Entrevista a Eduardo Fernández, director de Nummetrica

Hoy tengo el placer de traer al blog el testimonio de mi amigo Eduardo Fernández. Él se puso en contacto conmigo allá por febrero de 2011 para plantearme un proyecto innovador. Rápidamente nos supimos entender genial y me dio el privilegio de colaborar en Nummetrica cuando esa empresa no era más que un maremagnum de ideas en la cabeza de Eduard. A partir de entonces he seguido a Nummetrica muy de cerca y he echado una mano en lo poco que he podido, pero he aprendido un montón, me lo he pasado genial y he conocido a gente muy interesante. Lo mejor es que estoy bastante seguro de que nuestra colaboración no ha hecho más que empezar.

Y tras esta introducción -que como veis no es más que presentar a un amigo- os dejo con la entrevista:

Adolfo (A): Personalmente, ¿tú coleccionas o has coleccionado monedas?

Eduardo (E): Sí, he coleccionado monedas, pero hace tiempo que no adquiero ninguna pieza nueva, últimamente me he deshecho de la práctica totalidad de ellas. Cuando dispongo de algo de dinero prefiero comprar libros de numismática antes que monedas.

A: ¿Qué monedas o series son las que más te gustan?

E: Las monedas que más me gustan son las clásicas, especialmente las griegas, y no tan sólo por una cuestión estética, sino porque cada día que pasa no deja de sorprenderme el dominio que hace dos mil años tenían sobre la técnica de refinado y acuñación.

A: Sin embargo, parece que para ti la numismática va más allá de la propia moneda en sí. ¿Cómo disfrutas de la numismática?

E: Lo que menos me interesa de la moneda es la moneda en sí misma, es decir, como objeto de colección. Empiezo a disfrutar una vez obtengo su composición química y a partir de ahí empiezo a contrastar la información obtenida con otras fuentes de información, como por ejemplo: legislación existente, composición química de monedas del mismo tipo, o de la misma época pero de diferente ceca, etc. El momento en que más disfruto es cuando extraigo conclusiones sobre el origen del metal con el que se ha acuñado la moneda.

A: Parece que has estado mucho tiempo enfrascado entre libros de numismática, y por otro lado tienes una formación académica como ingeniero químico. ¿En qué medida estos aspectos han tenido importancia a la hora de proponer Nummétrica? 

E: La formación como ingeniero fue determinante para decidirme a crear Nummetrica, y en ese momento los libros de numismática no eran importantes. Ahora es todo lo contrario, es la literatura especializada la que proporciona una ayuda clave a Nummetrica, mucho más importante de la que proporciona mi formación técnica. Nummetrica nació de la idea de aplicar algunos de los conceptos básicos de las normas internacionales ISO en el mundo de la numismática. Con esta finalidad, se ha creado un procedimiento analítico que ha de ayudar al numismático profesional a dictaminar sobre la autenticidad de una moneda.

A: A mí lo que más me llama la atención de Nummétrica es la innovación que propone. Creo que utilizando nuevos métodos junto con un conocimiento especializado se pueden obtener resultados que antes eran impensables. No obstante, es más que conocido que el mundo de la numismática es muy adverso a la novedad. ¿Os está resultando difícil introducir una novedad en el mundo numismático?

E: Lo cierto es que el camino no está siendo fácil pues en general el mundo de la numismática es contrario a cualquier novedad, especialmente en cuanto a aplicación de nuevas tecnologías. De todas formas, soy optimista en cuanto al futuro de este proyecto ya que he tenido la suerte de conocer a personas que, de una forma u otra, creen en esta idea y la apoyan, y eso me anima. Aprovecho esta entrevista para agradecer a estas personas el apoyo que me han prestado: a Josep Pellicer (presidente de ANE), por prestarme toda su ayuda incondicional, a Pietro Anoè (numismático profesional), por luchar con tanta intensidad por la implantación del procedimiento, a Teresa Sisó (Áureo & Calicó) por confiar en mí sin conocerme, y por supuesto a ti, Adolfo, por tu colaboración en este proyecto y por todos los contactos que me has proporcionado.

A: Vuestro método se basa en dos mediciones diferentes: un análisis metalográfico y un análisis de la superficie de la moneda. ¿Cómo se complementan ambos análisis?

E: El análisis de composición química es la prueba principal, y se realiza siempre. El examen de la superficie de la moneda se realiza cuando la composición química no despeja la duda acerca de la autenticidad. La finalidad de este análisis es la detección de indicios de manipulación o falsificación a partir de las características superficiales de la moneda, como son marcas de mecanizado no correspondientes con la época en que se acuñó ésta, o la presencia de pátina artificial. De todas formas, una composición química por sí sola no es suficiente para extraer conclusión alguna, la clave de todo está en comparar. Si tuviera que resumirlo en una sola frase, sería esta: química y estadística, la esencia del método.

A: Por otro lado, este nuevo método permite alcanzar una serie de resultados que sorprenden, no tanto por lo inesperados sino porque se hace evidente lo que antes era casi imposible saber. Si tuvieras que elegir un solo resultado novedoso que haya salido de Nummétrica ¿cuál sería?

E: La realidad es que siempre sorprenden más los resultados obtenidos que la novedad del método. De hecho, aunque el método se base en la aplicación de nuevas tecnologías, en sí no es novedoso, pues hace años que se aplica en universidades, museos, centros de investigación, etc. La novedad consiste es poner esta tecnología al alcance del profesional y del aficionado a un coste asequible.
En cuanto a lo sorprendente, el caso más habitual se produce cuando se analiza una moneda que nunca se sospecharía que pudiera ser falsa, por que procede de un museo o de una colección numismática con “pedigree”, y el resultado del análisis demuestra sin ninguna duda que sí es falsa. O cuando en una moneda descubres la presencia de un metal que es exclusivo de una ceca o de una mina concreta.

A: ¿Qué series de monedas son las que más solicitan para que emitáis un informe? ¿a qué se debe?

E: Los análisis más solicitados son los de moneda griega y romana, y monedas de reales de a ocho, especialmente columnarios. El motivo de ser las más demandadas radica precisamente en que son las más falsificadas, y en los dos casos son un negocio muy lucrativo. Las monedas clásicas porque pueden alcanzar precios elevados, y los columnarios, al ser relativamente asequibles, porque son muy coleccionados.

A: Y tú ¿qué tipo de monedas aconsejarías someter a un análisis como el que hace Nummétrica?

E: A los profesionales no les recomendaría analizar un tipo concreto de moneda, sino implementar la certificación de autenticidad como parte integrante de su producto final. Pienso que deberían erradicar la idea de que acudir a una entidad de certificación puede poner en duda su credibilidad como numismático, todo lo contrario, es una garantía de calidad del producto ofrecido, y esto, en todos los segmentos, es valorado por el cliente final. Es beneficioso para el cliente pues le aporta seguridad, y beneficioso para el profesional numismático pues, además de reforzar su imagen, le supone un beneficio económico al incrementar el precio de mercado de las monedas certificadas respecto a las que no lo están.
A los coleccionistas y aficionados les recomendaría analizar aquellas monedas que les generen dudas o que, en caso de querer venderlas, pudieran generárselas al comprador. Si están convencidos de que sus monedas son auténticas, que no las analicen, no les aportará nada extra, bueno sí, que conocerán su composición química, ¿pero esto importa?, yo creo que no.

A: Para terminar, puedes añadir cualquier otra cosa que quieras.

Quisiera hacer un llamamiento a todos los aficionados a la numismática, especialmente a los jóvenes, para que vean en la numismática una vía para aprender historia y no sólo como una afición a coleccionar moneda. Así mismo, que vean en la numismática una ciencia que día a día sigue aportando conocimiento histórico, y sobre todo, que este conocimiento hay que fomentarlo y compartirlo a través de foros, asociaciones o a blogs, como en éste caso.
Desde aquí, también quisiera mostrar mi apoyo a la ANE, asociación que este año cumple 50 años dedicados a la numismática, y que actualmente está pasando por momentos delicados. Es una lástima que hoy en día entidades que abogan por el conocimiento numismático, y de las cuales se puede aprender mucho, no vean su continuidad garantizada.

Las imágenes que ilustran la entrada fueron extraídas con el equipo de análisis de Nummetrica. Se tratan de imágenes en 3D de la superficie de la moneda que no se pueden obtener ni con una lupa ni con un microscopio convencional. En esta entrada también vimos un análisis sobre las estrellas rebajadas realizadas con el equipo de Nummetrica y en esa misma entrada hice un comentario donde me inventaba un ejemplo que mostraba el análisis estadístico que realiza la empresa.

55 comentarios en “Entrevista a Eduardo Fernández, director de Nummetrica”

  1. D. Tristán Jover

    Muy interesante esta entrevista. Le deseo mucha suerte a Eduardo Fernández con Nummetrica. Pienso que efectivamente los análisis metalográficos (para determinar la composición química) y los análisis de la superficie por via de XRF pueden aportar mucha información tanto para determinar la autenticidad de la moneda analizada o su falsificaión. Ademas en algunos cuantos casos determinados se podria hasta incluso, como ha comentado Eduardo, extraer conclusiones sobre el origen del metal con el que se ha acuñado la moneda. Por cierto, me interesó también mucho su comentario acerca de libros de numismática. Lo digo porque yo mismo no solamente colecciono moneda sino tambien libros numismáticos.

    Saludos.

    1. Me alegro de que te haya gustado la entrevista. Solo una puntualización: los análisis metalográficos se realizan con tecnología XRF, los análisis de superficie se realizan con un microscopio.
      Lo de extraer conclusiones sobre el origen del metal se puede hacer de manera bastante frecuente. O al menos acotar el periodo donde se acuñó la moneda: no tienen las mismas trazas un as ibérico que uno imperial de la misma época. En la moneda colonial española también se nota mucho la diferencia de trazas de Lima a México, por ejemplo. Pero lo curioso es cuando se analiza una dobla castellana y resulta que presenta unas trazas muy semejantes a las monedas del norte de África. De esa manera se puede ver «el flujo del oro» de la época.

      Yo no sé si colecciono libros o monedas. Desde luego que tengo más libros de numismática que monedas en mi colección; también es cierto que si una moneda la mejoro o deja de interesarme se la cambio a algún colega y eso no lo hago con los libros, que se quedan ya conmigo para siempre jamás. No sé… un día me plantearé en serio si soy coleccionista de libros numismáticos o no.

      Saludos,
      Adolfo

  2. Llevo ya varios años leyendo tu blog todas las semanas Adolfo y no me había animado aún a comentar nada. Lo primero de todo enhorabuena por el mismo Adolfo, y que este tipo de entradas son las que más disfruto que aúnan numismatica y tecnología. Soy también ingeniero industrial y me encanta que cada día se introduzca más estos nuevos recursos en la numismatica, y más en nuestro país.

    Saludos

  3. muy buena entrada y felicitar a Edu y a Pietro, muy conocidos mio, por demostrar al publico lo que es bueno de lo malo y espero que les vaya muy bien.

  4. Algunas personas que tenian interés por mis monedas siempre preguntaban si eran originales e inclusive pensaban que los precios no eran caros. Hacían una relación entre el concepto de lo antiguo(valor intangible)y lo escaso para justificar que las monedas no eran caras, evidentemente no estaban en el mundillo y por tanto desconocian que cantidad de monedas andaban dando vueltas y el porqué de su valor.
    Con esto vengo a decir que siempre que discutimos de un valor de futuro, sobre lo que poseemos, deberíamos ir pensando en añadir a la coleción un certificado de autenticidad. Entiendo que puede ser costoso pero si estamos preocupados por el seguro del coche o de la vivienda,también deberíamos hacernos algo como esto para garantizar ese futuro incierto sobre la idea de que se pueda vender un dia con valores añadidos, como estos analisis en profundidad (garantías de autenticidad y de conocimiento metalográfico), que estoy convencido enriquecerá muchisimo.Es algo para añadir en la lista de cosas que debo hacer con mis monedas.
    Este artículo me refresca las posibilidades sobre la parte documental que se debe aportar a la colección entre otros.
    Saludos

  5. No cabe la menor duda que sin la estimable dedicación y esfuerzo que hacen los investigadores en publicaciones tan especializadas se nos haría realmente imposible avanzar en el estudio y en tener la motivación suficiente para continuar con ello. También agradecer a los que nos consiguen las monedas el que nos hagan aún más asequible dedicarnos a esto.

    Así que….Conseguidor + investigador + Análisis…la bomba. Alguien da más?.
    Gracias por el esfuerzo.

  6. @Pellicer, me resulta paradógico que seas tú quien me agradezca mi «esfuerzo en favor del desarrollo de la numismática». Yo no soy más que un medio-reportero que intenta divulgar un poquillo esta afición nuestra. Sois vosotros desde la ANE los que hacéis un esfuerzo por su desarrollo. Obviamente Eduard también puesto que ha abierto las puertas de una nueva forma de «mirar» a las monedas allá donde el ojo no ve.

    @Soriano, me alegro muchísimo de que te animes a comentar en el blog. Bienvenido :)
    Personalmente una de las cosas que más disfruto en esta vida es la de enlazar en mi cabezota conceptos que aparentemente están disjuntos. Por eso me entusiasmé cuando Eduard me contó su proyecto y obviamente eso tiene que ver con mi formación de ingeniero. Y a Pellicer, que también es ingeniero, le resultó muy llamativa la idea también :)

    @Juan Luis, desde luego que un certificado de autenticidad basado en una metodología concreta puede ser un complemento estupendo para una moneda. Eso sí, una moneda de un valor interesante, no es plan de que un coleccionista lleve a analizar 300 monedas de 5 euros cada una… al no ser que por algún motivo quiera esos análisis para realizar un estudio de la composición de las piezas y sacar alguna conclusión al respecto.

    Saludos,
    Adolfo

    1. A mí la idea me parece buena en la forma en que está concebida.

      ¿Riesgo que le veo? que hay mucha gente emparanoiada con las falsas (no digo sensatamente preocupada, voy mucho más lejos: emparanoiada) y no tardaremos en ver a esta gente requiriendo certificados metalográficos para monedas de 20 euros, lo cual, por supuesto, no será óbice de que intenten regatear a degüello el precio.

      Para monedas de alto valor creo que puede ser un fuerte valor añadido, susceptible por tanto de ser monetizado. Sin embargo para monedas de valor medio, medio-bajo o bajo, creo que puede suponer un fuerte lastre al mercado numismático pues ni el valor de esas piezas amerita el costo del análisis ni tampoco sería operativo estar analizando los miles de monedas que se venden todos los meses en el mercado numismático español. Otra cosa es lo que cada coleccionista individual desee: obviamente, puestos a pedir, yo quiero que hasta el bajoimperio de 5 euros venga con su certificado bajo el brazo. Y como a ese coleccionista se le meta entre ceja y ceja que si no es certificada no compra una moneda, independientemente de su valor, ya tenemos el lío montado, al menos por un tiempo hasta que el mercado se autoregule otra vez (el coleccionista bien vuelva a comprar monedas sin certificar ante la ausencia de profesionales que le ofrezcan piezas de bajo costo certificadas, bien deje la afición, persuadido de que todo el mundo vende falsas ya que no le quieren dar las monedas certificadas).

      Lamento ser la nota discordante pero es que conozco muy bien este mercado y sé lo muy irracional que puede llegar a ser (mucho más que casi cualquier otro basado en la compra-venta). Esto se nota continuamente en foros, en blogs, en todas partes donde se hable del mercado numismático aparece gente pidiendo la luna pero sin estar dispuesta a dar nada cambio (sólo a comprar muy baratu, baratu). Me imagino que este mensaje se cubrirá de negativos pues enuncia cosas que muchos no quieren leer, lo que no lo hace menos cierto.

      1. Yo supongo que ese fenómeno sería el mismo que con las monedas encapsuladas, pero hasta los más firmes defensores de PGCS (ejemplo: https://blognumismatico.com/2012/11/28/entrevista-a-un-comerciante-numismatico/ ) dicen que no merece la pena encapsular las monedas de muy bajo valor. Lo mismo sería con los análisis. A mí me parece de bastante sentido común que un coleccionista que vaya a comprar una moneda de 50 euros no pueda esperar que ésta venga con un análisis metalográfico de serie.

        Otra cosa es que el comerciante tenga un acuerdo con la empresa de análisis metalográficos y le ofrezca a su cliente que si lo quiere él le realiza las gestiones y le cobra 15 euros más (es de esperar que si el comerciante manda lotes de monedas para analizar de vez en cuando tenga mejor precio). El mismo comerciante podría ofrecer el certificado gratuito a todas las monedas que venda por encima de 500 euros. Ese me parecería un modelo de negocio más interesante.

        Por otra parte, hasta la fecha la mayoría de los clientes de Nummetrica son empresas que no tienen por qué decir a sus clientes que las monedas han estado analizadas. Le entra al comerciante una moneda sobre la que tiene dudas (¿quién no ha dudado?) y es razonable que la mande a analizar. Es mucho mejor ganar 15 euros menos en una venta que arriesgarse a vender o a haber comprado una falsa.

        Lo de que vaya a haber una parte de la clientela que pida el oro y el moro a buen precio porque «no solo los ricos que se pueden permitir gastarse 500 euros en una pieza van a tener derecho», pues… sí. En esto de la numismática hay gente que parece que el día que se repartió el sentido común andaban despistados. Pero si no es un certificado pedirán otra cosa: un EBC a precio de MBC-, una declaración jurada de que la moneda es auténtica, unas fotos estupendas si la venta es on-line, poder pagar por PayPal, la promesa de que después de que les llegue la moneda la puedan devolver, haber intercambiado 17 e-mails con el vendedor antes de la compra y, por supuesto, poder devolver la moneda en el momento que quieran al precio comprado.

        Quiero decir con esto que quien quiere pedir lo imposible lo pedirá independientemente de si hay análisis metalográficos o no. Como bien dices esa gente al cabo de un tiempo o bien maduran como coleccionistas (y será entonces cuando realmente disfruten de la afición) o la acabarán dejando. Pero, la verdad sea dicha, al mercado no le afecta lo más mínimo que ese perfil de coleccionistas lo dejen.

        Saludos,
        Adolfo

        1. Sí, básicamente tienes razón por eso lo apuntaba como un riesgo más que como una desventaja o un defecto del sistema.

          Está claro que desde el punto de vista en que lo plantea Nummetrica la cosa es seria, razonable y todo el mundo gana (si sólo ganara su empresa y los coleccionistas estaríamos ante un problema por mucho que se intente vender como un avance). A corto plazo el profesional tal vez no gane más dinero pero gana posicionamiento y competitividad lo cual es en sí misma una ganancia muy, muy considerable. Ahora bien, considero que a la larga debería cobrarse al coleccionista el análisis pues, de no hacerlo, cuando, presionados por el mercado, todos los profesionales se vieran obligados a certificar sus piezas más valiosas, estaríamos ante un escenario de profesionales cautivos (clientes cautivos) por las empresas de análisis sin ganar nada a cambio ya que una certificación, cuando todo el mundo la ofrece, no es una ventaja competitiva sino un requisito más a cumplir. Algo similar a lo que pasaba antiguamente con las carreras universitarias: el que las tenía poseía una fuerte ventaja competitiva frente al resto, hoy sin embargo las tiene tanta gente que no aportan nada en sí mismas pero si no las tienes despídete de cualquier trabajo medio decente.

          Yo lo veo bien, como dice Eduard, para piezas dudosas (por supuesto) o de muy alto valor que justifican plenamente no ya el pago del análisis sino el riesgo de envíos por correo (al asegurar el envío sube mucho el costo), viajes a BCN, demoras en las ventas, etc, etc. Pero para el resto supondrá a medio plazo un palo más en la rueda de un mercado ya muy socavado por la dichosa crisis económica y la subastitis reinante. E insisto en esto de la subastitis porque me juego una mano a que los análisis que muchos intentarían pedirle a los comerciantes autónomos fijo que no se los pedirían a las casas de subastas.

          No quiero sonar inmovilista pero el problema que suele ocurrir en este mercado de cara a las innovaciones es que tienden a volverse en contra de los que las introducen. O son muy claramente provechosas para el vendedor, tipo sixbid por ejemplo, o como te pases en la dosis acabas perdiendo dinero tú en comparación con el escenario anterior, más tradicional. De verdad que es más complicado de lo que parece.

          1. Aquí apuntas un asunto que a mí me ha costado años comprender: para que en el mercado numismático se introduzca una novedad, ésta debe beneficiar al coleccionista Y al comerciante. Eso es una característica distintiva del comercio numismático que no se da en otros comercios o en otras industrias y es debido a algunas de sus características intrínsecas: una empresa numismática no puede crecer tanto como quiera (se verá limitada por las monedas que sean capaces de adquirir a un precio razonablemente bajo); es un mercado muy pequeño donde antes de cualquier movimiento hay que pensar cómo se lo tomará la competencia (esa competencia posiblemente proporcione monedas); no hay una entidad reguladora que imponga esas novedades (por ejemplo en la industria alimenticia cada vez se impone a las empresas proporcionar más valor al consumidor traducido en nuevos controles de calidad y cosas así); y por último y no menos importante, no existe una cultura de innovación dentro de los comerciantes numismáticos como sí que la hay en otros sectores como las TIC.

            Esto lo tuve que aprender porque durante bastante tiempo tuve varias ideas que, creo yo, vendrían bien a los coleccionistas. Algunas de ellas te las comenté a ti, Luis. Lo que pasa es que esas ideas a la larga NO vendrían bien a los comerciantes por lo que ellos, que los vehículos que transmitirían «mi valor» al coleccionista no están dispuestos a llevarlas a cabo. Normal.

            Si alguna vez se me ocurre algo que yo pueda realizar, que sea económicamente viable, que beneficie al coleccionista y al comerciante y que a mí me parmita ganar dinero… entonces lo llevaré a cabo. Pero claro, no es sencillo.

            Por parte de Sixbid, no creo que Sixbid proporcione un servicio muy extraordinario. Es la Web la que permite nuevas formas de distribución de los bienes numismáticos. Lo que hace Sixbid se podría haber montado 15 años antes. Si ha sido existoso es por la gente que está detrás de esa empresa.

            Saludos,
            Adolfo

          2. Otra cosa también de sentido común:

            NO tiene sentido enviar a analizar cualquier moneda que tenga mucho valor. Un duro de El Centenario, por muy raro y muy valioso que sea, no tiene el más mínimo sentido mandarlo a un análisis XRF. Otra cosa es que un análisis con un microscopio permita ver si la estrella está manipulada, por ejemplo.

    2. «al no ser que por algún motivo quiera esos análisis para realizar un estudio de la composición de las piezas y sacar alguna conclusión al respecto».

      Quizás el mercado esconde algo más que lo que leemos a diario en internet. Pienso que el hecho del coleccionismo, siendo algo tan personal,va a depender de los vendedores el que la gente se anime a coleccionar y probablemente no todo debe ser cual es el valor futuro.Si un producto se vende en condiciones atractivas apareceran personas que les gustará el artículo porque sí y además puede despertar algo inesperado. No pienso que el comprar sea algo exclusivo del coleccionista por muy exclusivo que sea.Cada persona es un mundo y el futuro es de todos y nunca se sabe.Y creo que si se piensa en el futuro hay que manejarlo con sentido común y aspiraciones, pero con mucho sentido común.

  7. Tú tienes mucho sentido común, Adolfo, y eso te hace ver las cosas con ecuanimidad. Pero hay muchísimas personas, y entre ellas muchos coleccionistas, con escaso sentido común o lo que es mucho peor: consideran de sentido común aquello que les beneficia a ellos sin pararse a pensar lo que beneficia o perjudica al de enfrente. Como se puede observar a menudo en foros y blogs un elevado porcentaje de coleccionistas consideran al comerciante un «rival a batir» en lugar del profesional que les provee de monedas igual que el frutero les provee de fruta. Para muchos la situación ideal es una en que puedan pillar al profesional muy necesitado de dinero, de tal modo que puedan sacarle todo lo que van buscando con un margen mínimo de beneficio o directamente sin margen.

    El ejemplo de sixbid lo he puesto como modelo de una relativa innovación que, efectivamente, incrementa el número e importe de las ventas de las firmas que lo utilizan. La venta online es, numismáticamente hablando, un arma de doble filo: bien utilizada puede hacer crecer muchísimo un negocio, mal utilizada no sirve para nada y acaba por hundir al comerciante al expulsarle fuera del mercado. Yo estoy muy a favor de ella pero hay que saber cómo utilizarla. Un ejemplo paradigmático: ebay vs Vcoins. Ebay ha dañado a la numismática mucho más de lo que haya podido beneficiarla: fábrica de cholleros por excelencia, principal foco irradiador de falsas, ha desplomado los precios de muchas series, etc. Vcoins por el contrario es rentable para el vendedor si bien le exige unos mínimos de experiencia, compromiso ético, etc todo lo cual revierte en un buen servicio al coleccionista.

  8. Hola a todos: enhorabuena por la entrada. Ciertamente, la numismática suscita el interés de muchas disciplinas: algo en principio económico -la moneda- interesa a historiadores, químicos, metalúrgicos…artistas.

    Unas preguntas para Eduardo o para quién pueda responder: ¿Soléis encontrar muchas monedas falsas? ¿qué se falsifica más? ¿Son falsificaciones recientes? (espero que no sean preguntas indiscretas)

  9. Creo que la gran mayoria de las falsificaciones son detectadas por un coleccionista entrenado mediante el estudio y la experiencia de haber pasado monedas por sus manos. Pienso que estos analisis profundos se justificarian en piezas de muy elevado valor y de una rareza tal que impediria al coleccionista o al experto tener la posibilidad de haber visto otros ejemplares para su comparacion. De lo contrario supondrian una perdida de dinero innecesaria,a no ser que esto se use con fines de mejorar la demanda de una pieza en una posible venta ,aunque con el logico incremento del precio de la misma. Creo que en este aspecto cada uno decide que hacer con su dinero.

    Saludos y muy buena entrada

    Andres

  10. @Luis, el impacto de eBay a la numismática habría que analizarlo con calma. Un día se podría hablar de ello en una entrada. Cierto es que a algunas series las ha destrozado, pero son aquéllas donde el profesional aporta poco valor añadido; sin embargo también es cierto que ha sido una puerta de entrada al coleccionismo para mucha gente.

    @pedro, espero que se pueda pasar por aquí Eduardo para responderte con más criterio que yo. Pero date cuenta de que quizá él no sea la persona que mejor te pueda responder puesto que a él solo le vienen las dudosas. Posiblemente un comerciante profesional sea más adecuado para esa pregunta.

    @Andres, estoy de acuerdo que un coleccionista experto o un comerciante es capaz de diferenciar el 95% de las falsificaciones con una buena lupa. Pero ahí está el otro 5%. Y todos, todos, todos, todos nos hemos equivocado. Desde quienes tenemos tan poca idea como yo hasta la mejor casa de subastas… TODOS.
    De todas formas, estos análisis también pueden utilizarse para convencer al que tienes delante. Te pongo dos ejemplos:

    – Un particular o un comerciante quiere vender una moneda cara a un coleccionista y aporta un análisis metalográfico como valor añadido a la moneda. Así la da más pruebas todavía de que la pieza es auténtica.

    – Más interesante todavía: un comerciante se va a hacer con una colección importante de monedas. Típica colección hecha durante décadas en la que la mayoría de las monedas son buenas pero hay alguna falsa que el comerciante es capaz de detectar a simple vista. Lo malo es que si valora esas monedas como falsas y se niega a comprarlas al precio que compraría una auténtica el vendedor se puede enfadar y le puede estropear la venta. Así que el comerciante usa un servicio de análisis metalográfico en el que se le da al cliente unos datos objetivos que evidencian que la moneda es falsa. De tal forma que el comerciante se hace con el lote y el cliente no se enfada (o al menos no se enfada con el comerciante).

    Saludos,
    Adolfo

    1. Tienes toda la razon Adolfo. Nadie es infalible, y sin duda estos estudios tienen su utilidad en los casos que citas, aunque, tienen otro valor que es el de poder identificar piezas,que como en el caso de las macuquinas, cuando falta algun ensayador, o bien saber determinar la ceca, cuando no se tienen datos concretos.

  11. Hola a todos,

    En primer lugar quisiera agradeceros vuestras aportaciones a esta entrevista, respondiendo seguidamente a alguna de las cuestiones planteadas:

    @Pedro:
    como dice Adolfo, a mi únicamente me llegan las monedas que plantean dudas a los comerciantes, lo cual no quiere decir que necesariamente sean las más falsificadas. Supongamos que las monedas más falsificadas son los duros del Centenario, lo más probable es que nunca solicitasen mis servicios para analizarlas dado que cualquier profesional, o aficionado con un mínimo de experiencia, es capaz de identificar una moneda falsa de este tipo. En España lo que más analizo para determinar su autenticidad (aunque a mi no me gusta utilizar este término) son los columnarios y la moneda medieval. Aunque, tal y como ha explicado Adolfo, no siempre es debido a que el profesional tenga dudas a cerca de la autenticidad de una moneda, es para que, en caso de desacuerdo con un cliente, se busque la opinión neutral de un tercero que certifique la opinión del numismático.
    En general creo, digo creo porque no tengo la certeza absoluta, que lo que más se falsifica es la moneda griega y romana debido al gran mercado que tiene este tipo de moneda, aunque España el coleccionismo de este tipo de moneda no está tan extendido como en otros países.
    Por último decir que he analizado monedas falsas elaboradas en muy diversas épocas de la historia, no tienen porque ser necesariamente modernas. Piensa que lo que hoy en día es un euro falso dentro de doscientos años será una moneda falsa de época. Desde luego, a partir del análisis de composición química, no siempre es sencillo distinguir si se trata de una falsificación antigua o de una falsificación moderna para la que han utilizado metal procedente de una moneda antigua. Aquí es donde es imprescindible usar el microscopio para salir de dudas.
    @Andrés:
    Te sorprendería la de monedas falsas que ocupan un lugar destacado en el monetario de un coleccionista, o incluso, en la vitrina de algún museo. Y esto está relacionado con lo que comentaba anteriormente a cerca de que siempre se ha falsificado moneda; si tu heredases una colección de monedas medievales de tu tatarabuelo, que a su vez la heredó de su tatarabuelo, estarías completamente convencido que todas son auténticas, ¿verdad?. Bien, ¿qué pensaría el tataranieto de mi tataranieto si un día heredase una colección de euros falsos?

    @Luís:
    Yo pienso que el coste de la certificación ha de pagarlo el que lo solicita, ya sea el profesional o el cliente. Si es el cliente quien solicita la certificación, pues el profesional ha de repercutir dicho coste. Si es el profesional quién incorpora la certificación a sus monedas, yo pienso que él debería asumir el coste. Si el mercado demanda la certificación, venderá más y su cifra de negocio aumentará, y si el mercado no lo demanda pues dejará de incorporarlo y se quedará como estaba. Lo que considero importante es que el mercado me ofrezca la posibilidad de escoger libremente entre comprar una moneda sin certificar o una moneda certificada.

    He leído vuestros comentarios a cerca del daño que ebay ha hecho a la numismática y os sorprenderá si os digo que para mí la existencia de ebay ha sido una bendición, pues ha sido mi principal proveedor de moneda falsa. Gracias a ello he podido aprender a determinar qué características distinguen una moneda falsa de una auténtica al poder compararlas.

    Saludos,

    Eduard

    1. «Si es el profesional quién incorpora la certificación a sus monedas, yo pienso que él debería asumir el coste. Si el mercado demanda la certificación, venderá más y su cifra de negocio aumentará, y si el mercado no lo demanda pues dejará de incorporarlo y se quedará como estaba.»

      Si el mercado demanda masivamente la certificación forzará a todos los comerciantes a ofrecerla, en cuyo caso dejará de ser un valor añadido y por tanto ya no se pagará, lo que repercutirá en una pérdida de beneficios por parte del comerciante que irán directos a tu bolsillo. Estaremos pues en un escenario en el que tú ganas y el coleccionista también, mientras que el numismático sólo pierde. La mayoría de coleccionistas estarán encantados con el trato pero tú, que eres empresario y tienes que mirar en el largo plazo, deberías procurar que tal situación no se dé.

      Todo irá bien mientras el mercado solicite vuestros servicios de forma mesurada y razonable (ese 5% de piezas de las que hablaba Adolfo, de alto valor, susceptibles de haber sido falsificadas, donde realmente un análisis metalográfico puede apoyar firmemente la decisión de compra por parte de un coleccionista sin impactar demasiado en el margen de ganancia). Si, por el contrario, por publicidad vuestra o porque simplemente la cosa se sale de madre, empieza a haber mucha gente que quiere su denario de 80 euros certificado por Nummetrica pues ahí tenemos un problema. Nunca minusvalores la irracionalidad del coleccionista numismático a este respecto: te asombrarías las cosas que yo veo y oigo en el desempeño de este digno oficio.

    2. Es muy cierto lo que dices Eduardo y creo muy importantes los analisis al mundo de la numismatica y seria fabuloso que estos controles puedan extenderse al mayor numero posible de monedas. Aunque parte del encanto como coleccionista para mi consiste aparte de saber identificar y clasificar monedas,y tambien lograr una cierta pericia frente a las mismas y aplicarla en los casos que competa sino seria un mero acumulador.
      Malo seria el dia en que todo este clasificado y dilucidado pues perderia parte de la curiosidad

      Un saludo y exito en tu emprendimiento
      Andres

  12. Creo que nadie ha dicho que el objetivo de Nummetrica sea que todas las monedas que se comercien en España vayan acompañadas de un análisis metalográfico. Eso sería imposible porque Nummetrica no tiene capacidad como para analizar y emitir informes sobre 500 monedas diarias, sería inocente porque justamente eso es lo que llevan intentando NGC y PGCS en Europa (quienes pueden hacer inversiones de decenas de millones de euros) y no lo consiguen, y sería estúpido porque no tiene ningún sentido analizar un denario de 80 euros que no lo pondría en duda ningún profesional. Así que eso ni se intenta ni se conseguirá.

    Yo estoy de acuerdo con Luis en que si los profesionales se ponen a acompañar a sus monedas de análisis metalográficos de manera sistemática al principio eso será un valor añadido pero en el medio-largo plazo dejará de serlo y será una imposición del mercado. Hará que los coleccionistas ganen valor, hará que Nummetrica gane dinero y hará que sean los comerciantes quienes «conduzcan» el valor de Nummetrica a los coleccionistas. ¿Ganarán o perderán dinero los comerciantes? Pues eso depende de muchos factores, y yo creo que el más importante de todos es la flexibilidad del cliente con respecto al precio. La moneda puede subir de precio incluso más de lo que vale el certificado, como hacen los comerciantes americanos con las cápsulas de NGC.

    Yo entiendo a los comerciantes que no apoyan la innovación (que son la inmensa mayoría) porque a largo plazo eso solo repercutirá en más costes. Pero tampoco hay que quejarse por ello. En otros comercios o en otras industrias hay una cultura de innovación constante en la que las empresas están constantemente proporcionando más valor al cliente con igual o menor precio. Todo el mundo entiende que una innovación ahora les proporcionará un valor añadido en el corto plazo pero será imitada por la competencia en el medio plazo y después les supondrá un gasto a todos sin proporcionar un valor añadido a nadie porque el cliente «ya se ha acostumbrado». PERO esa cultura de innovación entiende que para cuando llegue ese medio plazo la empresa tendrá que haber desarrollado una nueva innovación que hará que vuelva a tener un valor añadido. Y así por secula seculorum.

    Si queréis ejemplos de estas industrias pensad en las TIC. No tenéis más que ir a una tienda con 80 euros, comprar un procesador para PC y comprarlo con el procesador que os daban por 80 euros hace 15 años. Si creéis que eso se debe a que hay mucha competencia en los procesadores estáis equivocados: solo hay dos empresas grandes, INTEL y AMD. Obviamente la industria de los procesadores no tiene absolutamente nada que ver con el comercio numismático, simplemente lo he puesto como ejemplo.

    Así que si aparece una innovación que por algún motivo os veáis obligados a proporcionar al cliente aunque a largo plazo a vosotros no os deje valor y solo os reduzca el margen… pues no hay que quejarse, que es lo que toca. Quizá esa reducción de margen consiga echar del mercado a otros comerciantes y quizá así consigáis incrementar las ventas. O quizá no lo haga y solo consigáis perder dinero. Pero vamos, ya digo que tal escenario lo veo altísimamente improbable porque sin el apoyo de los comerciantes ninguna innovación es viable.

    Ahora bien, no todos los comerciantes son iguales y quizá haya algún tipo de innovación que pueda desarrollar un grupo reducido (idílicamente solo uno) de comerciantes y ningún otro pueda hacerlo en España. En tal caso esa innovación le proporcionaría a ese comerciante un valor añadido en el medio y en el largo plazo. Por ejemplo, una casa de subastas que haga fácilmente accesibles sus datos sobre las monedas subastadas y los remates de las mismas se convertiría a corto plazo en un referente de precios en el mercado español. Y eso es un valor añadido que no pueden hacer muchos comerciantes porque no creo que haya más de tres empresas en toda España que tengan un histórico de monedas vendidas razonablemente interesante (pongamos que al menos cien mil monedas vendidas).

    Saludos,
    Adolfo

  13. @Luís, no estoy en absoluto de acuerdo con tu argumento de que una hipotética demanda universal de certificados supondrá un coste que pagará exclusivamente el profesional. Para explicar como lo veo yo, intentaré ilustrarlo con un ejemplo que no tiene nada que ver con la numismática: Año 1985, decido comprarme un coche (moneda). El comerciante (numismático) me pregunta si quiero el coche con aire acondicionado (certificado). Si digo que sí, me cobra el extra (el certificado lo paga el cliente), si digo que no, pago el precio estipulado (no hay sobrecoste para nadie). Año 2005, decido que he de cambiar de coche y me encuentro que todos los coches (monedas) incorporan de serie aire acondicionado (certificado), por lo que compro el que más me gusta. ¿Quién ha pagado el aire acondicionado (certificado)? ¿Tú que opinas, lo ha pagado el cliente o lo ha pagado el fabricante/comerciante?
    La universalización del certificado no supone un beneficio exclusivo para Nummetrica, ya que como ha dicho Adolfo, la capacidad de Nummetrica es limitada; consecuencia: si hay una demanda masiva de certificados será necesario que más surjan más entidades de certificación, por lo que el beneficio se reparte, incluso los profesionales numismáticos podrían plantearse implantarlo en su modelo de gestión.
    Como explicaba en la entrevista, mi objetivo es implantar una metodología que asegure la calidad del producto (esto ya está inventado: el slab de PGCS, NGC…) y a su vez permita al coleccionista disfrutar de su moneda y guardarla como guste (esto no lo permite el slab). El método lo que ha de garantizar es la mejora continua, que es el objetivo de cualquier norma ISO: planificar-hacer-verificar-actuar. ¿Quién gana con esto? Para mi no hay duda: el cliente, y más vale que así sea porque es él quien mantiene el negocio.

    Saludos,

    Eduard

    1. Cuando se empieza a comparar el mercado numismático con otros mercados es cuando, para mí, esta clase de debates empiezan a no aportarme demasiado. Y no lo digo por altanería sino porque supone mucho esfuerzo rebatir algo que no debería hacer falta pues lo primero que hay que hacer al abordar un mercado es conocerlo. Que no digo que tú no lo conozcas pero mucho me temo que tu anterior mensaje, a mi juicio, no ha estado muy inspirado. Con ello no quita que no desee seguir conociendo tu opinión pero, por favor, ciñámonos todo el tiempo a los límites del mercado numismático.

      También, sinceramente, me suena un poco a música celestial todo lo de la normativa ISO y tal. Y que conste que yo he trabajado muchos años en la industria y sé perfectamente a lo que te estás refiriendo pero es que el mercado numismático no tiene nada que ver con la industria del cemento (donde yo estaba) o la de la automoción (la que tú has mencionado antes). Como consejo te diré que a la hora de intentar trasladar tu valor a un comerciante numismático huyas de comparaciones con otros sectores económicos.

    2. Creo que la comparativa que ha hecho Eduardo con el sector del automóvil es muy semejante a la que he hecho yo con los fabricantes de microprocesadores. Es simplemente un ejemplo de cómo en otros sectores se proporciona un valor al cliente final que en un principio puede verse como una ventaja competitiva y al medio plazo acaba siendo obligatorio. Que el coste asociado a ese valor se traslade o no al cliente final depende de un montón de cosas que no vamos a detallar ahora.

      Pero lo que es bastante obvio, y en eso estamos todos de acuerdo, es que la industria del automóvil, la de los procesadores, la del cemento y la numismática no tienen nada que ver. Hay cien millones de cosas que las hace diferentes y hace que lo que en una funciona en la otra no.

      Actualmente Nummetrica proporciona servicio fundamentalmente a profesionales de la numismática. Sobre todo a comerciantes pero también a académicos o a coleccionistas que han querido estudiar sus monedas. Ha habido algún particular que ha pedido un análisis de alguna moneda de su colección pero son casos muy puntuales. No es lo normal ni lo va a ser, al menos con Nummetrica ya que no se tiene recursos para dar un servicio masivo a todos los coleccionistas de España. Además, vuelvo a repetir que no tendría ningún sentido.

      Personalmente yo tengo en mi colección media docena de monedas que he analizado. Pero esa media docena las he analizado exclusivamente por curiosidad. No son las más caras. Las dos últimas que analicé fueron dos vellones medievales que no costaban ni 50 euros entre las dos. Lo hice por simple y llana curiosidad de ver cómo se ajustaban a la legislación del momento. Nada más.
      Las monedas más caras de mi colección no las tengo analizadas porque no tengo ni la más mínima duda de que son auténticas: se las he comprado a buenos profesionales y yo (que entiendo un poquillo del asunto) no veo nada raro. Además, no son monedas muy falsificadas. Así que si no hay sospechas no hay análisis. Si las analizase sería de nuevo por curiosidad de ver su composición de oro o por ver las trazas o por ver si podría intentar inferir de dónde provenía originalmente el oro que se usó para acuñar esas monedas.

      Saludos,
      Adolfo

      1. Yo estoy de acuerdo contigo, Adolfo, el problema es que el discurso de Eduardo no es el mismo que el tuyo. Mira estas frases de él:

        «La universalización del certificado no supone un beneficio exclusivo para Nummetrica, ya que como ha dicho Adolfo, la capacidad de Nummetrica es limitada; consecuencia: si hay una demanda masiva de certificados será necesario que más surjan más entidades de certificación, por lo que el beneficio se reparte, incluso los profesionales numismáticos podrían plantearse implantarlo en su modelo de gestión.»

        Leído este texto se puede concluir que Nummetrica contempla la posibilidad de un escenario de demanda masiva de certificados, cosa que no me extraña pues cuantas más monedas analicen más dinero ganarán.

        1. Yo eso lo interpreto como que Nummetrica no está preparada para escalar hasta un punto en el que certificase cientos de monedas diarias. Por lo tanto, si hubiera una demanda masiva tendrían que aparecer nuevas empresas o habría que buscar modelos de negocio nuevos donde se rompiese la cadena de valor y Nummetrica solo se centrase en una parte.
          Pero ya digo que es un caso muy hipotético para el que Nummetrica a día de hoy no está preparada.

    3. Y ya que estoy, puedo hacer una pequeña comparativa entre la diferencia de Nummetrica e ICG. ICG pretende dar un servicio a los coleccionistas de billetes y pretende darlo de manera masiva en Europa, o al menos todo lo masiva que pueda. Por lo tanto:

      – Se ha gastado una pasta en publicidad
      – Ha hecho un esfuerzo grande en ser conocida por coleccionistas por otros medios: entradas en este blog, certificación en subastas…
      – Da servicios de valor añadido al coleccionista, como puede ser la mediación en ventas de colecciones importantes de billetes
      – Tasaciones
      … etc.

      Esos servicios no los proporciona Nummétrica porque no busca dar un servicio al cliente final de manera masiva.

  14. Luís ,
    Entonces, si el mercado numismático no es comparable, si tiene unas características propias que hacen que no se puedan aplicar otros conceptos de mercado, si no se pueden aplicar nuevas tecnologías, ¿porqué se ha subido al carro de las subastas on-line? Está claro que se adopta lo que hace ganar (más) dinero, y lo que supone un coste para el profesional, aunque suponga un beneficio para el cliente, dejémolos como está.
    Sinceramente, quizás yo no sea capaz de entenderte, pero la sensación que me transmites es que las cosas ya están bien como están, y quizás tengas razón: en la ignorancia todos vívímos muchísimos más tranquilos.
    Respecto a que no conozco el mercado numismático, tienes toda la razón; no tengo ni idea. Desconozco cuanto se paga por un denario de Galba acuñado en Tarragona, no se distinguir un MBC de un EBC, no tengo ni idea si pagar 300 euros por un columnario de Méjico de 1758 en EBC es mucho o poco, deconozco quien vende on-line, quien vende en tienda y quien trapichea, no tengo ni idea quien es experto en qué tipo de moneda, etc, etc, etc. Como puedes ver soy un completo ignorante en cuanto al mercado numismático se refiere, porque, supongo que ser numismático es comprar y vender monedas, o almacenarlas en un album, o saber distinguir un MBC de un EBC, ¿no?. Los que tenemos otros conocimientos, ¿podemos coniderarnos numismáticos?

    1. Te comento punto por punto:

      «si tiene unas características propias que hacen que no se puedan aplicar otros conceptos de mercado, si no se pueden aplicar nuevas tecnologías»
      Esta frase es tuya y sin embargo yo no he dicho nada de eso. Esto se conoce como falacia del hombre de paja. Y no, no voy a intentar rebatírtela pues considero que se cae por su propio peso.

      «Está claro que se adopta lo que hace ganar (más) dinero, y lo que supone un coste para el profesional, aunque suponga un beneficio para el cliente, dejémolos como está»
      Al decir eso asumes que tú le aportas SIEMPRE un beneficio al cliente. Y ahí te niego la mayor pues más allá ciertas series críticas (el 5% famoso de Adolfo, un 10% si lo prefieres) el otro 90% NO requiere de análisis de ningún tipo ya que cualquier profesional que verdaderamente lo sea sabe distinguir las monedas buenas de las falsas. Sin embargo al plantear eso de algún modo generas artificialmente una necesidad en el coleccionista la cual luego te ofreces a satisfacer. De primero de marketing. En realidad, certificando masivamente las monedas no le aportas ningún valor añadido a la inmensa mayoría de piezas que es obvio que son buenas. Pero si consigues generarle esa necesidad al coleccionista, éstos la demandarán. Es en ese escenario donde me tendrás enfrente y no a tu lado.

      «pero la sensación que me transmites es que las cosas ya están bien como están, y quizás tengas razón: en la ignorancia todos vívímos muchísimos más tranquilos.»
      Sabía que más tarde o más temprano saldría una frase de este tipo. Yo no digo que las cosas estén bien como están pero tampoco voy a aceptar, al menos de buen grado, cambios que no me beneficien.

      En cuanto al resto de tu mensaje no voy a entrar en definiciones etimológicas de la palabra numismático. Fíjate que yo no digo «numismático» a secas sino «mercado numismático» o «numismático profesional», está bien claro por donde voy, si tú te quieres andar por las ramas eres libre de hacerlo pero yo no te voy a seguir el juego. Por otro lado tú mismo me retratas al decir que no sabes casi nada del mercado numismático. No te voy a atacar por aquí por respeto tanto a ti como a Adolfo, simplemente me voy a limitar a decir que no es precisamente la mejor carta de presentación de cara a introducir una novedad en este mercado.

  15. Hola.
    No hemos pensado que estos certificados si se generalizan también se falsificaran.
    Habrá el típico falsario en eBay que te vende la moneda falsa con un certificado falso. Porque ademas muchos mas pardillos caeremos en su mano por la búsqueda de la garantía absoluta.

  16. Porqué tengo la sensación de que el coleccionista aparece en una lista que todo el mundo conoce?. Creo que el arte de vender es un asunto personal y el descubrimiento del coleccionista también. Lo creamos con aportaciones que hace que las personas que empiezan tengan referencias claras que estimulan la confianza y motiva al que se siente indefenso en este terreno, y no hablo del arte de engañar porque esto siempre lo habrá y es bastante cansino que estemos dando vueltas constantemente con la historia del chollo.Como dispongo de una pequeña colección, pero con bastante información, me permito navegar para estudiar que es lo que se cuela por la red y realmente es demencial desde los datos falsos de las fechas que se dan para monedas que no las llevan hasta fechas que se incluyen como medievales cuando son modernas y de los precios no hablemos. Es acaso de ese mercado del que hablamos?.Un detalle..se venden monedas de los RRCC(Blancas) con fechas de 1400?-1460 o desde 1475 etc etc y el comprador se lo cree porque no sabe ya que entre otras cosas estas monedas entran a partir de 1497 con la Pragmática de Medina del Campo y con bastantes marcas con y sin ensayadores)
    Si de verdad nos preocupa como vender o comprar empecemos por garantizar a los nuevos lo que van a comprar, siempre estarán agradecidos del tiempo y dinero que le hemos ahorrado y se fidelizará a un nuevo comprador que sabrá donde buscar.
    Apoyo sí o sí las certificaciones y los estudios metalográficos creo que son la garantía para captar nuevos coleccionistas.

  17. Hola a todos, y sobre todo a mis amigos Luis y Adolfo.
    @Luis Ya tuvimos oportunidad de hablar del tema de los falsos. En este momento las tecnologias usadas por organizaciones criminales son de alto nivel y a la numismatica le hace falta confianza.
    De momento las monedas de 50 euros no se ven falsas. El problema son los columnarios de 250 euros y las romanas desde los 200.
    Hemos visto, tu y yo, en una convención fuera de España, un profesional honesto vender tremises de Eudocia (que ya se ven demasiado a menudo), sin saber que eran visiblemente falsos. Ahora, vamos, yo lo se que son falsos, estoy acostumbrado a verlos. Pero vamos a medir el daño que me hacen éstas monedas cuando un grupo de coleccionistas se vea que les han timado! Me costará luego vender los tremises. Ya que me emparanoiaré y directamente me negaré a comprarlos.
    Hablamos de aureos? Yo no los compro. Estoy en la paranoia? A lo mejor si. Pero ahora, por lo menos podré ofrecer a mis clientes un servicio nuevo. Y yo quedarme mas tranquilo.
    No te preocupes, querido Luis, nadie cuestionará los follis o los denaritos de 50 euros.
    Yo creo absolutamente en Nummetrica y he montado la empresa Hekte con Eduardo para dar un servicio a los profesionales y a los clientes. He creído en ésto despues de llevarme un palo fenomenal comprando sestercios falsos hace unos años.
    Creo en la profesionalidad, pero no creo en el hermetismo iniciático y mistérico que a menudo rodea este mundo.
    Subrayo que Hekte tiene un acuerdo con Nummetrica y, si te hace falta algun análisis, seguro que, por amistad, concordaremos un precio que no erosione tu beneficio.

    1. «un profesional honesto vender tremises de Eudocia (que ya se ven demasiado a menudo), sin saber que eran visiblemente falsos.»

      Entiendo que el vendedor pone su honor y su prestigio cuando vende una pieza es su mesa/tienda, y cobra un precio justo.
      Obviamente, todos nos podemos equivocar, pero creo que es implicito que todas las monedas que se ofrezcan desde un numismatico serio y honrado han de estar garantizadas. Si se necesita la ayuda de la tecnologia, pues adelante. Y si tiene un coste, por supuesto que acabara repercutiendo en el cliente… como el Corte Ingles…

    2. Jolín, es que si hay que darle la vuelta a los mismos argumentos una y otra vez no vamos a llegar a ningún acuerdo nunca: ¡pues claro que para lo aureos y similares me parecen utilísimos los servicios de Nummetrica! Si yo no estoy en contra de vosotros, de verdad, estoy en contra de un hipotético intento de extender este servicio a todas las piezas, en primer lugar porque no es necesario, en segundo porque obstaculizaría fuertemente el desempeño de los comerciantes numismáticos, sobre todo los autónomos ya que, como dije en un mensaje anterior, no veo a ningún coleccionista yendo a pedirle un certificado a la casa de subastas para su denario de 100 euros.

      En cuanto a los famosos tremises has puesto un caso muy extremo que te venía al pelo. Yo no seré quien hable mal de nadie pero tú sabes tan bien como yo la clase de flora y fauna que iba vendiendo esas monedas. El que les compre está actuando cuanto menos muy temerariamente, no siendo desde luego la clase de comportamiento que yo espero de un auténtico profesional.

      1. Matizo para que no sea ambiguo:

        la clase de flora y fauna que iba vendiendo los tremises A LOS COMERCIANTES (o a quien los quisiera pagar, para el caso), no me refiero a los comerciantes que luego pusieron a la venta en sus mesas dichas monedas (esos serían los que, a mi juicio, habrían actuado cuanto menos muy temerariamente).

      2. La cuestión no es el denario de 100 euros que le puede llevar a analizar o no, la cuestión es que a quien compra el denario de 100 es a quien le ha hecho varias compras y a quien algún día pueda hacer compras de miles de euros.
        Si te la cuela con uno de 100… pues ya me dirás.

        1. Miguel, a mí no me verás nunca defender a quien venda una moneda falsa. Da igual que sea de 10, de 100, de 1000 ó de 10000 euros, la falta con la pérdida de confianza subsiguiente es un hecho injustificable.

          Por otra parte cada coleccionista sabe (o al menos eso debería saber) a quien comprarle con las suficientes garantías. También yo, que necesito comprar más monedas que la gran mayoría de coleccionistas, sé a quien le debo comprar y a quien no. Es un conocimiento absolutamente necesario en este mercado y que no se puede pretender sustituir a fuerza de análisis metalográficos pues haría inviable el normal desarrollo del mercado.

    3. Pietro, yo he visto bajos imperios falsos, de los de 20 euros…
      Si una moneda cuesta producirla 3-4 euros y se puede vender por 10, será falsificada.

      1. Athalbert, haberlas hay las aunque no son muchas en comparación con las auténticas. Pero esas falsificaciones las detecta cualquier profesional o cualquier aficionado un poco experimentado del primer vistazo. No tiene sentido ponerse a autenticar monedas de 10 euros.

  18. Enhorabuena a Eduardo y a Adolfo por esta entrevista que da a conocer en profundidad los propósitos de esta empresa que también puede ayudar mucho a la modernización de la numismática. En caso de estar interesados en sus servicios, ¿cómo nos ponemos en contacto con Nummétrica?.

  19. A mi lo que me llama la atención de esta empresa es lo que ha dicho Soriano «que cada día se introduzca más estos nuevos recursos en la numismatica, y más en nuestro país»

    Por una parte, en algo tan aparéntemente alejado de la tecnología como es el coleccionismo de monedas, se introduce un recurso tecnológico tanto para su estudio como para su autenticación, al alcance de todos. Y además en nuestro país, porque aunque internacionalmente existe PGCS, NGC, etc cuando lees un foro yanky y se habla del análisis XRF parece que lo ven como algo a incorporar en un futuro. Desde luego que lo tendrán y seguramente lo usen, pero da la impresión de que no está muy implantado todavía.
    Yo personalmente tener una moneda encapsulada, como en un ataud, no me llama mucho la atención y me parece un punto de vista muy mercantilista.Prefiero un certificado en que me indiquen composición, y parámetros que indiquen su autenticidad o falsedad.

    Respecto a lo que se comenta de ebay, distribuidores, comerciantes, etc no creo que haya una línea divisoria que determine que una moneda entre en la categoría de autentica o no por haberla comprado en un sitio u otro. Desde luego unos son más fiables que otros, pero…
    Y me parece muy optimista pensar que «un coleccionista experto o un comerciante es capaz de diferenciar el 95% de las falsificaciones con una buena lupa», aunque mi punto de vista es el de un novato en esto del coleccionismo de monedas.

    En fin, que existe una empresa que ha introducido nuevos recursos y tecnología en la numismática, y está en nuestro país.

    1. Pues yo creo que un buen profesional con la suficiente experiencia sí que puede detectar el 95℅ de las falsificaciones. Date cuenta de que la inmensa mayoría están bastante mal hechas y son evidentes para un ojo entrenado. De las que se dudan son de las falsificaciones masivas hechas hoy en China o en Bulgaria… Bueno, y de alguna andaluza también, de vez en cuando.

  20. Si bien la tecnologia para crear moneda falsa a aumentado mucho en los ultimos años, siempre el hilo se corta por lo mas delgado. Es muy dificil falsificar una moneda perfectamente: o bien falla el peso, el sonido del metal, el diseño del canto (ej. en los columnarios), porosidad de la superficie, y si tienes monedas de probada autenticidad para comparar, las falsificaciones generalmente caen por su propio peso.
    Que hay falsificaciones las hay, y en todos lados.Pero la gran mayoria de las monedas son autenticas. Si esto no fuera asi, no se hubieran usado como medio oficial de cambio en el mundo durante mas de 1000 años. No dudo que nadie sea infalible, pues a todos se nos ha pasado alguna vez. Si no, se dejaria de emitir la moneda circulanrte en el mundo de una vez por todas, y billetes tambien, porque no.
    Creo que lo importante es estudiar muy bien las monedas, en particular la que pensamos adquirir.

    Saludos!

  21. Acabo de llegar a Graz (Austria) y menuda habéis liado….

    @Luis @Eduardo y @Pietro, en el fondo creo que vuestras posturas son muy semejantes, lo que pasa es que el medio escrito y asíncrono quizá no sea la mejor forma de debatirlo. La próxima vez que coincidamos pago yo la primera ronda y seguimos la conversación.
    Yo creo que todos estamos de acuerdo en que este tipo de análisis es muy útil para complementar la opinión de un experto pero que no tiene sentido generalizarlo para todas las monedas que venda un comerciante. Yo si comprase un áureo o un buen sestercio lo mandaría a analizar porque son series muy falsificadas y se tratan de piezas que bien pueden costar 4000 euretes. Tanto el vendedor como el comprador aceptarían incrementar 30 euros (un 0,75%) la venta con tal de estar más tranquilos. Pero no tiene sentido hacerlo con un duro de plata o con un dinerito medieval que cueste 30 euros y que no son series donde haya apenas falsificaciones de calidad. Creo que la diferencia es tan obvia que si alguien no lo entiende lo único que se me ocurriría sería llevarle a parvulitos.

    Nota: estoy diciendo lo de 30 euros sin tener ni idea de lo que cobra Nummetrica por los certificados….

    Por otro lado, sí que hay quien pide a las casas de subastas certificados por monedas baratas: https://blognumismatico.com/2012/01/29/50-pesetas-de-195769-con-error-de-acunacion/

    @tricky, ya vimos una vez cómo un espabilado falsificó un certificado de autenticidad para timar 50 euros y acabó con una denuncia en la que se pedía pena de prisión: https://blognumismatico.com/2012/03/23/pasarse-de-listos-iv/

    Para evitar estas falsificaciones nada más fácil que respaldar cada certificado con una copia on-line y acompañarlo con alguna foto a 600x que permita identificar unívocamente la moneda. Ese servicio ya lo ofrece PGCS y tecnológicamente no es muy complejo.

    Saludos,
    Adolfo

    1. Muy de acuerdo Adolfo.
      Para monedas de muy alto valor esta claro que Nummetrica puede prestar un servicio valiosísimo. Negarlo sería señal de gran cerrilidad. El costo del análisis apenas impactaría en el valor de la moneda y tampoco serían un problema las posibles demoras pues se trata de ventas cuya venta no se le hacen a un «piernas» cualquiera sino a coleccionistas serios y formales. Tampoco supondría mayor problema el envío de la pieza al laboratorio pues existen métodos muy seguros de envío cuyo costo podría, nuevamente, asumir el elevado precio de la moneda.

      En el caso de monedas de valor medio para abajo la cosa cambia. El mercado se vería obstaculizado por multitud de razón de las cuales el costo del análisis sería sólo una de ella. Así a vuela pluma se me ocurre:
      –Alto impacto económico en el valor de la moneda (el argumento más intuitivo)
      –si se recurre a un envío muy seguro vuelve a incurrirse en gastos elevados sino ya tienes ahí un factor de riesgo (hay casos de certificados perdidos en correos).
      –Demoras en el proceso de venta: el que hoy está dispuesto a comprarte una moneda mañana puede no estarlo por que le han entrado el recibo del IBI o porque no le da la gana, pudiera darse incluso casos de gente que, una vez hecho el análisis, ya no quisiera la moneda por el motivo que fuera.
      — Gente, en general, que no comprara monedas si no las ve certificadas independientemente de su precio. Podrá ser de parvulitos, Adolfo, pero que iba a haber casos y no pocos me juego el cuello y no lo pierdo.

  22. Respecto del tema de la falsificación de ocho reales columnarios, moneda bastante falsificada, ¿las hojas de laurel del cordoncillo siempre tienen que ser un número exacto o fijo, por ejemplo siempre 40 ya sean de Felipe V, Fernando VI o Carlos III, o puede variar algo su número?.

  23. Muy interesante. Es posible que el ojo del profesional y aficionado experimentado descubriera la mayoría de falsificaciones en un pasado no muy lejano, pero los tiempos han cambiado, y ahora los falsificadores cuentan con los medios suficientes para poder evadir esa barrera, con lo que hacen falta estas innovaciones para, en definitiva, salvaguardar nuestra afición.

    He visto cómo le han colado falsas a las casas de mayor prestigio del país, las cuales tienen muy buenos profesionales en nómina. Y muchas nunca se detectarán de lo buenas que son, pero a nadie le parece sospechoso que haya tantos duros cantonales en las subastas de prestigio? eso ocurre porque al ojo es muy difícil casi imposible diferenciar una auténtica de una falsa bien hecha, el estudio de composición descartaría muchas, y haría que la auténtica subiera mucho de precio.

    Siempre comento a destiempo… Adolfo, tú que siempre defiendes el uso de las nuevas tecnologías, pon un avisador a nuestros mail de novedades :-)

    Tomo nota de la empresa de Eduardo.

    1. Ando al tanto de las nuevas tecnologías porque me gusta tanto la tecnología como la numismática. De hecho me dedico a la investigación de nuevas tecnologías.

      Por parte de los duros cantonales es normal que aparezcan muchos en subastas porque estamos en un momento donde se venden muy mal. No sé por qué ahora no los quiere nadie y se pueden encontrar a buen precio incluso en estado de conservación muy altos (buen momento para comprarlos, por tanto). Así que muchos comerciantes o aficionados los mandan a las subastas como única manera de deshacerse de ellos y convertirlos en liquidez.

      Saludos,
      Adolfo

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