Escucho ofertas

No hay palabras que me hagan pulsar más rápido el botón que elimina un correo que «escucho ofertas».

El caso suele ser que alguien manda un correo anunciando que tiene una chatarra que él ve como un gran tesoro. Como el Quijote, que veía gigantes mientras luchaba con cueros de vino, pero con ánimo de lucro. El caso es que, independientemente de que la moneda valga algo o no valga nada, el tipo prefiere no hacer el trabajo de tasar la moneda y con un halo de prepotencia dice eso de: «se escuchan ofertas». Otra variante, que viene a ser semejante pero quizá más humilde es: «¿qué me ofreces por ella?». Otra más, que es el colmo de los colmos, es cuando vienen con la de «sé que las monedas son valiosas porque lo he buscado por Internet, dime qué me ofreces por ellas y si el precio es interesante te las vendo».

Así que ya véis qué manera más estupenda de subastar una moneda a sobre cerrado: dejar que los demás hagan el trabajo de tasar tu propia moneda y encima si alguien se confunde y hace una oferta desproporcionadamente alta sobre la moneda, se aprovecha de su error. Y eso sin tener ni idea de monedas. ¡¡Chollazo, chollazo, chollazo!!.

Afortunadamente cualquier coleccionista que tenga la más experiencia ya ha aprendido a que contestar a este tipo de gente no es más que una pérdida de tiempo y un desprecio hacia sí mismo por no valorar lo que le ha costado adquirir ese conocimiento. Además, si se hace una oferta razonable quien la reciba nunca la aceptará sino que irá a ver quién la mejora, como hizo Matilde en esta historia o en esta otra. Así que lo mejor es directamente borrar el correo o, si lo dicen de manera presencial, indicar con cortesía que si quiere escuchar ofertas que organice una subasta. Eso no quita que si es un coleccionista que me escribe con humilde interés y no sabe lo que valen sus moneda, le suelo decir si valen algo o no. En caso de que sean monedas interesantes le guío un poco para que él mismo realice una valoración aproximada de las mismas. Pero eso solo lo hago porque soy un buenazo.

Peor que todo esto es cuando un coleccionista que ya tiene cierta experiencia me indica que tiene unas monedas para vender y cuando le pregunto el precio me dice que no sabe. Eso es pasarse de listo porque es como decir eso de «se escuchan ofertas» pero sin tanta caradura. En esos casos le digo claramente que cuando sepa el precio me lo diga y ya veré yo si me interesan o no. Mientras tanto le apunto en mi lista de coleccionistas-no-serios-con-los-que-tener-cuidado y ya puede hacer una buenísima oferta si quiere que me haga con sus monedas.

Habrá algunos que digan que los que dicen eso de «escucho ofertas» son muy buena gente pero les falta experiencia en esto de la numismática. Nada de eso, pasa igual al vender cualquier otro tipo de cosas. Toda persona adulta ha comprado algo en la vida y siempre el vendedor ha puesto el precio, siendo el comprador quien decide si lo acepta o no. Así que en esto de las monedas es lo mismo.

Para quitarnos el mal sabor de boca de estos caraduras ilustro la entrada con dos cuádruples excelentes de los Reyes Católicos que aparecen en la Subasta Selección de Áureo & Calicó. El primero es de Burgos y el segundo de Segovia. Yo por estos sí que haría una oferta… si pudiera.

31 comentarios en “Escucho ofertas”

  1. Hola a todos: ciertamente, el que vende es quién marca el precio. Pero, en mi opinión, el particular sin formación numismática que quiere, en este caso, vender su moneda, no es un comerciante, ni un vendedor profesional, y me parece más digno de «atenuantes» y de «tolernacia» en su comportamiento frente a un contrario más preparado. (Aunque también estoy de acuerdo contigo Adolfo, si estás cansado de algunos pesados, que además van de aprovechados…no quieres perder el tiempo con estas personas).

  2. Para mí lo peor del «se escuchan ofertas» es, como ya ha apuntado Adolfo, que si se ofrece un precio razonable por la/s moneda/s es totalmente seguro que te van a decir que no. El que sabe porque intentará que otro le dé más, el que no sabe –éste es el peor– porque no se fiará de ti y preferirá no vender.

    En todos los casos responder a un «se escuchan ofertas» es una pérdida de tiempo.

    Existe otra variante, muy utilizada en la actualidad, que es pedir un precio desmesurado por la pieza, normalmente basado en alguna subasta de postín (suiza o alemana) y con la pieza en EBC. De esa manera soslayan el comentario «el vendedor es el que debe poner el precio, no el comprador». Como invariablemente el precio solicitado es totalmente desmesurado (cosa que el vendedor sabe o al menos supone) pues entonces es cuando pronuncian la famosa coletilla «tú ofrece, tú ofrece» que no es ni más ni menos que el mítico «se admiten ofertas» camuflado. Yo en estos casos me declaro en huelga y no ofrezco nada pues no estoy dispuesto a entrar en una subasta con «derecho de venta reservado».

  3. Antes de venirme a Estonia tuve que vender un coche que había heredado de mi padre. Yo de coches entiendo menos que nada pero hice lo que es normal: busqué lo que se estaba pidiendo por del mismo modelo y de una antigüedad semejante y yo pedí un poco menos para poder venderlo. Hubo un tipo que se interesó, me apretó un poco más sabiendo que yo era un novato en el asunto y que los coches ni me gustan ni entiendo de ellos, y me lo compró. Lo normal, vaya.

    Cuando la gente me escribe con un precio de referencia que yo veo razonablemente normal siempre les contesto e incluso les guío un poco si es que a mí no me interesan las monedas. Es típico que me escriban (generalmente con duros de plata) diciendo «he visto que estas monedas se venden entre 20 y 500 euros, así que no sé a qué se debe». En esos casos les comento brevemente que depende de la calidad de la moneda y les digo que si me mandan fotos les diré un precio aproximado, que suele ser su peso en plata. Vamos, que quien se lo trabaja un poco se lleva asesoramiento gratis a mi costa.

    Gracias Luis por comentar diferentes casos. Es gracioso cómo tanto profesionales como aficionados estamos en exactamente la misma posición a la hora de comprar monedas.

    También hay especímenes como este elemento: https://blognumismatico.com/2012/05/10/pasarse-de-listos-v/ que tienen unos precios asignados a sus monedas pero de entrada te dicen que seas tú quien pongas el precio, no vaya a ser que te confundas y todavía se las pagues más caras.

    Saludos,
    Adolfo

    1. «Es gracioso cómo tanto profesionales como aficionados estamos en exactamente la misma posición a la hora de comprar monedas.»

      Es que, como tú bien sabes Adolfo, la compra es la parte más importante del negocio numismático y también la más difícil. Quien compra bien, vende con facilidad. Nadie está dispuesto a venderle más barato a un comerciante sólo por el hecho de ser comerciante. Eso está claro, meridiano. Otra cosa es que lo haga porque el comerciante tiene, normalmente, una capacidad de compra mayor que la de la mayoría de coleccionistas así como que suele comprar un número mucho mayor de piezas (el coleccionista compra sólo lo que falta, una pieza aquí, otra allá, por el contrario el comerciante, si son monedas vendibles, puede perfectamente llevarse un montòn de monedas, incluso repetidas). Ese alto volumen de compra es el que genera el abaratamiento, la oferta, no el hecho de ser comerciante.

  4. En lineas generales estoy de acuerdo con todo lo escrito en la entrada y en los comentarios anteriores. Por norma general los de «se escuchan ofertas» buscan tasar sus piezas, y en caso de que les hagan una oferta elevada vender a toda prisa. Por norma general procuro no dar precios y menos hacer ofertas pues siempre salgo mal parado, casualmente eso me ha pasado esta semana:

    Me han enseñado un lote formado las típicas monedas que se venden al kilo, preguntando si tenían valor y cual sería su precio de mercado en tal caso. Entre ellas había un cobre de cierta rareza y como tal le he explicado que era la moneda mas interesante, a continuación ya que la quería vender le dí un precio razonable por ella (Se da la casualidad de que colecciono piezas de esa ceca). Dos días mas tarde me viene diciendo que por una igual piden X dinero en tal web y que no la piensa vender. En este caso la coletilla es que su moneda no pasa de BC+ y la de la web es como mínimo un claro EBC+, no está de mas añadir que esta última lleva en venta desde el 2009 y ahí sigue.
    ¿Resultado? Una perdida de tiempo.

    1. Una pérdida de tiempo y un cabreo que te llevaste. Además quien te enseñó esas monedas se quedó con la sensación de que intentabas timarle. «Pero yo no soy tonto, que sé informarme ¿eh?». No te quepa la menor duda de que si esa persona fuese tu vecina ya te estaba poniendo a caldo en la escalera.

      Pero eso te pasa por no haber leído bien el blog. Porque eso mismo, exacto, le pasó a Enrique: https://blognumismatico.com/2009/11/08/no-hay-que-regalar-lo-que-se-sabe/

      Saludos,
      Adolfo

  5. Leo algunas cosas y pienso que algunos veteranos siguen tasando el deseo de poseer algo por encima del tiempo y el dinero que pierden tasando de manera gratuita, y vuelvo a repetir por conseguir esa moneda de manera apresurada. Sinceramente, si dijeran al que quiera saber lo que vale su moneda que cobran por la tasación probablemente verían el interés del interesado.De todas maneras cada maestrillo tiene su librillo y cada uno sabe lo que el tiempo le ha enseñado, otros ni por esas.Por tanto que lo haga un novato lo entiendo, que lo haga un veterano no.
    Saludos

    1. Yo he propuesto cobrar la tasación muchas veces a mucha gente, cuando han venido a preguntar cuanto valía tal o cual moneda. Cantidades pequeñas, casi simbólicas, más que nada por ver qué pasa. Incluso me comprometo a dar una valoración real, útil por tanto, si la persona acepta pagarla. Y si las piezas no valen nada, no les cobraré. Así de enrollado soy. Pues bien: todavía está por la primera vez que alguien acepta pagar por una tasación. Ésta es la realidad.

  6. Cuando digo «leo algunas cosas» me refiero en sentido general a las lecturas diarias del Blog de lo que la gente dice.Es una idea que me viene así de pronto cuando comienzo a mirar las opiniones o comentarios.

  7. Hace poco un amigo me pidió cuanto valía una moneda de oro que le dió su abuela, 25 pesetas de 1880, cuando le dije que valía unos 300 Euros, me dijo decepcionado que no iba a venderla por ese precio, él pensaba que tenía un tesoro. Supongo que otros usan el método de pedir ofertas por internet, para valorar lo que tienen, si contestamos la oferta y nos dicen que no la venden, nos sentimos que nos han utilizado como tasadores gratis, pero es nuestra codícia la que nos hace responder, por si alguno vende…

  8. Los que llevamos ya un cierto tiempo en este mundillo tan bonito e interesante seguro que en algún momento nos hemos enfrentado a una de estas situaciones comentadas. Ahora ya prácticamente no lo hago, pero antes, cuando rastreaba la red a ver que se cocía ( en páginas de venta de segunda mano, a ver si se podía ver algo que estuviera interesante para comprar), y veía eso de «escucho ofertas», pasaba de largo pues siempre he pensado que el vendedor en estos casos era poco serio y buscaba tasación gratis. Poca seriedad. La verdad es que he aprendido que tratar con profesionales y/o con gente seria es lo mejor. No vale la pena pèrder el tiempo.Saludos a todos

  9. Parece evidente que todos hemos pasado por estas experiencias.

    No estoy muy de acuerdo con Jaume cuando dice que nosotros respondemos por nuestra propia codicia, por ver si alguien vende. Lo primero porque a poca experiencia que se tenga es bastante claro que así no se va a poder comprar nada. Lo segundo porque si fuésemos unos codiciosos daríamos un precio ridículo y no uno realista.

    Saludos,
    Adolfo

    1. Yo creo que Jaume habla de algunos aspectos escondidos y que aparecen con una situación personal a resolver, en este caso el habla de codicia, pero tampoco creo que sea una especie de codicia desmesurada sino más bien fallos de comportamientos que debemos regular o para otros no. Es como cuando se te pone delante esa mujer u hombre (depende de cada uno),que te deja el cuerpo estupendo y te dice aquello de «tomamos algo» y tu vas y dices… estoy comprometido…es así la historia o ese lado infiel sale y dice vamos que quiero ver el canto de la moneda?
      Saludos

  10. Estimado Adolfo. Leo con gran atencion las entradas de este blog pero nunca habia escrito. El tema es muy interesante. En general no vale la pena desperdiciar tiempo y energia cuando alguien te dice «dame un precio» por una monedas que rara vez valen algo. Cuando algun posible vendedor conocedor o no insiste mi respuesta es siempre la misma: «yo no le pongo precio a lo que no es mio».
    Sin embargo, de cuando en cuando, ocurren cosas inesperadas. Justamente en este momento, una persona que no tiene ni idea de numismatica y coleccionismo me ofrecio una moneda de extrema rareza (colecciono monedas de latinoamerica) en un estado excepcional y me lanzo el terrible «dime cuanto me ofreces» Gran dilema: quiero absolutamente esta moneda. Se que si la pierdo no la volvere a ver en 20 años pero por otro lado si no ofrezco nada el vendedor la ofrecera a otro, si ofrezco demasiado bajo lo mismo pasara y no quiero ofrecer demasiado alto.menudo problema!!

    Como ven a veces hay casos en los cuales a pesar de ser inconveniente, desgradable hay que someterse al diktat del » dime cuanto me ofreces» en mi caso no se si comparare esta moneda que me tiene desvelado pero lo mas lo pienso mas lo dudo. Creo que hare una oferta mas bien baja y veremos……

    1. Me pasó algo parecido me interesaba la moneda, asi que pense un precio razonable que no se disparara. Me comento que le costo X euros mas y que por menos no la vendia. Seguimos tan amigos.
      Cuando estuve en los paises arabes me explicaron que lo que tenia que hacer era una oferta ridiculamente baja si interesaba y todavia muchisimo mas ridicula si no me interesaba el producto… que me acosaban para vender!

  11. Hola a todos… Este argumento me interesa muchísimo ya que es una de las cosas que mas me sacan de quicio!
    Hay dos posibles casos:
    1) Alguien viene a tu tienda y tu mesa y te pide una valoración por querer vender un lote o una pieza. En éste caso, se le puede proponer la compra y se le da un precio. En realidad habría que cobrar la tasación en el caso de que no se realice la venta. Esto porqué no va bien que se paseen las piezas en 30 mesas distintas para ver quien paga más. Esto en general. Hay veces en que yo mismo derivo el cliente a un comerciante más especialista. Por ejemplo, si me ofrecen piezas ibericas mandaré la persona a Madrid, si me ofrecen piezas medievales lo mandaré a Aureo, si son romanas y me interesan se las compro.
    2) El caso peor de los peores es el «escucho ofertas». En esto Adolfo tiene razón. Es inaceptable. Este tipo de negociaciones, además, nunca tiene buen éxito, simplemente porqué no hay honestidad desde el principio. Os cuento una anécdota que, creo, Adolfo conoce. Un señor envía «ráfagas» de mensajes con fotos de piezas muy buenas y caras, presentandose como comerciante. Sin precio. O sea lanzando el anzuelo y a ver quien pica. «Cuanto me ofrece usted?». La cosa más grave es que no lo hizo solo conmigo, sino que lo hacía regularmente con un grupo de gente (el mundillo es pequeño) y si no tenía el éxito esperado, las subastaba.
    Huelga decir que ninguna vez pude comprarle. Al principio tontamente les ofrecía algo, la contraoferta era estelar, y no se concluía nada.
    En este mundo hay tiburones… Pero hay (pocas) reglas. Una negociación no se hace por mensajitos, y no puedes usar la experiencia de otros para sacarle el precio mejor a tu mercancía. Si quieres ser comerciante, paga la Seguridad SOcial y pon una tienda o una mesa en convenciones.

  12. @gregorio, me alegro muchísimo que te animes a escribir. Rara y extraña tesitura la tuya. Pocas veces me ha pasado algo así: en 6 años de blog y a unos 3 mails diarios yo creo que algo interesante y raro por parte de alguien que no tenga ni idea me ha venido un par de veces. El sexto sentido ese que se desarrolla con la experiencia es el que me dicta qué hacer en esos casos. Todo depende de cómo vea la actitud del otro.

    @Pietro, vuelves a mostrar que a la hora de comprar monedas los problemas que tienen los comerciantes son los mismos que los que tienen los aficionados.

    Saludos,
    Adolfo

    1. Es que estoy estresado! Quiero que la gente comprenda y tenga claro que o se cambia de sistema y se empieza a poner una base etica o aceptamos el ocaso definitivo del mundillo.
      En el blog he contado una historia que me pasó ayer. Echale un ojo y verás lo que me ha pasado! Entre la subasta de Junio y los viajes estoy envejeciendo rapidamente!

      1. Pues enlaza la historia, que viene al pelo para reforzar justamente eso que ya he dicho tres veces con ésta: que al comprar una moneda lo mismo mismísimo que nos pasa a los coleccionistas les pasa a los comerciantes. La única diferencia es que, en principio, los comerciantes son más expertos y cuentan con más capital para adquirir monedas.

        1. Pietro, la ética, y no estoy hablando de los comerciantes de monedas, sino la de la gente en general merece un insuficiente bajo, pero, en este caso, lo «bueno» es que fideliza a los compradores.

          1. Mi opinión es que los valores éticos se van redefiniendo según va cambiando la sociedad. Pero esa ética de «cualquier cosa que me favorezca es buena, cualquier cosa que no me favorezca es mala» no nos lleva a ninguna parte como sociedad.

            Yo creo que el papel del comerciante se debe redefinir. Los comerciantes profesionales no desaparecerán porque son necesarios (¿quién si no va a comprar colecciones de 4 millones de euros cuando muera el propietario y sus hijos no sepan ni qué es una moneda?) pero probablemente los comerciantes jóvenes tengan un papel diferente a los comerciantes clásicos que han pululado por España durante tantos años. La entrevista a Aeternitas Numismatics es un buen ejemplo.

  13. A mi en una ocasión me trajo un conocido de un amigo un montón de monedas que había heredado de su padre…
    Su intención era venderlas para pagar el palo de hacienda del impuesto de sucesiones…
    Yo las ví (nada del otro jueves), y lo que hice fue decirle que se pasase por la plaza real de Barcelona y los precios a los que podría ver que se vendían los duros de plata; le expliqué un poco como iba lo de los estados de conservación y le separé un duro de plata que tenía restos de brillo original diciéndole que ese era el único que valía algo.
    Mi consejo fue que lo guardase todo como recuerdo de su padre pues no iba a sacar mucho de todo.
    cuando se despedía de mí me regaló ese único duro que valía la pena «por haberle atendido y aconsejado tan bien»

    1. Bien está contar todas las experiencias, buenas y malas. A mí nunca me ha pasado nada así directamente, pero he de contar una grata experiencia:

      Uno me escribió preguntándome por el valor de una onza muy corriente que había heredado y lo hizo con mucha educación así que le respondí y le expliqué que aquello se podía considerar fundamentalmente un lingote de oro. Luego me mandó un correo dándome las gracias y diciéndome que si podía hacer algo por mí lo haría encantado. Así que, viendo que su correo era «xxxxxxxxxx@encuestafacil.com» le pregunté que qué era aquello de «encuesta fácil» y que me diera algún argumento para convencerme de usar su aplicación en vez de Google Drive para las encuestas que tenía que hacer en la última fase de mi tesis.
      Su respuesta fue que el era el jefe de la empresa, me explicó brevemente las ventajas de http://www.encuestafacil.com y me regaló una licencia premium de tres meses (que costaba 60 euros, creo recordar). En la evaluación final de mi tesis las encuestas se hicieron con su aplicación :)

      Creo que es el único caso. En cambio casos en los que después de echar una mano me han acabado insultando tengo unos cuantos. Otro día os los cuento.

      Saludos,
      Adolfo

  14. No tiene nada que ver con el tema pero me parece interesante darlo visibilidad:

    En Israel han encontrado a principios de este mes un hallazgo de más de 2000 piezas de oro fatimíes, lo que supone uno de los más grandes hallazgos en el Mediterráneo oriental. National Geography se hace eco de ello con un buen artículo al respecto (¡cómo me gusta esa revista!): http://news.nationalgeographic.com/news/2015/02/150219-gold-hoard-coins-dinars-israel-fatimid-caesarea-archaeology/

    Ni qué decir tiene que TODOS MIS APLAUSOS VAN PARA LOS BUCEADORES AFICIONADOS QUE VIERON EL HALLAZGO E INFORMARON A LAS AUTORIDADES. Eran seis busceadores que, de haber conseguido sacar ellos mismos el tesoro y haberlo vendido bien podrían haber ganado 400.000 euros cada uno, lo cual no es nada comparado con la pérdida de conocimiento histórico que nos hubieran privado a todos. También es cierto que me parece injusta la ley israelí, puesto que ahora esos buzos no serán recompensados económicamente de ninguna manera.

    Saludos,
    Adolfo

  15. Un aplauso a los buceadores, todavía queda gente honrada en el mundo…

    Por cierto Adolfo, me he fijado que en el blog de Hekte aparecen dos pestañitas al final con la opción de marcar si quieres vigilar las respuestas dadas a una entrada, y la de recibir un aviso cuando se publiquen nuevas entradas. Opciones muy interesantes para que nunca se congele un buen artículo.

    Aprovecho para decirle a Pietro que he disfrutado mucho con sus cuatro trabajos sobre el peso y ley de los columnarios de a 8, y animar a los compañeros y amigos a que no se los pierdan.

  16. Hola, soy nuevo en todo esto, pero a caído en mis manos una moneda de un céntimo de euro dorada y no se de que país es. El reverso tiene una hoja con dos bellotas y una F. La moneda es de 2009. podríais darme alguna información sobre esta moneda?

  17. jose manuel Fernandez Vazquez

    casi jubilado, he encontrado una afición maravillosa la numismática.Me tomo en serio el aprendizaje.Entre las monedas que he encontrado en la casa que fue de mis padres existe una de la que no he tengo referencia alguna: 5 pesetas 1870(plata)SNM. En el «canto» de la moneda aparece la inscripción SOBERANIA NACIONAL.

  18. Apoyo lo dicho, cuando realizas una oferta razonable, se ofenden porque un amigo le dijo que valia 100 veces mas. Entonces quedas como un estafador. Mucha suerte desde Argentina. Juan Jose.

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