Llach. Las más conocidas se remataron por su precio de salida, mientras que las pruebas de cuño «raras y feas» subieron bastante. La razón no es otra que en esas cosas raras es difícil tener una referencia de precios, por los que la casa de subastas lo puso barato y luego fueron los coleccionistas de El Centenario (siempre aficionados a las cosas raras) los que tiraron de los precios para arriba. Por parte de Franco, se pagaron 2400 euros por una peseta de Benlliure y 900 por una variante UNA-LIBRE-GRANDE en MBC+. Viendo los remates de estas subastas, yo creo que los coleccionistas de El Centenario claramente están despertando. No hace mucho que salieron en subasta un buen puñado de pruebas y se quedaron todas sin vender.

Estas son algunas de las conclusiones de las subastas de octubre. Dentro de un par de días vuelvo con las de noviembre.

1 comentario en “Remates de las subastas numismáticas de octubre de 2015”

  1. Hola a todos: felicidades Adolfo por el resumen de estas subastas; ya nos tienes acostumbrados a estas citas mensuales, pero esta constancia y análisis no hace más que aumentar el mérito de tu seguimiento y comentarios de las subastas.

    Me quedo con una de entre las muchas reflexiones y opiniones que expresas: la influencia en los precios que ejerce la demanda extranjera. Los temas menos atractivos fuera de España no suben tanto su precio, como norma general. Quizás, esto explique muchos remates en unos años de incertidumbre y crisis económica.

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