Estrellas rebajadas en las 5 pesetas de 1871

Como todos ya sabéis, muchas de las monedas españolas entre 1868 y 1982 presentan una o dos estrellas de seis puntas que representan la ceca de Madrid y en las que está grabada la fecha de emisión de la moneda. Cualquiera que haya coleccionado moneda de El Centenario se sabe los dígitos de las fechas difíciles como si fuesen los años de nacimiento de sus hijos, puesto que en algunos casos son muy queridas por los coleccionistas y el precio de una moneda varía muchísimo dependiendo de los dichosos numeritos de las estrellas. Así que les pusieron bien fácil a los listillos a hacer de las suyas: basta con comprar alguna moneda corriente, modificar las estrellas y venderla a precio de pieza rara. Los casos más clamorosos son el duro de 1873, las 100 pesetas de 1969 o incluso las series en prueba de Franco, aunque estas últimas no las suelen buscar los coleccionistas principiantes. En estos ejemplos el listo del barrio no tiene más que comprar una moneda por poco más que su peso de plata -bien sea un duro de 1871 o unas 100 pesetas de 1966-, lijar en la estrella el dígito que quiere «borrar» y grabar encima el nuevo dígito.

En este proceso la estrella se manipula de dos maneras: al rebajarla para borrar el anterior dígito existente y al grabar el nuevo dígito. Yo en lo que me suelo fijar es en la forma del dígito y ya se habló en el blog de cómo debería ser un duro de 1873 y unas 100 pesetas de 1969. Pero el proceso de rebajar la estrella también deja una marca que un ojo experto puede detectar con una lupa. Sinceramente, a mí me cuesta bastante detectar las estrellas rebajadas con una lupa pero se hace bastante evidente con un microscopio, sobre todo si es capaz de medir alturas en la superficie de la moneda. Un microscopio así cuesta una pasta, pero los de Nummétrica tienen uno y gracias a ellos vamos a poder ver muy claro cómo son las estrellas rebajadas.

Para ejemplificar las estrellas rebajadas voy a tomar el análisis que hizo Nummétrica a seis duros de Amadeo I con diferentes estrellas procedentes de una colección antigua. Para cada moneda veremos las estrellas y el perfil de un corte transversal en la segunda estrella. Las diferencias son evidentes.

 

1871 (18-71)

Aquí vemos un duro con las estrellas sin troquelar. Se puede ver en los «valles» de la gráfica que la profundidad de grabado del 7 es mayor que la del 1 y que tiene un golpe a la izquierda del 1 que hace que baje un poco el perfil. No obstante, en la estrella se ven claramente tres «crestas» de prácticamente la misma altura. Por eso se ve que la estrella no está manipulada.

1871 (18-72)

En los catálogos de mediados del siglo XX todavía aparecía el duro de 1871 (18-72). La razón es que hubo orden de emisión para este duro pero nunca se llegaron a realizar porque, a pesar de que en 1872 se acuñaron millones de duros, todos ellos los hicieron con estrellas 18-71 ( Rafael Sabau, “Las acuñaciones de duros en el sistema monetario de 1868″. Revista Numisma julio-septiembre de 1954). No obstante, en aquellas épocas los coleccionistas se entretenían «rellenando huecos» y muchos eran los que querían su inexistente duro de 1871 (18-72). No faltaron troqueladores que dieron gusto a esos pardillos. De hecho, aún hoy ese duro sigue levantando pasiones, pues todavía me acuerdo del revuelo que se preparó cuando Cayón puso, por un simple error de imprenta, que subastaba un duro de 1871 (18-72) (una entrada y otra entrada). Al menos hubo 10 personas que me escribieron diciendo que ese duro existía porque ellos tenían uno y que «no podía ser falso porque lo heredó de su abuelo». La de veces que he oído eso.

El asunto es que es evidente que las estrellas de este duro no pueden ser auténticas. Además la segunda estrella está muy rebajada, tal y como se ve en las fotos. Fijaos cómo hay un primer pico a la izquierda pero luego los dos siguientes no llegan, ni de lejos, a esa altura. Digamos que la estrella está en pendiente y eso es síntoma claro de que ha sido manipulada.

1871 (18-73)

Todas las semanas me llegan un par de mails diciéndome que tienen un duro de 1871 (18-73). También hay muchos que escriben en esta entrada y yo respondo, o no, dependiendo del día que tenga. El caso es que de toda esta gente he tenido la desgracia de no haber podido dar a nadie la alegría de que su duro era auténtico.

El caso es que en este otro ejemplar también se ve que la estrella tiene pendiente, así que es falso. Además, el 3 no tiene la forma que debería. En este caso la estrella está menos rebajada que en el anterior. Eso se debe a que para grabar el 2 hay que borrar todo el dígito que hubiera antes y grabar el 2 posteriormente. Sin embargo, para grabar el 3 se partir de un 5 y «reutilizar» algunos de sus trazos, como por ejemplo el trazo superior y el trazo curvo de abajo.

1871 (18-74)



No hay mucho que decir en este ejemplar, es bastante evidente que la estrella no ha sido troquelada. Los valles de los dígitos son muy poco profundos porque la estrella tiene mucho desgaste, pero está claro que la altura de la estrella es uniforme.

1871 (18-75)



Otra estrella auténtica de libro, digo lo mismo que en la primera.

1871 (18-18)

El duro de 1871 (18-18) no es tan falsificado como el de 1871 (18-73) porque es más complicado de troquelar, ya que hay que manipular dos dígitos de la segunda estrella en vez de uno y porque es más barato que el de *73. Pero también hay que mirarlo bien porque es de los golosos para troquelar. Este ejemplar es clarísimamente auténtico, puesto que se ve que están al mismo nivel las tres crestas de la estrella.

1871 (18-71/2)


Si ya el duro de 1871 (18-72) no existió nunca, es obvio que el 1871 (18-71/2) no habrá existido jamás de los jamases. Además de que tal rectificación de fecha sería ridícula. Pero así se la vendieron al ingenuo coleccionista. La explicación que veo es que lo hicieron fatalmente mal a la hora de troquelar la estrella y no se les ocurrió otra tontería que inventarse esa variante de sobrefecha.

33 comentarios en “Estrellas rebajadas en las 5 pesetas de 1871”

  1. ¿como puedo ponerme en contacto con Nummétrica??
    Tarifas, etc..

    A mi un comercial me decia que podia hacer una analisis XRF con una pistola y que venia a mi ciudad por unos cientos de euros. Pero las moneda no podia tener patina. Es decir, cobre rojo por ejemplo.

    Ademas se suele hacer el analisis en varios puntos y creo que las mediciones cambian mucho de uno a otro.

    PCGS creo que tiene servicio XRF por 40 dolares, lei hace unos años.

    Saludos

  2. Cada dia pienso más que la numismatica es para profesionales con miles de euros, maquinaria, … los que tenemos «4 monedas» no podemos más que ir de estafador en estafador hasta quedarnos sin dinero y sin afición.

  3. @coinhead, te he mandado un mail con los datos de Nummétrica para que te pongas en contacto con ellos si quieres. No es nada raro, pero no es plan de ponerlo en el blog.

    @Daniel, más bien justo lo contrario: ahora están apareciendo nuevas tecnologías y nuevas posibilidades que permiten al coleccionista dormir tranquilo. Hoy en día hay muchísimo acceso a la información y para un coleccionista es más fácil que nunca aprender. Un aprendizaje que debería ser placentero para quien colecciona (si no ¿para qué coleccionar?).
    Y para evitar ser timado, nada mejor que seguir unos pasos bien sencillos: https://blognumismatico.com/guia-para-comprar-monedas/

    Saludos,
    Adolfo

    1. Hola Adolfo,
      Hablas de un microescopio en el post. Tienes idea si existe alguno a un precio asequible que haga los test de altura que nos presentas?

      Muchas gracias por adelantado,
      @Fran

      1. El microscopio con el que fueron hechas las imágenes cuesta una pasta. Dudo mucho que haya algo semejante a precio «asequible» (digamos menos de 5000 euros).

  4. Una entrada que lo tiene todo…
    científica, amena, interesante…

    …me ha gustado mucho Adolfo, aunque colecciono moneda antigua, empecé como tantos otros coleccionando centenario y todos estos reportajes sobre «el reverso tenebroso» o «el lado oscuro» del coleccionismo siempre me han enganchado.

    P.D.
    Los que no entendáis lo de «el reverso tenebroso» o «el lado oscuro» no os preocupéis, simplemente no sois de mi generación y os perdisteis el estreno de la guerra de las galaxias en el cine (jejejeje)

  5. Hola a todos: sobre estos duros, la información no puede ser mejor.
    Adolfo: ¿Sobre denarios o tetradracmas falsos o la manipulación de monedas que han servido como joyas…has escrito alguna entrada?

    1. No. Lo más parecido que he escrito al respecto es esto: blognumismatico.com/2011/09/07/el-canto-de-una-moneda-falsa/

      Lo del tema de los denarios y los tetradracmas es importante porque hay muchas falsas, sobre todo en la griega. Por eso al comenzar a coleccionar moneda clásica siempre siempre siempre hay que adquirir las monedas a un comerciante serio y de confianza.

      Por parte de monedas que hayan servido como joyas, tampoco he escrito nada. Lo que pasa para este tipo de entradas, al igual que sobre las falsas, es que es necesario tener fotos y documentación al respecto. Eso es algo que a mí me falta en muchas ocasiones porque no tengo acceso fácil y directo a gran cantidad de monedas o de falsificaciones.

      Por eso la colaboración con Nummétrica es tan interesante para este blog. Una entrada como la que presento hoy no hubiera sido posible sin ellos. De hecho, hasta donde yo sé nadie antes había publicado unos datos cuantitativos que permitan diferenciar claramente entre las estrellas retocadas y las que no lo están.

      Como voy a seguir colaborando con ellos, porque son una gente genial con los que me lo paso en grande y con quienes aprendo un montón, seguro que aparecen más entradas hablando de falsificaciones y con conocimiento de causa.

      Saludos,
      Adolfo

  6. Muy buena entrada!!! Muy interesante.
    Ayer precisamente se me planteó la duda respecto a lo que escribes, con un duro del 75 , ni tan raro, ni tan caro.
    Al final hubo algo que no me gustó en el 5 de la estrella, y no lo dude ni un momento… otra vez será.

  7. Estoy de acuerdo con @AlbertoCervera es la entrada Total. Lo tiene absolutamente todo. Es una entrada que esta a un nivel muy alto.

    Me encanta que la tecnologia ¡por fin aplicada a la numismatica! quite la mascara al falsario.

    Solo me queda la duda, de si hay personas o grupos concretos dentro del establishment dentro del mundo numismatico que le sigue el juego y pone dentro del circuito legal, no se si sera por error omision o alguna otra razon inconfesable.

    1. Si por «establishment» hablamos de las casas de subastas y de los profesionales serios, yo no creo que vayan a meter en el mercado de manera sistemática monedas falsas o troqueladas. No hay mentira que quede mucho tiempo cubierta y la gente se daría cuenta más pronto que tarde, así que sería como si cavasen su propia tumba.

      Otra cosa son los raterillos y guantrapas de medio pelo que están esperando a ver a quién pillan.

      Saludos,
      Adolfo

      1. No hace mucho adquirí en una prestigiosa casa de subastas española una moneda de 5 pesetas de Carlos VII de 1874. Se que esas piezas no circularon en la época y que realmente podrían considerarse invenciones pero me gustan y llenan un hueco en la etapa histórica en cuestión que me parece muy interesante. Sin embargo, al parecer, también hay falsificaciones de estas monedas. Es decir, reacuñaciones posteriores a las primeras, no se si usando los mismos cuños o con cuños copiados. Pues bien, la cuestión es que cuando recibí la moneda me dió mala espina, por lo que quizás pudiera encuadrarse dentro del segundo grupo y, en ese caso, no sería de mi interés. Me puse en contacto con el subastador y me dice (con un rápido vistazo) que para él no había duda. La llevo a una convención en Madrid y unos me dicen que es buena y otros que no. ¿Qué puedo hacer?. ¿Un análisis de Nummetrica certificaría su falsedad, porque algunos que he visto hablan de la pureza de la plata y poco más?.

        1. Los duros carlistas más que monedas son medallas. Pero sí que circularon en la época con valor de un duro. Lo que pasa es que circularon muy poco.

          Por lo que dices, creo que a veces muchos coleccionistas pecamos de hipocondriacos. Si una casa de reconocido prestigio te dice que es auténtica yo dormiría tranquilo. Si quiero una segunda opinión le preguntaría a algún comerciante con quien tenga confianza a ver qué opina. Ir a una convención y preguntar a muchos comerciantes no suele ser buena idea porque sus opiniones pueden diferir, bien sea porque no opinan lo mismo, porque opinan sin saber o porque te quieran «misinformar»: https://blognumismatico.com/2013/12/20/misinformacion-numismatica/

          Por parte de Nummétrica, en sus informes incluyen el contenido en oro y/o plata. Esa es una información importante ya que se tiene que ajustar a la legislación del momento (pública y conocida por todos). Por ejemplo, si una moneda veneciana del siglo XV tiene un 95% de oro entonces está claro que es falsa porque debería tener al menos un 99%. Y no hay más.
          Pero hay más, que son los elementos traza. Dichos elementos no son los mismos en unas cecas que en otras ni en unas épocas que en otras. Dependen fundamentalmente del lugar y del método de extracción del material. Por ejemplo, si en un denario romano nos encontramos los elementos traza que suelen aparecer en un duro de Potosí… malo. Si resulta que un as ibérico tiene poco plomo… malo también.
          Lo que pasa es que esos elementos traza no son públicos y no hay ningún estudio serio que se haya preocupado por analizarlos y clasificarlos. Por eso Nummétrica no los publica, aunque los analiza. Es para no ayudar a los falsarios.

          En cualquier caso, no existe ni existirá ninguna máquina a la que la pongamos una moneda y nos diga si es auténtica o no. La máquina de la verdad es imposible porque los datos siempre hay que interpretarlos.

          Si quieres que te ponga en contacto con los de Nummétrica dímelo. Luego hablas con ellos para ver si pueden echarte una mano.

          Saludos,
          Adolfo

          1. Buenos días, Adolfo. A la pieza que me refería no es a la medalla de Oñate de 1875, que efectivamente, circuló en la época como un duro de plata. Me estaba refiriendo a las múltiples variantes de 5 pesetas de 1874 con el busto de Carlos VII y que se reconoce que fueron acuñadas en Bruselas en fechas posteriores. Podríamos incluirla en el apartado de invenciones que tanto proliferaron por aquellas fechas como las 2 pesetas de la Revolución Cantonal o los 10 céntimos de Andorra. Pero no es esa la cuestión: una vez aceptada que la moneda es una acuñación posterior, el problema es que adquirió un gran valor (a día de hoy se mantiene sobre los 2.000 €) y se hizo rentable falsificarla, por lo que hay acuñaciones de los años 60/70 y que ya no me parecen coleccionables. Como definió en su magistral catálogo José María Aledón, en vez de filfa estaban haciendo refilfa (refiriendose a falsificaciones de monedas inventadas). Cuando te he mencionado la convención, obviamente no voy puesto por puesto, sino que pregunto a expertos en el tema. Uno me dijo que la pieza era buena, el otro que le incitaba dudas. ¿Cómo demostramos la falsedad?¿Qué numismático te va a certificar que la moneda es falsa para enfrentarse a un colega suyo?Por eso te pregunté lo de Nummetrica: ¿ellos dirían claramente en su certificado, si así resultase, que, en base a los análisis realizados, consideran que la moneda no es auténtica?.

          2. Yo llevo años colaborando con Nummétrica, pero ni la empresa es mía ni trabajo en ella. Si quieres te puedo poner en contacto con ellos y habláis entre vosotros para ver hasta dónde pueden llegar.

            Saludos,
            Adolfo

  8. Aldolfo, como te comentaba anteriormente, me ha gustado mucho esta entrada. Sólo un comentario-duda para tí o para la empresa que comentas. ¿Porqué toman el transecto de la estrella en su parte más corta? Si se toma el transecto entre los apendices de las puntas, por ejemplo entre la primera y la quinta, se cubre un segmento mayor (y en este caso asegurarse la medida en más de dos surcos de los dígitos). Me imagino que entonces seria más fácil cuantificar los datos.

    Entiendo que la medición es semi-cuantitativa, pero con la amplicación de ejemplares podrian llegar a identificarse troqueles (sobre aquellas piezas con desgaste ínfimo…).

    De nuevo, un saludo,

    1. Lo primero es que los datos «semicuantiativos» no existen. Es una cosa que he leído algunas veces en los foros y eso es una patada en toda regla. Estos datos son claramente cuantitativos y esa es la gran diferencia con los métodos tradicionales de análisis, en los que simplemente había datos cualitativos: las opiniones de los expertos. Otra cosa es que esos datos cuantitativos haya que interpretarlos y que deba ser un humano quien lo interprete. Eso pasa siempre que se usan datos cuantiativos. Un día si queréis comento esto con más detenimiento en una entrada y así aprovecho a hacer divulgación científica.

      Por lo que comentas, date cuenta de que lo que importa no es cuánta superficie de la estrella se puede medir (el microscopio también puede hacer escáneres en 3D), sino que sea evidente si la estrella está rebajada o no. Las estrellas se rebajan en la parte donde está el segundo dígito grabado, sobre todo en la parte central porque hay veces que se pueden «reaprovechar» los trazos del anterior número. Por lo tanto, con que esa parte esté dentro de lo que se mide, ya está hecho.

      Por lo de identificar troqueles, yo no lo veo nada claro. Lo primero es porque hay muchísimos, del orden de decenas de miles solo para los duros de Amadeo. Lo segundo es porque un mismo troquel grabará la estrella con mayor o menos profundidad según se vaya desgastando.

      Saludos,
      Adolfo

      1. Yo no he hablado de datos sino de mediciones semi-cuantitativas, que sí que exísten, como lo es el análisis que aquí presentas. La diferéncia esta en que el valor absoluto de la medida no significa nada sino que es en su relación con el global que te permite interpretar el conjunto de datos. Fíjate que el valor absoluto de la altura no te permite por si sólo interpretar los resultados.

        Es similar al tipo de anàlisis de composición elemental que mencionas arriba y que defínes mal como análisis de elementos traza o EET. Por el momento no me creo que nadie pueda afirmar que una moneda es falsa con la concentración en ppm de elementos minoritarios (que no traza), como el pb, el zn o el cu. Sin embargo si es posible estimar un rango de confianza en % sobre la presencia «probable o improbable» de éstos elementos en tus monedas. Digo que la presencia de elementos traza entre diferentes orígenes de metal (fuentes, vetas,…) es extremadamente variable. Dos fragmentos de plata bruta sacados del mismo orígen pueden tener concetraciones ppb de uranio estratosféricamente distintas. Si además consideras que durante el proceso de aleación se pueden añadir otras…; sin hablar de la polución admosférica o ambiental…
        Otra cosa es la concentración (en %, vuelvo a la medición semi-cuantitativa) de plata u oro; óbviamente sí puedes estimar así si cumple o no los parámetros esperados.

        saludos

        1. Lo primero es que tienes razón en el tema de los datos semi-cuantitativos. En el campo que yo manejo de tal cosa no había oído hablar nunca, pero al parecer en otros dominios (medicina, meteorología, provención de riesgos…) sí que se usa. Así pues, mil perdones :)

          Por lo que dices de los elementos minoritarios o elementros traza, no es algo que te vaya a dar automáticamente la autenticidad o la falsedad de una moneda. Ya digo que tal cosa es imposible. Pero sí que son datos con mucho peso que permiten argumentar sobre si la moneda es auténtica o falsa. Eso se complementa con un análisis de la superficie y con otros métodos y al final se podrá argumentar si la moneda es o no buena. Desde luego que esos datos valen mucho más que decir: «fulanito, que sabe mucho, me ha dicho que es auténtica».

          Pongo un ejemplo que me lo invento sobre la marcha: vamos a suponer que en los duros de Potosí del siglo XVIII se suele encontrar entre un 0,5% y un 1% de cadmio, así como entre un 1,2 y un 2% de cobalto. Vamos a suponer también que tenemos una base de datos con análisis de 500 duros de Potosí de Carlos III y vemos que la relación entre el cadmio y el cobalto de esos duros está entre 1:1,8 y 1:2,3 en un 95% de las veces.
          Ahora nos viene un columnario de Potosí de Carlos III y no tiene cadmio pero sí un 2,5% de cobalto. Bueno, pues teniendo en cuenta lo anterior ahí pasa algo raro. Algo «raro» que ningún numismático por mucho nombre que tenga y por muy listo que sea hubiera sido capaz de ver al no ser que tenga el analizador de XRF, la base de datos y el conocimiento necesario para interpretar la información. El analizador XRF se puede comprar con dinero, pero lo otro no.

          Saludos,
          Adolfo

          1. 100% de acuerdo entonces Adolfo,

            Sobre el ejemplo hipotético que comentas, tabién 100% de acuerdo. De hecho las investigaciones sobre procedencia de metales o minerales como la obsidiana o los mármoles, se desarrollan a partir de medidas múltiples de elementos minoritarios, y sobre porcentajes relativos. Y cuando no se pueden analizar las fuentes de orígen de los metales el rango de confianza se construye (básicamente) a partir de entradas a priori buenas. Una vez disponens de una entrada suficient de efectivos los test estadísticos de significancia pueden permitir también ver si hay «falsos positivos» en la selección inicial.

            Para ello hay mucho trabajo por hacer y sin duda la iniciativa de la empresa que comentas es para alegrarse. Ya sabes que en mi opinion me gustaría que este y otro tipo de investigaciónes se realizara desde entes públicos, financiadas de forma estable, que formara parte de circuitos académicos (que aseguran que la información se divulga y comparte) pero de el momento me temo que esto no va a ser posible…, y por mi parte le deseo lo mejor a esta iniciativa y aplaudo la valentia de hacer investigación desde el sector privado en tiempos como los que corren…

            Sin embargo, y en mi opinion, el futuro de éstos análisis no esta en el análisis de composición elemental sino en el del análisis del ratio de isótopos estables de los elementos que analizas. Éste ratio isotópico puede ser una manera similar de estudiar «las características genéticas» de la moneda. Desgraciadamente los medidores de proporciones de isótopos estables de materia inorgánica (como los metales) «aún» no son para el análisis de superficie, e implican descomponer físicamente una muestra de metal…; además de que tampoco son portables. Pero todo se andará, estoy convencido.

            un placer aprender con vosotros,
            saludos

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