La colección de Pepe Botika

Pepe Botika es un honrado traficante un padre de familia que ya pasa de los cincuenta. Tiene esa mirada de los que saben más de la vida por la experiencia de salir adelante cada día que por haberla leído en los libros. Desde joven ha ido alternando trabajos no muy cualificados con periodos en el paro. Sus ingresos nunca han sido muy altos pero se siente orgulloso de que a sus hijos nunca les ha faltado de nada a pesar de que en su casa tampoco sobraba para lujos.

Pepe lleva muchos años en la numismática y es más que conocido en el mercadillo dominical de su ciudad. Nunca ha tenido un puesto pero cuenta que ha habido veces que ha llevado más monedas que muchos comerciantes. «A veces he traído más piezas de Isabel II de las que había en toda la plaza«. Esas eran las épocas buenas, de las que siempre habla con añoranza: «en los 90 esto estaba a rebosar. Se vendían monedas como churros. De todo: Juan Carlos, Franco, El Centenario… te puedo decir que en esos años el 30% de lo que se movía por la Plaza lo había traído yo«. En los 90 los mercadillos estaba a rebosar. Allí todo el mundo compraba y vendía. No faltaba el trabajo tampoco para el trabajador medio, así que a Pepe siempre tenía algo de efectivo con el que poder comprar monedas para después revender.

5 céntimos 1953

Sus formas de compra nos las cuenta claramente: «Yo compro lo que no quiere nadie. La mierda. Porque la mierda no se paga más que como chatarra. Pero resulta que la mierda es mierda hasta que alguien la quiere. En ese momento ya adquiere valor y te la pagan«. Incluso nos pone algunos ejemplos: «te viene uno con 200 pesetas de Franco de 1947 y basta que las ofrezca para que no las quiera nadie. Si hay alguna un poquillo curiosa se pueden pagar a unos 150 euros las 200 monedas. Pero es que si hay cinco o seis en EBC más otras tres de estrella *50, ya con esas pagas el lote. En un par de semanas o tres las tienes vendidas, recuperas lo puesto y el resto se vende con mucho tiempo entre 1 y 5 euros la pieza o en pequeñas colecciones. De un lote así te ganas 300 euros fácilmente«. O el truco de jugar contra el mercado: «basta que uno no quiera los cobres de Isabel II para que ya nadie en la Plaza los quiera. Bueno, pues si entonces veo que tengo dinero los compro yo a 3 euros la pieza. Sé perfectamente que en menos de un año aparecerá alguien que los ande buscando y me los paga a 8 euros cada uno. Esto es así«.

El dinero que saca le sirve para financiar su colección, pero sobre todo lo usa como ingresos extra para su familia. La ayuda es buena especialmente cuando está en el paro y la situación económica aprieta. De hecho, para él montar una colección es fundamentalmente una forma de ahorro. «Cuando me va bien sí que me quedo con algunas de las monedas que pasan por mis manos. Nunca con las piezas que cuestan 200 euros o más porque a tanto no llego, pero sí que me hago una colección de las platas y los cobres de El Centenario. Si puedo me  voy guardando las mejores que pasan por mis manos. Luego siempre llega algún caprichoso que las quiere y las paga muy bien. Si no también es fácil que me vengan momentos peores y que me deshaga de la colección entera si necesito efectivo«. De hecho, nos cuenta que ya ha tenido que vender su colección en múltiples ocasiones. A veces porque la familia lo necesitaba para hacer frente a gastos fuertes, como cuando se compró el coche. Otras veces simplemente porque hacía falta para pagar las facturas. «Siempre pienso que si vendo una colección tengo la oportunidad de volver a montar otra«.

Pero el hábitat de Pepe se ha ido reduciendo. La Plaza va cada vez a menos y los coleccionistas se centran en comprar y vender a través de la Web. eBay ha supuesto una competencia enorme a la Plaza, aunque Pepe dice que vende por eBay desde hace un montón de años. «Prácticamente desde que abrieron en España vendo por eBay, pero no es lo mismo que el cara a cara«. Y también compraba por eBay. De hecho, ahí contaba con el apoyo de su mujer: «cuando comenzaba esto de eBay mi mujer se pasaba horas y horas mirando las monedas que se ofrecían para buscar piezas que después se pudieran revender en el mercadillo. Me hacía listas y luego yo pujaba por las interesantes en cinco minutos. Ahí he recibido mucho apoyo por parte de mi mujer, no como el 90% coleccionistas, a quienes les toca un tormento con la parienta cada vez que  compran una moneda«. También quedan menos coleccionistas interesados en las piezas que él maneja. El Centenario de la Peseta e Isabel II siguen teniendo sus seguidores, pero Franco y Juan Carlos ya no los quiere casi nadie. Concretamente, de Franco es de donde más dinero se solía sacar: «en mi casa se ha comido muchos meses gracias a las monedas de Franco«, suele decir. Por no hablar de los errores. «Antes compraba un lote y lo primero era ver si había errores. Sacaba media docena de errores, por pequeños que fuera, y sabía que los tenía vendidos y el lote pagado. ¡La de horas que he pasado mirando errores en las monedas de Franco! ¡Y lo que las he disfrutado! Pero ahora nada. No los paga nadie«.

1 peseta 1947*51

Curiosamente, Pepe no ha seguido la típica trayectoria de los coleccionistas en la que cada vez se van adquiriendo monedas de un valor más alto. Se ha quedado estancado en unas monedas que su bolsillo le permiten adquirir y con las que se siente cómodo. Además, nos cuenta que a esas monedas las puede sacar mucho más dinero que a las de mayor valor. «Aquí viene de cuando en cuando el típico chuleando de que ha comprado un duro por 500 euros en no sé qué subasta. Pues vale, 500 euros y se ha llevado un duro que seguramente no pueda vender por más de 350 llegado el caso. Si ha hecho un buen negocio -pero buen negocio- vendería ese duro a 600 euros. Bueno, pues te aseguro que si yo pillo un lote de monedas por 500 euros las vendo por 1.200 como poco. Y si no me aprieta el bolsillo y tengo meses para venderlas sacaría bastante más«. Pero no es solo por dinero, sino porque es lo que le gusta: «Yo me río de esos que llevan 20 años coleccionando y tienen media docena de monedas súper caras. Ale, a contemplar esa media docena de monedas y todos a decirles lo bonitas que son y darles palmaditas en la espalda. A mí lo que me gusta es tener monedas. Pillar por 200 euros un lote de 50 cobres y disfrutar como un enano clasificándolos. Luego resulta que de esos 50 cobres no me puedo quedar más que con media docena, pero así es la vida«.

Así que ya veis el perfil de Pepe Botika, tan distinto al del coleccionista que suele aparecer en este blog. Es un perfil que tiene otra forma de disfrutar de la numismática, pero que la disfruta mucho. De Pepe se puede aprender muchísimo porque tiene una enorme experiencia de mercadillo. Yo tuve la enorme suerte de cruzarme con él al poco de comenzar en la numismática y probablemente gracias a él sigo siendo aficionado, ya que me salvó de varios palos. Desgraciadamente, el perfil de Pepe desaparecerá cuando se acabe extinguiendo su entorno.

19 comentarios en “La colección de Pepe Botika”

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Entonces lo he hecho bien: la perspectiva diferente es justamente lo que buscaba.

      Y sí, me gusta Extremoduro. Desde hace años es el único grupo de rock español que escucho.

  1. Comprar lotes de monedas siempre es una lotería. Si bien es cierto que algunas veces el comerciante que te vende los lotes no los revisa en profundidad por falta de tiempo y ganas creo que la gran mayoría de la veces dicho comerciante si que revisa las monedas no vaya a ser que se desprenda de algo que valga más que el propio lote.

    Otro caso parecido son las monedas que hay en los mercadillos a 0,50, 1, y 2 €. dudo mucho que aún llevándote toda la caja haya algo que realmente valga el precio pagado por la moneda.

    Sobre el artículo en general estoy de acuerdo con Hochiminh. Siempre es bienvenida una nueva perspectiva con respecto a las monedas. Cualquier nuevo conocimiento ayuda a mejorar y conocer más este mundo.

  2. Me imagino que yo como la mayoría nos hemos recorrido mercadillos en nuestra feliz idea de si encontrábamos algo que previamente no haya encontrado alguien. Buscando y rebuscando y nada de nada. Pienso que hasta el menos versado en la numismática lo ha pensado antes que tú y que aunque el puesto este lleno de chatarrilla no vamos a encontrar nada, teniendo en cuenta que los vendedores aunque no lo parezca en algunos casos, saben lo que venden. Ojo, que seguro que hay comentarios de alguien que encontró algo reseñable pero seguro que son muy pocos.

  3. Enhorabuena a Pepe por ser de los pocos que coleccionar no le ha costado ni un duro. Es verdad, que se aprende más con monedas baratas, por ejemplo, en un foro, postearon una peseta de 1937, después de ver que valoraciones tan altas le daban a la moneda (otras es todo lo contrario, serán modas), me puse a mirar yo las 20 más o menos que tengo (son tantas porque son baratas ) y pude aprender que partes se deterioran más en esa moneda, lo flojo acuñación de las monedas, que hay diferencias en los reversos de las monedas en la uvas(por dificultades , no sé si de la mecanización,troqueles) …Eso sí, por otro lado, no da la satisfacción de tener, por ejemplo, un duro en alta conservación en tu mano.En fín, que me encantan casi todas las monedas y las que no tendré no será por interés, sino por presupuesto.

  4. Este no es un caso único, somos muchos los que valoramos la chatarrilla y si podemos compramos lotes para buscar esas piezas que nos faltan para completar un periodo o país.
    Es una buena forma de coleccionar y no perder dinero. Si bien es cierto que las piezas raras no vamos a encontrarlas nunca en lotes, si se pueden encontrar muchas piezas que dificilmente estarán disponibles en las bandejas de los comerciantes por baratas.
    Totalmente de acuerdo con la afirmación sobre la poca demanda de piezas del Estado español y Juan Carlos I, lógico al no haber nuevos coleccionistas de estos periodos y estar representadas ya la mayoría de ellas en las colecciones de los viejos . El auge del euro es otra de las causas, el coleccionista novato suele optar por este tipo de moneda. Para mí esto es un error, el euro se pegará el peñazo en un breve espacio de tiempo, todo ello debido a la especulación y aumento del número de monedas emitidas cada año

  5. Adolfo Ruiz Calleja

    @pedevargu, cuando un comerciante compra un lote lo normal es que lo revise. Por eso comprar lotes a los comerciantes (sean profesionales o no) implica no encontrar sorpresas.
    Otra cosa es cuando te dice alguien: «pues mi padre coleccionaba monedas y tengo en casa 35 kilos de monedas de Franco» (sí, cosas así he visto). El que se haga con ellas no pagará más de 150-200 euros por todo el conjunto, al no ser que haya alguna pieza que de entrada destaque. Revisando una a una y luego vendiéndolas en pequeñas colecciones se puede sacar dinero (que si una del 47*50 por aquí, que si unas 5 pesetas *63 muy bonitas por allá, que si una colección completa de la Segunda República…). Pero claro, eso lleva tiempo. A un comerciante no le compensa estarse 100 horas trabajando para ganar al lote 500 euros. Pero quizá a un aficionado le venga bien porque esas horas las disfruta.

    @Hochiminh, creo que todos hemos tenido la tentación de encontrar el Santo Grial (sea mercadillo, convención o subasta) donde las monedas se venden baratas. Los que somos gente con sentido común no tardamos mucho en entender que tal cosa no existe.

    @Juan Antonio, a Pepe no le ha costado ni un duro su colección pero sí que le ha costado muchísimo tiempo.
    Tienes muchísima razón de que tanto se puede aprender de una moneda humilde como de una moneda potente. Esto es algo que digo siempre: el que entienda la numismática como una forma de aprendizaje le recomiendo que se centre en las monedas pequeñas. Hay muchísimas piezas que cuestan menos de 20 euros y que tienen tanta trascendencia histórica como la moneda más cara habida y por haber. Cierto es que nadie chulea de tener monedas de 5 euros ni alardea de haber tenido en la mano una blanca de los Reyes Católicos.
    Está claro también que de un buen lote de moneda menuda se puede aprender muchísimo, sea de la época que sea.

    @El arcón del coleccionista, ya he comentado muchas veces que la numismática de Juan Carlos y de Franco está baja fundamentalmente porque no es lo que colecciona el que entra. Lo normal es que quien empiece coleccione las monedas que tenga más a mano, porque son las que conoce. Hoy en día son los euros, antes eran las pesetas. Normal entonces que cada vez haya menos coleccionistas de Franco.

    Saludos,
    Adolfo

      1. Adolfo Ruiz Calleja

        Mucha gente va a las casas de subastas a inspeccionar los lotes de conjunto. Son ellos quienes suelen llevárselos, o al menos esa es mi experiencia al respecto.

        Yo no he comprado muchos lotes de conjunto en subastas. La razón es que veía que pujaba por ciertos lotes y cuando me los llevaba eran chatarra y cuando no me los llevaba el precio se disparaba. Luego lo entendí: los que van a ver los lotes ya ven lo que hay y en caso de haber algo goloso pujan de forma acorde; si no hay nada, no pujan.
        El único lote de conjunto interesante que me he llevado en una subasta fue cuando estuve inspeccionándolo personalmente.

        Saludos,
        Adolfo

  6. Bien por la entrada,me identifico totalmente,con la única salvedad que yo no soy comerciante,eso digo yo,yo lo hago para tener una pequeña colección…ya lo comenté aquí alguna vez,si la vendiera alguna vez,no le perdería dinero,soy coleccionista oportunista,y me quedo con lo que entra dentro de mi colección,aunque compro monedas a veces que me entusiasman y pago mas caro por no esperar….eso lo hace un presupuesto pequeño para una afición cara…y por su puesto no voy a antepinerla a mi familia.
    Saludos.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Yo no creo que la numismática sea una afición cara. Al menos no más cara que otras muchas aficiones.

      La mayoría de los coleccionistas somos gente de clase media que en la vida nos plantearemos gastarnos el sueldo de un mes en una moneda. Digo lo de siempre: esto es tan caro como cada cual quiera hacerlo. Igual de interesante puede ser una colección que cueste 10.000 euros (y eso no es mucho dinero si se gasta a lo largo de toda una vida) que una que cueste un millón de euros.

      Saludos,
      Adolfo

  7. Bueno,es mi opinión y mis circunstancia,yo no puedo saber el devenir de los demás.
    Para mi es cara,por que el dinero del que dispongo,no satisface mis deseos,a lo mejor es mejor decir que hay cosas que no están a mi alcance.
    Saludos.

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Pero eso pasa en cualquier afición. En cualquier afición hay oportunidad de gastar tanto dinero como quieras y lo peor es que no importa cuánto gastes: siempre habrá alguien con más poder adquisitivo que tú que se hará con productos que tú no puedas adquirir. Piensa en los moteros, en los aficionados al golf, al balonpié…
      A un aficionado al arte le puede encantar Modigliani pero en la vida se planteará comprar un cuadro suyo. Y puede saber un montón sobre Modigliani. Pues por las mismas nosotros podemos saber un montón de los sestercios de Adriano sin tener ninguno, o teniendo solo aquéllos que nos podamos permitir. Es normal.

  8. Interesante asunto este de la chatarra. Hasta un trozo de moneda te ayuda a pasar una tarde mientras te tomas un café o lo que sea.
    A algunos, nos motiva la moneda en mano para tener una buena disculpa de seguir conociendo detalles, e incluso como decía alguna persona hasta te encuentras algunas sorpresas.
    Saludos

  9. Excepcional entrada como siempre felicitaciones. Lo he comentado varias veces aqui. Mi punto de vista sobre la numismatica, la veo como una sencilla afición. Requiere tiempo, pasión y medios. Lo mas importante no desanimarse y dedicarse a este noble arte a muy largo plazo. Por lo tanto habrá periodos de mas compras pero no por ello debe abandonarse. Cada cual debe de adaptarse a su situación a su entorno y a lo que colecciona

  10. Hablas de pepe como si críase el mismo las monedas. Esa abundancia de monedas que tenia en los noventa me ha llamado la atención.
    Desde la lisa de vico hemos visto que muchas de las piezas las adquieren los comerciantes a las subastas.

    En los noventas apenas había subastas, de donde sacaba pepe entonces esas monedas?
    Gracas

    1. Adolfo Ruiz Calleja

      Pues de donde las sacan todos los comerciantes: de contactos aquí, convenciones allá, comprar éstas que las ofrecen baratas, una colección de aquél que deja la afición o de quien las ha heredado… en otras palabras: las sacan de su trabajo.

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