Los billetes coloniales franceses

A lo largo de su historia Francia ha sido una gran potencia colonizadora. Como el resto de países europeos que pudieron hacerlo, Francia buscó controlar el mayor territorio posible para tener en sus colonias tanto fuentes de riqueza como mercados en propiedad. La historia del Imperio Colonial Francés es compleja, pero para lo que nos concierne ahora basta con decir que a principios del siglo XX Francia controlaba buena parte de África (Senegal, Níger, Chad, Congo, República Centroafricana…), tenía varios territorios en el sudeste asiático (Indochina, Vietnam…), en América (Guayana Francesa) e incluso en Oceanía (Polinesia Francesa, Nueva Caledonia…). Es curioso que en algunos de estos territorios circule hoy en día el euro y estén amparadas en la pseudo-constitución europea que nos metieron doblada… digo… por el Tratado de Lisboa.

Si hoy quería hablar del Imperio Colonial Francés es porque muchos coleccionistas coinciden de que en estos países se fabricaron algunos de los billetes más bonitos que se han hecho jamás. Su gracia está en que se combinan las alegorías y la estética refinada francesa, que ya sabéis que me gusta, con el colorido y los motivos de los pueblos colonizados. Son realmente bonitos como vamos a ver.

Los bancos coloniales estaban controlados desde París, así que obviamente los motivos de los billetes son aquéllos que interesa a la madre patria francesa. Y ese interés no es otro que mostrar a colonos y colonizados viviendo en perfecta armonía, paz y sosiego. Además se proporcionaba cierta sensación de autonomía en las colonias. Bien es cierto que a principios de siglo XX se pueden encontrar billetes «puramente franceses» que se olvidan por completo de representar al pueblo colonizado. Tal es el caso del siguiente billete de Martinique, rarísimo por cierto.

Pero la tónica general era utilizar motivos que mezclasen la influencia francesa con la estética propia de los territorios colonizados. Siempre desde un punto de vista paternalista por parte de los franceses, dejando al colonizado como algo exótico. Fijaos por ejemplo en el siguiente billete argelino: las figuras que aparecen son unos niños y un bereber local, además de la vegetación propia del lugar, pero los ornamentos como el espejo y la colocación de las figuras es de una estética totalmente afrancesada.

En otros casos se hace más evidente todavía la mezcla de las culturas. En el siguiente billete, también argelino, se ve a los colonos y a los colonizados. Como veis todos están trabajando pero cada uno en sus puesto: mientras que la familia está en lo alto de la loma controlando la explotación ganadera, los colonizados están tirando de los caballos. Eso sí, todos muy limpios y aseados. Fijaos que en la parte inferior del billete se recuerda que se condenará a trabajos forzados a quienes falsifiquen billetes.

También hay otros casos donde se muestran los retratos de los colonizadores. Quizá de todos sean estos los que menos me llamen la atención estéticamente a nivel personal. Pero entre ellos también se pueden encontrar ejemplares bonitos, como el siguiente de Madagascar.

Finalmente hay otros en los que se representa las típicas alegorías francesas de la República y se las conjuga con «alegorías parejas» al estilo africano. Generalmente se antepone a la República Francesa una mujer africana idealizada. Tal es el caso del siguiente billete de Madagascar. Sinceramente me parecen una preciosidad.

Muchas de las colonias que se independizaron de Francia en los años 60 y 70 siguieron con la tradición de hacer billetes muy bonitos. Habiéndose deshecho ya de los franceses desde el punto de vista político, los billetes mostraban la estética y el colorido local en todo su esplendor. En muchas ocasiones los temas elegidos era el pueblo africano, su entorno y sus costumbres. En otros casos se intentaba mostrar el desarrollo del país a base de amontonar representaciones de las infraestructuras realizadas o de la tecnología importada (me recuerda a algún diseño español). Como no, también había representaciones de los dictadores de turno (la última imagen muestra a Bokassa).

Una última buena noticia de estos billetes es que muchos de ellos se pueden encontrar a un precio muy razonable. Por lo tanto, además de bonitos son una buena forma de iniciarse en el coleccionismo de billete internacional. Como ya os habréis imaginado, esta entrada la he escrito yo con la ayuda de Jaime Sanz, de ICG. Ya sabéis que si algún lector del blog quiere probar sus servicios de graduación tiene un 30% de descuento.

24 comentarios en “Los billetes coloniales franceses”

      1. Es normal que en España hagan referencia a las fiestas que más interesan a España. Nunca han sido las castellanas.

        Por mi parte en Villalar me lo he pasado muy bien mucho tiempo. Desde que tenía 17 años hasta los 25 o por así iba todos los años el día 22 de abril y pasábamos allí la noche acampados. Luego al día siguiente mis amigos se quedaban por la tienda de campaña y yo me iba a ver conciertos. A veces incluso engañaba a alguno para que me acompañase a los conciertos. Del los partidos políticos pasabámos bastante; yo simplemente lucía la bandera cuartelada que ahora tengo colgada en mi habitación de Tallín.

        Pero bueno, hablemos de billetes.

        Saludos,
        Adolfo

      1. No, si a mi nada, todo lo contrario. Solo digo que nunca es noticia.

        Bonitos billetes si señor. Siempre me ha llamado la atención la «coletilla» «Le code penal punit des trabaux forcés a perpetuite le contrafacteur.» Creo que hasta no hace mucho seguía figurando.

        Un saludo.

    1. Mil quinientos veintiuno,
      y en abril para más señas,
      en Villalar ajustician
      quienes justicia pidieran.
      ¡Malditos sean aquellos
      que firmaron la sentencia!
      ¡Maldiga el cielo a Cornejo,
      alcalde de mala ciencia,
      y a Salmerón y a García,
      y al escribano Madera,
      y la maldición alcance
      a toda su descendencia,
      que herederos suyos son
      los que ajusticiar quisieran
      al que luchó por el pueblo
      y perdió tan justa guerra!

      «Luis López Álvarez»

      http://es.wikipedia.org/wiki/Los_comuneros_(Luis_L%C3%B3pez_%C3%81lvarez)

  1. La verdad es que son muy bonitos, asi como tambien como coleccionista de monedas siempre me llamaron la atencion las monedas francesas de los protectorados del norte de Africa (Siria Libia, Marruecos)de principios del siglo 20. Muy buena combinacion de diseños.

    Saludos

  2. Privet!Dobry vecher!Kak dela?
    Hola,Buenas noches,como estás?

    La semana pasada estuve con mi hijo estudiando «Los Austria» y me acordaba de tí cuando él intentaba recordar los problemas internos de Carlos I …Las Germanias y el otro,el otro..Los Comuneros Juan,Los Comuneros.
    Bonitos billetes. Los colores son bonitos por la intensidad en tonos terrosos..verde tierra,rojo,azules. Los hacen llamativos sin ser escandalosos.
    Sañudos

    1. Me alegro de que te acuerdes de mí al pasar un buen rato con tu hijo. Nada mejor que unas monedillas, por baratas que sean, para poder tener en casa una auténtica clase magistral de historia.

  3. José R. Martínez

    Hola Adolfo:
    qisiera hacerte una pregunta, aunque ya intuo tú respuesta, ¿Que opinas sobre los euros de la»republica Catalana». Hay que tenerlos, y encaso de tenerlos esta bien en clasificarlos commo monedas monetiformes.
    Gracias
    Saludos

    Yo empeze en estemundillo antes que me pasara a la Numimática.

    1. Jose:
      Si un grupo de vecinos decidiese hacer sus propias «monedas» y las encargase a china, a nombre de una supuesta «República del número 56 de la calle botijo», imitando monedas de curso legal…
      ¿Las comprarías?
      Pues esto más o menos es lo que ha pasado, con la circunstancia de que el Banco Central Europeo no suele tomarse a broma este tipo de falsificaciones o imitaciones de moneda.
      ¿Te acuerdas de los famosos «euros de Churriana»?
      ¿cuanta gente los colecciona hoy día?
      La respuesta es casi nadie, y eso que habían sido producidos por la FNMT, no por perico el de los palotes…

      :D :D :D :D :D :D :D

  4. Muy interesante la entrada, y los billetes que se muestran preciosos, siempre me han gustado las monedas de las colonias francesas pero no conocia tan bien los billetes. Sin duda la colaboración de IGC con el blog va a aportar mucho.
    Soy seguidor del blog desde hace tiempo, aunque nunca haya comentado nunca, espero ir animandome más a menudo. Enhorabuena Adolfo por el trabajo, de lo mejorcito del panorama.

    1. Bienvenido al lado de los lectores que se animan a comentar :)

      Yo también creo que la colaboración con ICG va a aportar mucho. Al menos yo estoy descubriendo el mundo de los billetes mundiales y la verdad es que algunos, como los de la entrada, son realmente bonitos y muy asequibles. Supongo que todos podremos aprender de ICG.

      Un saludo,
      Adolfo

  5. Hola a todos: no colecciono billetes pero siempre me han gustado los de las colonias francesas. Respecto a la introducción histórica de Adolfo, lo que conocemos por Colonialismo encierra situaciones distintas (por ej por su estatuto jurídico -colonia, protectorado, dominio…-, por la modo de establecimiento de colonos -no es lo mismo Nueva Zelanda, Sudáfrica o Nigeria- y más motivos…). Por otro lado, las consecuencias negativas del Colonialismo son hoy día muy conocidas. Sin embargo, a través de los billetes, también se ven aspectos positivos: una acción civilizadora (aparición de un estado para organizar la vida: emitir moneda, administración pública…), el Descubrimiento de tierras, especies…nuevas, la oportunidad de acceso a la educación, a la sanidad…al desarrollo de las comunicaciones…la explotación de recursos naturales desaprovechados,…la paz que las metrópolis impusieron a las tribus enfrentadas…Todo lo bueno que pueda decirse no implica que el Colonialismo fuera lo mejor, ni mucho menos que, en nuestros días, debiera de existir (aunque viendo las matanzas en Sudán del Sur o antes en Ruanda, uno pueda pensarlo solo durante un instante, aunque sea como un mal menor). Esta matización es solo para mencionar otros aspectos del fenómeno colonial. Los billetes son uno de ellos, que poco más que los aficionados recordamos.

  6. Es muy difícil hacer algo que no tenga alguna consecuencia positiva en el corto, medio o largo plazo. Siempre hay algo positivo igual que siempre hay algo negativo.

    Ahora bien, el colonialismo creo que ha sido la mayor salvajada que se ha hecho en la historia de la humanidad. En Africa, en América y en Asia ha habido barbaridades que sobrepasan con mucho lo que hizo Hitler en Europa. Lo que pasa es que no duelen lo mismo unos muertos que otros.

    Y obviamente, no tiene nada que ver el colonialismo en unas regiones y en otras. Quizá el ejemplo más salvaje sea el de Leopoldo II en el Congo, pero también hubo otros colonialismos mucho más civilizados como los de Canadá o Nueva Zelanda. Cada uno tiene su propia historia y la verdad es que yo tampoco las conozco más que muy por encima.

    Un saludo,
    Adolfo

    1. Hola: el caso de el Congo Belga fue atroz. Al principio, era una empresa particular de Leopoldo II. Horrorizó tanto a Bélgica, que el gobierno de la nación se hizo cargo del Congo y le quitó este territorio al rey. Sin embargo, justo al lado, Brazza (italiano al servicio de Francia) era un buen gobernador en el Congo francés. La capital de Congo se llama Brazzaville en su honor. (La misma nación también se conoce como Congo-Brazzavillle).

      Respecto a los abusos…estoy totalmente de acuerdo contigo. Y, también comparto contigo, que, pasado un tiempo, de cosas malas luego germinan cosas buenas. O por arrepentimiento, o porque el bien al final triunfa y casi te diría que de forma misteriosa…

      Cuando veo los denarios (que también tengo algunos en mi colección) pienso que los ibéricos también éramos colonia de Roma, que se llevaron nuestros metales preciosos y cosechaban en estos campos vino, aceite, trigo…pescaban y hacían salazones…para mayor gloria del Imperio. Arrasaron ciudades, atropellaron a mujeres, niños…Y, sin embargo, decimos -y creo que justamente- que tenemos una deuda con Roma.

  7. Pregunta quizás chorra, pero que viene a cuento. Por avatares laborales, he podido hacerme con unos cuantos billetes africanos muy bonitos, pero que están actualmente en circulación. ¿Tiene algún sentido llevarlos a graduar ahora o es mejor guardarlos bien y cuando dejen de estar en circulación y alguien tenga interés en ellos, graduarlos entonces?

    1. Raro será que unos billetes africanos que ahora están en circulación vayan a tener un precio interesante como para llevarlos a graduar. Así que yo te diría que los guardes bien y si resulta que en el futuro valen algo, pues ya verás qué haces con ellos.

      Saludos,
      Adolfo

  8. El año pasado, o el anterior, recuerdo que publicaste en tu Blog una interesante entrada sobre el billete clásico.

    Se trata de un concepto algo ambiguo y sujeto, creo, a un criterio personal pues para muchos puede ser clásico, alguno de los billetes presentados en esta entrada… o no…

    Inicialmente son: aquellos billetes «fabricados», emitidos, impresos, etc. en pesetas, anteriores a la República Española. ¿Descartamos cualquier otro billete?

    Quizá debamos de hacer una revisión del término, y darle un poco más de horizónte.

  9. Estoy en segundo de francés en la EOI de Valencia, y en este curso me planteé revisar mi extensa colección de billetes y extraer aquellos de la francofonía… No he hecho nada.

    Pero si, son bastante bonitos en general y pueden dar a una colección ese carácter de homogeneidad que a muchos nos atrae.

    Otra cuestión que me planteé es, extraer también todos aquellos, de cualquier país, con el busto de la reina Isabel II de Inglaterra por un lado. Y por otro todos aquellos en los que la arquitectura es el motivo principal del anverso o el reverso. De este modo depuraría la gran cantidad de billetes que exsten, estando en contacto con la notafília y también evitando cierta dispersión que nos lleva a adquirir billetes de bajo valor facial impulsados por el hecho de tener billetes de todo el mundo sea del país que sea…

    Una de las constantes de «algunos aficionados» es: el exceso de tontería pero, quiero revindicar de algún modo que «jugar» a las colecciones, abundar en esta «tontería», es nuestro derecho.

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