Lo que he aprendido al asistir a convenciones

En la entrada anterior hablábamos de lo que se aprendía al asistir a subastas. Hoy toca el turno a las convenciones aunque hace alrededor de un año que ya salió un tema parecido.

Básicamente una convención es como un mercadillo, pero dentro de un hotel y con mayor proporción de profesionales (quiero decir que detrás de las mesas hay más gente que paga a la Seguridad Social como comerciante de monedas que en un mercadillo). Por lo general a las convenciones van comerciantes de diferentes provincias y suelen ir muchos comerciantes con piezas de calidad que no van nunca a mercadillos. Para que nos hagamos una idea, si cogemos a los miembros de la AENP, yo no he visto a ninguno en un mercadillo (aunque no he ido a todos los de sus respectivas ciudades) pero todos van a convenciones de vez en cuando. Con esto no quiero despreciar, ni mucho menos, los mercadillos ni a los comerciantes que están en ellos. ¡Faltaría más!

Al igual que pasaba en las subastas en una convención se puede aprender mucho, poco o nada. El que vaya con ganas de pasar el rato, dar la murga a quien encuentre y explicar lo que él se cree que sabe a quien sabe mucho más que él no aprenderá nada. Desgraciadamente de esos hay bastantes. En cambio el que llegue con los ojos y las orejas bien abiertos, se recorra los puestos, hable con unos y otros y estudie alguna pieza será el que sacará muchas cosas en claro. Yo intento hacer todo esto en las convenciones a las que voy y además aprovecho a comprar alguna pieza o vender algo si es que busco deshacerme de alguna pieza.

En una convención el trato con los vendedores no va a ser muy diferente del trato que se puede tener en sus repectivas tiendas. La única diferencia es que aquí hay muchos vendedores en el mismo sitio y es mucho más fácil comparar. Digo esto porque una de las preguntas que generalmente hacen los novicios es si en las convenciones hay «buenas calidades a buenos precios», como si eso fuese un mercado de mayoristas. La respuesta es que tal mercado de mayoristas no existe y los precios que ponen los comerciantes son exactamente los mismos que tendrías al día siguiente en su tienda. La ventaja como comprador es que en una convención hay más comerciantes y por lo tanto es más probable encontrar alguna moneda que encaje. No obstante yo no veo especialmente interesante ir a una convención solo para comprar monedas a pesar de que es el interés que tienen la mayoría de los novicios al ir a una convención. En una convención es mucho mejor ir a hacer contactos, a aprender y a vender monedas.

Por parte de los contactos está claro: es un lugar donde está lleno de profesionales y aficionados a la numismática así que cuanta más gente conozcamos mejor. Eso incrementará nuestras posibilidades de aprender y de tener contactos que nos puedan surtir de monedas. De hecho, para un comerciante las convenciones no son tan importantes por lo que venden sino por los contactos que puede hacer. Y ya dijimos que estos son muy importantes para ellos, así que estarán encantados si nos presentamos.

En cuanto a vender monedas, cada comerciante es un cliente potencial de las monedas que nos queramos deshacer. Vender monedas en una convención es un estupendo ejercicio en el que se aprende a base de perder dinero.  El que tenga ciertas monedas que quiera vender y las lleve a una convención puede estar seguro que si el precio es suficientemente bajo conseguirá vender todas las que tengan cierto interés en el mercado (habrá otras que no las quiera nadie). Ahora bien, os puedo asegurar que si dos personas que entran en una convención con las mismas monedas dispuestos a venderlas no saldrán con el mismo dinero el uno y el otro. La habilidad de cada cual marcará la diferencia. Y, por supuesto, dentro del recinto de la convención solo se puede vender a quienes tienen un puesto, que para eso pagan.

Otra cuestión importante es que el principal interés de los profesionales al ir a una convención es comerciar entre ellos. No es razonable pensar que un comerciante de Valladolid se vaya a ir hasta Murcia con una mercancía semejante a la que pueden llevar otros 5 comerciantes para ver si vende a 10 clientes unas monedas por 50 euros. Simplemente no compensa. Ahora bien, si resulta que vende esas monedillas pero además había quedado con un par de clientes de Granada para que vean unas onzas que él tiene y un comerciante de Sevilla y uno de Madrid le iban a traer unas piezas para las que él tiene cliente, pues entonces ya empiezan a salir las cuentas. Quizá aunque no venda nada en la convención le merezca la pena el viaje.

Como corolario de lo anterior en una convención hay que ir siempre el primer día por la mañana. En ese momento es cuando se vende, después de comer la convención apenas tiene gente y si es de varios días lo normal es que el segundo días no vaya prácticamente nadie. También puede haber quien dé la vuelta a esa tortilla y diga que si va por la tarde es mucho más probable que se encuentre a algunos comerciantes sin nada que hacer y, por tanto, le puedan dedicar más tiempo. Efectivamente tal cosa me pasó en Berlín, donde el segundo día de convención por la tarde prácticamente tuve clases particulares de numismática de mano de algunos de los mejores profesionales españoles.

Otra consecuencia es que a nadie le debe extrañar que las convenciones se hagan muchas veces un viernes por la mañana. Los fines de semana los comerciantes tienen para bien tener días libres o irse a mercadillos si quieren. Puesto que van fundamentalmente a comerciar entre ellos, con quedarse el viernes por la mañana les vale. Ya digo que comerciar con el coleccionista no es su interés principal. Eso no quita que no vayan a ir aficionados, que van y siempre son bienvenidos, pero no son los actores principales. Si las convenciones se hiciesen de dos días no quedaría prácticamente nadie el sábado porque supondría incrementar gastos (cenar, pernoctar…) sin apenas tener beneficios extra.

En cuanto a las convenciones a las que ir, la recomendación obvia y evidente es que a las que se pueda permitir uno en cuanto a tiempo y dinero. Al cabo de un año en España se organizan muchas a lo largo de toda la Península (mirad aquí y aquí) por lo que seguro que hay alguna que os pilla cerca de casa. Si vais a unas cuantas os daréis cuenta de que las caras se repiten, la gente es la misma y ya vais cogiendo confianza tanto con profesionales como con coleccionistas expertos. Ese es el momento en el que os podéis meter en esos círculos, se puede invitar a un café a un coleccionista o se puede ir a comer con los comerciantes. Esas conversaciones son valiosísimas y en buena medida representan la materia prima de este blog.

Lo de ir a una convención internacional está bien si se hace «en plan turismo». Es decir, sin esperar sacar demasiado de ella pero sí ver «otro mundo». Mi experiencia al respecto fue que este año asistí a Berlín (una, dos y tres). Quizá para alguien que coleccione monedas de otros países europeos le pueda resultar más interesante pero yo básicamente estuve con los comerciantes españoles. Eso sí, aprendí mucho de ellos y me lo pasé en grande, como dije antes.  Entiendo que irse de turismo unos días a Berlín, a Munich o a Verona es un desembolso grande para un coleccionista, por lo que no lo recomiendo tanto. Yo, sinceramente, pude asistir gracias a que este año he contado con nuevos patrocinadores para el blog y mi política es invertir el dinero que me dan en nuevas fuentes de conocimiento para enriquecer los contenidos del blog.

Un último apunte es que igual que hablábamos de comportamientos irracionales de los coleccionistas, en una convención se hace evidente que algunos comerciantes tienen «pocas dotes de márquetin». Vamos, que parece que les ha enseñado marcadotecnia Harry el Sucio. ¡Qué manera de espantar clientela!

Las monedas que ilustran la entrada tres ducados que saca a subasta Dr. Busso Peus Nacht. Los dos primeros son del arzobispado de Maguncia y fueron acuñados bajo los mandatos de los arzobispos Juan II y Adolfo de Nassau. La última pieza es del Sacro Imperio Romano Germánico y fue acuñada bajo el mandato de Matías de Habsburgo. A mí me llena de orgullo ver el cuartelado castellano ocupando todo el reverso de una moneda centroeuropea del siglo XVII.

25 comentarios en “Lo que he aprendido al asistir a convenciones”

  1. Ya tengo ganas de ir a una convencion. creo que en vas nkviembre hay una aqui en Barcelona, no creo que compre nada en esta oportunidad, pero como comenta adolfo llega un momento que que lo iportante no es si compraras o no, sino el aprendizaje que puedes obtener de hablar con comerciantes y aficionados, y tambien la oportunidad de ver en mano monedas unicas

  2. He estado en tres, y siempre he difrutado, he comprado alguna moneda, jetón, y libros. En mi caso, me gustan todas las épocas y paises, reconozco que me veo sobrepasado por la cantidad y calidad.

  3. Yo estuve en una hace unos dias y disfrute mucho entre otras cosas escuchando conversaciones ajenas, a veces no se nos ocurren determinadas preguntas cuyas contestaciones pueden hacernos falta sin saberlo.

    Por lo demas muy bien, hable con un par de profesionales, el cual uno de ellos buscando posteriormente en la red descubri que era alguien importante en esto de la numismatica.

    Compre algunas cosillas y tan contento, lo cierto es que despues de mi experiencia y a pesar de no ser ni primera convencion ayer cuando fui al mercadillo dominical me parecio que estaba en una chatarreria y fue la primera vez que no compre nada ya que todo me parecia feo o caro.

    Dentro de unos dias tengo otra convencion, ya contare que tal.

    Un saludo.

  4. Se me olvidaba comentar algo que no me gusto, mientras estaba yo parado en varias mesas se acercaron 5 o 6 veces, particulares con su album de monedas para vender y todas las veces vi el mismo comportamiento y en 3 mesas distintas, el comerciante sin pronunciar palabra cogia el album con cierto desden, pasaba las hojas en 10 segundos y decian que no les interesaba.
    Solo en una ocasion uno de ellos dijo, solo esta me interesa, te doy 40 y el chico del album contesto que por lo menos valia 200 y el comerciante contesto que la cosa estaba fatal y que el como mucho la podria vender por 100 y que no la necesitaba.

    No se, no me gustaron las formas que vi en general con los coleccionistas que querian vender sus monedas, para mi lo de menos fue que no se las quedaran o que la oferta fuera baja, lo que me molesto fueron los tonos de voz y las caras que ponian.

    Otro chico iba presentandose a los comerciantes diciendo que queria vender una coleccion bastante importante de platas y oros y que por favor le dieran sus tarjetas para contactar con ellos por mail mas adelante….pues unos no tenian tarjetas, otros que no estaban interesados….los de una casa de subastas sureña que si eso los buscara por internet…

    Me dio la impresion que si comprando se ven cosas raras pues intentando vender debe ser para flipar.

    Un saludo.

  5. Hola a todos: coincido con Adolfo y con muchos de los comentarios anteriores. Particularmente, lo que más me sorprendió, la primera vez que asistí a una convención, fue que había mucho más género que en cualquier comercio o mercadillo que conocía. Y, la segunda cuestión llamativa fueron los precios…más altos. No sé si porque no me conocían y me pedían por al alto…o porque los precios de las monedas están, a veces, marcados para luego regatear…

  6. Muy interesante la exposición del tema de las convenciones, a las que recomiendo ir principalmente si te pillan cerca. El año pasado tuve la oportunidad de acercarme a la convención que se organiza en la Casa de la Moneda de Segovia, y ya solo el «marco incomparable» merece la pena, aunque no comprara ninguna moneda. Adolfo, es curioso que en la tercera moneda con la que ilustras la entrada, la de Matías de Habsburgo, aparezca en el reverso el escudo cuartelado de castillos y leones, cuando eran imperios separados el del Sacro Imperio Romano Germánico y el Español ( conformado por los «subimperios» de Portugal, de Castilla y de Aragón). ¿Se sabe la razón de que aparezca el escudo castellano, con independencia de que el tal Matías era nieto de Carlos V y de Fernando I de Habsburgo?. ¿No serán otros los símbolos representados, muy similares a los de los reinos de Castilla y León, pues veo una línea en oblicuo detrás del león y el castillo es un poco raro?. ¿Qué dicen las leyendas de ambas caras?.

    1. La moneda es de Friedberg, que fue Ciudad Libre Imperial (Freie Reichsstadt)del Sacro Imperio, hasta que Napoleón la incorporó al Gran Ducado de Hesse. Las armas del escudo, Castilla y León, no hacen referencia al Imperio Europeo Español, simplemente son muestra del legado familiar de Matías del que tanto él como su padre Rodolfo, su abuelo Maximiliano y su bisabuelo Fernando hacían gala porque entonces era de gran prestígio en Europa. Era hijo de Maria de Austria, madrileña, hija de Carlos I de España
      Las leyendas dicen:
      MATthias·ROmanorum·IMPerator·Semper·AU·Gustus·Hungariae·Bohemiae·Rex· 18
      MOneta·NOva·AVrea·CASTrum·IMperiale·FRIedbergense·In·WEettravia

      Un saludo

      1. Disculpas y lapsus a corregir: Rodolfo II era su hermano, Maximiliano II su padre y Fernando I su abuelo, como también lo era Carlos I, todos ellos emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico.
        Un saludo

        1. Muy amable por su contestación, Corvera, y por lo que explica en el primer cuarto del siglo XVII todavía tenía mucho prestigio la ascendencia castellana de los titulares del Sacro Imperio Romano Germánico como descendientes de la reina Juana I de Castilla, hasta el punto de plasmar en una moneda alemana el escudo cuartelado de castillos y leones ( con una curiosa factura del castillo y una extraña línea en diagonal detrás del león).

        2. Y la madre de Matías de Austria, como bien dice, era castellana, nacida en Madrid, y pasando sus primeros años entre Valladolid y Toledo junto con su hermano el posterior Felipe II.

        3. Pues muchas gracias Corvera. Ando con poquillo tiempo últimamente y por eso no he sacado un rato para investigar la historia detrás de esa moneda así que agradezco muchísimo tu aportación.

          Ya tenemos una reina palentina en Francia y una reina madrileña en el Sacro Imperio. ¿¡Quién da más!?

          1. Pues vamos a añadir otra mas en Inglaterra: Catalina de Aragón y Castilla, consorte de Enrique VIII, nacida en Alcalá de Henares y a su vez madre de la futura reina Maria I Tudor.
            Un saludo

  7. Veo que vosotros también recomendáis asistir a convenciones y que vuestras experiencias han sido tan positivas como las mías.

    Por lo que comenta @sierramadre de las personas que van a vender, hay de todo. En general los comerciantes están cansados de gente que viene ofreciendo chatarra y por eso miran las monedas con desgana. Luego hay otros que van vendiendo monedas y le echan una jeta terrible. Otras veces son los comerciantes los que saben de márquetin lo que yo de la reproducción de los pingüinos. Hay veces que me sorprendo de cómo algunos comerciantes pueden tener ni siquiera algún cliente. Por último, una de las lacras de esto de la numismática es lo de despreciar al que se tiene delante. Lo hacen tanto los (malos) aficionados como los (malos) comerciantes. Yo creo que disfrutan haciéndolo. Hace un par de años un amigo mío fue a una convención ofreciendo unas onzas preciosas a los comerciantes y aún así se llevó alguna mirada de desprecio, así que no pasa solo cuando se llevan monedas chatarreras.

    @Javier Sánchez, ya sabía yo que te iba a interesar esa pieza. La verdad es que no conozco su historia pero me encantaría conocerla. Así que si investigas un poco házmelo saber.

    Saludos,
    Adolfo

  8. Esta claro Adolfo, hay de todo en la viña del señor, pero me llamo la atencion ver la misma actitud en distintos comerciantes y con distintos coleccionistas. Cteo que no cuesta nada algo de empatia. A mi mismo el otro dia un vendedor me ofrecio lo que para el era una coleccion iincreible de euros. A mi que los euros me la traen al pairo y no me gustan nada le dije que si que eran preciosos pero que ya tenia iniciadas otras colecciones y no me daba para tanto. Creo que no cuesta nada evitar hacer sentir mal a los demas.
    Un saludo.

  9. Hola, creo que subestimas las convenciones: conoces a clientes, compras genero nuevo y cotilleas…. Ademas para el coleccionista es como ir a Eurodisney, hay mucha variedad y puedes tocar con mano las piezas.
    El problema que tenemos en España es que hay una posición «politica» de la Aenp que no quiere convenciones el sábado y, de hecho, aquí, el efecto que surte es simplemente que las convenciones son para nosotros. Solo profesionales. Un gran limite.
    Pero esto se debate desde la epoca de Marco Aurelio………… (Lo pillas, no?) todo va muuuy lento.

  10. @adolfo. Veo qie te gustan los florines de imitación. Ya en otra ocasión pusiste monedas de éste genero. Si no recuerdo mal se trataba de algo del Viennois.
    Las tres ciudades alemanas eclesiasticas de Koeln, Trier y Mainz tienen unas interesante serie de emisiones muy parecidas. La que tu nos enseñas aquí tiene el típico estilo de aquella época. El Gamberini (aconsejo amtodos éste raro y antiguo libro) los define florines híbridos: llevan a San Juan Bautista, pero carecen del lirio. Los hay en Napoli, Metz (sant Etienne, no san Juan…), Francia, Saboya, Hamburgo, Lubeck, Hungría etc etc
    Otra cosa: a menudo el gobierno civil de las ciudades emitia florines distintos al de los obispos. Creo que este que pones es del obispo…

  11. Pietro, yo creo que uno de los problemas de la AENP es que todo va muy lento. Si para una cosa tan sencilla como montar las convenciones los sábados hay que esperar años no me quiero imaginar lo que supondría hacer algún cambio serio. Desde fuera da la sensación de que hay mucho senado o mucho sanedrín lleno de figuras anquilosadas. Pero ya digo que desde fuera, quizá desde dentro la percepción sea diferente y probablemente más formada.

    Por parte de los florines…. sí, me gustan :) Muchas gracias por tus apuntes históricos y estilísticos. La primera moneda, efectivamente es de obispos.

  12. Veo que te gustó la de Matías ;) , lo celebro. Hay, por suerte, muchos ejemplos de moneda centro europea (casi siempre vinculada con la casa de los Habsburgo) donde aparecen las armas de Castilla, aquí un ejemplo en un par de taleros:
    http://www.imperio-numismatico.com/t71546-thaler-rodolfo-ii
    http://www.imperio-numismatico.com/t64434-taler-archiduque-carlos-vi-pretendiente-a-la-corona-espanola

    Aquí otro en el que, León o Castilla, aparecen las armas de Aragón y Sicilia. Un tálero asequible (éste se remató en la última de HD Rauch en 220 euros), y bien bonito:
    http://www.sixbid.com/browse.html?auction=1465&category=30717&lot=1325044

    Interesante entrada. Yo soy poco aficionado a estas convenciones, entre otras cosas porque está pensada básicamente para profesionales. Los novatillos como yo somos sólo parte prescindible del decorado.

    Un saludo.

    1. Lanzarote, mucho me temo que tú de novatillo tienes poco. Te aconsejo encarecidamente que vayas a alguna convención de vez en cuando. En Sevilla se organizan unas cuantas todos los años así que no tienes excusa que te valga.

    1. No pretenderás hacernos creer que siendo sevillano vas a estar trabajando un día laborable… ¡¡eso sí que es una excusa mala!!

      :P

      (no pude aguantarme el chiste, espero que no ofenda a nadie)

  13. Pues me habéis metido el gusanillo de ir a alguna convención… En Asturias tenemos cuatro al año, ¿alguien ha asistido a alguna y me puede decir qué tal están?

    Un saludo.

    Miguel Ángel

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