Epístola numismático-matrimonial

Hola mi amor.

Ya sé que hemos vuelto a discutir por las dichosas monedas. Siempre es igual. O tú no me comprendes o yo no me hago comprender. No espero que compartas mi afición; sé que eso es imposible porque la pasión se siente o no se siente. No hay término medio porque, al igual que yo no te puedo «querer a medias» en esto de la numismática no suele haber más que apasionados y reaccionarios. Y es que a todos nos pasa lo mismo, siempre tenemos jaleos con la mujer porque no nos entiende nuestra afición.

¿¡Pero tú has visto la monedita tan bonita que he comprado!? Ya sé que me has dicho que no te gusta pero es que ni siquiera lo has mirado ¿cómo te va a gustar si ni lo has mirado?. Lo único que has hecho ha sido preguntar el precio y ya con eso está el lío montado. Y yo, como te quiero mucho y no te engaño nunca, te he dicho que me ha costado 400 euros, que es lo que realmente ha costado. No te puede parecer gran cosa si tienes en cuenta que esta moneda se hizo hace 150 años y está como el día que se acuñó. ¿Dónde se puede encontrar una pieza impoluta de oro de mediados del XIX por ese precio?

Que conste, repito, que te digo la verdad como siempre te la he dicho. Que mi sinceridad hacia ti es lo primero. Mi amigo Luis, en cambio, le pide a los comerciantes que le hagan recibos falsos donde se indica que las monedas valen 5 veces menos para enseñárselos a su mujer. Pepe lo que hace es no decir palabra y su mujer se piensa que tiene una coleccioncilla chatarrera cuando en realidad tiene más de 200.000 euros en monedas metidos en una caja fuerte del banco. Me dicen que haga lo mismo, pero yo de lo mucho que te quiero no sé mentirte. Ellos me dicen que muchas de las grandes colecciones (como Caballero o Barril) se han hecho a espaldas de sus correspondientes mujeres. Pero claro, luego resulta que el día que falte yo las malvederías por cuatro duros. Por eso quisiera que te intereses por las monedas y que al menos sepas cuánto valen y a quién vendérselas. Nadie tenemos la vida comprada, creo yo. Pero contigo no hay manera.

Y es que comprar una moneda no es como comprar un bolso, ya te lo he dicho muchas veces. Sí que es un capricho, en eso te doy la razón, pero también es un capital el que tenemos ahorrado. Un bolso tuyo no va a valer nada el día que nos jubilemos pero estas monedas se podrán vender y mal se nos tendrá que dar para no recuperar el dinero que he pagado por ellas. Por eso quisiera tener una buena colección como valor de refugio para nuestra jubilación o como herencia para nuestros hijos y eso no se puede conseguir comprándome una moneda de 60 euros en Navidades y otra el día de mi cumpleaños, como tú me dices que haga. Vuelvo a decirte que esa colección es un dinero ahorrado, como el que tenemos en el banco. Llegado el momento el propio Juan nos la compraría. Ya sé que Juan es un vendedor que mira por su propio negocio pero no por ello me va a estar engañando, que tan tonto no soy. Además, yo compro con cabeza e invierto en monedas el dinero que no vamos a necesitar, no como hace Pedro que no es capaz de tener 200 euros en el banco sin gastárselos en una moneda; habla con su mujer, a ver qué te cuenta.

Luego estás con que paso mucho tiempo con las monedas y a ti no te hago caso. Es simplemente porque a mí me gustan las monedas, me gusta estudiarlas y me gusta entender su historia. A otros les gusta el balonpié y también dejan a la mujer para irse con los amigotes a ver un partido, además de gastarse una pasta que luego no van a poder recuperar como yo sí que voy a poder. A ti te gusta bailar con las amigas. ¿Te digo yo algo por ello? ¡Claro que no! Si te gusta bailar vete a bailar y pásatelo bien. Pues por las mismas yo prefiero ir a mi cuarto a estudiar un libro o a leer el blog de Adolfo que ponerme contigo a ver Salsa Rosa en la tele.

Ya no espero que compartas mi afición por las monedas, pero al menos compréndeme a mí. La numismática es mi «vicio», mi entretenimiento, mi pasión, mi afición o como quieras decirlo. Todos tenemos alguna y al menos ésta es una afición muy sana donde se aprende de historia y se forjan unos ahorros.

Con todo el cariño,
Enrique

43 comentarios en “Epístola numismático-matrimonial”

  1. Y tan reales,pueden ser cualquiera de nosotros,yo tengo una estrategia,le meti a mi mujer a coleccionar monedas del Estado español y de Don Juan Carlos,aparte vivo en un pueblo y con la excusa de viajar vamos a algun mercadillo que otro.
    El dinero de las monedas lo saco de otras cosas a parte de el de casa,trapicheos de monedas,trabajos extras,etc

  2. Pues yo tuve un problema económico puntual por el que me tuve que deshacer de unas cuantas monedas que sin ser mucho para mí tenían más valor que el económico, formaban parte de un todo. Pero lo hice porque entre otras cosas, y entendiendo la postura de cada uno, la mía era una muestra de deferencia con mi pareja. No me pesa porque mi pareja es una buena mujer, que no una tonta,y ahora es ella la que piensa que en cualquier momento podemos seguir con las monedas.
    Es mi historia
    Saludos

  3. Creo que la gran mayoría de los Numismaticos nos vamos a sentir identificados ya sea con Enrique, Luis, Pepe o Pedro, Una cosa muy cierta es que mentir nunca hace bien, en mi caso cuando inicie esta afición mi mujer no comprendía tan aferrado interés y tuvimos muchas discusiones, con el paso del tiempo lo ha entendido como un simple pasatiempo, que por mas que le platico siempre termino aburriéndola, (la Historia no es lo suyo. Adolfo, siempre sigo tu blog, no comento mucho pero trataré de hacerlo mas. Suerte y Saludos desde México !!!

  4. jaja, es excelente Adolfo!, creo que mas de uno se sentira identificado en algun punto. En mi caso personal, no tuve que dar mas explicaciones (nunca di demasiadas) cuando tuve que vender gran parte de mi coleccion (en otra entrada anterior, no hace mucho, te escribi que vendiendo rápidamente todo a uno de mis comerciantes de confianza saque 75% valor catalogo), «reventandolas».
    Simplemente no llegabamos a comprar un terreno (esa era la inversion que te mencione en otro post), tome varias de mis monedas, anote el valor catalogo de todas ellas segun su estado( todo junto a mi pareja) y finalmente, le explique, que al «reventarlas» le sacaria un 75% de eso que sumaban. Fuimos juntos a una galeria donde se encuentra este Sr. le vendi las monedas que menos me interesaban, y al ver ella cada dolar arriba del otro, entendio que era/seria siempre un resguardo economico como lo estaba siendo en ese momento. Desde entonces, hasta aveces me alienta a comprar.:) Saludos!

  5. Muy divertidamente… real o casi…
    Y me cuesta imaginar que el caso sea al reves, curioso verdad?

    El caso es que yo creo que Enrique tiene toda la razon… quizas excepto contar ‘todo-todo’ a su mujer… la paz tiene un precio. Creo que es mejor «dar pistas» que contarlo todo ;-)

    1. Pues perdona pero si no lo cuentas todo,mal andamos,no voy a poner una zancadilla a mi matrimonio por una moneda aunque sea mi aficion por excelencia,primero A y despues B,creo que hay otras soluciones,no te incomodes por favor,pero es algo relacionado con los principios de uno.

      1. Bueno, aquí cada uno sabe lo que hace en su casa y las relaciones de pareja que entre la pareja queden.

        Siento cortar de manera dura porque sé que no escribes con mala intención pero este tema es fácil que se nos vaya de las manos. Por eso no he querido hablar de este en tanto tiempo en el blog.

        Saludos,
        Adolfo

      2. Digamos que cada uno tiene su dinero y es mayorcito y responsable.
        Una cosa es comprarse monedas de valor y no comentar «me he gastado X» y otra cosa pedir un credito, estar en numeros rojos y no decir ni mu.
        Lo que esta claro es que cuando a ti te gusta un hobby y a tu pareja no, darle la barra con ese hobby está demás… aplicable a cualquier tema

  6. Yo siempre tenía que mentir sobre lo que me habían costado las monedas…
    …hasta que me casé.
    Cuando empezaba a coleccionar siempre tenía que decir una cantidad inferior a la real, mi colección «A» la tenía escondida debajo de un cajón, no fuese a ser que como castigo a unas malas notas acabasen en la basura (por eso en mis bandejas estaban colocadas las monedas «simulacro»).
    Como podéis imaginar ese tipo de costumbres «familiares» acaban convirtiéndose en un hábito de vida y aunque cuando comencé a vivir con mi mujer ya no hacía falta esconder la colección «A», el dividir por 5 el precio de compra de cualquier moneda era un hábito «automático».
    Como toda relación se basa en la confianza, en su momento hablamos del tema y puse a prueba sus afirmaciones de que podía decirle con toda tranquilidad lo que hubiese pagado…
    …hoy día ya no divido por 5.

  7. Hola a todos: está claro que primero está la familia. Contestar la verdad a quién tiene derecho a preguntarnos es lo correcto.
    Respecto a nuestra afición: en principio, no es compartida por toda la familia (ni menos por las mujeres de la casa). Digamos que no es como: un viaje, un barco, un abono en los toros, carnet de un equipo de fútbol, una casa en el campo, comer fuera en un restaurante…
    Es una afición que cuesta dinero (menos que otras aunque tampoco es barata) de la que, sin embargo, puede recuperarse lo gastado -en parte- llegado el caso…
    Tampoco, es una afición que tenga mucha «vida social»…no es una tertulia de amigos, ni una reunión de la hermandad o cofradía, ni de una caseta de la feria, ni una actividad política…Somos pocos aficionados para darnos «apoyo moral» y no hay «coartada social» para reforzar nuestra afición ante la familia. En fin, somos aficionados a pesar de todo y se agradece que a través del blog, vea uno cartas como la de hoy, se solidariza uno rápidamente con la situación, la verdad.

  8. Bueno seguramente haber contestado al compañero haya sido un error.Lo tenia que haber dicho en mi forma de llevar esto,es verdad que cada uno actua como quiera y nadie esta en posesion de hacer lo correcto.
    Por otra parte depende mucho de la ecomia de una familia,como entra el dinero y cuanto,me explico,no es lo mismo tener un sueldo que un negocio,en un sueldo por mucho que quieras ocultar…..no va para nadie.

  9. ¿Machista?
    ¿Por qué?
    ¿a cuantas mujeres veis en los mercadillos y numismáticas comprando monedas PARA ELLAS? (no valen las que le están comprando una al novio o marido como regalo).
    No sé cual será el motivo, pero el caso es que muy pocas mujeres coleccionan…
    …y a casi todas les cuesta comprender que compremos monedas.

  10. Creo que el motivo por el que las mujeres no coleccionen tanto como los hombres radica en que como dice Pedro, ellas hacen mas vida social que nosotros, en general, y no son propensas a las abstracciones mentales, lo mismo pasa con el Ajedrez, deporte de mucha abstracción y en el cual en los clubes hay poquísimas mujeres.

    Saludos

    1. Hola: otro día, podría ser interesante hablar de la desmotivación de muchas mujeres hacia la numismática. Mi madre, hermanas, mujer, hija, sobrinas…solo ven las monedas como joyas (pulseras, colgantes…) y, tampoco, son sus prendas favoritas.
      Precisamente, para los que nos gusta la numismática ver convertidas las monedas en joyas tampoco es lo que más valoramos. (Hablo en general y en concreto de mi familia. Sé que hay mujeres que han publicado estudios sobre Numismática, coleccionistas, profesionales…pero, tengo la impresión de que son pocas en proporción a los hombres).

      1. Podría ser interesante pero ese tema casi seguro que se nos desmadra.

        Os pego parte de un mail que mandé a un lector del blog que me pidió que dedicase una entrada a este asunto hace algo más de un año:

        Alguna vez pensé en dedicar una entrada a reflexionar sobre mujeres y numismática, pero puede ser un tema muy polémico y para meterse en él haría falta tener argumentos muy sólidos, y eso lleva mucho tiempo. Si no, yo daría mi opinión, viene otro da la suya… y al cuarto que opine se acaba discutiendo sobre si el Ministerio de Igualdad hizo no-sé-qué o que si los vascos se quieren ir de España.
        En cuestión de mujer y ciencia (donde sí tengo argumentos) mi opinión es que el factor que más influye para que no haya tantas mujeres en ciencia como hombres es justamente que no se ven representadas. Además, es clarísimo que cuando en un grupo de investigación hay algunas mujeres, éstas suelen atraer a otras. Esto está cambiando clarísimamente en los últimos años. Por las mismas, si una mujer va a un mercadillo, a una convención o a una subasta numismática difícilmente se verá reflejada con otros colegas de afición.
        Otro aspecto que puede tener que ver es que la mujer, por educación, es en general más sociable que el hombre. La numismática es una afición muy solitaria en general y eso puede retraer a mucha gente.

        1. Comparto tus argumentos. Y, me apunto algunas observaciones que haces muy agudas sobre el tema. Se ve que has reflexionado sobre el asunto de la numismática y las mujeres.
          La realidad parece que es tozuda. Pero, a todos nos interesaría que hubiera más aficionados y si pudiéramos contar con la mitad femenina que forma la Humanidad…no sería solo una aportación numérica, las mujeres aportarían enfoques que nos enriquecerían…

        2. El tema es más complejo, no es sólo sobre «mujeres y numismática», sino sobre «mujeres y coleccionismo». Yo creo que es algo biológico, a los hombres nos gusta coleccionar cosas (cromos de pequeños, canicas, tazos, cromos o lo que sea según la generación) mientras que a las mujeres, por lo que sea, no les gusta. Quizá, como todo, venga de lo más antiguo, de cuando los hombres coleccionaban trofeos de caza (cuernos de venados, etc.) o incluso cabezas de enemigos derrotados, muescas en el hacha, etc.

  11. «Vuelvo a decirte que esa colección es un dinero ahorrado, como el que tenemos en el banco.»

    Te equivocas Adolfo ;-). Esa coleccion es dinero de verdad. En el banco tienes 0 y 1, que el dia que quieran nuestros bienamados gobernantes pueden mermar, transformarse o algo peor, desaparecer como Houdini…

    Esa isabelina de 100 reales, esa media onza de Carlos III, ese soberano o 20 Francos, o ese columnario y esos 20 reales son tu refugio privado que a buen recaudo y con discrecion debes guardar… por si acaso.

      1. Cuando conoces como funciona el negocio bancario, la reserva fraccionaria, te das cuenta lo que es lo que la gente piensa dinero, los billetes que tenemos en la mano, en casa, en el banco, es deuda de otro, el dinero que conocemos es deuda, SIEMPRE llega el dia que te quedas sin el, SIEMPRE, las monedas las tienes que poner a buen recaudo de politicos y choricillos varios (alguno si quiere puede pensar en incluir a los del primer grupo en el segundo), un dia me dijo un buen amigo que no habia conocido a nadie que hubiese perdido dinero con una buena moneda.

        1. ¿y qué es una «buena» moneda? Porque hay quienes se creen que una moneda de 30 euros es una «buena» moneda y por tanto una buena inversión. Yo sí que conozco gente que ha palmado pasta con monedas buenas (digamos piezas de miles de euros en altísimas calidades y que solo son accesibles a los grandes coleccionistas), bien porque las pagaron muy caras o porque tuvieron prisa en venderlas.

          1. Me voy a lanzar…

            Una buena moneda es aquella que:
            -Es de oro o plata, es decir tiene valor intrínseco.
            -Tiene alta demanda, siempre hay gente interesada en comprar.
            -La tienes en calidad ‘deseable’ para el mercado al que un dia podrias vender tus monedas. Esto es muy importante. Si te gastas dinero en calidades muy altas que solo tiene pocos compradores, puede que estes en un mercado que te vaya grande y haya menos gente dispuesta a pagar lo que tu pagaste por ella
            -El valor que has pagado por ella es razonable, no ha sido una moneda ‘buscada’ o pagada a capricho.

          2. «Yo creo que una buena moneda es aquélla que un millonario desea y no puede conseguir»

            Vaya, pues yo ahi discrepo, porque eso convierte la numismática en un arte demasiado exclusivo, como si estamos hablando de picassos y monets… y sin embargo estamos hablando no de piezas unicas sino de trozos de metal acuñados. Que si que hay piezas raras, y esas se disparan por un tipo de coleccionistas «los completistas» (ahi tienes para otra entrada ;-) )

          3. Esto ya lo estuvimos hablando en la entrada que cito. Si hablamos de inversión una moneda buena es la que a todo el mundo le cuesta encontrar. Habla con un profesional importante (que es con quienes hablan los que tienen pasta) y dile si te puede encontrar fácilmente un columnario de México en EBC+. Luego le preguntas si te puede encontrar una onza de Guatemala en EBC. Está claro que si en lo segundo es que sí es porque conoce a alguien que tiene esa onza y está dispuesto a venderla, pero en ese momento será el dueño de la moneda el que ponga el precio. En el caso del columnario no.

            Obviamente el coleccionismo no es solo inversión, es mucho más que eso. Yo no tengo ninguna moneda de esas «buenas» de las que hablo y no pasa nada. Desde el punto de vista del coleccionista una moneda de 5 euros puede ser tan buena como una de 50.000.

            Me apunto lo de los completistas.

            Saludos,
            Adolfo

          4. En el mundo de la inversion hay que tener ese olfato especial que hace que aciertes a menudo en tus decisiones, algunos le llaman suerte, ¿como saber que va a gustar dentro de 50 años? es probable que lo que gustaba hace 50 años y a dia de hoy sigue gustando, la escasez y la calidad tambien son necesarias, las prisas para comprar y vender no son buenas, lo mejor es comprar y no necesitar vender nunca, las riquezas no son dinero aunque se calcule en este, las riquezas son las cosas que posees, el dinero no es tuyo, prueba a quemar un billete delante de la policia, es delito, curioso este asunto, algo que no vale nada, que es deuda de otro, que la gente cree que le pertenece y ni siquiera le puedes prender fuego.

    1. Eso ya es decisión de cada cual. Son decisiones vitales importantes y como toda decisión tiene sus ventajas y sus inconvenientes. El amor y la libertad no han ido nunca de la mano, tienes a mil poetas que han hablado de ello.

      Yo quiero mucho mi libertad, pero si hay que sacrificarla por algo que sea por amor*.

      Por cierto Luis, bienvenido. Aviso al resto que no eres el Luis que suele escribir, pero eres igualmente bienvenido y esperamos contar con tus comentarios más adelante.

      Saludos,
      Adolfo

      *Esto lo digo para agradar a mi posible futura esposa, esa de la que habla Athalbert.

  12. «Nunca discutas con una mujer. Corres el riesgo de ganar la discusión»

    ¿Sabes en que se diferencian una mujer cabreada de un terrorista suicida cargado de explosivos?
    Con el terrorista es posible negociar y llegar a un acuerdo.

    (Esto último si podría ser considerado un chiste machista…
    …pero me lo contó mi mujer)

  13. Hay que pensar que una mujer es igual que nosotros pero son totalmente distintas en sus actos,pensamientos,forma de amar,sentimientos,otra manera de ver las cosas.
    No creo que una mujer no quiera que su pareja disfrute de su aficion.Creo que reclaman un momwnto para todo,necesitan nuestro apoyo y atencion,en cuanto al dinero gastado en una moneda ellas tambien tienen el derecho a opinar.
    Creo que con un poco de todo,cariño y ser educado,respetuoso,inteligente y apreciar lo que tienes al lado,no hay problemas.
    Lo dicho seria para mi lo correcto,ahora llevarlo a cabo es otra cosa,super dificil como me imagino que lo sera para ellas,saludos,mi mujer esta detras de mi con una maza,je,je,es una broma.

  14. jajajaja que tipico! eso nos ha pasado a todos! yo para seguir con lo que pone el post he ido al cuadrado ese de arriba a la izquierda y acabo de pujar por un par de duretes de esos de «100€» guiño guiño

  15. Hola a todos:

    Sigo este blog desde hace tiempo y me encanta porque soy aficionada a la numismática desde muy pequeña (afición que me inculcó mi abuelo).

    Nunca he escrito en este blog pero por el tema que estáis debatiendo y siendo mujer opino que, efectivamente, conozco a pocas mujeres aficionadas a la numismática,solo hay que ver un domingo en la Plaza Mayor de Madrid la proporción de hombres y mujeres interesados en este mundillo…
    Además, coincido con algunos de vosotros en que es mejor ir con la verdad por delante en cuanto a precio de monedas porque las mujeres tenemos un «sexto sentido» y,además, no pensamos igual que los hombres.
    En mi caso, se invierten las tornas, yo soy la aficionada y se lo estoy transmitiendo a mi marido. Al principio, costó porque no entendía el hecho de que se «dedicase» dinero a ello pero yo le fui convenciendo al ponerle como paralelismo sus compras de libros, su gimnasio… En fin,llegamos a un entendimiento-acuerdo que es lo que considero fundamental: si no compartes una afición, por lo menos respétala. Ahora, él me anima a comprar e incluso vamos juntos a la Plaza Mayor y otros lugares para ello…

    Un saludo

    1. ¡¡ole, ole y ole!!! ¡¡La segunda mujer coleccionista que escribe en el blog!! La otra era una niña barcelonesa muy simpática que tuve el gusto de conocer.

      Me alegra muchísimo contar con la opinión de una mujer coleccionista porque seguro que nos puedes dar un punto de vista diferente, como han dicho en algún comentario anterior.

      Un saludo,
      Adolfo

  16. El que las mujeres coleccionen o no coleccionen es una cuestión circunstancial.Lo considero una curiosidad sociológica hacerse la pregunta..del porqué no coleccionan como los hombres.Por lo demás, ni siquiera me atrevo a utilizar la palabra «mujer» para hablar de diferencias.
    Mi pareja me apunta con una pistola y debo escribirlo :) :)
    Saludos a todas las opiniones

  17. Puedo decir que soy un caso muy afortunado. Soy alemán, mi esposa es mexicana, y la conocí allá en un curso de Español. La razón porque me fuí a México para estudiar el Español, y no a España, era la numismática – yo empezé a coleccionar monedas de México sin haber estado en ese país antes, ni siquiera de turista. Quería por fin conocer el país!

    Hoy, mi esposa no se puede quejar de mi afán de comprar monedas porque sin él no nos hubieramos conocido…

    Claro que en lugar de eso, se queja de mi biblioteca numismática que ocupa la mayor parte de una sala grande, y «oh no, siguen llegando más libros!»

    (y no, con eso no quiero decir que las mujeres siempre necesitan una razón para quejarse…)

  18. Otra cosa: una colección de monedas nunca es igual a dinero. Unos acciones, el dinero en la cuenta, una coleccion de objetos de valor – todo eso no vale absolutamente nada al fin del día cuando cierren las bolsas, los bancos y los negocios.

    No es hasta el día siguiente que podemos vender las acciones, sacar el dinero de la cuenta y que podemos llevar la colección a una tienda.

    Pero las bolsas pueden caer durante la noche, puede ser que los bancos no vuelven a abrir, o que el señor de la tienda nos dice que «ahora no hay mercado para eso». Claro, las probabilidades son pequeñas, pero al final puede ser que los cisnes negros sí existen!

  19. yo colecciono moneda iberica y compro por que me gusta las monedas nunca pienso si el dia de mañana valdran mas o menos que lo que page por ellas,supongo que en algunas ganaran algo y en casi todas perdere,pero para mi lo importante es la moneda.un saludo

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