Compra de un peso de Puerto Rico con certificado de autenticidad

Hace 10 días podíamos leer lo siguiente en el foro de Imperio Numismático acompañando al peso puertoriqueño que ilustra la entrada:

 

La muy buscada ha caído. En una calidad no apta para exigentes, pero tampoco quería soltar un dineral por una pieza, que entre las que se fundieron y la demanda en el continente americano, hay que rascarse el bolsillo a base de bien. Ya tengo la pareja Filipinas- Puerto Rico, fin de la saga.

Mejor no os paso foto del canto, pues fue usada como colgante, así que alguna flor de lis no puede verse. Pero por mi tranquilidad, sabiendo que esta moneda es muy peligrosa, manifiesto públicamente mi gratitud al Sr. Martín Hervera, que me ha incluído de forma gratuita un certificado de autenticidad, con su firma, bajo petición mía. Así da gusto, y en el caso de que me viera obligado a venderla, ya no tendría que estar rebatiendo ese aspecto a algunos que se pudieran dar de entendidos ilustrados y a mí tratarme de un pardillo. Confío en la profesionalidad del Sr. Hervera, un primer espada en este mundillo.

No hace falta que diga que yo no comulgo con esa compra porque mi estilo de coleccionismo es otro. Yo no busco completar una serie ni deseo tener una pieza concreta con la que he de hacerme sí o sí. En otras palabras: ser un completista no es mi estilo. Menos aún animaría a nadie a gastarse más de 300 euros en un ejemplar colgado por raro que sea; por ese precio me compro un duro de 1889 sin circular, que es mucho más bonito. Pero es obvio que mi estilo no tiene por qué ser compartido por todos los coleccionistas y eso es lo bueno de las monedas: que el abanico es tan amplio que todos los gustos caben. Como tantas otras cosas en la vida.

Ahora bien, igual que dije en su día cuando Lanzarote se compró un Felipe de Milán que yo tampoco hubiera comprado, considero todo un ejemplo la forma de proceder del coleccionista al hacerse con la moneda. Hagamos un repaso:

Tiene estudiada la moneda antes de comprarla. Sabe perfectamente que es una moneda muy falsificada y sabe por dónde rondan los precios.

Es consciente de sus limitaciones presupuestarias. Él no puede gastarse los 600 euros que cuesta un peso de Puerto Rico medianamente presentable y como solo se puede gastar la mitad entiende que la moneda que adquiera debe tener alguna tara importante. Haber estado colgada, tener un graffiti o un desgaste muy muy pronunciado pueden ser esas taras. Es lo que hay: el que lo quiera bueno tiene que soltar más dinero.

Es consciente de sus limitaciones de conocimiento y no se considera capaz de diferenciar por sí mismo un ejemplar auténtico con la suficiente seguridad.

No cae en la tentación del chollerismo esperando al día en que alguien le ofrezca un duro de Puerto Rico bonito por 300 euros. Ya puede esperar sentado, que si alguien se lo ofrece con toda seguridad será falso. Por supuesto tampoco se pone a dar la murga a comerciantes y colegas a ver si alguien le deja un duro de Puerto Rico «a muy buen precio».

– Por todo ello, espera pacientemente a que un vendedor serio oferte una moneda que él considere bonita pero que tenga una tara suficiente como para que pueda adquirirla con su presupuesto. Tal ha sido el caso con la moneda que ha salido en la última subasta de Martí Hervera y Soler y Llach.

– Como sabe que es una pieza muy falsificada pide al comerciante que se la ha vendido que le firme un certificado de autenticidad (el de la foto). Esto no es algo que se pueda generalizar para todas las monedas pero en este caso a mí me parece más que justificado por la cantidad de pesos de Puerto Rico que hay.

– Recibe el certificado y no se olvida de dar las gracias públicamente por la profesionalidad del comerciante. Martí Hervera en este caso. Parece que los coleccionistas cuando un comerciante se porta mal (o interpretamos que lo hace) sacamos su nombre hasta en el BOE, mientras que cuando se porta bien son pocos los que lo agradecen. Es cierto que esta actitud se puede trasladar a muchos otros aspectos de la vida pero decimos en Castilla que es de bien nacidos ser agradecidos y yo creo que es una gran verdad.

Ha quedado contento con la compra y no está preocupado por si la moneda le ha costado 3 euros más o menos.

Aparte de la cuestión metodológica, querría comentar un par de cosillas sobre el certificado.

Un certificado de este estilo no está obligado a emitirlo ningún profesional, pero es una forma de hacer explícito que el comerciante toma total responsabilidad sobre la moneda. Creo que para ciertas piezas está bien solicitarlas pero también creo que esas monedas deben tener dos requisitos fundamentales: valer un dinero significativo (varios cientos de euros o más), ser piezas muy falsificadas. En el caso de las casas de subastas al ser una venta pública añadiría un tercer requisito: que sean difíciles de diferenciar de otros ejemplares. En el caso de unas 100 pesetas de 1969 (19-69) es muy complicado diferenciar un ejemplar de otro con la fotografía que se tiene en un catálogo pero quien compre en subasta un cuádruple excelente de los Reyes Católicos puede estar tranquilo que en caso de que en el futuro haya algún problema será muy sencillo demostrar que la casa de subastas efectivamente lo vendió. Otro caso en el que podría ser razonable solicitar un certificado es cuando la moneda tenga «alguna cosa muy rara», como fue este caso que ya comentamos.

Yo solo he pedido dos certificados de autenticidad. Ambos fueron en duros de 1871 (18-73). Uno fue en una compra privada y el otro en una subasta. Ya sabemos que son monedas donde hay mucha falsificación y donde muchas veces no es fácil diferenciar la auténtica de la falsa porque un pequeño detalle hace que una pieza pase de valer 20 euros a valer 300. Es razonable pedir un certificado en ese caso. Otras monedas que lo podrían justificar serían las 100 pesetas de 1966 (19-69) palo recto o un medio escudo de los Reyes Católicos.

Digo esto porque aunque los certificados están muy bien para ciertos casos no es razonable pensar que haya que generalizarlos y que los comerciantes tengan que emitir un certificado por cada moneda que vendan. Las casas de subastas no harían otra cosa de ser así, al no ser que automatizasen el procedimiento, cosa que me parecería muy razonable y un valor añadido interesante para sus clientes. Pero hasta entonces debe debe imperar el sentido común: no es razonable pedir un certificado de autenticidad por un denario de 50 euros ni por una peseta de Alfonso XIII. Hablamos de monedas de un importe considerable, de las que se encuentren falsificaciones de manera muy habitual y de las que sea complicado diferenciarlas de otros ejemplares; solo en esos casos es razonable pedirlo.

36 comentarios en “Compra de un peso de Puerto Rico con certificado de autenticidad”

  1. No entiendo muy bien el dilema…

    ¿Martí Hervera no garantiza la autenticidad (salvo expresa indicación) de las monedas que subasta? y ¿qué sentido tiene pedir un certificado de autenticidad al mismo vendedor?? En caso de duda sobre la originalidad de la pieza yo habría solicitado un certificado a otra casa o numismatico, no?

    saludos,

    1. Martí Hervera garantiza la autenticidad de las monedas vendidas independientemente de si emite un certificado o no. Eso él y cualquier otro profesional mínimamente serio.

      Ahora bien, el cliente puede guardar este certificado junto con la moneda y utilizarlo para convencer a incrédulos en un futuro. Imagínate que dentro de 20 años quiere vender la pieza. No está de más tener ese certificado y así demostrar a quien sea que la moneda es auténtica.

      Saludos,
      Adolfo

      1. Hola Adolfo,
        No sé, es que sigo sin entender bien,

        1) Uno pide un certíficado cuando va a comprar una pieza, no para una futurible venta al cabo de 20 años.
        Dentro de 20 años ni el señor Martí-Hervera sabrà dónde estará, y lo que es seguro es que el certificado emitido por el mismo no servirá para nada más que para envolver la moneda como regalo. Fuera bromas, es bien sabido que las ventas futuribles no se pueden controlar.

        2) La ficha que ofrece Martí-Hervera yo la entiendo, a todas luces, como un certificado de autenticidad, más cuando va ilustrada por fotografia de la pieza. Eso para mí ya es un certificado, luego en este caso de compra a través de subasta y con ficha acompañando la pieza, veo innecesario el certificado emitido.

        3) Si el comprador tiene dudas de la autenticidad de una pieza lo mejor es no comprarla (como apuntaba Emiliano por abajo), y en defecto de no poder valorar de forma autónoma su autenticidad o de haberla ya comprado, lo mejor es pedir un certificado a un tercero, JAMÁS AL VENDEDOR, PUES NO TIENE NINGÚN SENTIDO.

        Un día tienes que remover un poco el tema de los certificados numismáticos, y comparar la situación con lo que ocurre en el campo de la filatelia, dónde ningún comercio filatélico emite certificados sino que son casas/firmas especializadas (como COMEX o GRAUS) las que lo hacen (terceros ajenos a la compra-venta de las piezas).

        un saludo,
        Y gracias por hacernos reflexionar

        1. 1) Todavía hoy hay quien vende las 100 pesetas de 19-69 con los certificados de autenticidad que emitió Cayón (padre) hace 40 años. No deja de ser un extra para la moneda.

          2) La ficha de las subastas es una ficha que se usa para temas administrativos. Para el coleccionista puede servir para recordar el origen o el precio de la moneda y puede servir como forma de trazar el pasado de la pieza. Pero nada más, no es un documento que proporcione garantía de nada. Fíjate en esto: https://blognumismatico.com/2013/10/29/timando-con-las-fichas-de-las-subastas/
          En el caso de las monedas que no fueron acuñadas mediante un proceso industrializado es más o menos sencillo distinguir un ejemplar de otro a partir de una pequeña foto como la que nos encontramos en un catálogo o en una ficha de subastas. Pero en las monedas del siglo XIX no es así porque salieron muchas iguales.

          3) PGCS, NGC, Nummetrica y, por supuesto y sobre todo ICG, que patrocina este blog, son empresas que garantizan la autenticidad de monedas de terceros.

          Saludos,
          Adolfo

          1. Bueno, estoy en parte de acuerdo,
            1) Cuidado no confundamos trazavilidad de las piezas con certificados de autenticidad. Hace 40 años las subastas de Cayón llevaban muy pocas fotografías, y las que había eran en blanco y negro.
            2) Mírate hoy en día las subastas actuales de Cayón, la ficha la consideran ellos mismos un certificado de autenticidad.
            3) Es cierto, NGC y PGCS cumplen esa función, evidentemente como terceros.

            saludos,

  2. No se puede comparar una moneda acuñada con sistemas mecanizados tan avanzados como el empleado para monedas del centenario, con monedas acuñadas de forma puramente artesanal. El filipo está acuñado a martillazo limpio, lo que convierte a cada pieza en única, y si te fijas bien, mi filipo tiene el grabado del escudo de armas extraordinariamente bien conservado Y acuñado, difícil verlo así ( y para mí es lo más atractivo de una moneda, su escudo de armas).

    Con respecto a la compra de este duro, me parece buena elección, si no puede permitirse uno superior, y desea tener un puertoriqueño, pues hace bien en buscar uno con ciertas taras pero que le resulte atractivo y asequible.

    Yo tampoco soy completista, pero entiendo que un Puerto Rico no es una estrellita distinta sólo, es algo más.

    Yo sólo he pedido en una ocasión un certificado, fue a Vico, y lo emitió en un papel especial, tuvo un bonito detalle.

    Nunca he pedido ninguno más, pues la mayoría de mis monedas son fácilmente identificables, precisamente por lo artesanal de su manufactura.

    Un saludo :)

    1. Solo por aclararlo: la comparativa con tu felipe de Milán no tiene nada que ver con la moneda sino con el hecho de que ambas piezas son monedas que yo no compraría pero sus compras me parecen buenos ejemplos metodológicos.

      En otras palabras: como coleccionistas no hacemos lo mismo pero no por ello me parece mal lo que hacéis. ¡¡Más bien todo lo contrario!!
      Digamos que contando lo que hacen otros bien hecho pero yo no hago atraigo más pluralidad al blog. No estaría bien que solo me mirarme el ombligo y solo contase mi forma de coleccionar.

      Y tu moneda me gusta, si no digo que no. Solo que yo no la compraría, eso es todo.

      Saludos,
      Adolfo

  3. Hola, pues yo el filipo sí lo compraría por lo que le costó a Lanzarote porque al igual que él valoro mucho que el escudo esté tan bien acuñado y conservad, además de que el busto tiene buen arte y también está muy vistoso.

  4. Hola !!
    Hablando de autenticidades ,para mi este certificado es inutil ,Pues con la ficha que suelen mandar junto la moneda ,es suficiente ,o lo mismo ,hay cantidad de monedas
    que están certificadas ,y al final resultaron ser falsas igualmente ,no quiero decir que esta lo sea ,cuidado !!
    A mi si una moneda no me entra ,es inutil que me la certifiquen ,basta un pequeño detalle que me haga sospechar ,no la compro ni certificada por 20 casas de subastas de todo el mundo .
    queria preguntarte Adolfo ,este certificado de Martin Hervera ,tiene la foto en de peso en cuestión en alguna parte del folio ? Esta un poco borrosa y no consigo leer con claridad , un saludete a todos !!

    1. Hola, soy el propietario de la moneda.
      Yo también pensé que la ficha de la moneda es per sé un certificado de garantía, hasta que leí este artículo: https://blognumismatico.com/2013/10/29/timando-con-las-fichas-de-las-subastas/
      Desafortunadamente no tengo el ojo entrenado para distinguir falsificaciones, por eso acudo mucho a estas subastas, para obtener un respaldo, y especialmente en monedas peligrosas, para poder tener un certificado emitido por alguien de mucho prestigio. En el improbable caso de que se descubriera que fuera falsa, el dinero no lo pierdo.
      La foto de la moneda, sí aparece en el certificado, en el reverso, ampliada x3, creo, a color. No lo he escaneado porque el texto ya lo indica.

      Un saludo.

  5. Buenas noches. La verdad es que si el precio de la moneda es elevado y va en aumento, les va a salir a cuenta hacer una inversión para acuñar copias exactas y hasta únicas, a los profesionales de la falsificación. No es que desconfie de los comerciantes, simplemente que de aquí poco ellos tampoco van a ser capaces de diferenciarlas. Hablando de falsificaciones, alguien se ha puesto a verificar los 10 céntimos de la república? Algún comerciante emitirá un certificado de autenticidad sobre la moneda «original»?
    Por otro lado, esas caras y casi únicas monedas medievales de oro, en el caso de ser reales tendrian que tener trazas de material orgánico de la época, ya que aunque no han circulado, han estado en contacto con las manos de sus propietarios. Si te vas a gastar más de 100,000 Euros, me fio más de una prueba de Carbono 14 que de la palabra de San Pedro escrita.

  6. Por lo que veo en ese certificado indica la subasta en la que fue subastada (valga la redundancia) y el lote en concreto. Para que ese papel tenga «validez» debe ir acompañado de la ficha de la subasta en el caso de que aparezca una imagen de la pieza, que supongo que lo llevará. Si no, es fácil acompañar el papel de una pieza falsa e intentar «colarla». Ya sabemos que en el mundo de la numismática lo que no falta son listillos.

  7. @Emiliano, por eso digo que debe ser sencillo diferenciar un ejemplar de otro. En el caso de las monedas del siglo XIX, que se acuñaron con un proceso industrial, generalmente no es el caso. Hay algunos espabilados que aprovechan las fichas de las subastas para dar gato por liebre: https://blognumismatico.com/2013/10/29/timando-con-las-fichas-de-las-subastas/

    Si haces click en la última imagen puedes ver y descargar el certificado. No tiene demasiada calidad pero es como me ha llegado a mí por parte del coleccionista. La foto del peso está en el reverso de ese folio (no me mandaron la foto del reverso, solo del anverso).

    @Jaume, los 10 céntimos de 1937 son monedas de las que yo he oído leyendas muy diferentes. Todos dicen que es una moneda muy falsificada pero hay dos versiones: quienes dicen que las que tienen ciertas características en las hojas son las auténticas (pero no se basan en ninguna prueba histórica para decirlo, o al menos no me han dicho a mí esas pruebas) y quienes dicen que directamente todas son falsas pues es una fantasía. Yo no tengo ninguna prueba que aportar al debate así que, hasta que me demuestren lo contrario, me comportaré como si fuese una fantasía.

    En cuanto a las monedas medievales de oro, si hablamos de monedas españolas no hay ninguna que haya alcanzado semejante cifra de seis ceros. Si saliesen a subasta la gran dobla de Pedro I (está en el Arqueológico Nacional), la dobla de 50 enriques o la de 20 enriques (en París y Oxford respectivamente) seguramente alcanzasen esas cifras. Pero dudo mucho que vayan a pasar a manos privadas.
    Las monedas no presentan restos orgánicos que puedan ser datados. Menos aún las de oro, que generalmente fueron tratadas con mimo. El análisis metalográfico puede dar muy buenas pistas sobre ellas pues aparecen muchas trazas que son muy difíciles de falsificar.
    Pero sí es cierto que en el caso de monedas muy raras puede salir a cuenta a un falsario realizar unos cuños de calidad, acuñar dos o tres monedas y romper esos cuños. Si cada moneda se vende por 6000 euros, al falsario le salen las cuentas aunque tenga que dedicar tres meses para realizar los cuños. Pero lo que la tecnología da, la tecnología quita: a la vez que se hace más sencillo falsificar moendas también avanza la tecnología y el conocimiento existente para detectarlas. Por eso considero esencial que los profesionales y aficionados usen ese tipo de técnicas para las monedas de mayor calidad y rareza.
    Cuando se habla de áureos, sestercios raros u otras monedas de muy alto precio no debería valer eso de «esta es buena porque para eso yo soy un experto».

    Saludos,
    Adolfo

  8. Muy interesante entrada. Yo lo único que puedo decir es que en compras en subastas que es donde yo más me muevo, considero que son las propias casas las que deben verificar la autenticidad de las monedas que subastan y que con eso el cliente ya debería de sentirse seguro, pero creo recordar que alguna vez se les ha colado alguna falsa..

    1. Efectivamente la garantía al cliente la ofrece la propia casa de subastas sin ningún tipo de certificado. Lo malo es si después el cliente quiere «traspasar» esa garantía a un tercero. Ha salido antes en los comentarios así que no me repito :)

  9. Adolfo, si yo entiendo perfectamente tu criterio, de hecho es el que usaré el día que me compre un duro del centenario. Pero en moneda a martillo del imperio español hay muchas variables a tener en cuenta, y la conservación-circulación es sólo una más. Hay que fijarse en algo un poco más subjetivo, el atractivo, que depende de la conservación en parte, pero sobretodo de la calidad de la acuñación, tratamiento previo del cospel, la suerte de grabar elementos como la fecha, repintes interesantes, escudos sin vanos. El atractivo en estas piezas es subjetivo, lo que a mí más me llama, el escudo, igual a otros no, y pocos escudos de armas verás como el de mi moneda con sus evidentes defectos ;)

    Con respecto a las certificaciones de monedas compradas en subastas, con número de lote y fecha de subasta debería ser suficiente (salvo monedas actuales) pero para eso las casas deberían facilitar el acceso a su base de datos con fotos, por ejemplo aureo debería liberar más fotos a las plataformas de búsqueda…

    1. Yo soy un firme defensor de los datos abiertos. Mi tesis doctoral se dedicó a ellos y tengo firmes convicciones éticas y filosóficas al respecto. Así que no puedo estar más de acuerdo en lo último.

  10. Yo me haría un certificado metalográfico , entre otras cosas porque quitan dudas y es un valor añadido importante. A la larga y como van las cosas creo que se terminará por dar este tipo de certificado sin que se pida.O deberían.
    Saludos

  11. Pregunto, ¿ese certificado de Martí Hervera para qué sirve si no puede vincularse a una moneda concreta?. Es decir, ese certificado puede presentarlo junto cualquier otra moneda, falsa o verdadera.

  12. @Juan Luis, el análisis metalográfico es otra opción, pero cuesta dinero.

    @César, en el reverso del certificado hay dos fotos grandes de la moneda, de tal forma que esa pieza puede ser identificada.

    1. Añado, en el certificado vendrá el peso (desde hace poco algunas casas de subasta lo ponen en la descripción del lote), con lo que otro parámetro a tener en cuenta a la hora de identificar la pieza con la del certificado… ;)

  13. Hola a todos,pienso que ese certificado vale lo que vale haberla comprado a este señor con buena reputación.
    Después pienso que por el mero hecho de haberse tomado las molestias,se marca un 10.
    Por otra parte me fio mas de este certificado que de cualquier casa de calificación,peritación o como lo queramos llamar sea de aquí o de EE.UU,creo que me entendeis.
    Yo entiendo el querer tener esa moneda y por su puesto la sinceridad del actual dueño,lo que no entiendo es la compra de algo que no se sabe casi nada.
    Saludos.

  14. Yo creo que la publicidad positiva que ha conseguido Martí Hervera con este certificado no se paga con dinero…
    Por un lado tiene un cliente muy satisfecho y agradecido que no parará de decir loas de su empresa entre todos sus amigos (y este mundillo es muy, muy pequeño).
    Por otro, los conocedores de este hecho «de segundas nuevas» mejoramos nuestra percepción subjetiva de su empresa.

  15. Por cierto, una pequeña aclaración…
    Las monedas «modernas» no son distinguibles entre sí (normalmente) cuando aún no han circulado; cuando ya lo han hecho acumulan pequeños arañazos, golpes, coloraciones, manchas etc… que son casi tan únicas como una huella digital, lo que permite distinguirlas con cierta facilidad…

    1. Creo que esto es cierto pero solo parcialmente. Todo depende de la calidad de la reproducción fotográfica de la moneda.
      Con la foto que aparece en un catálogo de monedas o en una ficha de un duro en EBC+ no creo que nadie sea capaz de decir a qué duro de entre 10 en dicha calidad pertenece tal fotografía. Ahora bien, en una fotografía grande que ocupe todo un folio es relativamente sencillo hacerlo.
      El caso contrario lo tenemos con el servicio PGCS secure ( http://www.pcgs.com/secure/ ), donde la moneda es escaneada con muchísima resolución y esas «huellas digitales» se guardan en una base de datos con la finalidad de poder identificarla en un futuro. Dicen que son capaces de identificar sin problemas monedas en calidad PROOF 70.

      Saludos,
      Adolfo

  16. Yo poseo 4 certificados de autenticidad y todas las monedas van encapsulados con el sello o marca de agua de la firma que me las vendió.
    Yo lo que no entiendo muy bien es el punto 5: «Que hasta la fecha en que extiende el presente certificado la moneda es AUTENTICA».
    Quiere decir esto que en un futuro podría catalogarse de forma contraria?

    1. Buena observación. Yo también me pregunté lo mismo. Hubiera deseado que ese apartado fuese expresado de otra forma, algo así como «garantiza su autenticidad de por vida»

    2. Yo lo entiendo como «que con la tecnología con la que se cuenta hoy en día, esta moneda es auténtica». Es decir, que en términos prácticos esta moneda pasa todos los controles de seguridad que podría pasar una moneda para considerarla auténtica. Pero entiendo yo que la garantía sobre la autenticidad de la pieza es de por vida, como lo son todas las monedas vendidas por Martí Hervera o por cualquier otro profesional que se digne de llamarse tal.

      Pero es cierto que ese punto quizá no esté expresado todo lo bien que debería.

    1. Pues no lo sé, pero seguro que ha firmado muchísimos más y nadie le ha dado las gracias en público ni en privado. ¡Pues no somos poco exigentes los coleccionistas!

      Hacer las cosas bien hay veces que no da ningún resultado y algunas pocas que dan resultados inesperados. Pero creo que para un negocio a largo plazo es la única manera de hacerlo. Sobre todo si se trata de un negocio que se basa en la confianza, como el comercio numismático.

      Saludos,
      Adolfo

  17. Buenas tardes, es la primera vez que entro aquí, y me parece entretenido. Pero escribo porque da la casualidad que tengo un peso de puerto rico,y claro, yo ya lo sospechaba viendo fotos, pero después de leeros, tengo muchas dudas sobre su autenticidad. Contadme, puedo mandar fotos a algún sitio para conocer opinión? como lo veis. Un abrazo. gracias.

  18. Pues me parece que mi peso 1895 ha salido falso. Pese al relativo buen estado de la moneda, las iniciales bajo el cuello, no son sencillamente legibles. De hecho, laprimera parece mas bien una L. Además en el canto no se distinguen mas que cruces achatadas, y la pakavlavAsv. Gracias compañeros. Comentadme que OS parece esto.

    1. Para nada estoy de acuerdo contigo. No veo nada que me haga sospechar que sea falso. Menos aún cuando ha sido inspeccionada por un profesional y tú nada más la has visto en una foto.

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