Una colección como plan de pensiones V: ejemplos de grandes coleccionistas

Tanto si se quiere coleccionar monedas como inversión o como divertimento, no está de más ver qué colecciones han forjado, o están forjando, otros grandes coleccionistas para entender sus aciertos y errores. Hacer un estudio serio al respecto llevaría muchísimo tiempo y requeriría realizar entrevistas a muchos coleccionistas o a sus familiares. No es lo que pretendo. Sin embargo, creo que no está de más citar a unos cuantos grandes coleccionistas y hacer una pequeña crítica económica a su colección.

Louis Eliasberg tuvo el prestigioso honor de tener la primera (y que yo sepa la única) colección de monedas de circulación americanas que contenía todas las combinaciones de cecas y años. Comenzó la colección en 1925 y en 25 años ya estaba acabada. Luego se dedicó a exponerla y a mejorar algunos ejemplares. Una vez muerto Eliasberg, la colección se subastó entre 1986 y 1997, rematándose en más de 56 millones de dólares.
Lo que se puede aprender de este coleccionista es que el segundo tercio del siglo XX eran unos tiempos totalmente diferentes a los de ahora. Hoy en día sería imposible completar una colección como la de Eliasberg, no ya en 30 años, sino en una vida entera. Se sabe también que Eliasberg adquirió la colección Clapp Estate Collection en 1942 por 100.000 dólares, la cual estaba casi completa y en ella había ejemplares de extraordinaria calidad. No sé el inventario que tuvo la Clapp Estate Collection (y lo he estado buscando), pero ese precio es ridículo para una colección con esa descripción. El hecho de que se vendiese durante la Segunda Guerra Mundial hizo que Eliasberg pudiera comprar una ganga.

John J. Ford fue un comerciante de monedas durante 50 años que él mismo forjó una gran colección subastada en 2003 por 56 millones de dólares. La colección se componía fundamentalmente de rarezas numismáticas americanas.
Ford fue un tipo muy polémico, acusado mil y una veces de timar de cualquier manera: comprar tirado de precio monedas muy raras si el que las tenía no sabía lo que eran, sobreestimar la calidad de las monedas que vendía, estar en medio de una trama de monedas falsas… se ha dicho de todo y no sé cuánto de ello será verdad. Lo que es indudablemente cierto es que Ford era muy conocido y muy respetado en el mercado numismático americano. Conocía muchísima gente, sabía muchísimo de monedas y de su mercado. Gracias a ello pudo ganar mucho dinero y adquirir piezas rarísimas a muy buen precio. Después supo guardarse las más raras y apreciadas, algo que pocos comerciantes hacen.

El Rey Faruk I de Egipto es el típico hijo de mil madres que por contingencias históricas se convierte en dictador de un país africano. Al igual que el patascortas, Faruk hizo ojitos al Eje hasta que vio que la guerra la tenían perdida. Luego se dedicó a meter mano la Hacienda Pública (si es que todos son iguales…) para comprar piezas de arte, esculturas, antigüedades y monedas. Muchas monedas. De hecho, tenía a varios comerciantes trabajando para él y le mandaban gran cantidad de ejemplares. Compraba monedas como quien compra garbanzos. Todo esto hasta que en 1952 un golpe de Estado le mandó al exilio y el nuevo gobierno vendió su colección para restituir, en parte, el malgasto del dictador. Tal fue la magnitud de las monedas vendidas que se considera la mayor subasta numismática acontecida en el siglo XX.

Hay un dicho que dice que quien vende por necesidad, pierde por obligación. Y si además se vende con desgana entonces la pérdida es doble. Yo todavía no he visto a ninguna administración pública hacer un uso económicamente eficiente de ningún activo que no sea dinero líquido, y los egipcios no fueron una excepción. La organización de la subasta fue un desastre: hicieron lotes que mezclaban monedas raras o de alta calidad con otras corrientes, los lotes tenían muy malas fotos, en muchos casos no se indicaba la calidad de las monedas aunque éstas fuesen raras… Sotheby’s no hizo bien su trabajo (no quiero ser mal pensado y considerar que tenía más interés en quedar bien con los comerciantes que compraban que con el Estado Egipcio) y no hubo ningún funcionario que se preocupase por ello. Como consecuencia, la inversión numismática del Rey Faruk fue horrorosa (aunque a él eso no le importase lo más mínimo porque el dinero no era suyo) y el Estado Egipcio fue el plinga’o que palmó un montón de dinero en unas operaciones numismáticas que todavía se recuerda entre los comerciantes numismáticos como la ganga de las gangas.

Philip Grierson además de ser uno de mis escritores numismáticos predilectos y, sin duda ninguna, uno de las mayores referencias numismáticas del siglo XX, fue también un gran coleccionista. De hecho, forjó la mayor colección de moneda medieval jamás recopilada. Esa colección ahora se encuentra en el Fitzwilliam Museum, del que Grierson fue director y que yo visité hace un par de años. Esa colección no se ha vendido pero consta de 20.000 piezas y está valorada en millones de euros. Lo más sorprendente de todo es que Grierson no era más que un académico, los cuales tienen un sueldo normalillo (aunque mejor en Inglaterra que en España); digamos que Grierson era de clase media o a lo mucho de «media-alta».

Yo creo que se tuvieron que dar muchas circunstancias para que una persona como Grierson pudiera recopilar semejante colección. La primera de ellas era su profundo conocimiento sobre la numismática medieval en un tiempo en que estaba poco estudiada, y por tanto poco valorada. El segundo es que comenzó a coleccionar en el mejor momento: en 1943. En plena Segunda Guerra Mundial el comercio de este tipo de lujos era tal que el precio estaba por los suelos; además de que no se podía exportar nada de Inglaterra ante semejante panorama. Por si fuera poco, entre 1943 y 1945 se subastó en Inglaterra la impresionante colección de Lord Grantley, compuesta por 50.000 monedas, las cuales eran muchísimas más de las que el mercado inglés podía absorber en tan fatídicas condiciones (por lo que los precios se derrumbaron aún más de lo normal). El tercer ingrediente es que Grierson se gastó toda su herencia, y dos tercios de su sueldo, en su colección de monedas.

Caballero montó la mayor colección de moneda de oro española jamás reunida, y dudo mucho que en las próximas décadas aparezca otra colección de semejante magnitud. De esta colección hemos hablado muchísimo en el blog ya que hemos tenido el privilegio de que participen en él sus protagonistas. Por eso solo quisiera subrayar unos aspectos a modo de telegramas: el Sr. Caballero era un auténtico apasionado de España, de su historia y de sus monedas; el Sr. Caballero hizo un auténtico sacrificio económico y personal para poder forjar la colección; sin una Guerra Civil española y sin una Segunda Guerra Mundial hubiera sido imposible reunir esta colección; en los años 50, cuando apenas se valoraba la calidad de las monedas, el Sr. Caballero buscaba piezas de la máxima calidad a la que pudiera acceder; el hijo del Sr. Caballero, quien sabe mucho de economía, considera que la colección fue una buena inversión.

Crusafont. Todo aquél que se aproxime a la moneda catalana tiene que conocer a Miquel Crusafont i Sabater, puesto que ha sido el mayor estudioso de estas monedas. Él mismo forjó una colección de casi 2000 piezas que fueron subastadas por Aureo en octubre de 2011 con una buena aceptación, pero sin llegar a cantidades desorbitadas. Como dice Crusafont en la introducción del catálogo de dicha subasta, muchas de las rarezas que él pudo adquirir estaban sin catalogar ni estudiar adecuadamente en el momento de su compra, por lo que pudo hacerse con ellas por un precio bajo (nótese que Crusafont era ingeniero industrial, no un millonario). De hecho, buena parte de los catálogos de monedas catalanas se los debemos justamente a él.

También quisiera apuntar que es una colección donde se busca más la rareza que la calidad de las piezas. Esta característica es algo normal si tenemos en cuenta que Crusafont era un estudioso (para estudiarlas, una moneda de igual que esté en SC que en BC+ siempre que se lean los datos), no un inversor. De hecho, muchas de las monedas corrientes de su colección hubieran podido mejorarse su calidad de manera bastante sencilla.

Un colega mío es coleccionista de billetes clásicos españoles y lo entrevisté hace algo más de un año. Él es un apasionado de los billetes y conoce muy bien los clásicos. Mucho mejor que la inmensa mayoría de los comerciantes españoles de monedas y billetes. Este aficionado suele ir a convenciones y a subastas porque, aunque muchas veces no compre nada, consigue hacer contactos que después le pueden proporcionar billetes. De hecho, conoce personalmente a la mayoría de los comerciantes españoles que manejen billetes y a la mayoría de los coleccionistas que coinciden con sus gustos. Tampoco le tiembla la mano al soltar algunos miles de euros por un billete, entendiendo que eso es parte del patrimonio que dejará de herencia a sus hijos. A este respecto, una vez me dijo que su idea era dejar de herencia algo que ellos no podrían comprar si tuvieran mucho dinero, pero sí vender si necesitasen ese dinero.

Con todos estos ejemplos creo que se pueden extraer, al menos, estas conclusiones:

Para montar una buena colección hace falta esfuerzo durante muchos años. Este esfuerzo no es solo económico, sino sobre todo personal. Hace falta dedicarse a la colección, estudiar las monedas, conocer comerciantes, conocer más coleccionistas… Es mucho tiempo el necesario y por eso hace falta tener verdadera pasión por las monedas.

El contexto histórico en el que se forja la colección importa mucho. Ya hemos visto cómo muchas de las colecciones míticas que han aparecido en las últimas décadas fueron compradas en las décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial. De hecho, sin esa guerra dichas colecciones nunca hubieran sido posibles. Otro aspecto contextual es el hecho de que ciertas épocas no estaban tan estudiadas en los años 50 como lo están ahora (sobre todo la Edad Media). En los casos de Grierson y Crusafont podemos ver cómo fueron los propios coleccionistas quienes establecieron las bases para el estudio; o dicho de otra manera, cómo los que establecieron las bases para el estudio, fueron los que coleccionaron.

Conocer el mercado es imprescindible para poder montar una buena colección. Hay que conocer bien las monedas, a comerciantes y a otros coleccionistas para poder adquirir ciertos ejemplares. Llegado el momento también es necesario vender las monedas de forma seria, y no como la colección del Rey Faruk I.

Una colección de monedas, o de otros objetos históricos o artísticos, es la peor inversión que se puede tener como refugio ante una época de inestabilidad política.

Las fotos que ilustran la entrada muestra (por orden) a Louis Eliasberg, John J.Ford, el rey Faruk I, Philip Grierson y Crusafont dedicándome un libro suyo en la pasada convención de la ANE.

34 comentarios en “Una colección como plan de pensiones V: ejemplos de grandes coleccionistas”

  1. Me ha gustado mucho tu entrada, pero la has finiquitado con:

    «Una colección de monedas, o de otros objetos históricos o artísticos, es la peor inversión que se puede tener como refugio ante una época de inestabilidad política.»

    Y no puedo estar más en desacuerdo. Y mi razón es una: 1971
    Este año las leyes que aplicaban al dinero respaldado dejaron de tener efecto. Y la gente empezamos a jugar con dinero del monopoly.
    Si en un futuro hay una inflacion muy pronunciada, haber salvaguardado el dinero de hoy en activos -a un precio se entiende que razonable- es una inversion (aunque me gusta mas la palabra refugio) que te permitiria no perder todo lo que tienes. Que ganes más o menos dinero no me preocupa excesivamente a dia de hoy.

    El dinero que has ganado tienes en tu bolsillo no es tuyo, es del banco emisor, y éste puede decidir siempre durante cuando vale y cuanto vale, devaluandolo cada vez que considere oportuno… e incluso llevarlo a cero… No seria la primera vez en Europa.

    1. Con «inestabilidad política» me refiero a guerras, no a periodos de híper-inflacción.

      En el contexto de una guerra tanto Grierson como Eliasberg pudieron adquirir una gran cantidad de monedas a un precio muy bajo. Ellos mismos y otros como Caballero pudieron hacerse con muchas otras monedas en la posguerra. Eso tiene como consecuencia que alguien tuvo que vender su colección de monedas a precio de derrumbe en la Segunda Guerra Mundial.

      Saludos,
      Adolfo

      1. Yo creo que estamos en una epoca de gran inestabilidad politica y economica (QE). Afortunadamente, no en «guerra total», pero si que se han visto ataques a paises -como por ejemplo- (de parte de los mercados, especuladores…), y eso sí son guerras económicas. El futuro de nuestros ahorros (dólares o euros) lo veo muy muy en el aire…

  2. Bueno, yo niego la mayor…
    si uno quiere buscar rentabilidad económica, no puede poner todos los huevos en el mismo cesto.
    Me explico:
    Imaginad que tenéis una colección sensacional de Carlos III, en principio no parece haber ninguna pega, es un rey relativamente «popular», su mercado potencial es mundial pero…
    ¿que pasa cuando se celebra esa subasta con centenares (o miles) de monedas de Carlos III puestas a la vez a la venta?
    Pues que las rarezas ven como son disputadas entre varios postores interesados, pero las monedas más normalitas (ya sea por estado de conservación o ser fechas y cecas corrientes) se adjudican en precios de salida o quedan simplemente desiertas…
    ¿Que ha pasado? simplemente que se ha producido una saturación puntual del mercado; los interesados en estas monedas disponen de unos recursos finitos, y estos se han visto muy sobrepasados por la oferta puntual…
    Ahora imaginad que esa colección estuviese compuesta por monedas de Carlos III, Carlos IV, Fernando VII, algunos denarios bonitos (no necesariamente raros), algo de moneda iberica de gran calidad, alguna rareza moderna (por ejemplo las 100 pesetas de Franco del 69), algo de moneda extranjera bonita (dólares por ejemplo….)
    Dicha colección se subastaría mucho mejor que la anterior, pues no se produciría el colapso de la demanda que se produjo antes…
    ¿pegas?
    Pues una obvia, que una «colección» semejante es cualquier cosa menos una colección al carecer de un eje común que la vertebre.

    1. El mercado numismatico es muy fluctuante pero en general por lo que he visto desde mi humilde punto de vista con los columnarios y piezas de a 8 en mi pais (Argentina) es que los precios hacen una especie de serrucho creciente con respecto al tiempo. Por situaciones como crisis, venta de grandes colecciones o descubrimientos de naufragios estas piezas pueden caer en sus precios, pero luego de algunos años el precio vuelve a subir con mas fuerza que antes,impulsado precisamente por los bajos precios y la facilidad de generar nuevas colecciones ante un mercado que se recupera.
      La ultima frase es muy sensata y yo como coleccionista deberia tener en cuenta no diversificarme demasiado para no perder el interes en la coleccion.

      Saludos

      Andres

  3. Tienes razón Adolfo, no lo había leído…
    En cuanto a los bullion, si España hiciese bullions con el tipo del columnario, imitando a los antiguos reales de a ocho, o con el busto del rey «a la heroica» como se hacía en el siglo XVII y XVIII yo sería el primero en coleccionarlos…
    los «cromos» que hacen actualmente los dejo para el que los quiera; para mí no son chicha ni limoná, su elevado precio con respecto al contenido intrínseco los descartan como bullion, y su precio de venta superior al facial (¡Y sobre el que tienen el descaro de cobrarte el IVA!) los delatan como simples objetos monetiformes o hablando con más claridad son simples medallas por mucho valor facial que les hayan puesto, no son monedas de curso legal por lo que para mí carecen de todo interés…
    Encuentro mucho más interesantes las alfonsinas, los soberanos ingleses, los duros «porrilleros» del centenario y otros «bullion» que por lo menos son monedas que en su día circularon…
    Perdonad esta disquisición, yo empecé coleccionando las monedas diferentes que caían en mis manos (sobre todo procedentes del bolso de mi madre)a los doce años, después pasé al centenario, y de ahí salté a la moneda romana…
    …donde sigo.

    1. Como dicen en mi tierra: «Has hablao como un libro abierto». Totalmente de acuerdo contigo. Toda la «porqueria» que desde hace unos 25 años viene fabricando y pretendiendo colocarnos la FNMT, es simplemente eso: porqueria y además muy cara y fea de cojones. De todas formas es la tónica que hoy dia está muy de moda en el mundo mundial, pues argumentan (con tanto liberalismo «chicaguesco») que las cecas deben de fabricar sus propios productos para sobrevivir (otro cuento chino que no se lo creen ni ellos). Particularmente solo adquiero las 18 gramos de 30€ (desde que comenzaron con valor de 2.000 pts), por lo menos pago su mismo valor facial, aunque no se revaloricen como inversión, al menos me consuela el hecho de que tampoco pierdo (si no cuento con el IPC anual), sobre todo si comparo con otras históricas (como los duros del centenario)de calidades medias-bajas cuando se adquieren, pues ya sabemos que como mínimo perdemos un 20/30% al comprarlas a los profesionales si luego queremos venderlas a los mismos. Salvo mejor criterio. Equus.

  4. Muy buena entrada de la serie «Una colección como plan de pensiones» con ejemplos reales y personajes que desconocía. Salvo Faruk I y, Caballero y Crusafont por que has hablado de ellos aquí, a los demás los desconocía por completo.

    Respecto a las conclusiones, salvo la primera «dedicarse a la colección, estudiar las monedas, conocer comerciantes, conocer más coleccionistas… tener verdadera pasión por las monedas» que depende más o menos del coleccionista, en el resto, creo que poco o nada se puede hacer ya que el contexto historico en que vivimos no lo podemos elegir (como mucho ser conscientes), y se puede conocer el mercado (que no es poco) pero no se puede predecir lo que va a pasar en el momento de venderlas.
    En el cuarto punto, inestabilidad política (¿también económica?) no me queda muy claro si te refieres a que puede haber confiscación o a que es muy probable que haya que malvender.

    Yo como simple aficionado, también veo dos factores: que se siga manteniendo la afición y por lo tanto los precios ya que hablamos de considerarlo una inversión o plan de pensiones, y la cantidad de falsificaciones que salen al mercado que afectan, creo yo, sobre todo al coleccionista más iniciado o novicio.

  5. Una pregunta me a sugerido este último comentario,¿ guardas todavía las monedas del bolso de tu madre?¿qué valor le otorgar a esas monedas?( no solo económico)

  6. Muchas veces he leído que es más difícil vender que comprar y encontrar un buen precio para que nuestra colección aparte de disfrutarla nos salga rentable.

    Lo que explica magnificamente este artículo es como se han hecho fortunas con la clarividencia de unas personas respecto a la colección de monedas, aplicable a otros aspectos de la vida.

    Pero la cuestión es quien es capaz de tener esa clarividencia en el momento adecuado. Los coleccionistas de monedas, que hay muchos en este blog, tendrían que tener en cuenta que si hubiera una guerra, ya hace más de 65 que gracias a dios no hay ninguna, han de tener la cabeza fria para poder gastar su dinero, que pudiera ser necesario para el sustento y la supervivencia tanto de éllos como de su familia, para comprar una colección o consecución de monedas que harían su fortuna muchos años después.

    Esas personas que son capaces de abstraerse del momento mundial que viven y compran monedas que saben que en un futuro serán muy rentables son muy escasas, de ahí que aquel que logra mantenerse fiel y sabe mantener un criterio con calidad haga un gran trabajo de inversión.

    En estos años que vivimos circula tanto dinero fiduciario y personas con un gran poder adquisitivo que no es comparable con ninguna época anterior. Además en el s XX en Europa se ha expoliado, robado o perdido miles o millones de monedas que pertenecían a particulares que ya no se recuperarán, por lo que ahora creo que hay menos monedas, más difíciles de conseguir y a precios mucho más caros que antiguamente.

    Sin otro periodo de guerras, que yo no quiero ni deseo bajo ningún concepto, que ponga patas arriba otra vez el patrimonio numismático de miles de personas es casi imposible empezar una gran colección a precios asequibles.

    Para mí lo que es una gran desgracia es que se destruyan monedas antiguas, independientemente de su estado, para fundirlas, pues es un patrimonio que se pierde y aunque hayan millones y sobren muchas en el futuro seguro que no sobrarán. Esas monedas podrían tener muchos usos, inclusos escolares, para conocer nuestro gran pasado ahora ya totalmente finiquitado.

    1. Seguramente nosotros no lo veremos pero en el sXXII las monedas del sXX si tendrán valor y posiblemente mucho, pues con la llegada del euro se han destruido casi todas las pesetas.

      Muchas monedas de plata que este país ha fabricado por millones están siendo fundidas por la escasez de plata en los mercados mundiales para fabricar otras nuevas monedas bullion y lingotes.
      Así que coleccionar pesetas de plata SC del sXX si es una buena inversión para nuestros hijos o nietos que posiblemente lleguen al final del SXXI.

      Imaginar que nuestros antepasados nos guardaran una moneda SC de plata circulada por 200 años, pues lo mismo nosotros con nuestros descendientes. Supongo que aquel que guarde una moneda o varias de 100 pesetas 19 70 dará un gran legado a sus nietos, biznietos..

      Aprender del pasado es reconfortante

  7. @Alberto Cervera, los países que emiten monedas bullion son los que tienen minas de oro y plata. Y aquí el poco oro y la poca plata que hubo se la llevaron los romanos. Lo que hace la FNMT son objetos de colección, llámalos monedas o medallas. Como inversión, en general son muy mala inversión, pero también hay a quienes les gustan. Que cada cual coleccione lo que quiera!!
    En mi opinión lo que falta a la FNMT es una buena estrategia de márqueting. Los yankis coleccionan cualquier moneda/medalla que salga de las cecas americanas y dentro de la comunidad de aficionados a la numismática se ve algo como muy normal. En cambio en España parece que el que colecciona las conmemorativas es tonto.
    Más sobre el asunto: https://blognumismatico.com/2013/01/31/problemas-al-explicar-el-producto-a-los-clientes-el-caso-de-la-fnmt/

    @Miguel, por lo de inestabilidad política me refiero a una guerra. En una guerra tu preciosa colección de monedas puede ser saqueada por el ejército enemigo, el ejército de tu propio país o directamente confiscada por el poder político. Y el que tenga suerte y eso no le pase pero necesite venderla, no le quedará más remedio que malvenderla por dos duros. De todas formas, vivimos en una sociedad muy pacífica y prácticamente desmilitarizada, dudo mucho que tengamos que ver una guerra a nivel Europeo durante las próximas décadas (aunque estoy seguro de que si el poder de turno podría conseguir que 35 millones de idiotas españoles odiasen a muerte a cualquier otro país en una década o así).

    @Javier, muchas veces dices que es más difícil vender que comprar, pero no es así. Es justo al revés. Vender es bastante fácil si has sabido comprar bien. Al menos una vez que tienes los suficientes contactos.
    Una moneda que valga 1000 euros es fácil venderla por 1000 euros y facilísimo venderla por 800. Lo difícil es encontrar a quien te la venda a ti por 600 y te permita sacar un beneficio jugoso en la venta. El problema que tienen los profesionales y las casas de subastas no es tanto a quién vender, sino a quién comprar.

    Saludos,
    Adolfo

    1. Vender al mismo precio de la compra o un poco menos no tiene ningún valor, más allá de la dificultad de encontrar la moneda.

      Me refiero a sacar un rendimiento, por escaso que sea, en la venta de tu moneda. Por eso vender es más difícil que comprar. Todo depende de la época, la demanda y las personas interesadas. En teoría el tiempo es un aliado del inversor pues cada vez más la moneda se hace más vieja y su valor aumenta, a no ser que salgan al mercado nuevas monedas antes desconocidas.
      No me refiero a vender una moneda 2 años o 3 después de comprarla, sino mínimo una década después. Independientemente del precio de la plata me gustaría saber como como una moneda que hoy se tasa en 1000€ cuanto valía en los años 90, 80,70, 60..

      Creo que monedas que tienen más de 100 años su valor aumenta por décadas no por años y con dependencia de otros factores.

      Tal vez esa moneda de 600€ la puedas comprar si conoces muchísimas personas, al estilo de John J Ford, preguntándoles si tienen monedas antiguas, corriendo la voz en la zona en la que vives tú y tus familiares y por tus manos pasan muchísimas monedas. O si tienes una tienda de numismática, que no es el caso.

  8. No estoy de acuerdo contigo, Inglaterra hace soberanos y carece de minas de oro…
    hacer bullions es un negocio «per se», compras oro o plata a un precio «X» y lo vendes acuñado un 5 ó un 10 % más caro…
    El estado gana ese 5 o 10 % como derecho de señoreaje, no está tan mal, sobre todo teniendo en cuenta que los gastos son mínimos (la maquinaria ya la posees, los cuños suelen ser bastante repetitivos y de todos modos al personal le tienes que pagar tengan trabajo o no).
    ¿Cual es el problema? que aquí el estado es INSACIABLE, te venden las monedas con un 400 ó 500 % de beneficio sobre el valor del metal en pasta, sobre ese dineral que pretenden cobrarte te aplican el 21 % de IVA y cuando observan que a pesar de todos esos abusos aún hay quien ha logrado ganar algo con las primeras emisiones que hicieron por la brutal subida del oro, se apresuran a disparar el precio de estas pseudomonedas, no vaya a ser que alguien consiga ganar un duro con ellas…
    …y luego se sorprenden de que no tengan la misma aceptación que los «eagles», «krugerrands» o «maple leaf».
    Ya ves, para mi es un problema de actitud…

    1. Su señor, totalmente de acuerdo contigo, además estoy totalmente convencido (a pesar de la benevolencia de Adolfo)de que quienes compran (le hacen el juego a la FNMT)este tipo de discos monetiformes o son muy tontos o les sobra el dinero, están mal informados/aconsejados, o lo que sea. No pretendo faltar el respeto a nadie, pues para gustos, colores, pero la verdad es que con el pastizal que cuestan esos discos y su posterior perdida económica (sobre todo con las de plata)se pueden adquirir autenticas monédas, también de metales preciosos y además con valor histórico y posiblemente revalorizable con el paso del tiempo. Salvo mejor criterio. Equus.

  9. Adolfo eres un crack. Esta es la entrada que más me ha gustado. A ver cuándo nos cuentas que alguna de las grandes empresas numismáticas de España te ha fichado. Saludos y enhorabuena.

  10. Espero que eso no pase…
    dejaría de ser independiente quisiese o no.
    Hay otro tipo de inversión, que no pretende beneficios netos, tan solo proteger de la inflación el producto del trabajo de una vida.
    ¿Qué es la inflación? es el proceso mediante el cual el estado se apropia del producto de tu trabajo de forma solapada (de forma más o menos clara lo hace mediante los impuestos directos e indirectos). Básicamente consiste en cubrir mediante impresiones de papelitos de colores a los que llamamos billetes todo aquello que se gasta sin tener medios para ello.
    El problema es que cuando tu colocas tu dinero en un banco te ofrecen una rentabilidad muy baja, tan baja que de hecho es inferior a esta inflación por lo que de hecho tu dinero duramente ganado cada vez vale menos.
    ¿Como te proteges de esto? hay varios métodos, pero el que ahora nos ocupa es la adquisición de bienes tangibles, es decir objetos o mercancias valiosas y no perecederas, de elevada demanda, y a las cuales el estado no puede devaluar su valor intrínseco.
    De este modo, cuando compramos una moneda «bullion» por 10€ y la vendemos 20 años más tarde por 12 € en valor constante, hemos obtenido una revalorización no demasiado grande; al menos eso nos parece hasta que lo comparamos con el vecino que colocó 10 € en el banco y veinte años más tarde se encuentra con que tiene 3 ó 4 € en valor constante…
    …a este hipotético vecino el estado le ha robado seis o siete euros de sus ahorros.

    1. No solo el puto estado, también los condenados bancos, o ¿te crees que tu dinero ha estado fisicamente estático todo ese tiempo? Es el cuento de nunca acabar, mientras hay pujanza todo el mundo feliz, pero cuando llegan las vacas flacas toca joderse a los pringaos paganos. Como siempre ha sido y será, solo que en algunos lugares lo hacen con mayor disimulo y jodiendo lo justo, pues tienen historial de cabezas separadas del tronco. Pero no en la piel de toro, aquí lo único de se desprende del tronco es el sudor de los curritos, amén. Un saludo. Equus.

  11. Rullan R. Winters.

    Hola Adolfo!Grandes coleccionistas (Norweb,David O’harrow,Dan Holmes, Besalu, Clyde Godfrey, Arden, Miguel Munoz,Huntington, La coleccion Leunda,etc., ademas de los que ya mencionaste),nos marcan la pauta a seguir,al menos en forma parcial,ya que no podemos imaginarnos con una coleccion como la Huntington,pero,si podemos, de vez en cuando,comprar alguna moneda de alguna de estas colecciones.Mi primera compra en Espana fue en la subasta Numismatica que hizo Aureo y Calico de La Coleccion Leunda,despues,logre adquirir una moneda de la coleccion Huntington (aca en U.S.A.),estas 2 monedas son muy especiales para mi,por su «pedigree».En el futuro,espero comprar mas (pero a precios razonables). Saludos! Rullan R. Winters.

  12. Las monedas de 12 euros vendidas a facial han tenido no gran aceptacion sino increible demanda… hasta que han subido el facial a 30 euros…
    Ahora las mismas ‘de coleccion’ que con cajita cuestan 50 chirrian…

    Los soberanos nuevos… van a peso de oro y poco más – la version BU. Tienen plusvalias libres de impuestos.

    Economicamente España siempre ha estado en el vagon de cola… parece que iba a gusto…

  13. Bueno, os cuento un episodio de nuestra historia…
    Guerra civil española, a finales de la contienda. el partido socialista ordena la incautación de todas las monedas de oro del museo arqueológico nacional, así como los objetos de oro que los obreros habían ido llevando a los montes de piedad como avales para pequeños créditos.
    Todo esto es embarcado a bordo del yate «Vita» y llevado a Méjico, donde nada más llegar y para evitar preguntas embarazosas por parte de las autoridades mejicanas sobre la procedencia de los objetos, estos son fundidos SIN EXCEPCIÓN y convertidos en bonitos lingotes que asegurarán el bienestar de la clase dirigente republicana en el exilio.
    Gracias a que algunos miembros del MAN se jugaron la vida ocultando algunas piezas únicas como el quaternión de Augusto, pudieron estas sobrevivir. no obstante, la gran mayoría como la espléndida colección de trientes visigodos, acabaron convertidas en lingotes.
    Como comparación diré que el famoso «oro de Moscú», dejando aparte la absoluta estafa por parte rusa, acabó mucho mejor. Nada más llegar las cajas llenas de monedas a Rusia, estas eran clasificadas por expertos, separándose las piezas de valor numismático de las que no lo tenían…

    1. Hola,
      Primero gracias por el aporte.
      ¿Puedes poner las referencias de esta información que comentas?, me interesa mucho el tema

      Gracias de antemano,

      1. Buenas Adolfo,
        Si te refieres al artículo de Almagro, éste no tiene ninguna credibilidad. Es, en jerga de la académia un panfleto de iglésia de los domingos. Me cuesta creer que des tú precisamente crédito a la interpretación de los hechos que da Almagro. Las lecturas que da de los textos de Iglesias o Prieto son, por decirlo de una forma que no moleste a nadie, infantiles. El manuscrito no pasaraía la revisión en ninguna publicación internacional Peer-review ni tan sólo indexa a web-knowledge. Su lectura generaría a lo mínimo una carcajada profunda en cualquier editor internacional. Los juicios de valores, interpretaciones vàcuas y subjectividades de los hechos son insultantes. En ciencia la correlación no implica causalidad y la evidéncia anecdótica no demuestra nada,

        Fíjate que no entro a valorar la pérdidad de parte del patrimonio monetario del MAC durante la Guerra Civil. Sólo digo que las fuentes que empleaís no son válidas, y a mi juicio extremanente tendenciosas.

        Soy el primero que espera un estudio más profundo y objetivo sobre éste (y muchos otros) puntos oscuros de la pérdida de la pérdida de patrimonio monetario.

        Sin acritud,
        Cordialmente,

  14. @Javier, si quieres saber el precio de las monedas hace unos cuantos años no tienes más que estudiar catálogos de subastas antiguos. Es un curre, pero no hay otra opción a día de hoy.
    Bueno sí: convencer a las casas de subastas de que abran sus datos para que luego podamos los demás hacer aplicaciones con ellos.

    @Alberto Cervera, Francia, Portugal y otros países también emiten moneda conmemorativa al estilo de la española y los aficionados la ven con buenos ojos. Si los productos que hace la FNMT (que los hay mejores y peores) ni siquiera los queremos los aficionados a la numismática, que en principio debería ser muy fácil convencernos, entonces lo que falla es el márquetin. No nos confundamos: la sociedad está compuesta de borregos y los aficionados a la numismática no somos una excepción. Para vender un producto lo de menos es si el producto es mejor o peor, lo que importa es el márquetin (como ejemplo, yo llevo bebiendo gin-tonics desde que tenía 16 años y todos mis colegas se cachondeaban de mí por ello. Los mismos que ahora pagan 10 euros por un gin-tonic con pepino). Y en mi opinión la FNMT falla en ese punto.
    La inflacción, aparte de ser una manera en la que el Estado gana pasta, tiene una ventaja positiva y es que el capital no puede estar parado. Si tengo 100.000 euros lo que tengo que hacer es ponerlos a producir de alguna manera, bien sea en productos financieros, en empresas o en bienes tangibles. Si dejo parado ese capital no producirá nada, ni a mí ni a la sociedad, y yo seré penalizado con un decremento de mi patrimonio.
    Lo que me parece el colmo es que a la hora de pagar impuesto no se tenga en cuenta la inflacción. Es decir, si tengo 100.000 euros y me dan un 2% de interés en un año con una inflacción del 3%, mi patrimonio en realidad habrá decrecido, pero tendré que pagar impuestos sobre los 2000 euros que he «ganado».

    Sobre el Vita: https://blognumismatico.com/2012/04/03/el-expolio-del-museo-arqueologico-nacional/

    @Gustavo, actualmente estoy trabajando como autónomo y mis clientes son empresas numismáticas. Eso no me cohibe para nada a la hora de escribir. Hay a muchas empresas a quienes no les gusta que se hagan críticas de manera independiente, pero esas empresas tampoco iban a ser mis clientes en cualquier caso.

    @Rullan R. Winters, efectivamente hay más coleccionistas ilustres a quienes podríamos dedicar otras entradas. No estaría mal irlos dando a conocer.
    En cuanto a lo de hacerse con alguna moneda de ellos, siempre me ha parecido una idea excelente.

    Saludos,
    Adolfo

  15. Otra cuestión es a la hora de los impuestos, que no actualizan las bases imponibles de modo que poco a poco se produce una subida encubierta de estos…
    Me explico, los impuestos en España son progresivos, de forma que cuanto más ganas, más pagas; pero esto no se hace de un modo lineal, el que gana cien mil euros no paga el doble que el que gana cincuenta mil, paga más según el tramo en el que te sitúen tus ingresos.
    ¿Que pasa con la inflación? pues que tu sueldo NOMINAL se va elevando poco a poco, aunque su valor adquisitivo sea el mismo o menor, de modo que si en un principio estabas en un tramo en el que pagabas el 28% de tus ingresos, ahora SIN HABER AUMENTADO TUS INGRESOS REALES te ves colocado en un tramo en el que pagas el 32%…
    Por cierto, yo también soy de gin-tonic desde antes de que House lo anunciase (mi preferido es Bombay sapphire con Swheppes)

  16. Rullan R. Winters.

    Hola Adolfo! Contestando a la pregunta de Javier.Existen algunos libros que contestan a tu pregunta,»Compendium VIII Reales de Gabriel Calbeto de Grau «, incluye un «addendum»» Precios (En Dolares) 1970″»…a piezas en un estado de conservacion que oscila entre Muy Bien Conservada y Extraordinariamente Bien Conservada.» Saludos! Rullan R. Winters.

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