La liquidez de una colección

Una de las preguntas recurrentes de los lectores que me escriben es qué opino de su colección como un vehículo de inversión. Esto lo suelen preguntar los coleccionistas que están sufriendo su primera «primera vez» y pasan de comprar monedas con lo que se gastarían tomando un par de cañas con los amigos a apartar un dinero significativo al mes (entre 50 y 200 euros generalmente) para comprar monedas. La idea de estos coleccionistas no es tanto ganar dinero, sino el no perderlo; o al menos no perder más de la cuenta. Ellos buscan que si se gastan 150 euros en una pieza dentro de 10 años puedan venderla con relativa facilidad entre 120 y 200 euros, de tal manera que unas por otras no se pierda dinero. Una aspiración razonable para un coleccionista medio. Lo que pretenden evitar es que les pase como a Climent y a tantos otros. Mi respuesta a esas preguntas se suele centrar en que reflexionen sobre la liquidez de su colección. Como ya digo que es un tema recurrente que afecta tanto a los coleccionistas medios como a los más pudientes creo que está bien dedicar una entrada al respecto.

Antes de nada el concepto: la liquidez representa la cualidad de los activos para ser convertidos en dinero efectivo de forma inmediata sin pérdida significativa de su valor. En otras palabras: algo será más líquido cuanto más fácil sea «cambiarlo por dinero» sin perder mucha pasta en el cambio. El que tenga una cuenta bancaria tiene un activo muy líquido porque en cualquier momento podrá ir a un cajero y cambiar parte de ese activo por dinero en efectivo. Sin embargo el que tenga un piso y quiera venderlo verá que la liquidez del mismo es muy baja porque si quiere convertirlo en dinero rápidamente perderá mucho en la venta.

Una colección de monedas es una inversión muy poco líquida si se compara con inversiones en fondos, ETFs, plazos fijos, Letras del Tesoro o incluso lingotes de oro. Pensad, por ejemplo en una persona que tenga 10 millones de euros en acciones de General Electric. Si esa persona necesitase dinero líquido de un día para otro no tendría más que vender sus participaciones en General Electric y podría obtener de forma prácticamente inmediata el precio de mercado de esas acciones. Sin embargo, si esa misma persona tuviese una colección que pudiera subastarse por 10 millones de euros, él no sería capaz de obtener ese precio de mercado (si tal cosa existe en numismática) de un día para otro. Eso hace que las monedas sean menos líquidas que, en este caso, unas acciones de General Electric.

Como consecuencia de lo anterior no recomendaría a nadie gastarse en monedas el dinero que pueda necesitar en el medio plazo porque si lo hace corre el riesgo de perder bastante a la hora de convertirlo en dinero líquido de nuevo. Esto es de sentido común pero no está de más recordarlo porque conozco algún caso de llevarse las manos a la cabeza. En cuanto a la inversión al largo plazo esta idea de liquidez es muy importante porque, como regla general y casi sin excepción, cuanto más líquida sea una colección más sacará un coleccionista o sus herederos al venderla.

Ahora viene la pregunta del millón: ¿cómo se sabe si una colección es líquida o no? Para eso hay que fijarse en la oferta y la demanda de las monedas de dicha colección. Así que si seguimos la clasificación propuesta en esta entrada lo tendremos muy fácil.

Lo primero es decir que las monedas de alta oferta no son nada líquidas, ya que si una moneda «la tiene todo el mundo» entonces solo podremos venderla en caso de que seamos quien más barata la ponga. Y hay veces que ni aún así. Coleccionar este tipo de monedas, como pueden ser los euros, es muy barato y divertido pero si llega el día que queremos vender la colección nos encontraremos que ningún comerciante la quiere. Ni barata ni cara: no la quieren. Eso es lo peor que nos puede pasar, como le pasó a Climent. Así que estas monedas las descartamos directamente como medio de inversión, al igual que descarto de la discusión posterior las monedas tipo bullion o aquéllas cuyo precio sea fundamentalmente su peso en oro o plata. Esas monedas son las más líquidas de todas pero solo se ofertará por ellas su precio de fundición.

Una vez que nos olvidamos de esas monedas la liquidez de una colección está muy relacionada con la demanda de la misma. Ojo que no es lo mismo «monedas buenas» que «monedas demandadas». Un plomo raro y bien conservado de la dinastía Satavahana puede ser una magnífica moneda y costar bastante dinero al que la quiera comprar, pero me gustaría saber qué pasa el día que el coleccionista quiera venderla.

Dentro de la numismática española dos ejemplos extremos pueden ser las fracciones de dinar de los reinos taifas y las onzas de alta calidad. Si vamos a una convención cualquiera con cien fracciones de dinar «valoradas» en 18.000 euros y queremos venderlas nos toparemos con que solo un 10% de los comerciantes sabrán clasificar las piezas (estoy siendo optimista), así que lo normal es que de entrada al 90% no le interesen al no ser que se lo pongamos a precio de auténtico derrumbe. De un plumazo nuestro «mercado potencial» se ha reducido al 10% del que teníamos antes de entrar en la convención. Pero resulta que los dos o tres comerciantes que sí que las conocen saben que si las compran pueden tardar años en encontrar a un coleccionista que las busque por lo que tendrán que adquirirlas a un precio que compense el mantener ese dinero paralizado durante años y el trabajo extra de andar buscando al coleccionista, así que difícilmente ofrecerán por el lote más de 5.000 euros. Además, incluso en el supuesto caso de que hubiera un comerciante que tuviera un cliente que se está muriendo por obtener esas fracciones de dinar, ese comerciante sabe que el propietario lo tendrá difícil para encontrar a alguien que se las pague caras, así que su oferta seguirá siendo baja.

Ahora llegamos a una convención, como fue un amigo mío a la de la ANE del año pasado, con siete onzas bonitas y rarillas pero sin ser ninguna de ellas algo espectacular. Absolutamente todos los comerciantes de la convención estaban interesados en adquirir esas monedas (otra cosa es que tuvieran dinero líquido para hacerse con ellas) porque todos sabían clasificarlas, todos sabían valorarlas, todos sabían tasarlas y todos, absolutamente todos, tenían algún cliente al que le interesaban. Cualquiera de ellos sabía perfectamente que podría vender esas monedas por 18.000 euros (cifra inventada) en menos de un mes, así que mi amigo pedía 15.000 euros por ellas (cifra inventada). Pero lo más curioso de todo es que a la hora de vender mi amigo no iba a bajar mucho el precio ni se iba a dejar regatear gran cosa porque sabía perfectamente que si en vez de 15.000 euros pidiese por ellas 14.000 se las quitarían de las manos.

Con estos dos ejemplos creo que se ve bastante bien dos cosas:

Coleccionar monedas con muy líquidas es buena idea porque se perderá menos dinero a la hora de venderlas a largo plazo.
A la hora de comprar monedas con poca liquidez se puede exigir una reducción grande sobre su «precio de mercado». Pero el que quiera hacer esto para ganar dinero o es experto o le tendremos en nuestro siguiente capítulo de Pasarse de Listos.

También me podría objetar alguien que la demanda de unas monedas no permanece constante y por tanto la liquidez tampoco. Efectivamente, esto es así y pasa tanto con las monedas como con otros bienes muebles e inmuebles (un piso en 2005 era un bien muchísimo más líquido que en 2014). Pero como ya comentamos hay series cuya demanda permanece muy estable porque tienen salida en el mercado internacional o porque sus compradores pertenecen a la clase alta (por suerte o por desgracia a la clase alta le afecta mucho menos las crisis y su consumo permanece más estable). Los ejemplos de estas series ya los comenté en su día: denarios imperiales, sestercios imperiales, duros españoles, El Centenario, onzas, duros del mundo, la Unión Monetaria Latina… en fin, lo que colecciona todo el mundo.

Otra cuestión es que dentro de una misma serie puede haber monedas que tengan más demanda que otras y por tanto en una colección puede haber monedas muy líquidas y otras que no lo son tanto. Esto puede darse en una colección de El Centenario (los duros son mucho más líquidos que las pesetas, por ejemplo); o en colecciones que tengan piezas rarísimas pero no demasiado buscadas. Ahí mi consejo es que si una moneda vale un dinero que nos va a doler de verdad perderlo busquemos siempre que tenga fácil venta. Las monedas de frikis, se las dejamos a los frikis. Otro consejo es que las piezas más caras de la colección sean muy líquidas. Por ejemplo, al que coleccione platas de Carlos III le recomendaría que sus monedas más caras fuesen los 8 reales. O al que quiera coleccionar monedas de oro de la Unión Monetaria Latina, le recomendaría que se centrase en las series de 20F y 100F.

Las imágenes que ilustran la entrada muestran algunos de los duros alemanes que saca Aureo en su próxima subasta.

32 comentarios en “La liquidez de una colección”

  1. «las monedas tipo bullion o aquéllas cuyo precio sea fundamentalmente su peso en oro o plata. Esas monedas son las más líquidas de todas pero solo se ofertará por ellas su precio de fundición.»

    Hay monedas tipo bullion, normalmente 1 onza troy, pero su valor no es el de la plata sino que tienen un premium importante, y son colecciones muy populares. Mas alla de las aguilas o filarmonicas, tenemos las kookaburras, canguros, pandas, elefantes, lunares, kiwis, y demas… Si bien es verdad que aqui los numismaticos profesionales no te las van a valorar demasiado, te diria que sí hay mercado y grande por el centro Europa.

    Por ejemplo:
    http://www.ebay.de/itm/Neuseeland-2007-THE-GREAT-GEPUNKTETE-KIWI-1-OZ-SILBER-BU-inBLISTER-RAR-/221440014001?pt=M%C3%BCnzen_Medaillen&hash=item338eda76b1

    Una de las ventajas es que no hay que tener grandes conocimientos con lo cual es mas dificil que se la puedan dar con queso, y para empezar se me antojan colecciones faciles, bonitas y que a la larga valdran algun dinero. Algunas como los pandas y los kiwis han cogido precios importantes.

    Nada que ver con las monedas historicas… por supuesto…

    1. Con esa frase me refiero a las monedas cuyo precio sea fundamentalmente su peso en oro o plata. Si hay algunas monedas que se emitieron como bullion y ahora, por el motivo que sea, valen más que su valor intrínseco entonces ya no caerían en esa categoría.

      Imagínate que vas con 1.000 kiwis de una onza cada uno. Pues cualquier comerciante te los compraría pero las cuentas son muy simples: 1.000 kiwis x pureza de esa moneda x precio de la plata – lo que quiera ganar el comerciante – lo que cueste la fundición = la pasta que te llevas tú. Si en vez de llevar 1.000 kiwis llevases 10.000 las cuentas iban a ser iguales. Y si en vez de 1.000 kiwis fuesen 1.000 koalas, pues lo mismo.

      Ahora bien, si dices que resulta que el kiwi de 2007 es más caro por el motivo que sea, pues entonces ya no valen esas cuentas y habría que pensar en el porcentaje sobre el «precio de mercado» que se llevaría el comerciante al comprarlo. Si esa moneda ronda los 100 euros es razonable que un comerciante la compre a 60 euros. Pero eso comprando pocas, si le llevas 200 raro será que las pague a más de 40 euros.

      Estoy contigo en que esas colecciones conmemorativas son colecciones muy fáciles para irse iniciando y es muy complicado que un novicio se vea engañado en ellas. Hay muy poco margen de error.

      Saludos,
      Adolfo

  2. Otro tipo de pieza que siempre me llamo la atención por su demanda en todo el mundo es la moneda macuquina española colonial. A pesar de su tosca forma, poco estética, si tomamos como referencia un diseño idealizado de moneda o por ejemplo comparamos con los duros del mundo, que tanto llaman la atención a los novicios o a las personas que son ajenas a la numismática. A pesar de sus variaciones en el peso y su alto índice de falsificación, tienen una demanda constante y siempre creciente en el mundo numismático. Tal vez esto se deba a la historia intrínseca que conllevan.

    Saludos

    Andres

  3. Como siempre defiendo, porque es mi línea entre otras,que mientras más dominio tengas de lo que posees más facilidad tendrás para conseguir compradores a la larga. A medida que trabajas una ceca y ensayadores de la misma, por ejemplo, más información buscarás y más contactos harás y por ende esta dinámica de la relación cultura- persona te dará ella misma lo que necesitas. Esto es la «Dinámica del movimiento», ahora bien la dinámica como mismo dice la palabra nos habla de movilidad y no de sedentarimo. No es lo mismo comprar y guardar que comprar y movilizar.
    Yo, que trabajo con valores bajos, reconozco el valor que tiene lo que se sobre esos valores(monedas)y por eso tengo confianza en las piezas que poseo porque además lo tangible(moneda) y lo intangible(conocimiento)son valores importante en el tipo de coleccionismo que trabajo, y como en todo cuando te especializas en algo te vuelves especial en ese algo pero sinceramente el desconocimiento no creo que sea un buena inversión para apoyar compras en un futuro incierto.
    Saludos

  4. Adolfo, enhorabuena por esta entrada aunque este tema haya sido abordado en otras ocasiones. Pienso que hay que guardar por parte del coleccionista de monedas un equilibrio entre la liquidez más o menos futura, y la satisfacción por coleccionar las monedas que a cada uno más le gusten, además de que no siempre se concibe una colección para vender más adelante su totalidad o parte de ella sino, por ejemplo, por el gusto de dejar a tu hijo o hijos un pedazo de historia en monedas. Habrá coleccionistas que tengan como primordial la liquidez y no les importe coleccionar monedas que no les gusten, aunque creo que la liquidez va unida a las monedas que gustan a una mayoría. Lo peor es unir una liquidez presuntamente escasa con monedas que no suelen gustar a muchos, pero hay que comprender que hay gente para todo ( «pa tóo»). Por cierto, sería buena idea que en las convenciones numismáticas los comerciantes pongan un cartelito para saber quiénes y de dónde son, o al menos se presenten cuando hablas con ellos, o ya como mínimo respondan cuando se les pregunta. Sólo por un mínimo de educación.

  5. @Andrés, efectivamente la moneda macuquina tiene mucha demanda, aunque yo comparto con los novicios la característica de que no nos llama demasiado.
    Yo creo que uno de sus mayores alicientes es que no hay dos monedas iguales y de que no es una moneda «evidente», ni de clasificar ni mucho menos de tasar. Digamos que supone un reto mucho mayor que coleccionar moneda del siglo XVIII para adelante. Yo, personalmente, esos retos los encuentro en la numismática medieval, que tiene una estética que me llama más la atención.
    La otra gran razón por la que las macuquinas tienen tan buena tirada internacional es porque los gringos las consideran «sus» monedas antes de que hubiera dólar. Digamos que para muchos americanos las macuquinas son una especie de precursoras del dólar. No les falta razón. Claro que cuando entra el mercado americano la demanda ya está asegurada por la enorme cantidad de coleccionistas -y la enorme cantidad de coleccionistas con mucho dinero- que hay por los USA.

    @Juan Luis, ese es un terreno donde no he querido entrar a propósito. Si te fijas en el primer párrafo indico la característica del coleccionista del que hablo. Digamos que es un coleccionista «normal» que conoce a media docena de comerciantes y a un puñado de coleccionistas. Pero que ni anda de acá para allá buscando contactos ni quiere ponerse a vender monedas una a una el día de mañana. Tampoco pretende llegar a ser un experto.
    Otra cosa es si se hablase de un coleccionista experto. En ese caso lo que le diría es: busca lo que te apasione, conoce al resto de coleccionistas a los que les apasiona lo mismo y hazte un auténtico experto en ello. Tu conocimiento será la mejor inversión porque si tienes una moneda muy rara que solo la buscan cuatro personas en el mundo pero tú conoces a las cuatro… entonces eres tú el que tiene la sartén por el mango. Obviamente eso no es algo para novicios.

    @Javier Sánchez, yo creo que es más o menos natural preguntarse eso de «si algún día quiero vender mi colección ¿cuánto sacaría por ella?», independientemente de si se pretende vender o no. Por otro lado, el equilibrio que buscas muchas veces se puede encontrar de manera natural. Por ejemplo, si a alguien le gusta la Unión Monetaria Latina y quiere hacer una serie de plata, pues es preferible que haga la serie tipo duros que tipo pesetas. Si alguien es un absoluto apasionado de las monedas de módulo peseta… pues oye, que las coleccione, pero yo la verdad es que no conozco a nadie con una pasión tan específica. Igualmente, si alguien busca hacer una colección de oro de los borbones y no quiere meterse en onzas yo le recomendaría que fuese a por los dos escudos o a por los medios escudos, que son monedas muy bonitas y divertidas. Si resulta que él es un apasionado de las medias onzas… bueno, pues que las coleccione pero sabiendo que son más raras y luego serán más difícil de vender.

    Por parte de los vendedores, en muchas convenciones sí que ponen un cartelito. Otra cosa es que los vendedores lo quiten nada más llegar. La verdad es que una vez que vas a unas cuantas convenciones acabas conociendo a todos y son siempre las mismas caras. Por la amabilidad… pues como acabas de decir hay gente «pa tóo». Luego que no se quejen si no venden.

    Saludos,
    Adolfo

    1. Claro que me he preguntado y es natural plantearse el tema de cuánto dinero darían por mi colección de monedas, aunque no hubiera intención de venderla. Pero creo que muchos coleccionistas a los que no les importaría vender su colección de monedas o de parte de ella se echan para atrás, a no ser que tengan extrema necesidad de vender y conseguir dinero, presumiendo que les darían como mucho la mitad de lo que se gastaron en forjar la colección. Por esa es una afición en la que no entra mucha gente, y hay muchas cautelas, porque nadie quiere malgastar su dinero. Buena parte de los coleccionistas de monedas, si no me equivoco, son aficionados a los temas de historia, y ese es un atractivo para fomentar la afición a la numismática.

      1. Estoy de acuerdo en algunas cosas de las que dices pero en dos puntos no:

        – No creo que mucha gente le eche para atrás la posibilidad de recuperar dinero en el futuro a la hora de aficionarse a la numismática. Mi «otro gran vicio» es viajar, y sé perfectamente que el dinero que me gasto en un viaje no lo voy a recuperar nunca (y quien dice viajar dice hacer cualquier deporte, ir a bailar, ver cine…). Claro está que el dinero gastado se transforma en el placer de viajar y en el conocimiento aprendido en el viaje, exactamente igual que en el caso de la numismática. Ahora bien, en la numismática parte del dinero gastado se puede recuperar, cosa que con los otras aficiones no.
        Ahora, lo que sí que les echará para atrás a muchos es a la hora de gastar una gran cantidad de dinero en una moneda. En plan de gastarse 3000 euros en una pieza sin saber cuánto podrían recuperar por ella en caso de tener que venderla. Claro está que no es lo mismo gastarse esos 3000 euros en un dinerito raro de Alfonso VII (poco líquida) que en una pelucona de Fernando VI (muy líquida).

        – Solo un matiz con respecto a tu afirmación sobre los coleccionistas de monedas. Yo diría que la mayoría de los coleccionistas de moneda antigua tienen un interés sobre la historia, aunque no todos. Pero nos olvidamos de que hay muchos coleccionistas que simplemente coleccionan moneda del mundo o actual, que son piezas muy muy baratas, simplemente por el placer de coleccionar. Esa es una enorme proporción de los coleccionistas aunque son bastante invisibles porque no están tan enganchados a la numismática como nosotros y no dan tanto la lata escribiendo todo el día por la Web o asistiendo a convenciones.

        Saludos,
        Adolfo

        1. Bueno, tal vez no me haya hecho entender bien. Comparando la numismática con otras aficiones (viajar, cines, deportes, comer en restaurantes, etc), las monedas quedan ahí físicamente y después si quieres las puedes vender. Pero yo a lo que voy es que por esas monedas o por esa colección tal vez te paguen por ella la mitad o como mucho 3/4 de lo que se gastó uno en dinero. También influyen otras variantes, como el tiempo medio transcurrido, el IPC, la inflación…, o que haya piezas que se hayan revalorizado. Por otro lado, no me olvido de los coleccionistas de moneda moderna, que se mueven por intereses no relacionados con la historia sino por las curiosidades, la geografía, los acontecimientos, etc. Básicamente me refería a coleccionistas de moneda antigua, que yo llamo moneda histórica. Saludos.

    2. En las convenciones numismáticas también entra gente que no colecciona monedas o que no ha ido nunca a una convención. Lo del cartelito identificando quiénes y de dónde son los que tienen una mesa es una práctica que no ha de perderse. Ayuda a tener más confianza, a entablar conversación, a entenderse, a presentarse…, en suma, a compartir esta afición, si es que se quiere compartir, porque ya he visto que algunos comerciantes se dedican a hablar mal de otros. Y no sigo hablando…

      1. Hay algunos comerciantes a quienes les ha debido enseñar mercadotecnia Atila, el rey de los Hunos.

        Las razones que se me ocurren son dos: o bien con gente que están acostumbrados a otras épocas donde el cliente «pertenecía» a un comerciante y no son capaces de atraer clientela en un mundo globalizado más que insultando a las espaldas a sus compañeros de profesión, o bien simplemente sus habilidades sociales no dan más de sí.

        Afortunadamente a esa gente les va cada vez peor.

        Saludos,
        Adolfo

  6. Hola a todos: dicen que las tres patas de una inversión son rentabilidad (financiera, fiscal…), seguridad y liquidez. También podrían añadirse: la flexibilidad y el tiempo (plazo de la inversión). Hoy, Adolfo nos habla de la liquidez.

    Una moneda se puede liquidar por dinero con facilidad. Incluso inmersos en una catástrofe. No obstante, si necesitamos vender urgentemente (igual sucedería con otros bienes) perderíamos probablemente rentabilidad.

    Las monedas más demandadas por el mercado serían las más fáciles de liquidar. Habría que contar con los temas (Borbones, El Centenario, denarios…Adolfo lo expone más arriba) y con que no fueran especialmente caras por su rareza (supongo), aunque pienso que si el precio es mayor debido a su conservación, también serían líquidas porque son monedas que a todos nos interesan.

    También me ha gustado mucho el aspecto del «conocimiento» que habéis comentado. Lo que todos conocemos deja más claro el cierre de la venta a las partes. Y, por supuesto, un coleccionista que conoce su colección y tiene contactos tiene un punto fuerte añadido.

  7. Efectivamente, Creo que es interesantisimo estas publicaciones que hace Adolfo, y creo que deberia tener todo el reconocimiento y agradecimiento del mundo.

    Creo que las secciones del blog «Una colección como plan de pensiones» y todos los temas relacionados sobre la inversion, la liquidez, la oferta y demanda, volatilidad, son de una enorme importancia para los coleccionistas, aunque sean colaterales de la aficion.

    Logicamente aunque es una aficion muy cara, en principio nos vamos a gastar dinero 1.000€-2.000€-3.000€ o más…

    Y claro llega un momento, un punto en el que te planteas que te has gastado 2.000€ irrecuperables o por lo menos en su mayor parte.

    En ese momento es cuanto te replanteas tu aficion, y el dinero que has invertido en ello y haces cuentas.

    Considero que quitando los momentos puntuales de compras, convenciones y subastas, nuestra aficion es relativamente solitaria y esta orientada al Historia, Estudio, Reflexion, clasificacion, y coleccion de las monedas y hay poca gente con la que tratan estos temas.

    Llegados a este punto, con algunos cientos o miles de euros gastados es donde, de manera desinteresada llega Adolfo con este blog y desde su experiencia nos invita a reflexionar, como es la manera mas prudente o mas realista de seguir con nuestro hobby, gastandonos dinero, pero siempre de una manera «eficiente» para que podamos recuperar una gran parte de este y la diferencia perdida sea asumible como el coste de una aficion.

    Para ello nos propone diversas estrategias, nos mejora nuestra tecnica de razonar y comprender, comprar y vender, y nos explica con que periodos o colecciones podemos perder mas o menos y como minimizar el riesgo.

    Y lo hace de manera didactiva y amena. Así que cojonudo, gran blog y gran aficionado Adolfo.

  8. Rullan R. Winters.

    Hola Adolfo! Me intriga esto que dices: «…dentro de una misma serie puede haber monedas que tengan mas demanda que otras…» «Por ejemplo al que coleccione platas de Carlos III le recomendaria que sus monedas mas caras fuesen de 8 Reales.» Puedes ampliar este ejemplo? Entiendo que los 8 reales de Carlos III tienen mas demanda que los 4 Reales de Carlos III.Se acunaron mas monedas de 8 Reales Que de 4 Reales,las monedas de 8 Reales de Carlos III andan en $225 en Extra Fine,las monedas de 4 reales de carlos III andan en $275 en Fine.Yo aun no he comprado monedas de 4 Reales de Carlos III.(Es la denominacion mas escasa).En fin,cual es tu opinion.Gracias. Rullan R. Winters.

  9. @Pedro, celebro que te haya gustado la entrada. Sabiendo de inversiones mucho más que yo es todo un alago. Y sí: el conocimiento debe acompañar a cualquier inversión, no solo la numismática… pero especialmente la numismática al menos por lo que respecta a este blog.

    @Hayek, muchas gracias por los halagos :)
    Una de las cosas que más me gusta de este blog es que se nota mucho mi aprendizaje. Si leo ahora lo que escribí hace años veo que no me gusta la forma y en algunos casos tampoco el fondo. Eso no significa más que una cosa: he aprendido en este tiempo. ¡Menos mal!
    A otros blogueros, como Darío, esto no les va demasiado. El ha preferido empezar un nuevo blog ( http://numarius.blogspot.com ) entre otros motivos para dejar de publicar algunas de sus entradas más antiguas con las que ya no se siente conforme. Digamos que son diferentes maneras de verlo.

    @Rullan, si te das cuenta tú mismo estás respondiendo a tu pregunta: se acuñaron muchísimas menos monedas de 4 reales que de 8 reales y sin embargo el precio es más o menos el mismo o un poquillo más alto en el caso de los 4 reales. Eso solo puede deberse a que la demanda es mucho menor en los 4 reales (hay muchos menos coleccionistas) y como consecuencia son monedas más difíciles de vender, es decir, menos líquidas.
    Repito que con esto no digo que no sean monedas interesantes -a pesar de que el medio duro y la media onza son módulos que a mí nunca me han llamado- pero desde luego que tienen mucha menos demanda que los duros o las onzas.

    En cuanto a la frase concreta, imagínate que alguien coleccione platas de Carlos III y tenga una colección de 50 monedas. De esas 50 monedas hay 20 que rondan los 100 euros, otras 20 que rondan los 200-300 euros y otras 10 que superan los 1000 euros y que son la joya de su colección. Pues yo le recomendaría que las 10 sean monedas de 8 reales debido a que en un futuro serán más sencillas de vender en caso de que lo necesite.

    Saludos,
    Adolfo

    1. Hola a todos: Adolfo, (sin que nadie se entere….»halago». Como estás aprendiendo estonio y hablando y pensando en inglés todos los días, supongo. Es lógico que haya lapsus).

      Una reflexión sobre la liquidez: habría también que prever a quién vender. ¿El comprador es solvente? ¿En qué plazo paga? ¿Si vendo en subasta cobro más tarde?

      Unas preguntas: ¿los dos escudos serían monedas demandadas? ¿que se liquidaría mejor la onza (o los 8 reales) rara o la que se encuentra en mejor estado de conservación?

      Muchas gracias.

      1. Caballero apostaba por la excelencia en la calidad.

        El otro dia, viendo una pelicula en la TV, estuve observando unos anuncios de coches. Audi, BMW, Mercedes…

        Parece que en tiempos de crisis va mejor a los que tienen más pasta.
        Pero todo puede cambiar en un momento.

        Como decia Adolfo si tuvieramos claro el caballo ganador… pero podemos apostar a caballos bastante buenos, que aunque no saquen la maxima rentabilidad, pues confiemos que el tiempo vaya revalorizando poco a poco, o por lo menos, no perdamso mucho

      2. Hola Pedro,

        efectivamente, últimamente lo único que escribo en castellano son cosas relacionadas con la numismática. Pero eso no es excusa para poner tantas faltas, que últimamente me estáis sacando mucho los colores. Voy a tener que poner un corrector en castellano para escribir en el blog; hasta ahora siempre he escrito sin corrector.

        Por lo que preguntas: yo creo que los dos escudos tienen más tirón que los 4 escudos o que los escudos. Por algún motivo suelen gustar más, quizá porque son más abundantes y circularon más en su día. Esos «pistols», como los llaman los yankis suelen gustar. O al menos a mí me gustan.

        Por parte del enterno debate entre rareza de la pieza vs. calidad, en las últimas décadas la tendencia es clarísimamente a valorar cada vez más la calidad de las monedas. Y no hay nada que me haga sospechar que esta tendencia se vaya a revertir. Puede pasar, como también que los que tienen pelas lo pasen peor que los que andan sin dinero, pero es poco probable que pase.

        Saludos,
        Adolfo

        1. Adolfo, gracias por tus respuestas y dedicación. El blog goza de una gran vitalidad: nos ofreces entradas interesantísimas cada semana y un intercambio de comentarios que no cesa. Son como los «latidos del corazón» del blog.
          Un abrazo.

          1. Es que si pretendo tener una comunidad de coleccionistas que sigan y debatan temas interesantes para todos en el blog no me queda otra que publicar periódicamente. Si hiciese una entrada al mes aquí no comentaba nadie.

  10. Lo mejor es dejar la rentabilidad para los herederos, es una forma de dejar una buena herencia.
    Como ejemplo la moneda que mi bisabuelo vendía por 700 pesetas en el año 1892 y vendí yo en el 2000 por 19.500.000.

    1. Encantado de volver a leerte Asun.

      Dentro de poco hablaremos de cómo esas 700 pesetas se convirtieron en 19.500.000. Por ahora nos quedamos con la idea de que dejar una moneda buena (pero buena, buena, BUENISIMA) como herencia a los nietos o biznietos puede ser una idea estupenda!!

      Saludos,
      Adolfo

  11. Hola a todos,la modesta coleccion que tengo me ha salido gratis,desde la primera a la ultima moneda.
    Hasta ahi bien,ahora quiero una coleccion basada en la calidad,distintos periodos y que tenga tiron.Tengo que vender todo para hacerme co 30 piezas solo lo dejo en buenas.
    De antemano es liquida y solvente vendiendolas un 30% por debajo de su valor.
    -¿seria liquida mi segunda coleccion?
    -¿seria bueno mi planteamiento?
    Es todo cierto,no es quimera,ha sido suerte y saber coger los trenes adecuados,no son de herencia ni de ningun sitio raro,no vienen de engañar a nadie.
    Saludos.

    1. Con esta información no te puedo decir nada. No sé qué tipos de monedas pretendes coleccionar ni hasta dónde de «buenas» serán esas 30 piezas «buenas».

      Saludos,
      Adolfo

  12. Bueno,pongamos de 200 euros para arriba,si no consigo una pieza buena con ese precio me correges y bajo la escala.
    Estaria comprendida entre Carlos III y Alfonso XIII.
    Algun 8 reales,de 4,alguna de oro,me gustan de Isabel,duros que no falten,algun cobre espectacular de Isabel.
    No puedo pedir muchp tampoco y claro estos son mis reinos,me gustan por supuesto casi todos pero esto es lo que manejo y mis conocidos en plan de mercado tambien.
    Ya sabes lo que vale mi coleccion,tendria que poner algo de dinero pero todo se andara,aparte de esas 30 ya tengo algunas de ellas,je,je.
    Sobre todo quiero que me digais si entre 200 a 300 euros para una moneda en los campos que me muevo podria tacharse de buena.
    Un ejemplo,un Alfonso 5 pts 81.

  13. De todas maneras,teneis que pensar que en mi coleccion no vais a ver monedas espectaculares ni por su rareza ni calidad ni precio,ante mano he dicho que soy un coleccionista medio-bajo de una coleccion decente pero no envidiable,cantidad y no calidad,salvando algunas piezas,vamos coleccionista humilde.

  14. Angel, por lo que dices atendiendo tu colección será de monedas de oferta media y demanda media/alta atendiendo a esta clasificación: https://blognumismatico.com/2013/12/09/una-coleccion-como-plan-de-pensiones-iv-oferta-y-demanda/

    Yo en principio lo veo bien porque a partir de unos pocos cientos de euros ya se pueden encontrar monedas muy majas que nos gustan a todos. Mide tus fuerzas y si tus fuerzas te permiten llegar hasta los 300 euros/ejemplar y haces compras con una periodicidad suficiente como para no aburrirte, pues yo lo veo genial. Es una buena época, con mucha demanda y con muchas piezas bonitas que rondan esos precios.

    Mis consejos por la parte de la venta futura serían:

    – A 200-300 euros/pieza puedes comprar cobres en SC. Así que intenta que todos tus cobres estén de EBC+ para arriba.
    – Las platas de 1/2, 1 y 2 reales también en EBC+.
    – Los 8 reales corrientes en EBC+ si quieres cecas raras… pues hasta donde llegues.
    – Enriquecer la colección con algún medio escudo o escudo bonitos
    – Una o dos de 25 pesetas pueden quedar muy bonitas también en una colección así. Pero esas deben estar en en SC

    El consejo más importante de todo es: DISFRUTA

  15. Muchas gracias,esto es una apreciación en general,luego ya sabemos lo que pasa,tienes 200 y quieres la de 350,claro en vez de 30 a medio plazo son solo 25,pero bueno mi idea es tener una colección bonita y que me cueste lo menos posible,al partido,intentaré no discutir con mis colegas.

  16. Hola Adolfo, bueno hace poco entré en este mundo de la numismática, más que nada como inversión para un futuro y para tener algo que coleccionar. Soy de México y he comprado 2 bicentenarios , 1 centenario, 2 moneda de 1 kg de plata libertad y otra de 1kg con el calendario azteca. Estoy pensando en comprar 2 monedas más de onzas de oro libertad y después hay una colección de monedas bimetalicas de oro y plata de los estados. Que me recomiendas seguir comprando centenarios, onzas libertad o la nueva colección de monedas bimetalicas que únicamente de acuñaron 1000 por moneda??

    1. Hola Félix.

      Mi consejo es que no te precipites a invertir mucho dinero en esto de la numismática al no ser que lo hagas asesorado por un experto. Las monedas que estás comprando no creo que las vayas a poder vender más que a su peso en oro y plata, o poco más. Para invertir te recomendaría centrarte en monedas históricas, que es lo que seguro que demandarán los aficionados en el futuro.

      Echa un buen vistazo al blog porque estos asuntos los hemos debatido con mucha calma. En especial te recomiendo esta entrada: https://blognumismatico.com/2011/03/26/hay-quienes-quieren-ser-numismaticos-profesionales/

      Saludos,
      Adolfo

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