Entender la numismática como un estudio

Hay un coleccionista granadino, llamémosle Enrique, conocido mío y lector habitual del blog. Se trata de un hombre de mediana edad que no hace pocos años que ha empezado a coleccionar pero que desde el principio ha ido más fuerte que la mayoría en lo que a dinero se refiere. No sé exactamente el dinero que se vendrá a gastar al mes pero lo estimo entre 500 y 1000 euros, habiendo llevado ese ritmo de manera sostenida en los últimos cuatro años. Bastante más que la media, vaya.

Empezó como todos: haciendo una colección de El Rey y de Franco. Bueno, una no; creo que hizo cuatro colecciones de manera simultánea (una para cada hijo), aunque de Franco no buscaba una calidad sin circular en las piezas raras. Es muy normal que al principio se busque más la cantidad que la calidad porque uno puede llegar a casa y entretenerse mirando y clasificando las monedas. Tiene su encanto rellenar huecos en el álbum y tachar monedas en el catálogo. Yo recuerdo que en esos inicios me lo pasaba con las monedas como un niño coleccionando cromos y muchas veces lo he intentado revivir (en otra entrada os cuento cómo).

El caso es que Enrique ha ampliado el espectro de su colección a las monedas del siglo XIX pero apenas ha dejado ese comportamiento de coleccionista primerizo a pesar de que lleva ya varios años. Actualmente tendrá una colección de Isabel II a medias, tres o cuatro colecciones de El Centenario sin piezas raras ni de alta calidad y media docena de colecciones de Franco y del Rey con las monedas raras circuladas. La mayoría de las cientos de monedas que tiene no llegan a 10 euros de precio y son contados los ejemplares que se podrían vender razonablemente por más de 150 euros.

No será porque no le llevo veces aconsejando que se deje de esas historias y que compre moneda de más calidad. Mi consejo siempre ha sido que comprase alrededor de una moneda al mes; unas 10-20 piezas al año de manera constante y buscando más la calidad que la rareza. De haberlo hecho hoy en día tendría una colección de monedas del siglo XIX y XX muy presentable: la inercia de acumulación inicial se hubiera podido aprovechar para comprar las monedas baratas en calidad sin circular y luego, según van aumentando de precio los «huecos» que quedan se hubiera ido disminuyendo el ritmo de compra. En tal caso, su preocupación actual sería ir de vez en cuando a una convención o a una subasta para encontrar alguna de esas pesetas que le faltan en calidad EBC+ y dejarse 1.200 euros en cada adquisición. Pero por más que he dicho a Enrique que coleccionando como colecciona no hace más que amontonar una serie de monedas que el día de mañana no tendrán interés más que a peso, no me hace ningún caso. Eso sí, la última vez me dio la pista de por qué se hace con esas monedas y tras años de incomprensión por mi parte, al final pude entender su peculiar comportamiento. Sus palabras textuales fueron:

«Es que no te das cuenta que yo, más que un interés económico, busco un entretenimiento»

El tono con el que esas palabras se dijeron no dejaban lugar a dudas de lo que quería decir: le da exactamente lo mismo que no vaya a poder recuperar más de un 20% del dinero que se gasta en monedas; si él se gasta un fin de semana 400 euros en chatarras es para luego llegar a casa y entretenerse con ellas como si de un niño colocando cromos se tratase. Y era consciente de ello. Llegados a este punto, por mi parte todo estaba genial y no tuve nada más que añadir: cada cual se entretiene como quiere y hace con su dinero lo que le da la gana, que para eso es suyo. Lo malo es cuando uno se lleva a engaño y se cree que su colección chatarrera, a la que ha dedicado un enorme esfuerzo personal y económico, vale algo. Luego resulta que se intenta vender, no la quiere nadie y vienen los llantos por darse de bruces contra la cruda realidad.

Cuando llegué a casa seguí dando vueltas al tema de Enrique y me di cuenta de que personalmente me gusta más mi postura como coleccionista, además de que económicamente me sale mejor. Para mí la numismática es un estudio. Me resulta una afición donde disfruto aprendiendo, bien sea admirando la belleza estética de las monedas, clasificando series que no tenga muy controladas, comprendiendo el proceso de fabricación de las piezas en los diferentes momentos históricos, relacionando ciertas emisiones con hechos históricos o con el pensamiento de una época, conociendo otros coleccionistas y comerciantes, visitando convenciones o mercadillos, analizando la tendencia económica de ciertas piezas, dando rienda suelta a mi creatividad a través de este blog… en definitiva: aprendiendo.

La gran (¡¡enorme!!) ventaja de entender la numismática como un estudio es que no es necesario ni tener muchas monedas ni tener monedas caras para poder disfrutar de ellas. Yo disfruto tanto o más leyendo un libro de monedas que con unas monedas, lo cual es una auténtica ventaja porque me permite disfrutar de la numismática española en un país como Estonia. Soy consciente de que esto es algo incomprensible para algunos coleccionistas, pero os aseguro que somos unos cuantos a los que nos pasa esto. Incluso hay casos extremos de personas que saben muchísimo de monedas pero no compran ninguna porque no tienen interés en las propias monedas, sino en su estudio. No consideréis que por eso no son «verdaderos amantes de la numismática» porque os puedo asegurar que quien llega a ese punto suele ser un gran experto. Dos personas me han dicho cosas cómo:

«Tengo interés en todo lo que rodea a las monedas, pero no en las monedas en sí«.

¿Cuántos áureos creéis que hay que poseer para ser un experto en áureos? La respuesta es que ninguno. Al igual que no es necesario tener en casa un Picasso para ser un entendido de Picasso. Por otro lado, que nadie se crea que porque alguien tenga una colección de áureos va a ser más experto en moneda romana que quien no tenga ninguno. El coleccionista de áureos solo sabrá de áureos si su coleccionismo va acompañado de un estudio de sus monedas y de otras semejantes. No siempre es así. Conozco un caso verdaderamente flagrante en el que un coleccionista ha llegado a forjar durante décadas una colección muy completa de moneda española del siglo XIX y a día de hoy no es capaz de diferenciar un duro auténtico de una falsificación en alpaca (verídico literalmente y visto por mis ojos).

Desde el punto de vista del estudioso una moneda no es más que un documento que le permite aprender numismática o sobre el entorno numismático (éste es el punto de vista que siempre defiende Juan Luis al comentar las entradas). Otras fuentes de información son libros, artículos, análisis metalográficos, catálogos de subastas, foros, blogs, conversaciones con otros coleccionistas o comerciantes… Si esto se entiende así no hace falta gastarse mucho dinero en monedas, puesto que tanta información puede aportar una pieza de 2 euros como una de 20.000. Además, si se invierte dinero en monedas para ganar más dinero es complicado que salga bien la inversión; ahora bien, si se invierte dinero en monedas (o libros) para ganar más conocimientos esto es una inversión casi asegurada.

Pero, como dije antes, también entiendo a quienes simplemente compran monedas por el simple y llano placer de clasificarlas y completar huecos, como si de un niño haciendo una colección de cromos se tratase. Ahora bien, tener una colección de monedas y no interesarse por estudiarlas para mí es equivalente a tener una colección de libros sin que guste leer. Además de que se corre el peligro de hacer el ridículo.

Las monedas de Isabel II que ilustran la entrada son algunas de las preciosidades que aparecerán en la próxima subasta de Martí Hervera y Soler y LLach.

28 comentarios en “Entender la numismática como un estudio”

  1. Enhorabuena por esta entrada. Coleccionar monedas no es coleccionar cromos, de ninguna manera. Se pueden tener muy pocos monedas de una época, e incluso ninguna, y ser un gran apasionado de esas monedas en cuanto a su estudio. Como se ha dicho en muchas ocasiones, antes los libros que las monedas. Un claro ejemplo, antes tener libros sobre las monedas de cobre y vellones de los Austrias de la Corona de Castilla que las monedas.

  2. Hombre…es que gastarse una pasta en una moneda ne EBC a SC, cuando con ese mismo dinero puedes compar 10 en MBC ó MBC+ , pues hay que tenerlo muy claro. Es cierto que seguramente la primera opción sea la mejor. Yo con el tiempo cada vez intento comprar mejores calidades aunque repercuta en el número de monedas pero nadie me garantiza el retorno.

    Respecto a lo de que la numismática sea un estudio, entiendo que para cada uno depende de sus intereses y posibilidades. Yo no me veo estudiando historia a través de la monedas, aunque si varias de las cosas que has dicho:
    – admirando la belleza estética de las monedas,
    – clasificando series que no tenga muy controladas,
    – comprendiendo el proceso de fabricación de las piezas en los diferentes momentos históricos (por cierto, a ver cuando haces una serie dedicada a este tema) ;-)
    – visitando convenciones o mercadillos,
    – analizando la tendencia económica de ciertas piezas,

    Lo que no llego a entender es el tipo de gente que comentas, que son grandes expertos pero no coleccionan. Si no están en contacto físico con el objeto que estudian… pues la verdad no lo entiendo.

    Por otra parte me da escalofríos pensar en el caso del coleccionista que ha llegado a forjar durante décadas una colección muy completa de moneda española del siglo XIX y a día de hoy no es capaz de diferenciar un duro auténtico de una falsificación en alpaca. Uff!!! Entonces en su colección cómo se asegura de que todas son buenas?
    Bonita entrada.

    Un saludo.

    1. Creo que para aprovechar el estudio numismatico de una pieza o serie en particular el requisito es que el campo de una pieza sea completamente visible, o sea con un mbc tenemos material para sacar provecho. Ya que hay periodos historicos en que no te permite darte ese lujo. Por ejemplo los yankees se matan por conseguir morgan en ms 65 pero si hablamos de los primeros centavos la demanda esta en estado f o en vg. El indicador lo dan los catalogos, cuando figuran precios, la pieza es coleccionable para el estudioso, ahora bien, conseguir piezas en el mejor estado posible es una verdad de a puño para el coleccionista, pero habria que completar mas la frase….dentro de la medida de tu bolsillo.

  3. Vaya por delante que lo que yo colecciono es moneda romana.
    A partir de esta base, y dado que de lo que yo dispongo es de un sueldo (y mi familia tiene la mala costumbre de querer comer TODOS los días), pues la cantidad que dedico a monedas es limitada.
    Podría elegir comprarme cada dos o tres meses un denario bonito de en torno a los 200 euros, y estoy de acuerdo con Adolfo que sin duda sería mejor inversión, pero…
    …como vivo en el mundo real, me dedico a los bajos imperios (que fue un período como «Juego de Tronos» pero bastante más bestia)con multitud de emperadores, reversos distintos, cecas…
    …por 20 euros o menos puedes comprar uno muy decente (siempre que no sea de un emperador «lavadora», que como recordarán los que hicieron la «mili», eran los que duraban horas), en cambio si esos 20 euros voy guardándolos con cariño, paciencia y mimo, cuando reuna 200 euros, la ley de Murphy sentencia que surgirá un gasto doméstico ineludible que será pagado con esos 200 «napos».
    Resultado final:
    10 fines de semana entretenidos con el resultado de 10/15 añadidos a la colección, o bien…
    10 fines de semana aguantándome las ganas en el mercadillo y otras diez encabronado pensando en que el dinero que ahorré poco a poco se ha acabado gastando en algo «imprescindible» para la casa (ese «imprescindible» se refiere a una opinión femenina, que no tiene por qué coincidir con la opinión equivalente masculina).

    RESUMIENDO:
    «Cuando te cases y lleves un par de años me vuelves a contar eso de las inversiones»

    :D :D :D :D :D :D

  4. Casi siempre coincido en la gran mayoria de tus palabras. En mi caso personal, la numismatica surgio como un hobbye, un pasatiempos para hacer volar la mente un rato, y olvidarme del mundo. Luego, me di cuenta que habia ido mas alla, aprendia de economia, de historia, de geografia, arte, aleaciones de metales, falsificaciones, etc, etc, y estaba consolidando un patriminio interesante sin darme cuenta. Tambien es cierto, que al ppio. era «llenar el album» sin importar la calidad, y con el paso del tiempo, uno se vuelve mas exquisito, pero no creo que la coleccion no valga nada (o pierdas un 80% de lo invertido el dia que la quieras vender) por no tener todo en EBC o SC. A mi personalmente, me gusta coleccionar de MBC para arriba, y todos los placeres que me da la numismatica no me los pierdo por no comprar una SC, en cuanto a lo economico…me ha tocado tener que vender gran parte de mi coleccion por una oportunidad economica de las que se presenta rara vez, y fui a uno de mis vendedores frecuentes (gente muy seria) a vender varias piezas, y me pago 75% del valor catalogo de cada moneda que le vendi (siempre MBC para arriba). Quiza por estas partes del mundo (Argentina) exista menos profesionalismo que por España (nunca trate con coleccionistas o vendedores españoles, pero aqui no tenemos un Aureo & Calico, es todo mucho menos serio), pero desde mi experiencia, no me toco perder mucho dinero ni aun vendiendo «con rapidez» ante la oportunidad que se me presentaba. Reitero, quiza sea cuestion del grado de profesionalismo que hay en el pais, o quiza, que en Argentina, la emision en cantidad de TODAS las monedas (ni hablar del siglo XIX), es muchisimo menor que la española, pero hay muchisimo coleccionista que se conforma con menos de un EBC, por lo que no me tocaria perder dinero al comprar un MBC. Saludos.

      1. Si, la verdad es que me quede pensando en esto que escribi (me di cuenta de lo mal redactado que esta todo tambien jaja). El tema es que en Argentina tenemos pocas monedas (mientras que en España emitian por millones, aca eran unas cuantas de miles, hablando de igual epoca a igual valor de moneda segun su peso en metal), y que han circulado mucho (antes de 1881 no existio moneda nacional, y circulaba todo por igual, por muuucho tiempo), es por eso que una buena pieza sale mucho mas cara de lo que sale una en España. Por dar un ejemplo claro, ellos tienen duros a rolete, muchisimas, y no salen nada, aca en Argentina el «duro» o «tipo corona» mas comun que tenemos es el patacon de 1 peso 1882, y en un EBC no baja de los 800…900 dolares (y es el mas barato, ni hablar de un 1881 o 1883, o monedas provinciales de Cordoba o La Rioja), es por eso que un patacon 1882 en MBC es una moneda mas que buscada (400 a 500 dolares). Si a las pocas monedas que emitiamos le sumamos el tiempo que circularon, y la gran demanda que eleva los precios, es logico entender porque la gente se conforma con un MBC. Diferente cuando vas a comprar monedas internacionales (yo colecciono tipo coronas), siempre consigo EBC por un valor bajo en general, al comparar con monedas de mi pais.

        1. Por supuesto Bruno, lamentablemente en nuestro pais aparte de tener poca emision de moneda (anterior a 1884),parece que estas han pasado por una molienda o por alguna especie de machacadora, jaja ,por lo que es realmente dificil conseguir una coleccion digamos medianamente vistosa y completa en cuanto a estados.
          Todo esto ha sido uno de los motivos que me ha hecho pasarme a las piezas europeas y americanas del periodo colonial (1530-1825) en las que, si bien no puedo dedicarme a las series, tengo diversos diseños e historias para investigar, puedo conseguir piezas mas antiguas y en mejor estado, precios mejores por la gran variedad y si bien no hay monedas nacionales, incluyo nuestras piezas predecesoras, (las coloniales de Potosi y Lima).

          A proposito la coleccion de piezas tipo corona o duro es muy vistosa por cierto

          Saludos desde Alta gracia, Cba
          Andres

  5. A mí me parece que el señor «Enrique» tiene un problema. Gastarse entre 500 y 1000 euros mensuales en monedas corrientes es mucho dinero, y nadie tira el dinero de esta manera, aunque le entretenga. También el bingo entretiene.

  6. ¡¡Cuántas cosas!!

    @Miguel y Athalbert, yo no en ninguna parte he dicho que haya que gastarse una pasta en monedas en EBC o en SC. Lo que he intentado mostrar en la entrada es mi visión sobre la numismática, en la que el disfrute se produce fundamentalmente por el estudio y el ver que se aprende del tema, más que por el hecho de poseer monedas en sí. Una de las consecuencias de eso es que el presupuesto que tengo para comprar monedas lo puedo «acumular» para comprar una moneda importante porque disfruto de la numismática a pesar de que no tenga novedades en mi colección. E incluso puedo seguir disfrutando de la numismática aunque no compre ninguna moneda.
    Ahora en Estonia mi plan es seguir con esta afición, pero de entrada no creo que compre ninguna pieza en los próximos meses. No me importa, no lo necesito para seguir disfrutando porque puedo seguir haciéndolo sin tener monedas.

    @Athalbert, cada cual sabe el presupuesto que tiene en lo que se lo puede gastar y en sus cargas familiares. Yo no tengo mucho dinero ni tampoco gasto mucho en monedas, pero tengo bastante claro que si tuviera un presupuesto de entre 500 y 1000 euros al mes para comprar monedas, me hacía con una colección de piezas interesantes. No estaría comprando 20 monedas de 5 euros cada una todos los fines de semana.
    Lo de la relación con tu señora es típico y tópico entre los coleccionistas. Un día que me salgan bien las ironías (para eso hace falta inspiración) le dedico una entrada.

    @Miguel, fíjate en esta tesis doctoral: http://hdl.handle.net/10481/22227
    ¡Qué envidia de tema de tesis! ¿Cuántos cuadros de Bacon, Picasso, Durero o Warhol crees que tiene el autor? Me apostaría lo que fuese a que ninguno. Sin embargo nada le separa de ser un experto en estos autores como retratistas. Pues con la numismática lo mismo.
    Desde el punto de vista del estudioso una moneda es un documento que nos permite aprender numismática, pero no es el único tipo de documentos. Y para ciertas cosas ni siquiera es el más interesante. Te pondré un ejemplo en el que digo cosas personales pero que, entiendo yo, no son ningún secreto:

    Glenn Murray, lector del blog y conocido por todos ( https://blognumismatico.com/2012/03/20/entrevista-a-glenn-murray/ ), es un auténtico experto de la numismática española y más concretamente de la Ceca de Segovia. Su labor es más que conocida y yo me quito el sombrero a la vez que me llena de vergüenza que tengan que venir de fuera a recuperar nuestro Patrimonio. Glenn coleccionaba monedas antes de venir a España, pero desde que está aquí las monedas que ha comprado le caben en la palma de una mano (frase literal dicha por él). Sin embargo fue él quien se metió de lleno en el Archivo de Simancas y estudió todo lo referente a la Ceca de Segovia, recopilando, analizando, criticando y contextualizando unos documentos que nunca antes habían sido estudiados. ¡Sabe un montón de numismática y ha disfrutado muchísimo de su aprendizaje! Sin embargo, la mayoría de los documentos que él ha estudiado no son monedas. Obviamente también ha visto monedas, pero no son suyas.

    Por parte del coleccionista del siglo XIX, supongo que él confíe en los comerciantes a los que ha comprado. Y supongo que más de una falsa tendrá en su colección si las ha querido comprar baratas.

    @Javier Sánchez, si te has hecho con este libro: https://blognumismatico.com/2014/03/20/comentario-a-catalogo-de-las-monedas-del-reino-de-castilla-y-leon-el-vellon-de-los-austrias-1566-1718/ has hecho una estupenda adquisición!!

    @Bruno, no sé cómo andará el asunto en Argentina pero en España vender deprisa y recuperar el 75% del precio pagado por las monedas es muy muy complicado al no ser que se hayan comprado muy baratas o que sean monedas que fundamentalmente valgan a peso (comprar 100 duros de plata a 14 euros/pieza y venderlos a 11 euros/pieza es tremendamente sencillo). Te ha salido bien, pero no te fíes de que te vuelva a salir.

    Saludos,
    Adolfo

    1. Tal y como lo planteas es cierto y te doy la razón. De hecho antes de escribir he pensado quién puede ser un experto sin ser propietario de lo que estudia? Bueno, pues un restaurador del Museo del Prado por poner un ejemplo, me apuesto a que sabe mucho más de pintura que el que tiene un Goya o un Sorolla en su casa. Un marchante de arte, Erik el belga ;-)
      En numismatica, pues alguien que trabaje en un museo y que está en contacto continuo, Glenn Murray (el ejemplo que has puesto)… pero eso ya es el equivalente al grado 33, y claro, seguramente ya no les haga falta comprar más, para continuar aprendiendo.
      Una moneda no es el único documento que permite aprender numismática, cierto, y para los que les gusta la abstracción puede que sea hasta prescindible. Pero pudiendo concretar… y no teniéndo muchos conocimientos en la materia (como es mi caso), pues qué mejor que poder tenerla delante, si puede ser en propiedad, aunque no por ello desprecio un buen libro sobre el tema.

      Respecto a anteponer la calidad, cada vez estoy más convencido, pero además de las limitaciones económicas que se han expuesto en los comentarios, yo veo que hay que tenerlo muy claro, y creo recordar una entrada en la que comentabas ese momento en que uno decide dar el salto de pagar x a pagar 3x ó 4x por un tipo de moneda o la misma moneda en una calidad superior. Claro que además para eso hay que saber qué se está comprando realmente.

    2. Adolfo escribió: «Lo de la relación con tu señora es típico y tópico entre los coleccionistas. Un día que me salgan bien las ironías (para eso hace falta inspiración) le dedico una entrada.»

      Adolfo, te desaconsejo profundamente que hagas tal cosa…
      Un día conocerás al amor de tu vida, te casarás con ella (o contra ella), y al principio creerás que tu matrimonio será diferente al de los demás, que tu relación con ella será de noviazgo eterno…

      Ella un día querrá saber más de ti (aunque aún no esteis casados) y pensará: «¿y por qué no leo lo que mi Adolfito querido escribe en su blog?»

      Cuando relea entradas añejas se topará con lo que en su día escribiste con fina ironía sobre las mujeres y sus tópicos…

      …y se lo guardará para sí.

      Un buen día, años más tarde tendrás una discusión con ella, y de repente saldrá a relucir (probablemente fuera de contexto) algo que escribiste años atrás…

      Adolfo, hazme caso; esto es como en las series de televisión:

      1.- TIENES DERECHO A GUARDAR SILENCIO.

      2.- EN CASO DE RENUNCIAR A ESTE DERECHO TUS PALABRAS SERÁN USADAS EN TU CONTRA EN EL TRIBUNAL MARITAL.

      Para que te hagas una idea, en este «tribunal marital», el juez, el fiscal y el verdugo será tu mujer, y el jurado estará compuesto por las mejores amigas de esta…

      En cuanto a las penas que te puedan caer…

      Asegúrate de que te regalan un sofá bien cómodo entre los regalos de bodas…

      :D :D :D :D :D :D ;D ;D ;D ;D

      1. Yo mejor no digo nada porque la mayoría de las lectoras del blog están platónicamente enamoradas de Su Creador cual quinceañeras de Justin Bieber. No es plan de quitarles la ilusión.

        :D

  7. Completamente de acuerdo contigo Athalbert. Me ocurre exactamente lo mismo que a ti. También colecciono moneda romana. Y si los bajo imperio son fascinantes en cuanto al apasionante mundo de las cecas. Si quieres algo mas de belleza puedes optar por antoninianos, que en determinados emperadores, tienen unos retratos realmente espectaculares.Me encanta la numismatica, tengo catálogos, manuales, y un inmenso archivo de monedas extraído de imágenes colgadas en la red. Organizado por emperadores, y siguiendo el orden del famoso RIC. Estudio, clasifico, peso, mido y comparo mis monedas con toda la información que poseo. Es mas llevo una especie de cuaderno de campo con cada una de ellas, donde eléboro un ficha con abundante información de todo tipo acerca de la moneda.No necesariamente busco una inversión, ni un plan de pensiones a través de mis monedas,porque principalmente ni los bancos ni la numismatica considero como una opción fiable en cuanto a una inversión a largo plazo, por mucho que se haya hablado largo y tendido aquí. Investigo con pasión acerca de cada una de ellas. Y no por esa razón necesito que sean de una gran calidad. Soy muy consciente del valor de mis monedas, por lo que no me doy aires de grandeza acerca de mi colección. Para concluir considero que la numismatica tiene una parte de coleccionismo y otra muy grande e interesante de investigación. POr cierto últimamente me estoy internando en la moneda del II y III Reich aleman, abundante, variada, con multitud de cecas y no excesivamente cara.

    1. Sí, esto es otra de las ventajas: el que quiera las monedas para estudiarlas no tiene que comprar grandes calidades ni rarezas. Basta con monedas en MBC que se vean todos sus datos para poder analizarlas. Uno se puede comprar una moneda bajoimperial de 20 euros y tirarse una semana estudiando para sacar todo el jugo a esa pieza. ¡¡Luego dicen que la numismática es cara!!

  8. “Tengo interés en todo lo que rodea a las monedas, pero no en las monedas en sí“.

    Dices bien Adolfo, no hace falta tener la pieza para estudiarla… pero a mi me gusta saber cosas sobre las monedas que tengo principalmente. Y sus periodos históricos. Y sus curiosidades. Y sus circunstancias.

    Y Claro que es un hobby, pero si pones pasta, pues me gusta pensar que ahi tengo pasta metida que un dia pueda o recuperar en parte o legar a mis hijos.
    Yo de momento disfruto contemplándola/estudiándola…

  9. Hola a todos: gracias a Adolfo por esta entrada y a quiénes hacéis comentarios. Estoy de acuerdo con que la numismática puede ser: 1. Objeto de estudio para un aficionado o para un investigador en la Universidad. 2. Pero la numismática también tiene una faceta de coleccionismo (que conlleva estudio pero también otras motivaciones psicológicas parecidas, en parte, a las de quiénes coleccionanº otros objetos). Y, 3. El tema económico está presente por la misma relación con los comerciantes y porque las monedas pueden venderse con menos pérdidas que el que colecciona otras cosas o tiene otras aficiones como, por ejemplo, ir de viaje (es difícil que recupere el dinero vendiendo sus memorias como libros de viajes). En definitiva; estudio, pero también hay factores comunes a los de otros coleccionistas y el tema de poder recuperar parte del dinero que nos cuesta esta afición.

  10. Estoy de acuerdo en que la numismática en general es una mala inversión. Al calcular la rentabilidad de una inversión, ello no se limita a restar al precio de venta el de compra.
    En primer lugar, el precio de venta hay que actualizarlo según la inflación (buscar su valor actual). Ello es porque un euro mañana vale menos que un euro hoy. Si hoy compro un duro por 50 euros y lo vendo dentro de un año por 50 euros, en términos reales he perdido dinero (a menos que la inflación sea negativa).
    En segundo lugar, hay que calcular el coste de oportunidad. Es decir lo que dejo de comprar o consumir hoy por haber comprado esa moneda. Los usos alternativos a ese dinero. El coste de oportunidad puede ser ocio (elegir entre ir a comer un cochinillo a Segovia el domingo,o comprar una moneda y comer en casa unos macarrones), u otra inversión (un depósito con intereses, acciones con dividendos, un bien inmueble…).
    En tercer lugar, los beneficios no monetarios. Eso corresponde al placer de estudiar una moneda, completar una colección, aprender nuevos conocimientos… Por supuesto la valoración en unidades monetarias de ese componente es enormemente subjetiva.
    En el caso de la numismática, si este último aspecto no es elevado, la inversión tendrá probablemente un rendimiento negativo para los coleccionistas.
    Saludos

  11. Los comentarios se están desviando bastante en general del tema del artículo. No es que me importe lo más mínimo, pero lo que digo en la entrada es que el hecho de aprender numismática creo que debe ser la fuente principal de alegrías de un aficionado a la numismática, más que el hecho de poseer monedas en sí. Para mí las monedas son en su mayoría una especie de motivadores para aprender numismática.

    Os pongo un ejemplo:

    No hace mucho una amiga me regaló un dinerito de Vic resellado con un águila (semejante al del resello del león que vimos aquí: https://blognumismatico.com/2012/09/17/concurso-del-blog-numismatico-2/ ). Es una moneda barata pero muy interesante y ya me hizo ponerme a mirar las acuñaciones de Felipe II en Vic. Intentaba saber por qué se utilizó un león y un águila bicéfala para resellar las monedas, y sigo queriéndolo saber porque no encontré la respuesta. Pero pasé muy buen rato y aprendí cosas, que es de lo que se trata.

    Gracias a esa monedilla me pico la curiosidad y me puse a buscar información sobre la misma. Por eso digo que las monedas sirven como excusa.

    Saludos,
    Adolfo

    1. realmente el tema de los resellos es tan interesante de estudiar y la variedad es tan rica que con un estudio concienzudo de los mismos uno podria ubicarse a la vanguardia del conocimiento actual o lo mas emocionante, superar dicha frontera.

      saludos

    2. eXcusa…(que no es la primera vez que te leo el lapsus). Excusado de copiarlo bien 10 veces porque tienes mucho trabajo, y no dejas de sacar tiempo para tus amigos que te seguimos en el blog.

  12. Una cosa lleva a la otra y viceversa,de todo lo dicho me quedo con una cosa,da mas satisfaccion el estudio quela propia moneda.
    A mi en particular me ensenan una coleccion de una epoca que no tengo estudiada y por muy interesante que sea no me va llenar como otra que conozca bien aunque no sea tan atractiva.
    El estudio de la numismatica,yo en particular me gusta las falsificaciones,es una forma de contemplar una moneda en todo su explendor,no creo que sin estudio se pueda apreciar una moneda mas alla de su belleza,su valor o como inversion,mas me tiro al rio como el arte de querer dislumbrar a otros,saludos.

  13. La verdad es que en mi caso personal me gusta la numismatica en si pero soy aparte un gran aficionado a la historia mundial, de hecho si por mi fuera me interesan los libros antiguos o cualquier objeto historico, pero me he dedicado particularmente a las monedas, y como casi todos cuando empeze solo amontonaba material, luego me dedique a llenar fechas, y llegue a la conclusion de que queria una coleccion mas representativa que completa, a la vez que diversa, ya que me intereso mucho sobre un momento historico y luego mi interes se va a otro momento y lugar de la historia. Por lo que me centrado en un periodo en particular que seria el de Europa y sus colonias desde la epoca de la conquista hasta el fin del periodo colonial hispanico, la verdad que esto abarca muchisimo pero el desafio es poder armar una especie de bibliografia conjunta fusionando:

    a- los acontecimientos historicos relacionados a la epoca de una moneda o serie en cuestion (con los acontecimientos a mi criterio importantes)
    b- La documentacion concerniente a la acuñacion de dicha/s piezas
    c- Mas monedas en si mismas (donde fueron obtenidas, fecha, ceca etc.)

    y lo maravilloso es que tengo un monton de trabajo…

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