Subastas numismáticas de mayo, junio y julio de 2015

En esta entrada presento el último repaso de la temporada a las subastas numismáticas que acontecen en España. Como de costumbre comienzo repasando las subastas que acontecieron y que comenté aquí antes de que se celebrasen.

La primera subasta la celebró Herrero el 7 de mayo. Sus remates me dejan un sabor agridulce -y más agrio que dulce- aunque en esto no coincido con otras opiniones. Quizá sea debido a la enorme cantidad de monedas de alto nivel que aparecieron en el mes de abril o quizá sean otros factores, pero es un hecho que casi la mitad de los lotes se han quedado sin vender.

La colección de moneda íbera se vendió de manera desigual: muchas de las piezas corrientes se quedaron sin comprador, quizá porque el precio de salida era ya muy ajustado, mientras que las rarezas se vendieron sin problemas e incluso llegando a los 1.000 euros de remate varias de ellas, un precio que ya es complicado que sobrepase un cobre íbero. Esta misma tendencia ocurrió en la moneda romana, donde las monedas de Augusto o de Calígula se vendieron sin problemas (aunque apenas subieron del precio de salida) mientras que muchas de las más corrientes se quedaron desiertas. En la moneda visigoda hay que destacar el remate del triente de Hermenegildo que Isabel Rodríguez Casanova nos describe estupendamente aquí.

En cuanto a la moneda medieval y española, la subasta fue de menos a más y eso se notó en los remates. Hasta el siglo XIX no hay demasiado que destacar. Aparecen algunos remates bastante buenos, como los 2 reales de Luis I rematados en 475 euros, y otros que a mí me dejan un poco frío, como las 2 rarísimas monedas de 2 escudos de Felipe V. Llegando a Fernando VII aparecen algunas monedas muy comerciales y algunas muy raras. Aun así los remates no me parecen demasiado altos en algunos casos, como los 8 escudos de Cataluña de 1814 en EBC+ rematado por 8.500 euros; o los 4 escudos de Santiago de 1817 rematado en 3.500 euros. Hay otros que, sin embargo, me sorprendieron por lo caro que se pagaron, como los 4 maravedíes de Isabel II del Depatamento de Grabado, que se remataron en 3.900 euros o la peseta de 1948, rematada en 2.400 euros. Por cierto, el famoso duro de *51 se quedó sin vender, esta vez en 4.500 euros.

El día 18 de mayo tuvimos una sorpresa puesto que Andorrano Joyería organizó una subasta numismática. Se trataba de una subasta pequeñita, de apenas 88 lotes de los cuales unos 20 podían tener un mínimo valor numismático, que no mucho. El resto eran moneda tipo bullion o que se venderían por su peso. Es normal teniendo en cuenta quiénes organizaron la subasta.

Yo interpreto esta subasta como una prueba hecha por esta empresa. Son pocas monedas, con poco valor, con pujas que suben de euro en euro y en las que no han cobrado comisiones a los compradores. Supongo que les haya servido para probar el software y para empezar a darse a conocer. A ver si puede ser que tengamos una firma más en Barcelona orientada en este caso a las monedas de inversión.

Hubo que esperar hasta el 3 de junio para que hubiese otra subasta numismática en España, esta vez a manos de Áureo y Calicó. Se trató de una triple subasta: en sala, por correo y la colección de oro Avi Miquel. Vamos primero con la subasta en sala.

Las monedas antiguas se les ha dado muy bien. Se ha vendido prácticamente todo y algunas han subido mucho de precio. Se han vendido especialmente bien los denarios republicanos, como ya viene a ser costumbre. La parte más floja han sido las monedas de la Hispania Antigua, donde en torno a un 25% se han quedado sin vender. Es comprensible porque esa serie salía en precios bastante altos. De hecho, me ha sorprendido que se vendieran algunas.

La Edad Media se les ha dado todo lo bien que se les podría dar. Las monedas visigodas, que eran bastante raras todas, se han vendido muy bien y sin problema ninguno. Las cinco piezas árabes que aparecían han subido mucho con respecto a su precio de salida, pero no me considero capaz de hacer una tasación de las mismas. Con los reinos cristianos se ha dado el extraño efecto que se está dando últimamente: se vende mejor el vellón que la plata y mucho mejor la plata que el oro. Aparecían bastantes rarezas pero parece que no han gustado mucho a los coleccionistas y varias de ellas se han quedado sin vender, incluyendo casi todo el oro castellano, que parece que hoy en día no lo quiere nadie.

En cuanto a la moneda de la Monarquía Española, parece que mis gustos han coincidido con los de los coleccionistas. Las monedas de los Austrias no tenían demasiada sustancia (para ser Áureo) y aunque la mayoría se han vendido no ha habido grandes subidas. Comenzando con los Borbones, en general se daba la misma tónica aunque el porcentaje de ventas ha sido mejor. Eso sí, de vez en cuando salía alguna rareza que en general se han vendido bien. La excepción han sido las piezas que fueron engarzadas o que han tenido alguna tara semejante, que se han quedado desiertas. El Centenario de la Peseta parece que vuelve a despertar interés entre los coleccionistas, una tendencia que ya llevo observando algunos meses. Fue especialmente sorprendente el remate de la medalla en oro de 1868, que pasó de 4.000 euros de salida a 12.600 de remate, lo cual es una barbaridad para esa medalla. El vendedor debe haber quedado contento. Por otra parte, el extraño estuche de 1970 del Ministerio de Hacienda no se vendió en los 1.200 euros que salía.

También vendieron casi toda la moneda extranjera. Quizá las únicas con un poco de relevancia fuesen las monedas francesas, puesto que lo demás eran casi todas monedas de oro con un precio más que evidente.

Por parte de la subasta por correo hay menos que destacar. Al ser monedas mucho más corrientes el porcentaje de remates es menor. De esta subasta quisiera subrayar los más de 400 denarios en calidades corrientes que aparecieron. Esta vez los remates me han parecido mucho más razonables que las otras «tandas de denarios» que sacó Áureo, cuyos precios me parecían inexplicablemente altos. Quizá haya sido el efecto abrumador de ver tanto denario junto y la relativa falta de variedad en los mismos lo que haya hecho que los remates sean moderados. Incluso un buen puñado de ellos se ha quedado sin vender sin vender.

Por último, vendieron la colección Avi Miquel. Se trataba de una colección de monedas de oro, en su mayoría actuales, que a mí no me llama para nada la atención. Se tratan de monedas ultra-comerciales y que por tanto era evidente que se iban a vender en su totalidad. Por parte de los precios, en todas ellas son muy evidentes y no hay margen para sorpresas. Pero se pueden hacer algunos apuntes. El primero es que había algunas monedas españolas y se han vendido a unos precios muy razonables; sin sorpresas, como digo. El segundo es que curiosamente las monedas que más han subido de precio han sido las chinas. Se tratan de monedas de los 90 que en su día eran bullion con una tirada relativamente corta y ahora los chinos las buscan. Por eso piezas de media onza se han llegado a rematar en 4.600 euros. El tercer apunte es que si el tal Avi Miquel fue suficientemente listo como para ir comprando a precio de oro las monedas desde finales de los 80 hasta mediados de la pasada década y las ha vendido ahora, la rentabilidad que ha obtenido ya la quisieran muchos inversores profesionales.

La siguiente subasta la organizó Cayón el día 9 de junio. Por su estructura y composición parece que fuese una «subasta de retales» donde metieron monedas sueltas y lotes de procedencias diversas pero casi todas de un valor muy bajo. Yo creo que era una subasta más bien orientada a vendedores de mercadillos o de eBay, puesto que abundaban las monedas y los billetes de muy bajo valor y los «lotes chatarreros» que se vendían poco más que a peso. No obstante, aquí y allá aparecían monedas con mediano interés (había alguna curiosa de El Centenario de la Peseta) o algún billete majo. En esos caso se vendieron a precios razonables. La subasta no daba para más.

 

La última subasta acontecida la organizó el día 11 de junio Jesús Vico, tratándose de una doble subasta: en sala y por correo. Fue una subasta más pequeña que las anteriores pero los remates no han estado mal: se han vendido en torno al 75% de los lotes aunque apenas ha habido subidas pronunciadas.

Las monedas antiguas estaban fundamentalmente representadas por el Imperio Romano. Creo que se ha dado una situación curiosa en la que monedas de «emperadores corrientes» (Caracalla, Geta…) se ha vendido muy bien mientras que algunas piezas a priori más comerciales, como algunos sestercios, se han quedado sin vender. Los lotes de monedas baratas tampoco han tenido buena acogida.

Después subastaron 28 monedas visigodas de las que se vendieron 22. Destaca un tremis de Eliberri a nombre de Egica, considerado como pieza única y que se remató en 5.400 euros. Las demás son monedas bastante corriente que se ven con mucha frecuencia. El resto de la Edad Media se repasó bastante rápido: aparecieron varios oros árabes sin demasiado interés, de los que se vendieron la mitad, y otras 32 monedas cristianas de las que 27 son castellanas. Entre ellas había dos oros castellanos rarísimos (un medio enrique de la silla sevillano y un enrique de la silla segoviano) que se han quedado sin vender, como viene siendo habitual últimamente con este tipo de ejemplares. Otra de las piezas que destaca es el ducado de Zaragoza de Juan el Grande, vendido por los 6.000 euros de salida, y otra el raro gros de Carlos II de Navarra, que se quedó sin vender. Aparecían después tres principat de Fernando el Católico y un ducado de Perpiñán, de los que solo se vendió un ejemplar. Ya decimos que no es buena época para el oro medieval.

La Monarquía Española comienza como acabó la Edad Media: con unos bonitos oros de los Reyes Católicos, que si bien no sorprenden individualmente hacen un curioso conjunto que se vendió casi en su totalidad. Los Austrias no incluyen muchas piezas interesantes y eso se notó en los precios. La más curiosa para mí sin duda que son los 8 maravedís de 1643 en plata. Indican en el catálogo que se conocen tres ejemplares, de los cuales yo no tenía constancia hasta ahora. Pasó de 250 euros de salida a 1.350, lo que la convierte en la subida más pronunciada de la subasta. Por lo demás, tanto los Austrias como los Borbones tuvieron una acogida bastante pobre en general. El número de monedas rematadas no fue malo pero apenas hubo subidas interesantes con respecto al precio de salida. Bien es cierto que la colección tampoco daba para mucho. Pero, por ejemplo,  Felipe V estaba bien representado por un redondo de Potosí y cuatro onzas macuquinas que apenas pasaron de la salida, más una onza segoviana con soldaduras (¡qué lástima!) que se quedó sin vender.

En cuanto a la subasta por correo, creo que para tratarse de lotes «secundarios» los remates fueron bastante buenos. De hecho, el porcentaje de ventas fue más o menos el mismo en sala que por correo.

Antes de que lo diga nadie, no creo que estos resultados -que no son malos pero tampoco buenos- se hayan visto influidos por el error cometido por esta casa en su anterior subasta. Yo creo que la colección no daba para más y el «efecto verano» se ha hecho notar. Tampoco ayuda que  aparezcan monedas raras repetidas, lo cual sí que pudo influir en algunos remates. El mayor ejemplo son seis doblas de la banda de Sevilla, de las que la mitad se han quedado sin vender. Vale que es una moneda que los comerciantes ya no saben ni qué hacer con ellas a día de hoy, pero sacar seis del tirón me parece hasta poco educado con la clientela. Tampoco es normal que aparezcan los principat repetidos (solo uno vendido) o dos 8 maravedíes de Jubia de 1811 (por cierto, llevábamos años sin ver esta moneda y ya van apareciendo cuatro este año). En el caso de los 8 maravedís se ha vendido más caro el que aparecía por correo que el de sala, pero apenas han pasado de 200 euros de remate. Lo normal y lo mejor para todos es que la casa de subastas saque un ejemplar raro y el otro lo guarde un año o más para sacarlo. Si no da la sensación de que hay muchísimos y eso hace que el precio baje, algo que no beneficia a nadie.

También quisiera decir que la web que han montado no me gusta nada. La navegación es complicada y he tardado un rato en entender cómo moverme por ella. Está claro que yo soy un torpe, pero las webs se diseñan para torpes. Otra cosa que no me gusta es que tienen fotos de alta calidad pero las ponen tal cual en los listados en vez de poner fotos más ligeras en el listado y luego acceder a las de buena calidad al ver la moneda. De esta manera no se puede navegar adecuadamente hasta que no se cargan todas las fotos y eso tarda un rato. No me quiero imaginar cómo debe ser acceder a esa web desde una conexión lenta. La parte positiva que las fotos se ven en muy alta calidad, muchísimo mejor que en los catálogos en papel o en pdf.

Una vez repasadas las subastas que fueron, vamos ahora con la última tanda de subastas de este curso. Como veréis, el nivel de estas subastas no es tan alto como en abril. Primero porque semejante nivel es difícil de igualar e imposible de mantener; segundo porque ya hace buen tiempo y tanto coleccionistas como comerciantes están más pensando en irse a la playa que en comprar monedas.

Lavín organiza una subasta por correo el día 13 de junio. En su curiosa web podemos ver unos 900 lotes descritos, de los cuales más de la mitad son monedas extranjeras. Los otros 400 lotes hacen un repaso rápido a la historia de la numismática. Creo que no merece la pena detenerse por secciones puesto que en muchos casos se pasan muy rápidas. Basta con decir que no hay monedas realmente raras pero sí que se mantiene una calidad media en las monedas durante toda la subasta. Eso es muy de agradecer para los coleccionistas de a pie puesto que son justamente esas monedas no raras y en calidades medias las que nos podemos permitir. Como dato gracioso, se presenta un cobre de Alfonso XII con una contramarca política. En su descripción se indica «resello con el busto de Pablo Iglesias. Fundador del PSOE». No lo vayamos a confundir, que ya solo faltaría ver a políticos y tertulianos también en nuestras monedas.

La siguiente subasta la organizan unos recién llegados al panorama de subastas en España: Hekte en asociación con ArtCoins Roma. La subasta acontecerá los días 17 y 18 de junio en los locales de la ANE en Barcelona. También se puede pujar on-line. La subasta se compone de casi 1000 lotes que en general considero muy interesantes, sobre todo teniendo en cuenta que es la primera que organiza esta casa. Tiene un inmenso sabor italiano y busca claramente una salida internacional por la gran presencia de moneda clásica.

La primera sesión de la subasta se dedica en exclusiva a la numismática de Grecia y de la República Romana, que supone aproximadamente la mitad del total a subastar. Hay 300 lotes griegos y celtas que a mí me parecen los más interesantes de toda la subasta. No es que haya ninguna pieza absolutamente espectacular pero se mantiene una calidad media-alta muy interesante y los precios de salida son, en general, buenos. Entre esas monedas destacan 100 piezas de Sicilia, una ceca que gusta mucho estéticamente; también destacaría las monedas púnicas o las ptolemaicas por simple gusto personal. Siguen después con 116 denarios republicanos que me llaman menos la atención. En general son piezas interesantes pero no hay rarezas y la calidad tampoco es espectacular. Bien es cierto que los coleccionistas de denarios tendrán bastante donde elegir aunque quizá el precio de salida no deje tanto recorrido como en las griegas.

La segunda sesión comienza con 227 piezas del Imperio Romano. En esta colección la tónica vuelve a ser la misma que en la parte republicana: calidades medias-altas y lotes muy comerciales en general. No aparecen grandes rarezas pero sí piezas poco corrientes, por lo que cualquier coleccionista de moneda romana hará bien en echar un vistazo. A las romanas le siguen cinco extrañas piezas godas y 36 sólidos bizantinos que, de nuevo, no son raros pero sí interesantes por su calidad.

Después viene un breve repaso de la numismática española. Aparecen unos pocos oros andalusíes y 17 monedas de la Corona de Aragón, la mayoría de las cuales pertenecen a territorios que ahora son italianos. Son precisamente esas monedas las que más me llaman la atención de toda la subasta, especialmente los oros puesto que hay algunos muy raros. La Monarquía Española se despacha con poco más de 100 lotes, destacando sin ninguna duda las monedas acuñadas en territorios italianos. Especialmente bonitos son los cuatro oros de Carlos II y los 29 de Carlos III. Quienes busquen cecas españolas pueden encontrar bastantes monedas en oro y plata muy comerciales del siglo XIX. Los cobres de ese periodo son las monedas que menos me gustan de toda la subasta.

La subasta se remata con algo más de 100 lotes extranjeros muy vendibles. Entre ellos quisiera destacar las bonitas 20 liras venecianas de 1848, pues es una moneda muy rara y con una preciosa historia. Acaba la subasta con 15 medallas, la mayoría de ellas italianas, sobre las que no me veo capaz de opinar.

La siguiente subasta viene de mano de Cayón el día 22 de junio. Presenta una colección de medallas francesas que tiene toda la pinta de venir de una sola mano. La colección se compone de casi 200 medallas francesas, otros 15 conjuntos medallísticos con en torno a 100 piezas cada uno, y cinco libros especializados. Como de medallística francesa entiendo lo mismo que de ovillos de lana, todo lo que puedo opinar al respecto es que la colección es bonita de ver.

La última subasta de junio viene a manos de Pliego y se organiza el día 25. Parece que la casa sevillana se ha animado con la pasada subasta en sala y ahora monta la segunda consecutiva. No obstante, esta subasta me gusta bastante menos que la anterior salvo por un ejemplar que destaca por encima de todos los demás: un impresionante excelente de Cuenca que sale a subasta por 40.000 euros. Una auténtica perla en una subasta que, por lo demás, tampoco tiene demasiado que destacar.

Dedican 165 lotes a la numismática antigua, de los que la mayoría se centran en el Imperio Romano. Luego describen la historia numismática española en unos 350 lotes, con algunos periodos bastante bien representados (como la moneda medieval castellana) y otros prácticamente inexistentes (como la moneda de la Corona de Aragón). En cualquier caso, la tónica general de la subasta es muy semejante en todos los apartados: calidades medias-bajas, muy pocas piezas raras y precios de salida que dejan poco recorrido a las pujas. Sin duda el apartado más interesante es el dedicado a la moneda visigoda, donde sí que aparecen piezas rarillas y algunas en buenas calidades.

Entrados en julio, Soler y Llach organiza junto con Martí Hervera otra subasta doble, en sala y por correo, el día 2. Las de julio no suelen ser subastas que pasen a la posteridad y ésta no es una excepción. Pero aunque apenas aparezcan monedas que hagan las delicias a los grandes coleccionistas, los que buscamos piezas más humildes tenemos mucho donde elegir.

La sección de monedas antiguas no llega a los 300 lotes. Entre ellos destaca una interesante colección de moneda griega en la que se mantiene una calidad media-alta en prácticamente todos los ejemplares presentados. Creo que de esa colección son muy bonitos dos tetradracmas de Siracusa, que no son especialmente raros pero para muchos son las monedas más bonitas jamás acuñadas (no comparto esa opinión). También se puede subrayar la amplia colección de denarios republicanos, que últimamente están saliendo a cientos, donde no hay grandes ejemplares pero sí piezas bonitas que sin duda agradarán al coleccionista medio. El resto de apartados están poco representados pero destaca un impresionante sólido de Irene acuñado en Siracusa (siguiente imagen) en calidad EBC+ (menuda elemento la tal Irene, un día habrá que hablar de ella). Eso sí, con un precio de salida de 10.000 euros va  a ser complicado que suba mucho, aunque es difícil predecir el remate de las monedas raras en altas calidades.

La Edad Media se repasa en menos de 100 lotes entre los que no hay mucho que destacar. Tan solo indico que aparecen 65 piezas andalusíes, que no es que sean muchas, pero últimamente parece que son las grandes olvidadas de las casas de subastas españolas y es de agradecer que se incluyan algunas.

La Monarquía Española tampoco incluye muchas piezas que destaquen. Se hace un repaso en unos 500 lotes que son corrientes en su inmensa mayoría. Tampoco hay monedas de altísima calidad. Los Austrias solo incluyen 50 monedas, pero entre ellas están algunas de las más interesantes, como los 2 reales tipo María. Los Borbones incluyen unos 350 lotes, entre los que apenas hay rarezas pero sí muchas monedas muy comerciales.

Se vuelve a dar el efecto de que algunas de las monedas de más calidad están encapsuladas por NGC o por PGCS y salen a un precio sensiblemente mayor que si no tuvieran la cápsula (creo yo). La excepción es El Centenario de la Peseta, donde algunas de las monedas encapsuladas creo que todavía pueden subir sensiblemente de precio. Es curioso también que aparece un duro de la Revolución Cantonal que perteneció a la colección Lissner.

La subasta acaba con unas monedas internacionales que no me dicen gran cosa y con una colección de billetes muy interesante que sin duda es la mejor de las que se van a subastar en los próximos meses. Se incluyen varios billetes clásicos y bastante rarezas. No es que haya ningún ejemplar de los que solo se ven cada 20 años pero son billetes bastante raros en general. También me alegra de que varios de ellos estén certificados por ICG. Se ve que esta empresa se está haciendo un buen hueco en Europa y ya empieza a ser reconocida también por los comerciantes españoles.

La subasta por correo incluye casi 6.000 lotes, como suele ser habitual en esta casa. Obviamente no aparecen monedas de altísimo valor pero creo que sí hay piezas interesantes aquí y allá que están al alcance de todos los bolsillos. Por la cantidad quisiera destacar los más de 300 lotes griegos, otros tantos íberos y otros tantos del Imperio Romano, estando estos dos últimos apartados apenas representados en la subasta en sala. También se incluyen más de 300 monedas andalusíes, lo cual es muy de agradecer, como dije antes.

La última subasta anunciada, que será la que previsiblemente cierre el curso, viene a manos de Áureo & Calicó el día 7 de julio, San Fermín. Como de costumbre se trata de una subasta doble: en sala y por correo. El «efecto verano» se hace notar de nuevo y queda claro que no será una subasta que se recuerde en los siglos venideros. Pero no deja de haber muchas cosas interesantes para la mayoría de los coleccionistas y también algunas piezas concretas para los más exquisitos.

La numismática antigua se repasa en menos de 60 lotes. Entre ellos el apartado más interesante para mí es el Imperio Romano. En él aparecen media docena de áureos, que no es que sean nada del otro mundo, pero son áureos. También se incluyen dos bonitos antoninianos en altísima conservación y con su plateado original. Son una muestra más de cómo una trabajador de clase media puede hacerse con monedas antiguas muy bien conservadas a un precio razonable.

En las monedas medievales destacan sin duda los 27 tremises visigodos. Son casi todos muy corrientes, pero de repente aparece un precioso tremis de Recadero, de la ceca de Laetera, que era inédito hasta la fecha. Una interesante aportación que sale a subasta por 10.000 euros. Tanto la moneda andalusí como los reinos cristianos se pasan de puntillas. Aparecen algunos oros castellanos pero no monedas tan raras como las que venían subastándose en las últimas sesiones de Áureo. De estos reinos cristianos creo que lo más interesante son las tres monedas navarras, especialmente el gross de Carlos de Viana.

La Monarquía Española me deja totalmente indiferente, algo raro en esta casa. No digo que no haya monedas interesantes pero apenas hay ejemplares que sorprendan o que destaquen especialmente. Si tuviera que decir alguno sería el cara de rata de Lima de 1766 o el duro de Barcelona de Isabel II de 1852, pero tampoco son monedas para quitarse el sombrero. Eso sí, los precios de salida son en general muy apetecibles, lo que garantiza que se venderán las monedas en su inmensa mayoría.

En El Centenario de la Peseta aparecen un buen puñado de monedas de calidad media-alta a buen precio y varias rarezas que seguro que llaman la atención a los coleccionistas más exigentes (y pudientes, claro está). La primera es una prueba en bronce de las 2 pesetas de 1870*1874, que tiene la pinta de venir de la misma mano que las pruebas que han salido en las subastas anteriores de esta empresa. Aparecen después bastantes monedas locales de la Guerra Civil que harán las delicias de los coleccionistas de ese periodo: los 0,25 céntimos de Marchena, los graciosos 5 y 10 céntimos de Pobla de Ciérvoles, acuñados con una lata de una caja de galletas (ya salieron en la Hispania), los 15 céntimos de Olot (también de la Hispania), la serie de Nulles, la de Gratallops… sin duda este apartado es el más interesante de entre las monedas españolas. Curiosamente también sale otro duro de 1949*1951 y con éste ya van cuatro seguidos. El precio de salida de la moneda es de 6.000 euros cuando hace un mes aparecieron dos que les costó rematarse en 4.000 euros (eso sí, en otras empresas); supongo que el dueño de la moneda no quiera sorpresas desagradables.

Dentro del apartado de monedas internacionales se incluyen muchas monedas chinas de oro, que ya vimos en la colección Avi Miquel que tienen una estupenda salida. También se subastarán monedas de oro cubanas, algunas de ellas rarísimas pues en algunos casos no se acuñaron más de 15 ejemplares. Serán lo raras que sean pero a mí no me llaman nada la atención, aunque he de reconocer que es probable que los remates más elevados de la subasta provengan de ese apartado. Se remata la subasta con varios billetes, algunos de ellos raros pero sin un interés especial.

La subasta por correo es bastante amplia para lo que suele presentar Áureo y curiosamente se centra en los apartados que no se suele centrar esta empresa. Por parte de las monedas antiguas se puede destacar la colección de unos 200 denarios, tanto republicanos como imperiales, en calidad media-baja. Luego se despachan bastante rápido las monedas medievales y la Monarquía Española, donde hay lotes que pueden ser interesantes pero nada que destaque mínimamente. En cambio, el Centenario de la Peseta está muy bien representado con más de 200 monedas corrientes pero interesantes para los coleccionistas que no nos podemos permitir mucho más. También aparecen bastantes lotes de Juan Carlos I, euros y monedas conmemorativas, algo raro en esta empresa. Luego vienen más de 500 lotes de monedas extranjeras, donde se mezclan monedas de inversión sin apenas valor numismático con lotes chatarreros variados que me pregunto por qué no los meten en los lotes de conjunto (como las 161 monedas de Estados Unidos). Rematan la subasta con más de 110 lotes de conjunto, 97 medallas sin demasiado interés y más de 100 lotes de billetes. Curiosamente, dentro de los billetes hay algún ejemplar raro, como los billetes emitidos en Bilbao durante la Guerra Civil o algunos ejemplares de Cuba. En general, creo que es una subasta por correo donde Áureo pretende «quitarse peso»; puede ser una buena oportunidad para revendedores de eBay o de mercadillos para hacerse con material.

Las monedas que ilustran la entrada son algunas piezas romanas y bizantinas que sacan a subasta Martí Hervera junto con Soler y LLach.

26 comentarios en “Subastas numismáticas de mayo, junio y julio de 2015”

  1. Una pregunta abierta: ¿creéis que es preferible comentarios de este estilo o que dedique una entrada a cada subasta?

    Si lo hago así tenemos unas entradas kilométricas, duras de leer y a las que dedico entre 6 y 10 horas. Si dedico una entrada a cada subasta quizá el 40% de las entradas del blog se centrasen solo en comentarios de subastas (lo que haría que hubiera más entradas, no que dejase de escribir el resto).

    ¿Qué opináis?

  2. Hola,
    Si bien es cierto que se hace durilla de leer de un tirón, yo creo que esta manera es la menos mala ya que si tuvieras que dedicar una entrada a cada subasta, quizás te absorviera mucho tiempo. Aunque también te lo agradeceríamos. jejeje

    Por otro lado, siempre he tenido una duda existencial, porque las casas de subastas dividen sus subastas en 2 bloques, uno subasta en sala y la otra por correo. Que pasa, que a la de sala le quieren dar más «solera» que la hecha por correo?

  3. Por tiempo me va a llevar prácticamente el mismo. La única diferencia es que en vez de tener un tocho de este estilo tenéis 8 tochos más pequeños con 4-5 párrafos cada uno.

    Está claro que hay subastas a las que no dedicaría una entrada. Por ejemplo, para la próxima de Cayón no lo haría porque ¿qué sé yo de medallística francesa? O la de la Joyería Andorrano, pues no tiene entidad suficiente. En esos casos simplemente añadiría una nota comentando otra subasta.

    Saludos,
    Adolfo

  4. Si el tiempo que te va a llevar es el mismo, yo preferiría una entrada por subasta (de cierto interés, claro). En ese formato se comentaría con mas detalle, obviando las que no resultan interesantes para el lector.
    Un saludo, Rafael

  5. Buenas opiniones tengo por aquí, algunas de ellas contradictorias con otras que he tenido por Facebook (últimamente hay casi más conversaciones sobre las entradas en mi perfil de Facebook que en los comentarios del blog).

    Una opción que se me ocurre es hacer una entrada cada vez que finalice una subasta relevante y centrar la entrada en un análisis de mercado. Las descripciones de las subastas quizá no sean tan útiles para las subastas ordinarias (que sí para las colecciones especiales porque se puede aprender de cierto periodo o ceca concreta) y eso ya lo hacen otros medios como Panorama Numismático o Numismático Digital. Además, para las subastas ordinarias cada cual puede mirar los lotes que más le interesen sin que tenga que decir yo los que hay.
    En cambio creo que los análisis de mercado a partir de las subastas son relevantes y es algo que nadie hace de manera sistemática. Cierto es que las revistas anteriormente citadas comentan las subastas acontecidas, pero ellos se limitan a decir que todo ha ido muy bien (aunque se hayan vendido un 15% de los lotes a subastar lo siguen diciendo) y enumerar los remates más altos, lo cual no tiene ni el más mínimo interés porque lo puede ver cualquiera sin más que echar un vistazo al listado de remates.
    También podría incluir enlaces a otros sitios webs donde se esté hablando de esa subasta, como foros y las otras revistas, algo que no hago ahora.

    EN RESUMEN:

    – Una entrada por cada subasta relevante que acontezca.
    – Una entrada describiendo las colecciones especiales que aparezcan.

    Esto haría que todos los meses publicase entre 2 y 4 entradas al respecto, a las que habría que sumar las 2 entradas semanales que suelo publicar.

    ¿Qué os parece esta idea?

  6. JUAN CARLOS MONZÓN ESPIGA

    ¿Te has fijado en el chollo que se vendió en la subasta de la Numismática Andorrana: 8 reales 1809 de Cataluña por 271 €? Que pena no haberlo sabido porque a mi me hubiese interesado. Otra vez será.

      1. JUAN CARLOS MONZÓN ESPIGA

        Tienes razón. Fue un vistazo rápido y me llamó la atención. Así la cosa cambia, aunque seguro que para más de uno hubiese llenado el hueco.

        1. Sí, probablemente algo más de publicidad no les hubiera venido mal. Desde luego que les va a ser necesaria si quieren hacer subastas de manera regular.

  7. Yo prefiero una sola entrada porque es más fácil comparar todas las que se avecinan próximamente.
    Te has dejado la de Pulifil del 25 de junio, aunque todo pinta que van a volver a retrasarla :(

  8. Sugiero que tal vez sea mejor tratar de las subastas acontecidas en un mes e informar de las del mes siguiente. No obstante, las entradas largas que ofrecen tantísima información e impresiones como ésta tampoco están mal, pues cada lector me imagino irá a leer sobre la subasta que más le interese. En todo caso, hay que agradecer a Adolfo tanta recopilación de datos para elaborar una exhaustiva entrada sobre subastas, y tantas valoraciones de Adolfo sobre distintos puntos e incidentes de las subastas, remates, piezas, tendencias…

  9. Hola a todos: el trabajo de síntesis que realiza Adolfo es muy valioso. Por tanto, me parece que vale la pena probar otras formas de exponerlo para que sea más accesible a más lectores.
    Los incondicionales de Adolfo y, seguro, que otros muchos lectores que esperan su resumen mensual de las subastas nos lo leemos del tirón. Pero, habría que ordenarlo de forma más esquemática o probar a dividirlo en varias entradas para que llegara a más gente, que es previsible que se retraiga por lo extenso de la entrada.

  10. Largas, cortas, por partes, todas en una… yo me las leo todas; así que tu decides. De cualquier manera, personalmente, me gusta la variedad y los distintos temas que tratas en las entradas, y si el hacer varias entradas puede significar reducir el abanico de temas, prefiero la amplitud. Pero es tu tiempo (Adolfo, debes dormir lo suficiente). Gracias por tu tiempo.

  11. La cuestión es más bien lo que dice Pedro: intentar que el esfuerzo que realizo sirva a un mayor número de personas. Está claro que los «incondicionales» lo leeréis de cualquier manera (véase el comentario de Pepe) pero no está de más que llegue a un público más amplio.

    Creo que puede estar bien la fórmula que propuse antes, sobre todo porque daría más importancia a los análisis de mercado, que creo que son más importantes que la descripción de las subastas venideras. Más o menos es como dice Javier Sánchez.

    Luis S., efectivamente no he hablado de Pulifil porque todavía no ha publicado los lotes que saldrán a subasta. Por otra parte, supongo que retrase la subasta hasta después de verano. Al menos es lo que yo haría si fuese él.
    La experiencia de Pulifil y de Hekte está mostrando que realizar una subasta no es tarea sencilla. Habrá que dedicar una entrada al tema.

    Saludos,
    Adolfo

  12. Por cierto, os recomiendo echar un vistazo a este comentario que ha dejado Jaime Sanz en la entrada anterior sobre el coleccionismo de Notgeld y sobre las compras de monedas/billetes: https://blognumismatico.com/2015/06/09/enrique-ha-encontrado-un-mentor/#comment-23486

    También ha habido varios comentarios al respecto de esta entrada por Facebook. Os reproduzco aquí tres muy interesantes:

    Lanzarote:

    «Oro medieval bajando, plata medieval estancada y vellón subiendo… tendrá algo que ver con la mayor facilidad de falsificar oro, luego plata, y más difícil falsificar vellón, por el deterioro propio de la materia prima? pregunto».

    Yeray:

    «El oro medieval vale mucho dinero, no es por falta de gente a la que nos guste como a veces dice Adolfo, sino que los que las pueden comprar se ve que no les gusta o tienen otras preferencias. De todas las épocas de coleccionismo de moneda en España la que menos adeptos tiene es la medieval y si encima las doblas (quitando las de la Banda que por lo visto hay a la patada) en MBC+ no bajan de 2000 pavos las menos raras pues nos quedamos con muy pocos, cuando esos pocos van saciándose (me refiero a rellenando huecos) dejan de comprar y ese grupo mengua y no se pisan las monedas. Eso es lo que yo creo».

    Adolfo:

    «Más bien es lo que dice Yeray: el oro medieval vale bastante dinero y no hay muchos coleccionistas que puedan permitirse comprar monedas de esas con cierta frecuencia. Las monedas «corrientes» en una calidad maja van a estar por 3000 euros, y el que busque tener más de 15-20 ejemplares en su colección tiene que estar dispuesto a soltar más de 8.000 euros por pieza. Una pasta.
    Por eso no es de esperar que vaya a haber muchos coleccionistas, pero la cuestión es que ahora no hay ninguno. El día que haya 4 coleccionistas interesados los precios se disparan».

  13. Y otra cosa más que no tiene nada que ver con esta entrada pero que a mí me ha alegrado la semana: han encontrado tres barcos medievales en una obra que estará a cinco minutos andando de mi casa. http://news.err.ee/v/politics/aba26696-c6a0-4c81-8bac-004f22c361e5

    Os dejo alguna foto que he hecho yo:

    https://www.facebook.com/photo.php?fbid=941117252607009&set=p.941117252607009&type=1
    https://www.facebook.com/photo.php?fbid=941117475940320&set=p.941117475940320&type=1
    https://www.facebook.com/photo.php?fbid=941117662606968&set=p.941117662606968&type=1

  14. Efectivamente los análisis de mercados, las tendencias en la compraventa, el paso del tiempo en los coleccionistas que se cansan de coleccionar un período o una época determinada, los cambios en las «cotizaciones» de unas monedas o de otras, son temas muy interesantes que rara vez son objeto de atención de quiénes escriben sobre numismática, y tal vez Adolfo sea una excepción. Sobre la moneda medieval también me ocurre lo mismo, ahora no me interesa tanto y me atraen las del Centenario de la Peseta, cuando antes no era mi época preferida. Otro tema que sería primordial tratar es cómo generar más interés en la sociedad en general sobre el coleccionismo de monedas, y cómo despertar ese interés en la juventud. Mi hijo va para 14 años y no mira ni una sola moneda de mi colección, ¿qué será de ella?.

  15. Para estudiar los análisis de mercado, volviendo a este tema, ya hay que empollarse bien todas las subastas, piezas, precios de adjudicación y remates desiertos. Tal vez un programa informático que recogiera todos los datos de las subastas facilitaría en extremo la consecución de información, de las tendencias del día a día y de los gustos de los coleccionistas.

  16. Efectivamente, los análisis de mercado creo que son muy interesantes y nadie los realiza de manera sistemática. Yo hago lo que puedo al respecto con mi limitado conocimiento.
    Muchos profesionales lo podrían hacer pero no lo hacen por múltiples motivos que básicamente se pueden resumir en tres: a algunos no les interesa que su clientela sepa demasiado y prefieren un coleccionista tonto; otros no lo hacen por decoro para no perjudicar a otros colegas; otros no tienen tiempo para ello, lo cual también es comprensible. Los primeros no quieren saber nada de mí, los segundos y los terceros ven este blog con muy buenos ojos y algunos lo apoyan, bien sea subvencionando económicamente el puñado de horas que me paso delante del ordenador formando su clientela o dándome «clases particulares» en forma de conversaciones privadas (en persona o por mail) en las que hablamos de manera franca. Saben que esas conversaciones son la única manera en la que yo puedo seguir aprendiendo y que las ideas que me transmitan las maduraré y aparecerán en el blog antes o después.

    En cuanto a las subastas, efectivamente son un buen termómetro del mercado pero no son el único. No hay que creerse los remates a pies juntillas puesto que puede ser la propia casa quien haya comprado la moneda en vez de dejarla desierta o puede ser que el propietario de la moneda sea quien la compre para marcar un precio irreal de la misma (esto último me ha dicho un amigo que no sé quién se lo contó que vio a uno que dijo que alguien lo había hecho una vez hace mucho tiempo). Por eso hay que «triangular» los datos de las subastas con otros datos, como pueden ser compras privadas, testimonios de comerciantes y coleccionistas expertos, lo que se puede ver en mercadillos y convenciones… de esa manera podemos definir las tendencias del mercado, que es algo que ningún comerciante ni ningún coleccionista puede truncar. Lo malo es que de todos esos datos los únicos que son públicos son los remates de las subastas, los demás cuesta más encontrarlos.

    Lo del sistema informático… será que no he dicho veces que me encantaría que las casas de subastas publicasen sus datos como Tim Berners-Lee manda. Si tuviéramos datos públicos y enlazados de las casas de subastas se podrían obtener gráficas con todas las tendencias de mercado y podríamos hacer comparativas muy interesantes. Sin ir más lejos se podría entender qué empresa vende más caras las monedas y si esa diferencia es significativa o no.
    Pero lo de siempre: esperemos a que lo hagan los americanos y luego contemos 10 años hasta que una empresa española se ponga a ello.

    Saludos,
    Adolfo

  17. Sólo hablaba de las subastas en relación con las tendencias de mercado, porque las subastas y lo que pasa, «más o menos es público», pero también están los mercadillos y las tiendas numismáticas que ya tenía en mente, ¿pero cómo saber todo lo que ocurre ahí?. Es harto complicado e imposible de saber. Los remates de las subastas, es cierto, son sólo un indicador, porque no se conoce quién y por qué ha ofrecido ese remate y para qué ( el motivo). El oscurantismo y la picaresca se dan la mano en este mundo de la numismática. Más transparencia fomentaría el coleccionismo de monedas, aunque algunos no lo quieran ver.

  18. @Adolfo… Sí, hacer subastas no es una cosa facil, ni siquiera si estás amparado por una grande casa internacional como en mi caso. Pero en el caso de Hekte, sí la hacemos. No está cancelada! Un día contaré de la mano negra que no me ha hecho dormir por las noches y que casi hace saltar por los aires toda la subasta… De todas maneras cuando por un fallo (mio) informático pierdes 650 fichas de monedas ya catalogadas evidentemente algo uno se retrasa. El ordenador es instrumentum diaboli y nunca he estado tan convencido de ello como ahora. Pero… el espectaculo continua.

    1. Ayyyyyy…. las copias de seguridad….

      No creas Pietro que no valoramos vuestro esfuerzo. Los inicios son siempre muy complicados pero después cada vez cuesta menos. Mucho ánimo y suerte.

      Por cierto, la que dije que seguramente se retrase es la de Pulifil, no la vuesta. La vuestra la he comentado y la he puesto fecha en la entrada.

      Saludos y te digo en público lo mismo que en privado: muchísima suerte!!!
      Adolfo

  19. Gracias, mañana es el gran día en que vienen a ver los lotes en la ane… Esta subasta es como si fuera mi criatura. Estoy muy contento que al final todo está funcionando. Saludos a todos! Y disculpen las molestias que ocasionó nuestra web! @adolfo un día te contaré los secretos (behind the scenes) de una subasta! Ciao!

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