Enrique ha encontrado un mentor

El otro día mi amigo Enrique me envió el siguiente mail (obviamente cambio los lugares, las monedas que colecciona y los nombres de los personajes).

Buenos días!!

Quería contarte una historia que si bien comenzó el domingo pasado, todavía no ha acabado y a ver qué pasa…

Para empezar, colecciono en serio desde hace un año más o menos. Anteriormente me había dedicado a coleccionar monedas y billetes del mundo, quién no xD Pero un día, un compañero del trabajo me habló de los billetes Notgeld. No tenía ni idea, así que busqué información y cual fue mi sorpresa al encontrarlas y sobre todo, imaginar a la gente de esa época de penurias usarlas. Por tanto, fui investigando más y más y me especialicé (sigo en ello) en el sistema monetario alemán de la Primera Guerra Mundial y el periodo de entreguerras. Ahora sigo profundizando en esos bonitos billetes locales y de necesidad. Esto no excluye otros tipos ni de monedas ni de billetes. Pero principalmente me dedico a eso.
El domingo fui por primera vez a la Plaza Mayor de Madrid. Increíble. Había gente interesada por lo mismo que yo… estaba en mi salsa. Paseando de puesto en puesto buscando Notgelds, comienzo a hablar con dos señores, que resultan ser Juan Bravo y Francisco Maldonado, dos de los mayores coleccionistas de billetes alemanes que hay en España. Claro, aquí hay que aprender pienso yo, y me tiré todo el tiempo que pude hablando con ellos. Nos intercambiamos los teléfonos y Juan me cuenta que está vendiendo toda su colección, y que también ha hecho Notgeld y que vende las más de mil que tiene. Le contesto que estoy interesado en todas y quedamos en llamarle yo el lunes (antesdeayer).
Llamé el lunes por la tarde para quedar el martes para que me enseñara toda la colección de Notgelds. Mi idea era comprar la colección completa, pero tampoco sabía cuanto me quería cobrar, así que al preguntarme qué quiero hacer, le digo que a ver, que la quiero toda, pero que puedo gastarme unos 500€, y me responde que entonces elija los billetes que me gustan y que me los cobra a unos 7€. Así quedamos.
El martes por la mañana, dándole vueltas al asunto, decido comprar la colección completa. No creo que pueda elegir únicamente 100 billetes, así que decido que le ofreceré entre 2000 y 2500€ por toda la colección y a ver qué dice. También miro en mi cuenta del banco a ver si puedo. Como no tengo toda la pasta, pienso que probablemente acepte primero 1500€ y el mes que viene le doy lo que falta. Ese era mi plan, hablarlo cara a cara con los billetes sobre la mesa y un sobre con el dinero y explicarle lo que había pensado. Cual es mi sorpresa al recibir una llamada suya un par de horas antes de la cita diciéndome que Francisco le había llamado y que se la había quedado entera por 2300€. Y tiene los santos huevos de decirme que así son los negocios, que no le había dicho que quería la colección completa y que claro, le había dado prioridad a él porque se conocían desde hace muchos años.
Ante todo esto, puedes imaginar mi cara. Sorpresa que fue transformándose en indignación y luego ira. Le contesté que eso no se hace, que era muy feo, que eso no eran los negocios y que si habíamos quedado él y yo antes, no podía vendérselo a otra persona sin consultarme previamente, que para eso habíamos hecho un trato. Y se repetía en lo mismo que si los negocios, que si amigos, etc etc etc. Finalmente me comentó que hablara con Francisco para que negociara con él, porque parece ser que quería vender a otro coleccionista de Notgelds los billetes que le faltasen, pero que este señor tenía más de 6000 piezas.

Siguiente paso: Llamar a Francisco. Como hablar contra una pared. Dice que la colección completa que no porque quiere vender algunas a este otro señor, que mejor quedamos. Así que vamos a quedar este viernes por la tarde y hablar. Tengo la impresión que me quiere vender los billetes a 7€, es decir, me roba la colección que iba a comprar aprovechándose de su amistad con Juan y quiere timarme a mi ahora al ver la ilusión con la que hablaba con Juan el domingo por la mañana sobre los Notgeld.
¿Es esta realmente la numismática que queremos en este país? Tratos de favor, todo vale por los negocios, todo vale por la pasta.

Perdona este tochaco, pero es que estoy que me subo por las paredes. No solamente Juan falta a su palabra, sino que encima vende la colección sin decirme nada, y Francisco, sabiendo que yo estoy interesado y teniendo en cuenta que él no colecciona esos billetes (hace billetes alemanes, pero no Notgelds) compra la colección completa para previsiblemente vendérmelas a mí a casi el triple del precio por el que me la ha robado. Y sí, robado, porque esto no tiene otra palabra.
Te lo cuento a ti porque muchas historias que cuentas las he vivido en mis propias carnes y esta historia no sé porqué me da que se repite más veces de las que quisiéramos. No espero que leas completamente un texto tan largo, pero te juro que estoy por mandarlo todo a tomar por culo por culpa de estos dos personajes y el puto ansia del dinero. Vamos a ver qué pasa el viernes por la tarde. Seguramente nada bueno.

¿Dónde cojones está la moral y la ética en la numismática? ¿La palabra de una persona ya no vale nada?

Gracias :)

Le mandé un correo tranquilizándole y haciéndole entender el interés de Juan y de Francisco. También le dije que debería leerse esta entrada. Luego esperé hasta el fin de semana para que me mandara otro correo con el final de la historia.

Buenas tardes Adolfo! :)

Pues como te veo aburrido (jajajajaja) te cuento lo que ha pasado y cómo ha terminado todo :)
El viernes como te conté, quedé con Francisco para que me enseñara la colección de Notgelds y su colección personal de billetes. De camino a su casa, me contó que Juan le llamó ese mismo domingo para decirle que no se fiaba de mí porque me acaba de conocer y que si el estaba interesado en la colección de Notgelds pues que se la enseñaba y que si le interesaba, se la vendía. Francisco dijo que vale, sin problemas. Es decir, que cuando yo llamé a Juan el lunes por la tarde, la colección ya la tenía Francisco en su casa. El martes por la mañana Francisco ya había vendido parte de ella a otro coleccionista y cuando se lo dijo a Juan, el me llamó para decirme que ya estaba vendida.
Es decir, el pescado quedó vendido el domingo por la tarde.
A todo esto, Francisco me enseñó toda su colección de billetes alemanes. Espectacular. Boquiabierto ante tanta maravilla :D Tocar los 5 marcos de 1963 [primera imagen] o los 20 marcos de 1918 [segunda imagen]… ufff escalofríos que me dan de pensarlo :D:D Después de hablar sobre billetes durante tranquilamente seis horas, pues me puse a ver los Notgelds y me quería vender el conjunto completo (las que habían quedado) a 7€ la pieza. Habían unas 350, así que más de 2000€ por unas piezas que ya vi que muchas se repetían. Le dije que no, que a ese precio no, que haría una selección y que las que no tuviera, me las quedaba. Al cabo de un rato, seleccione 80 ejemplares que no tenía y tocaba discutir el precio xD Estuvimos en ello cerca de media hora. De 12€ que me quería vender cada pieza (porque no quería quedarme con todas) al final bajó a 7€. También me comentó que Juan no se la vendió a 2300€, si no mucho más cara, que el casi no ganaba nada (vete a saber que significa para un coleccionista de esta categoría el decir «casi» jajajaja) Total, que después de llegar a ese acuerdo, en el que un par de veces le dije que a ese precio no quería ninguna (12€, 10€, 9€…), levantándome para irme, y el preguntándome si era gallego (vaya fama tienen los gallegos… Y encima soy mitad gallego por parte de padre) le comenté que me diera su cuenta para realizar en ese momento la transferencia. Me respondió que no, que se lo diera en metálico el domingo en la Plaza Mayor. Mi cara de sorpresa fue mayúscula. «¿Se fía usted de mí?» le pregunté. Respondió que «¿Puedo fiarme?» a lo que contesté que «claro». Y me dio todas las piezas. Es decir, que me llevé todas los billetes el mismo viernes con la única promesa de acudir este domingo para pagarle. Esta mañana fui a entregarle el dinero y no se sorprendió de verme.
¿Cómo es posible que me diera esa clase de voto de confianza? Me llevé el mismo viernes los billetes sin pagarle nada y con la única condición de pagarle el domingo. Es arriesgarse mucho xDDDD Menos mal que soy una persona honrada, pero cualquier otro, probablemente, no hubiera acudido. Tengo la impresión que a pesar de no haber comprado las piezas al precio que las compran ellos, y pagarlas a nivel de calle (los Notgelds suelen venderse a esos precios), he ganado muchísimo más de lo que he pagado. Me presentó a todos los comerciantes que conocía, me apoyó cuando regateaba con ellos, me metió en conversaciones con todos, y estoy seguro que ahora me reconocerán cada vez que vaya a la Plaza Mayor. Hasta alguno le preguntó que si yo era su hijo jajajajaja
Ahora, además, me comentó que al señor al que le vendió muchos Notgeld (el otro coleccionista) del lote de Juan, le quiere vender otras que tiene repetidas, y que a mi me las cobrará a 7€, pero que el otro se las vende a 6€, que va a ser sincero conmigo y que no me va a engañar…

Es decir, que si bien la historia no ha salido como yo he querido, ahora parece ser que tengo «un padrino» entre los coleccionistas de billetes alemanes y alguien por el que los comerciantes de la Plaza Mayor me van a conocer ^_^ Bueno, ya tengo un contacto, y encima, uno de los mayores coleccionistas de billetes alemanes :D Evidentemente voy a ser el último al que llame cuando consiga un lote interesante, pero el hecho de que al menos pueda ser llamado porque soy de confianza, eso ya me pone contento xDDD

Gracias Adolfo por leer este tochaco :D ¡Y por tus consejos! :) A la próxima, la colección al momento y el dinero sobre la mesa :)

Esta historia refleja muchas de las lecciones aprendidas que han salido durante seis años en este blog. Podríamos estar hablando de ellas durante decenas de entradas: el hecho de pagar al momento y en efectivo, los «pases numismáticos», las ventajas de comprar lotes, la buena gente que nos podemos encontrar en los mercadillos, lo que se puede aprender de ellos (y dos), la euforia de haber traspasado una «primera vez»… seguro que muchos lectores os sentís identificado con varias partes de la historia. Pero ahora solo quisiera subrayar brevemente el hecho de que Enrique ha encontrado un mentor y eso es muy bueno. Lo mejor que le podría pasar. Ahora me dedico profesionalmente a estudiar los procesos de aprendizaje en entornos informales (es decir, fuera del colegio, instituto o universidad) y puedo argumentar teóricamente por qué es tan importante la figura de un mentor en dicho proceso. Pero no lo voy a hacer porque es aburrido.

Digamos que los mentores son coleccionistas más expertos que de manera altruista ayudan a los que empiezan. Juegan un papel tan importante porque les introducen en el mundillo, les presentan a otros coleccionistas o comerciantes, les resuelven las dudas que puedan tener y también les permiten tocar monedas que ellos tardarán en comprar. Digamos que son aficionados que ayudan en los primeros pasos a los novicios dándoles clases particulares muchas veces sin pedir nada a cambio. Cuesta encontrar un alma caritativa de este estilo pero cuando se encuentra hay que cuidarlo porque será la guía que evitará que se cometan muchos errores importantes y será altamente motivador para el coleccionista que empieza.

Como digo, generalmente los mentores suelen ser aficionados expertos y, aunque algunos crean lo contrario, no buscan nada a cambio. O al menos no lo ven como un negocio. Eso no significa que haya que ser «simpático» con ellos y que si tienen unas monedas repetidas que al novicio le encajan, pues se llega a un acuerdo y ya está. En el caso de Enrique es evidente que Francisco habrá ganado algo de dinero pero también está claro que nadie se está hablando con alguien seis horas (!!) sobre billetes si eso lo considerase un negocio.

Yo personalmente conté con un mentor nada más empezar. No es el mejor coleccionista de España, ni el mejor de su ciudad, ni probablemente sea quien tenga las mejores monedas del barrio donde vive. No hace falta nada de eso. Simplemente es una persona que tenía mucha más experiencia que yo en esos momentos y que me ofreció su conocimiento de manera altruista. Me salvó de más de un palo y me presentó a otros coleccionistas y comerciantes. Yo a cambio le compraba muchas de las monedas repetidas que le iban saliendo.  Hoy en día le considero un amigo más que otra cosa.

Las imágenes que ilustran la entrada son dos billetes alemanes graduados por ICG. El primero de ellos es un billete que no circuló, de ahí su rareza; el segundo es un billete del Imperio Alemán, justo antes de la República de Weimar y de la hiperinflación que sufrió Alemania. La verdad es que en ese aspecto los billetes alemanes son poco agradecidos: hay pocos coleccionistas fuera de Alemania y apenas hay billetes raros. Como dije, para favorecer el anonimato cambié el tipo de billetes de los que iba la entrada.

8 comentarios en “Enrique ha encontrado un mentor”

  1. Yo sólo puedo considerar mis mentores a ti, Lanzarote y alguno más, Que en mí aislamiento en mi pueblo y gracias a Internet, puedo aprender algo sin tener que perder dinero; pues leyendo me resultais personas altruistas en transmitir conocimiento y ésta es la principal característica que tiene que tener un mentor

    1. Muchas gracias por considerarme una referencia tan importante para ti :)

      De todas formas, lo que yo hago en el blog no es lo mismo que ser un mentor. Digamos que un mentor explica de manera personalizada mientras que yo en el blog cuento cosas para quien quiera leerlas. Un mentor se tira 6 horas hablando con un novicio para que éste aprenda (y también aprender él de paso, claro está) mientras que yo me tiro las 6 horas escribiendo una entrada que leen 5.000 personas y que espero que se enriquezca con los comentarios. Es diferente.

      Saludos,
      Adolfo

  2. Hola a todos: es cierto que tener un mentor resulta muy ventajoso. Algo similar ocurre en los trabajos, en la vida social…Y, la palabra «mentor» además es la apropiada. «Padrino», «mecenas», «maestro», «tutor»… tienen connotaciones distintas …

    1. Sí, efectivamente la palabra mentor es la adecuada. El aprendizaje sobre numismática no es muy diferente a otro tipo de aprendizajes informales que se realizan a lo largo de toda la vida: aprender en el trabajo, aprender leyendo por nuestra cuenta, aprender de nuestros familiares y amigos…

      A mí ahora me gustaría explorar un ámbito que me atrae mucho y al que no descarto dedicarme profesionalmente (nada que ver con la numismática). Justamente lo que me falta es un mentor; alguien que haya dado los pasos que yo quiero dar y que tenga una visión más o menos amplia de ese mundillo. Si lo encuentro me facilitará muchísimo el aprendizaje y además me motivará a seguir aprendiendo porque aprender no será tan difícil como hacerlo por mi cuenta. Así que mis esfuerzos ahora se centran en encontrar dicho mentor.

      Saludos,
      Adolfo

      1. Hola: yo no conozco el sector. Pero, en mi cia, se organizaban foros en la intranet para compartir experiencias, resolver dudas, alguna noticia o tema profesional…

        En el fondo, me recuerda a cómo aprendían los antiguos en las plazas, en los puertos, en los cruces de caminos, en las obras o en los talleres…hablando con la gente.Es una fuente de conocimiento contrastada durante siglos…

        Pero, de alguna manera, desde la Edad Media, el desarrollo ha venido sin duda también desde las universidades.

  3. Hola Adolfo. Primero darte las gracias por hablar una vez mas de billetes. Segundo, muy agradecido también por destacar algunos billetes graduados por ICG.

    Entiendo perfectamente tu frustración, ya que me ha pasado algo parecido mas de una vez. Yo me lo tomé como un aprendizaje de que cuando de verdad quiero algo, lo ato y procuro pagarlo a la primera ocasión. Que si no siempre puede aparecer alguien con mas decisión que yo y ante el temor del vendedor de quedarse sin la venta, ya sabes, ande yo caliente…

    Finalmente, decirte que nadie debería pelearse por notgeld alemán, ya que hay millones de billones de ellos en todas las ferias del mundo, y que mientras otro tipo de billetes pueden echarse en falta, el notgeld es omnipresente.

    Solo recomendarte que los compres muy baratos, tratando de pagarlos a uno o dos euros máximo. Sin duda hay notgeld raro, pero no creo que te de por comprar precisamente los ejemplos caros pudiendo comprar miles y miles a un euro cada uno. Cuando tengas una colección de 20,000 piezas ya puedes empezar a buscar los mas raros.

    Y por último, como sabes hay muchos tipos distintos de notgeld, y si prefieres billetes «de verdad», que tuvieron una función real en la economía, aléjate de los mas coloridos con denominaciones fraccionarias de marcos (pfennig), porque son souvenirs para coleccionistas (serienscheine) que nunca llegaron a circular como billetes. Sin duda tienen sus fans, pero billetes billetes no son.

    Saludos y sigue con tus geniales entradas,
    Jaime Sanz
    International Currency Grading (ICG)

    1. Estupendo comentario Jaime. Muchas gracias por compartir tu experiencia, tanto en tu faceta profesional como en tu faceta de coleccionista.

      Saludos,
      Adolfo

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