Subastas de mayo, junio y julio de 2014

Como prometí en la anterior entrada, aquí va un repaso a las subastas habidas y por haber. Comenzamos con los remates del mes de mayo por orden cronológico, como de costumbre.

La primera subasta de mayo la organizó Martí Hervera y Soler y LLach el día 15. Se presentaba un catálogo de muchas monedas en su mayoría en conservaciones medias, como suele hacer esta casa de subastas. También como de costumbre, los coleccionistas respondieron bastante bien a las ofertas de la subasta en sala y por correo, consiguiendo que se vendiesen la inmensa mayoría de los lotes, incluyendo la mayoría de los oros caros. Curiosamente el apartado donde más lotes quedaron desiertos fue El Centenario de la Peseta, que justamente es el periodo más coleccionado. Quizá la razón es simplemente que los precios de salida fueron algo elevados para ciertas monedas.

La siguiente subasta de mayo se trataba de una de las subastas rápidas de Cayón. En estas subastas rápidas Cayón suele presentar lotes muy comerciales y eso hace que las monedas se vendan bastante bien, aunque tampoco suben mucho de precio porque apenas hay grandes calidades. Justamente eso es lo que pasó en esta subasta, en la que se vendieron la mayoría de los lotes pero apenas hubo grandes subidas. De hecho, creo que solo ha habido tres de lotes en los que el precio ha subido considerablemente con respecto a la salida. Los dos primeros fueron un 8 reales de los Reyes Católicos y un dos reales de acuñación redonda. Muy normal que suban esos dos. Pero el tercero me extrañó: una moneda de oro china de 1924 que al parecer es muy rara. Yo, en toda mi absoluta ignorancia sobre la numismática china, no hubiera ofrecido por ella más que su peso en oro pero los pujadores la subieron de 6.000 euros de salida a 16.300 de remate. Se ve que los comerciantes europeos después de ponerse las pilas con las monedas rusas van a tener que aprender la numismática china.

La tercera subasta del mes corría a cargo de Aureo & Calicó y yo creo que ha sido la más importante de todo el mes de mayo fundamentalmente por el primer volumen de la Colección Isabel de Trastámara. Yo tenía mis dudas sobre cómo iba a ir el grueso de dicha colección porque se centraba en cobre y plata y las monedas no eran tan vistosas como en otras colecciones. Seguí toda la subasta en directo porque quería pujar por unas piezas en representación de un amigo y mis dudas tardaron muy poco en disiparse. ¡Vaya exitazo! Vendieron prácticamente todo y a unos precios muy buenos; tan buenos que yo no pude hacerme con ninguna de las que buscaba mi amigo. Había una persona en la sala (supongo que un comerciante) que se hizo con muchísimas de ellas. La racha continuó en la subasta en sala y en la de por correo, donde se vendieron prácticamente todos los lotes y a precios altos también; hubo algunos con remates totalmente irracionales.

Yo saco varias lecturas de esto. La primera es que al mercado le siguen apeteciendo las monedas divisorias y valora las macuquinas como se merecen. A pesar de la tendencia general de pagar mucho más por la conservación que por la rareza, los coleccionistas expertos saben que a las platas de pequeño módulo y a los cobres de principios de XVIII no se les puede pedir mucho más que un MBC, por lo que valoran y pagan esas conservaciones. Otra lectura es que creo que luce mucho más una colección completa y atrae a más pujadores interesados que si se van sacando monedas poco a poco en diferentes subastas.

Pliego organizó otra de sus subastas rápidas el día 26 cargada de monedas muy muy corrientes que nos podríamos encontrar en cualquier mercadillo. El porcentaje de ventas fue muy bajo y rara fue la moneda que se vendió por más de 50 euros.

La última subasta de mayo la llevó a cabo Herrero y contó con un porcentaje de monedas vendidas significativamente inferior a las subastas organizadas por otras casas madrileñas o catalanas. Eso no significa que se les haya dado mal ya que muchas de las monedas más interesantes se han vendido alcanzando buenos precios. Por parte de la numismática española lo que más me ha llamado la atención es que en la colección de Pepe Botella justamente han sido los duros más raros los que se han quedado sin vender a pesar de que el precio de salida no era tan elevado (a juzgar por las calidades reportadas, porque las fotos son horribles). Concretamente, la variante esa rara de que Pepe tenía el flequillo no sé cómo se ha quedado sin vender. O bien la tienen ya todos los coleccionistas o es que no valoran dicha variante.

Vamos ahora con las subastas venideras. Como ya están anunciadas dos subastas para julio y dudo mucho que haya más en el resto del verano, las cito también en esta entrada.

Entre ayer y hoy se está celebrando otra subasta rápida de Cayón. Se trata de una subasta con 461 lotes, todos menos uno españoles entre Carlos III y Alfonso XII (de este último solo unas pocas alfonsinas que no valen más que a peso casi todas). Se ve que se les está dando bien este tipo de subastas a los Cayón. Todas las monedas que subastas son lotes corrientes y en conservaciones asequibles. Eso sí, son lotes comerciales que salen a precios muy bajos y que supongo que se pongan a su precio de mercado. Curiosamente al ver el catálogo he aprendido una nueva variante que no conocía: el duro de Potosí de 1794 sin puntos en la leyenda del reverso.

La segunda subasta de junio la organiza Vico mañana. Presenta una colección realmente buena. Comienza con una muy buena selección de unas 250 monedas antiguas. Entre ellas no hay apenas piezas que sobresalgan con una extraordinaria calidad, pero se mantiene una calidad de en torno al MBC+ de manera muy constante en todos los lotes, haciéndolos más que dignos para cualquier coleccionista. Sobre todo teniendo en cuenta la rareza de algunos. Se pasa luego a una muy buena selección de moneda visigoda, incluyendo un tremis único de Égica acuñado en Eliberri. Tras un breve repaso sin importancia a la moneda árabe viene la moneda medieval, en la que sobresalen tres rarísimas piezas de oro castellano: una dobla de veinte maravedís de Alfonso XI con ceca A, la media dobla de Burgos y un medio Enrique de Cuenca. Rarísimas todas… ¡qué bonito es soñar! La parte de la moneda española es la que más frío me deja. Se presentan bastantes monedas corrientes en buenas calidades pero no excesivamente altas (digo lo mismo que con la moneda antigua) y de vez en cuando aparece alguna pieza de oro que destaca más por su rareza que por su conservación. No obstante, seguro que se venden muy bien porque saca monedas muy comerciales.

Tras unas cuantas monedas extranjeras que vuelven a dejarme indiferente Vico saca lo que parece ser la estrella de la subasta: una colección de El Centenario muy completa, con muchas variantes y con calidades altísimas. La selección de platas es extraordinaria y entre ellas está el mítico duro de 1869, que parece que tiene como tradición que el subastador publique una nueva hipótesis sobre su posible origen cada vez que es subastado. Un día de estos cuento yo una hipótesis nueva sin ningún fundamento, a ver si a mí también me hacen caso los coleccionistas. También saca a subasta los duros de 1871 y 1878 que vendió carísimos en 2009; aunque no lo dice en el catálogo (me he sorprendido a mí mismo siendo capaz de reconocer unos duros subastados hace 5 años) el precio de salida es el mismo al que se remataron hace 5 años, que fue altísimo a mi entender. También es digno de mención el impresionante duro de 1888 MSM. Yo no recuerdo haber visto ningún ejemplar en tan buena calidad. En cuanto a las faltas, no hay ninguna de las monedas de oro caras, que son las únicas piezas realmente difíciles de El Centenario. Faltan las 100 pesetas de 1870, los oros de Amadeo y las 25 pesetas sin barba.

Otra cuestión que quería comentar de la subasta de Vico es una cosa que no me parece bien: saca cuatro octodracmas de Arisnoe II del tirón, tres de ellos iguales y en una calidad semejante. Para quien no lo sepa, los octodracmas son monedas de oro muy queridas que bien puede rondar los 8.000 euros cada uno. Son monedas que a mí me gustan especialmente dentro de las acuñaciones de la antigüedad. ¿Qué está diciendo Vico a los coleccionistas al sacar cuatro del tirón? Pues algo así como «de estas monedas hay un montón, no os preocupéis que son corrientes y tenemos para todos». Eso no va a hacer más que bajar el precio de esas monedas. Yo me enfadaría mucho si me hubiera gastado 8.000 euros en un octodracma y ahora resulta que Vico saca cuatro (más aún si hubiese sido Vico quien me lo ha vendido). Muy mal. Lo que hay que hacer es comprar los octodracmas e irlos sacando poco a poco: en esta subasta uno, dentro de dos años otro… así los remates serán más altos y no se daña al mercado.

La siguiente subasta la prepara Ibercoin el día 25 de junio. Ibercoin suele presentar colecciones pequeñas cargadas de piezas corrientes que satisfacen a los coleccionistas más humildes, que somos la mayoría. Pero esta vez la colección que presenta me gusta mucho más que la mostrada en subastas anteriores. Concretamente los lotes de monedas griegas y romanas me han sorprendido gratamente; las monedas españolas las veo más normales en general aunque hay bastantes piezas de oro que merecen especial atención. Por la parte medieval hay poco y no muy sorprendente, salvo la dobla de Pedro I que aparece en su portada. Es curioso que esta casa en las últimas subastas no haya presentado buenas colecciones medievales, que suponían su parte más llamativa hace uno o dos años.

Casualidades del comercio numismático: justamente las 25 pesetas de 1881 sin barba que le falta a Vico la sacan en Ibercoin. Me ha gustado mucho que en esta subasta hacen exactamente el mismo comentario que hice yo aquí (¿casualidad?), citando el último remate que recuerdo sobre esa moneda, que fue en la colección Laureano Figueroa por 77.000 euros a manos de Aureo, una empresa de la competencia. Citar a otras empresas siempre me ha parecido un signo de honestidad, así que les felicito por ello. Lo que no citan, como es normal, es que ellos mismos no pudieron vender ese ejemplar en 40.000 euros el año pasado.

Nota: que no venga ningún espabilado echando cuentas y diga que puede comprar esa alfonsina por 40.000 euros + 16% de comisión, luego mandarla a Aureo para venderla en 77.000 euros – 20% de comisión y quedarse él con 15.200 euros menos lo que se lleve Montoro. Esa jugada puede salir bien, pero lo más normal es que acabe siendo una historia de «pasarse de listos» que la recuerden las generaciones venideras. Si fuese así de fácil la moneda la compraría Aureo, que tiene más conocimientos que cualquier espabilado, seguramente más dinero y se ahorra sus propias comisiones.

Las siguientes subastas entran ya en el mes de julio. La primera de ellas la organiza Aureo & Calicó y, como suele ser habitual en las subastas veraniegas, no se presenta una colección de gran altura. No obstante, justamente porque me esperaba poco ha habido unos cuantos lotes que me han llamado la atención. Sobre todo las monedas de plata de módulo pequeño de finales del XVI y principios del XVII (las monedas que ilustran esta entrada son algunas de las platas de Carlos II que salen a subasta). Se ve que con la colección Isabel de Trastámara no se les han acabado. También se incluyen unas monedas en alta conservación del siglo XIX y salen a muy buen precio en general. No os preocupéis que los remates irán acordes a la calidad de los lotes y no en función de su precio de salida.

Una de las ventajas de las subastas veraniegas es que muchos comerciantes están más pendientes de las vacaciones que de comprar monedas y por eso se sacan lotes más acordes con los coleccionistas humildes. Esto hace que la subasta de Aureo presente más lotes por correo que en la subasta en sala. Merece la pena echar un buen vistazo a esos lotes por correo porque los hay de una calidad bastante buena a unos precio bajos. Se presentan muchas monedas romanas, españolas, duros Alemanes (otra vez) y bibliografía, ese apartado que a algunos siempre se les olvida pero que a mí me parece de los más interesantes.

El curso de subastas numismáticas lo cierran Martí Hervera y Soler y LLach con otra subasta «veraniega» en la que se pueden encontrar lotes interesantes aquí y allá, pero donde parece claro que se guardan las mejores piezas para otra ocasión. La moneda que más me llama la atención de todas las que presentan es el medio excelente de Granada. También me gustaron los cobres que aparecieron en la entrada anterior. Igualmente, como suele ser habitual en Soler y Llach, se presenta una colección de 4.000 lotes por correo donde seguramente cualquier coleccionista medio encuentre algo que le encaje. Con esta subasta digo lo mismo que con Aureo: los coleccionistas medios tienen más opciones porque muchos comerciantes ya están pensando en la playa.

Este mes también se van a subastar dos obras de Bacon, uno de los pintores que más me gustan. Lo digo para todos aquellos que me decís que no sabéis qué regalarme.

13 comentarios en “Subastas de mayo, junio y julio de 2014”

    1. Ay, las mujeres… menos mal que tenéis mujeres que os frenan porque si no os compraríais todas las monedas y no me dejaríais a mí ninguna.

      Pero en este caso está bien que te frene, al menos en mi opinión. Esa moneda ha sido colgada y el que la quiera comprar tendrá que desembolsar unos 7.500 euros como mínimo. Yo no recomendaría a nadie gastarse semejante dineral por una moneda colgada, que no se va a revalorizar y que posiblemente en un futuro deje de gustarle. En las subastas de mayo hubo dos 8 escudos segovianos, uno en Aureo y otro en Soler y LLach. Claro que eran bastante más caros (rematados en 16.000 y 20.000 euros si mal no recuerdo) pero ya puestos a dejar dinero es mejor dejarlo en algo que se vaya a revalorizar y que siempre nos vaya a gustar. Y si a tanto no se llega, por 7.500 euros se pueden encontrar onzas en unas calidades de quitar el hipo, como caras de rata o peluconas raras. Monedas que también gustarán siempre y tendrán revalorización.

      Saludos,
      Adolfo

      1. Aunque no tengo costumbre de escribir,me gusta leer todos los artículos con sus correspondientes respuestas.Resulta ameno y enriquecedor para el conocimiento.También suelo entrar en subastas,pero con sentido común.Sin más,enhorabuena por tu trabajo y sigue así.Saludos desde Sevilla.

      2. Pues yo por una vez discrepo de tu opinión, Adolfo. Esa pieza es muy rara y no todos los coleccionistas disponemos de 16 mil euros más comisiones. Además, las onzas segovianas se ven muy de vez en cuando. Es muy posible que en los próximos años no volvamos a ver ninguna. Desde luego que tiene las marquitas en la leyenda pero parece bellísima. Cuando una pieza es de esta rareza, este tipo de «taras» tienen un poco de menos importancia. Piensa por ejemplo si dirías lo mismo si saliese a subasta el duro de 1869 en similar condición.

      3. Bueno, no tenemos que estar siempre de acuerdo :)

        Como tú bien dices, no todos tenemos 16.000 euros para gastarnos en una moneda, pero tampoco todos tenemos 7.500 euros para gastarnos en una moneda (suponiendo que se venda a precio de salida). Yo no tengo ni los 7.500 ni los 16.000.
        Pero entiendo que al que se gaste 7.500 euros en una moneda le supondrá un desembolso importante. Por tanto, entiendo que buscará que la pieza vaya a tener cierta revalorización, o que al menos no le hará perder mucho dinero. También supongo que se quiera comprar una moneda que le guste toda la vida. Y esas condiciones no se cumplen con un «piezón tarado» como es éste (la segunda puede ser subjetiva de cada coleccionista, pero la primera seguro que no). Esas condiciones se cumplen con otro tipo de piezones que se pueden adquirir por 7.500 euros.
        Por otra parte, raro es el año que no se ven un par de onzas segovianas en subastas y la de 1721/19 es la más corriente de todas.

        Un par de ejemplos que ilustran lo que quiero decir:

        8 escudos Segovia 1721/19 EBC que estuvo montada en aro pero no presenta golpecitos de haber sido usada. Rematada en 1996 por 600.000 pesetas. Hoy en día se remataría en 7000 euros aproximadamente. Pongamos una revalorización que duplicase el precio en 18 años.

        8 escudos Segovia 1687/3 MBC+ con golpecitos en el canto. Rematada en 1997 por 740.000 pesetas. Hoy en día sería razonable un remate de 20.000 euros aproximadamente. Razonablemente se tendría una revalorización que cuadruplicase el precio en 17 años.

        8 escudos México 1768 EBC- tipo cara de rata. Rematada en 1997 por 480.000 pesetas. Hoy en día sería razonable un remate de 12.000 euros aproximadamente. Razonablemente se tendría una revalorización que cuadruplicase el precio en 17 años.

        Son simplemente unos ejemplos aislados. Para poder llegar a conclusiones serias haría falta tener muchos datos y poder comprobar lo que sube el precio de las monedas «taradas» con respecto a las que no están «taradas». Pero yo creo que la cosa está muy clara y los coleccionistas que se plantean gastarse 7.500 euros en una moneda son de mi misma opinión (o, mejor dicho, yo soy de la misma opinión que ellos).

        Diría exactamente lo mismo, línea a línea, por un duro de 1869 tarado.

        @Juan Carlos, muchas gracias por los ánimos. Son muchísimo más importantes de lo que parecen :)

        1. ¿Pero por ese dinero se puede comprar una onza segoviana sin ningún problema? NO con mayúsculas. Y ésta está preciosa. Los 8 escudos de tipo cruz para mí tienen un especial encanto.

  1. A mí quien no me deja es Pepito Grillo. (La voz de mi conciencia).

    Ahora estoy un podo en crisis y estoy dando vueltas a reorientar mi colección. Con relación a las monedas, quizá, seguir con la victorianas, y tal vez comprar duros de plata… cosas de la edad. También me motiva la moneda isabelina por su variedad.

    Con los billetes, finalmente me he comprado un álbum para los billetes españoles. Caros los buenos pero… interesantes todos.

    Quizá me centre en algún país, Alemania, o incluso en algún tema, como por ejemplo encontrar similitudes entre billetes.

    Un ejemplo de las similitudes sería Celestino Mutis en un billete colombiano y en otro español. O por ejemplo la Victoria de Samotracia, la de la peseta española y la de un billete griego.

    Arquitecturas… personajes… todo me ronda, todo…

    Lo que si que tengo claro es que adquiriré lo mejor que pueda permitirme, soy de la opinión de que menos es mas… y prefiero una o dos monedas buenas a diez mediocres.

    Una saludo a todos.

    1. Lo de las colecciones temáticas es algo que no hemos tocado en el blog pero se podría hacer una entrada al respecto porque son interesantes y muy personalizadas. En cuanto a lo de comprar lo mejor que te puedas permitir, eso debería ser un mantra para todo coleccionista que quiera meter dinero en su colección.

      Suerte con la reorientación de la colección. Si quieres un día nos comentas algunos planes más concretos para ver si entre todos te damos nuestra opinión o nuevas ideas.

      Saludos,
      Adolfo

  2. Veo con agrado que va subiendo el interés por las monedas del milanesado.

    Coincido en que el verano es buen momento para que los aficionados con un poder adquisitivo limitado podamos adquirir piezas en subasta a precios más ajustados, y el final de año el peor momento, al menos en las monedas que yo sigo.

    Un saludo.

  3. Hola a todos: Adolfo, durante estos meses, siento una sana envidia de las temperaturas de Estonia. Estos días, el calor ha irrumpido con fuerza, sobre todo en la parte meridional de España.
    Y, precisamente desde el Sur, un comentario. Que yo conozca, en España, solo Madrid, Barcelona y Bilbao, junto con Sevilla tienen casas de subastas que trabajen de forma constante. Este mes, también sacará una Pliego (se puede ver en su web a partir del lunes 16). Despúes de leer tu entrada, no te veo demasiado interés por la última subasta. Pero, aún expresándote coloquialmente, ¡vaya!, sí que hubo monedas que se vendieron por más de 50 euros. No sé si recordarás unos ases o denarios muy interesantes. También, había monedas de oro…
    En definitiva, me gustaría ver triunfar también a casas en otras partes de la geografía nacional, no solo en Madrid, Barcelona, Bilbao…

    1. La verdad es que he echado un vistazo más o menos rápido a la subasta de Pliego y como no he visto nada interesante no he dedicado mucho tiempo a ello (tenéis que tener en cuenta que esta entrada me supuso 5 horas de trabajo y son subastas donde no voy a pujar).

      Yo estaría encantado de que proliferasen las subastas numismáticas en España y que se pudieran ver subastas en muchas partes del país. Ciudades como Málaga, Valencia, Albacete… pero la realidad es muy diferente. Todas se concentran en Madrid y Barcelona; va a ser complicadísimo que aparezcan casas de subastas potentes fuera de esas dos ciudades. La de Bilbao es una casa flojita y la de Sevilla también. No digo que no saquen algunas piezas interesantes pero su volumen de venta no se puede comparar con el de las empresas de Madrid o Barcelona con cierta solera.

      Otro tema a reflexionar es por qué se ha derrumbado el comercio numismático en Andalucía en los últimos años.

      Os iba a preguntar si creéis que tiene sentido seguir comentando las subastas de Pliego. Yo lo dudo por varias cosas:

      – Sacan una subasta al mes y la publican con muy pocos días de antelación (generalmente después de haber publicado la entrada).
      – Venden muy pocas monedas y las que venden no suelen recibir muchas pujas, así que es casi un precio de venta fijo.
      – La inmensa mayoría de lo que ponen en venta no tiene mucho interés, en el sentido de que no son colecciones de alto nivel ni piezas raras.
      – Prácticamente han hecho un «sistema de eBay» en su propia web.

      Es que muchas veces me pongo a decir algo de Pliego y no sé muy bien qué decir…

      Claro, que los sevillanos (tú y Lanzarote) siempre me tiráis de las orejas por no acordarme de Pliego :)

      Me gustaría saber vuestra opinión.

      Saludos,
      Adolfo

      1. Adolfo, es un esfuerzo ver las subastas, escribir sobre ellas… Son muchos lotes…y horas que robarás a otras actividades…Es de agradecer también que converses con tus amigos/lectores y des esa «vida» al blog y a nosotros los coleccionistas, que con muy pocas personas podemos compartir nuestra afición.

        Respondiendo a tu pregunta. Creo que vale la pena dedicar tiempo a las iniciativas de Sevilla y Bilbao. Algunas razones podrían ser: conviene que haya competencia y variedad, sea de empresas pequeñas, familiares, grandes…
        Estos profesionales también encuentran buenas monedas y precios.
        Asesoran y acercan la numismática a aficionados que no podemos ir a las salas de las dos grandes capitales, ni a ver los lotes en sus tiendas.
        Quizás, en los catálogos de algunas casas, resulta menos corriente encontrar piezas muy caras o raras. Pero, la mayoría de los coleccionistas no poseemos un nivel adquisitivo que nos permita comprar todos los meses monedas de miles de euros. La afición se alimenta con muchas cosas. Me parece que estas casas cumplen su función.

  4. Nunca está de más mencionar todas las opciones, en su justa medida, claro. La competencia es buena, sanea el mercado. Hoy por hoy la alternativa a las grandes que puede hacer cambie algo es ibercoin, pero todavía están un pelín verdes. Tiene comisiones al comprador del 16, y es más flexible con las comisiones al vendedor, fácilmente se llega al 10.

    Las rápidas de Cayón (una de las grandes) también están revolucionando el mercado con el 12 al comprador y 0 al vendedor si se alcanzan determinados remates.

    En respuesta a tu pregunta, yo creo que es bueno mencionarlas todas, cada una en su justa medida en función de lo que saquen. Si es poco interesante el catálogo, pues con ese mismo comentario. Al menos se ha conseguido que los sevillanos publiquen los remates, eso sí, deberían sacar menos rápidas y sorprender con alguna de más calidad.

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