El museo del Banco de Lituania

Uno de los pocos días festivos que tienen los estonios es la noche de San Juan, o Jaanipäev, en la que apenas hay un par de horas de oscuridad. Ese día es festivo en toda Estonia y hace puente con el día de la Victoria, que aquí llaman Võidupüha.  Yo aproveché el puente para pasar cuatro días en Vilna y alrededores. Es una zona que ya conocía pero que me apetecía volver a visitar.

Una tarde fui al Museo del Banco de Lituania. Está muy céntrico, a unos cinco minutos de la Catedral y en la calle principal de comercios de la ciudad. Así que quien visite Vilna puede hacer una visita rápida mientras sus acompañantes se toman un café en cualquier parte. Para llegar simplemente hay que ir a la Catedral y ver la calle que nace frente a la puerta principal. Es la avenida Gediminas, donde está el Parlamento, varios ministerios, el Teatro Nacional, la Biblioteca Nacional… andando por ella la segunda calle a la izquierda es Totorių. Justo en la esquina donde se cruzan ambas calles veréis esta puerta acorazada, que es la puerta del museo.

Si doy tantas explicaciones es porque me costó encontrar el museo a pesar de lo céntrico y de lo fácil de llegar a él. La razón es que ese día habían preparado un mercadillo de comida tradicional en la calle Gediminas y había un montón de puestos vendiendo comida tradicional. Varios de ellos vendían cerveza artesanal, que es un producto de alta alcurnia que yo tengo a bien valorar como se merece. Aproveché la ocasión de conocer la tradición cervecera lituana y mi paseo por la calle Gediminas acabó siendo una cata de cervezas artesanales de graduación indeterminada. Para desgracia mía no se podía pedir vasos de menos de medio litro (bueno, sí que se podía, pero el precio era casi el mismo) y tras la cata me costó encontrar el museo a pesar de que lo tenía delante.

El museo tiene dos plantas y en cada una hay una sala. La de abajo da un repaso de la historia del dinero y la de arriba a las acuñaciones actuales de diferentes países. Yo me centré primero en la de abajo donde esperaba encontrar más y mejores monedas de las que encontré. Apenas había una docena de vitrinas con monedas anteriores al siglo XIX y la mayoría de ellas no tenían gran valor. Se presentaban una pocas protomonedas, algunas piezas chinas, algunas romanas y luego había media docena de vitrinas dedicadas a las acuñaciones europeas entre los siglo XVI y XIX. Si tuviera que destacar algo serían un par de monedas de oro medieval (cómo no) y media docena de ducados. Os dejo algunas fotos de ellos.




Curiosamente no había prácticamente nada de moneda española. Ninguna moneda peninsular y americana solo había una onza de méxico de Carlos III en calidad MBC. Lo que sí que exponían era cuatro patagones, pero de nuevo corrientes y en calidades bajas. También me esperaba una buena cantidad de monedas lituanas de los siglos XIV y XV, que fueron los momentos de mayor gloria del Gran Ducado de Lituania, pero apenas había ejemplares.

Así que, en global, las monedas del museo no me llamaron demasiado la atención. Pero sí que lo hicieron otros objetos, como dos jarras y una bandeja de plata decoradas con duros alemanes. Al parecer esas tres piezas las habían confeccionado en Bremen. A mí me recordaban mucho a la jarra que vi en el Museo Marítimo de Londres.

También tenían varios artilugios interactivos para la divulgación del conocimiento. Hubo dos que me sorprendieron mucho. El primero mostraba la diferencia de densidad entre el cobre, la plata y el oro. Para ello ponían un póster donde se indicaba la medida de densidad de estos tres metales (oro: 19,34; plata: 11,34; cobre: 10,49 gr/cm3) y debajo tenían un lingote de 1 decímetro cúbico de cada uno de estos metales para que al levantarlos nos diésemos cuenta de la diferencia de peso. Claro está que no se podían sacar de la urna que los contenía. Es gracioso hacerlo porque cuando sujetamos monedas parece claro que el oro es más pesado que la plata pero la diferencia son unos pocos gramos. En cambio aquí la diferencia es de kilos.

Otra cosa graciosa era una báscula en la que al pesarte indicaba el precio de tu peso en oro, en plata y en platino. Aquí está lo que conseguí. Se confirma mi teoría de que cuantas más cervezas se beban más valioso se es.

En la parte de arriba había una colección de billetes del mundo bastante amplia. En vitrinas estaban expuestos varios especímenes y el resto estaban guardados en armarios que se podían abrir. Miré unos cuantos armarios y todos parecían billetes muy actuales y sin demasiado interés. Por parte de las monedas a mí solo me llamaron la atención un par de cosillas. La primera es un par de ejemplares en oro de la moneda de 1 lita que ganó el concurso de Krause de 2013 y la segunda es la serie de euros de Lituania. Euros a los que, por cierto, los lituanos los tienen auténtico pavor porque  ya no hay quien se crea las milongas que nos contaron a nosotros y todos están esperando que los precios suban una barbaridad.


Un último consejo para quien visite el museo es que siga por la calle Totorių porque hay muy buenos restaurantes. En uno de ellos, que se llama Būsi trečias, tienen decorado el techo con billetes, como muestro en la foto de abajo. En ese bar también venden tres tipos de cervezas artesanales. De las tres la que más me gustó fue la tostada.

14 comentarios en “El museo del Banco de Lituania”

  1. Dicen que muy pocas veces o casi nunca ha estado la plata tan barata respecto al oro.
    Ten cuidado con la barriga cervecera,jeje.
    Cuando se imprime dinero antes o despues llega la inflacion, esta puede ser a lo loco o poco a poco pero sin pausa.
    s2

    1. Yo de ratios oro/plata no entiendo. Pero fíjate en esto: http://seekingalpha.com/article/422081-324-years-of-the-gold-to-silver-ratio-and-195-silver

      El gráfico este da para reflexionar porque no veo una tendencia clara entre los acontecimientos y la relación oro/plata. En la gran crisis de los años 30 el oro subió muchísimo más que la plata y luego bajó poco durante la Segunda Guerra Mundial. En los 70 y 80 subió mucho más de precio que la plata y parece que lleva 20 años la plata intentando subiendo más que el oro. Pero tampoco mucho más. Lo apunto para una posible futura entrada.

      Por parte de la inflación, eso no sería tan malo para las familias si los sueldos subieran al mismo ritmo que los precios. Pero con la llegada del euro los sueldos se quedaron tal y como estaban en todos los países y los precios de la compra… vamos, que lo que costaba 100 pesetas acabó costando 1 euro en menos de un año. Eso es un 66,366% de subida!! En 2001 con 5.000 pelas llenabas un carro de la compra. En el 2003 con 30 euros comprabas la mitad.

      Saludos,
      Adolfo

  2. «Si doy tantas explicaciones es porque me costó encontrar el museo a pesar de lo céntrico y de lo fácil de llegar a él».Pero esto fué antes o después de conocer la tradición lituana cervecera.Responde rápidamente..cuantas caras tenian las monedas?.:).
    Saludos

    1. Lo digo en la entrada «tras la cata me costó encontrar el museo a pesar de que lo tenía delante»

      «Responde rápidamente..cuantas caras tenian las monedas?.»

      Tres caras: anverso, reverso y canto.

  3. Hola a todos: ¿Adolfo no tenían ninguna moneda de 8 reales españoles? Quizás, ésta sea una moneda emblemática de la numismática mundial para que la tengan en todos los museos…

    1. En estos países tan pequeños y que han estado tantos años bajo dominio extranjero es muy complicado definir las «cosas típicas». Hay que conocer muy bien la cultura del país para poder saber qué es lo propio y qué es lo importado.

      En Lituania son muy comunes las sopas, como el borch, el solyanka o la sopa de pescado y el pelmeni (una especie de raviolis grandes, pero no les digáis que son raviolis porque se enfadan), como en toda esta parte de la ex-URSS. También tienen carnes al estilo alemán, o mejor dicho al estilo prusiano.
      Pero yo creo que si hay que citar una comida típica de lituania, y me consta que no es solo para guiris sino que los lituanos también la toman, es el Sakotis. Se trata de un postre cuya gracia es la extrañísima forma que tiene. Es como un tronco de cono hueco con un montón de púas. Tal que así: http://www.romnesa.lt/ignalina/nuotraukos/sakociai/tradiciniai.gif

      Por sabor no es nada del otro mundo porque no tiene más que masa y es una masa semejante a la de cualquier crepe. Yo lo había comido hace años y en esta visita ni me molesté en volverlo a probar. Lo curioso es el proceso de elaboración: http://vimeo.com/79480881

      Saludos,
      Adolfo

      1. «Han estado tanto tiempo bajo dominio extranjero»… se entiende entonces lo de la jarra decorada de duros alemanes. Pero se supone que tendría que haber una interesante colección de rublos, Zlotys, etc ¿o no?

        Curioso el artilugio para comparar peso del oro, plata y cobre. Y lo de la máquinita que te indica el valor de tu precio en esos metales, no se de dónde cogerá esos precios para esos metales pero si lo hace del fixing de Londres, a partir de Agosto ya no lo podrá hacer para la plata: «En mayo se anunció que luego de más de un siglo de existencia, el London Silver Fix (LSF) –precio referencial de la plata, dejará de existir a partir del 14 de agosto de este año.»

        Un saludo

        1. Esa buena colección de rublos y zlotis me la estaba esperando… pero no la encontré.

          No sabía lo del precio de la plata del LSF. A bote pronto no se me ocurre una razón para que lo hagan. Leeré al respecto cuando tenga un ratillo.

          Saludos,
          Adolfo

  4. Pingback: La moneda de Lituania se despide con un récord Guinness | Numismática Visual

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio