Despreciando a quienes desprecian

Un amigo mío de Burgos (llamémosle Enrique) quería dar un giro a su colección y centrarse fundamentalmente en piezas de los austrias. Para obtener liquidez puso en venta en eBay uno de los cobres de El Centenario más bonito que tenía, sacándolo a un euro de salida. No es el de las fotos, pero supongamos que fuese ése. La pieza está en SC, aunque conserva poco de su brillo original. Por eso Enrique la estimaba entre 150 y 200 euros, pero con sacar 140 euros se conformaría. Menos no porque Enrique conocía comerciantes que seguramente la adquiriesen si se la ofrecía por 120 euros.

Resulta que a los tres días le escribe un tipo (llamémosle Juan) al que no conocía para decirle que se lo compra por 130 euros y que iría a su casa de Burgos a por la moneda. Enrique miró los detalles de Juan y resulta que era de Vitoria, por donde él tenía que pasar dos días más tarde. Así que el trato lo vio facilísimo: respondió a Juan que le dejaba la moneda en 140 euros pero que en vez de tener que ir él a Burgos se la podía dar en Vitoria, quedando donde a él mejor le viniese. Juan le respondió que le parecía bien y que quedaban en la puerta de un centro comercial de Vitoria al cabo de dos días. También le dijo que si tenía alguna otra moneda para cambiar o vender que las llevase. Enrique estaba bastante contento, no solo por el hecho de vender una moneda, sino porque podía conocer un nuevo coleccionista con quien comprar o vender monedas. Eso siempre es interesante. 

A la hora indicada estaban Enrique y Juan en el centro comercial, se dieron la mano y Enrique le invitó a tomar una caña en un bar para ver las monedas con calma. Juan no aceptó alegando que tenía prisa y no sé qué, pero que le dejase el álbum para ver las otras monedas que traía. Enrique se lo dejó y Juan no hizo más que pasar las hojas de forma muy rápida, diciendo que eran monedas interesantes pero que ahora no había traído mucho dinero y que otro día le compraría más. Menos mal que Enrique ya se conoce esas falsas promesas de futuras compras, que no son más que una forma de decir al vendedor: «pórtate bien conmigo y hazme un descuento que si me voy contento quizá pueda darse la hipotética situación de que me piense si comprarte más alguna vez». 

Pero para la sorpresa de Enrique, Juan saca un duro de 1882 en calidad BC+ y le dice a Enrique que si se lo cambiaba por otro. Enrique no tenía el más mínimo interés en ese duro, pero aceptó cambiárselo por uno de 1891, uno de 1898 o uno de 1888 que tenía repetidos en una calidad semejante. Al fin y al cabo esos duros iban a costar más o menos (dos euros arriba o abajo) lo mismo y le hacía un favor Juan.

Tras ese extraño cambio, Juan se metió su duro recién adquirido en el bolsillo y le pidió el cobre que había quedado en comprar. Sacó la lupa y se puso a hacer como que lo observaba. Luego, en un ejercicio de interpretación que le había llevado años perfeccionar, pero que Enrique ya se conocía bien, empezó al alternar pequeñas miradas a la moneda, suspiros y miradas de desprecio a Enrique. Achicaba los ojos, torcía la boca, miraba de reojo al dueño como si fuera un gusano de la peor especie… al cabo de un minuto o así sentenció:

Bueno, me la voy a quedar -en tono de «te estoy haciendo un favor»- y te daré por ella 130 euros. 

Enrique se estaba esperando algo así en cuanto vio la primera mirada de desprecio. Así que no se le cambió ni el humor, ni la mirada, ni la actitud. Simplemente dijo:

– No. Yo pedía por ella 140 euros y es en lo que quedamos.

– No, quedamos en que nos veíamos en Vitoria, pero yo no dije nada de que aceptase el precio de 140 euros.

Llegados a este punto, creo que está bien parar un momento el relato para comentar qué está pasando. La conversación ha pasado a ser un pulso, pero ese pulso no consiste en ver quién se lleva esos 10 euros, sino en ver quién pone las reglas. Juan lo que quiere es tener una relación con alguien que le venda monedas y donde sea él quien ponga las condiciones: dónde quedar, las monedas que se cambian unas por otras, el precio de las piezas… mejor todavía si el que tiene delante está desesperado económicamente porque podrá sacarle mejores precios y los desprecios (muy buenos para incrementar el ego de Juan). Además, se cree que juega en casa y que por eso tiene la sartén por el mango. Por otro lado, Enrique pasa de esta clase de individuos: no le hace falta el dinero, sabe que por 120 euros no le costaría nada vender la moneda y si él cumple su palabra exige que quien esté delante haga lo mismo. Sabe que está dejando un buen cobre por un precio barato y no va a aceptar bajarlo más de precio porque lo diga el otro.

Veamos cómo sigue la conversación:

– Mira, yo pido 140 euros por ese cobre. Tú aceptaste el precio y he venido donde tú me has dicho para dártelo. Además, te he cambiado un duro que te venía bien. No voy a bajarte nada – dijo Enrique.

– Bueno, el duro me lo has cambiado porque vale más el mío.

– Pues no tengo ningún problema en deshacer el cambio si es lo que quieres.

Juan no dijo nada al respecto. Volvió a mirar la moneda con la lupa, con el mismo ritual de alternar pequeñas observaciones con suspiros y miradas de desprecio a Enrique, mientras éste le miraba con cara de total indiferencia, esperando su próximo comentario despectivo. Al cabo de unos 30 segundos vino el comentario:

– Pse, si esta moneda no tiene casi nada de brillo original.

Enrique se quedó extrañado de un comentario tan justo con la moneda; se estaba esperando a que Juan empezase a ver arañazos donde no los hay o incluso que pusiera en duda su autenticidad. En cualquier caso, la respuesta de Enrique estaba preparada:

– Estoy de acuerdo, no tiene pleno brillo original. Si lo tuviese te estaría pidiendo 300 euros por ella, y solo te estoy pidiendo 140 cuando sabes que perfectamente se podría vender en 180 euros.

Juan volvió a mirar a la moneda en su continuo ritual de desgaste. Pero a Enrique lo único que se le estaba desgastando era la paciencia por tener que aguantar semejante batalla campal por una moneda que ya estaba de por sí barata. Al cabo de otros 30 segundos parece que Juan no pudo encontrar más fallos al cobre y volvió a levantar la vista para decir:

– Bueno, esta moneda no vale más de 130 euros, pero te voy a dar 135 euros por ella.

A lo cual Enrique concluyó de forma seca:

– Mira, creo que no me estás entendiendo. Quiero por este cobre 140 euros. Si me los pagas te lo llevas, si no me lo llevo yo ahora mismo. No me importa.

Juan pagó los 140 euros y se llevó el cobre.

Enrique fue para casa y al día siguiente llamó a un conocido suyo de Vitoria, también coleccionista (llamémosle Pablo), para comentarle la jugada. Resulta que Pablo conocía a Juan desde hace muchos años y no le extrañó nada su actitud: siempre hacía lo mismo en una estúpida combinación entre ahorrarse 2 euros, creerse más listo y generar mal ambiente. Así que Enrique no tenía ni el más mínimo interés de mantener la relación con Juan, para lo cual su amigo Pablo le echó una mano. La siguiente vez que Pablo se encontró con Juan le dijo:

– Me ha dicho Enrique que quedó contigo hace un par de semanas.

– Sí. Le compré unos 5 céntimos muy buenos por 140 euros.

– ¡No jodas! ¡Pero si se los había vendido yo por 50 euros hace tres semanas!

No hay mejor manera de que a un listo de estos se le atragante una moneda. Obviamente, Enrique no volvió a saber de él.

47 comentarios en “Despreciando a quienes desprecian”

  1. Por cierto, ya soy Doctor. He sacado un sobresaliente cum laude, con mención internacional en un programa de excelencia y todo lo rimbombante que queráis :)

    Mi trabajo me ha costado :S

    1. Felicidades DOCTOOOOOOOOOOOOOOOOR.
      Por cierto..Un tipo que tiene problemas con la vista va al médico y le dice:
      Doctor tengo problemas con las letras.
      Y el doctor le responde..¿ y que quiere que yo se las pague?.

    2. Mi mas sincera enhorabuena, felicidades Adolfo, te lo mereces. Todo trabajo aunque sea arduo y penoso, tiene su recompensa, años de paciencia, perseverancia, noches sin sueño y sinsabores, al final, si se llega a la meta, debe de existir su lógica satisfacción (por lo menos se presupone). Lo dicho, enhorabuena. Equus.

    3. Felicidades por el doctorado Adolfo, a celebrarlo, y como siempre una excelente entrada, yo en lugar de Enrique no hubiera hecho el intercambio hasta haber concretado la transaccion, y si ya esta hecho el intercambio este lo hubiera desecho al ver la actitud de el comprador. No es facil recuperar inversion de nuestras monedas repetidas, para ser reinvertida en nuestra coleccion uno se encuentra a veces con cada specimen, [ero tengo que decirlo tambien he conocido coleccionistas muy razonables.
      Saludos,

  2. Hace unos años ofreci a un comerciante un billete de 1000 pesetas plancha que guardaba con otros en un libro de las mensualidades que cobré cuando hacia la mili, estaba junto a un buen amigo tambien coleccionista ofreciendo el billete al comerciante, este me hizo una oferta que era una sexta parte del precio de los que el tenía a la venta, intenté que mejorara la oferta pero fue imposible, ante tal despropósito y delante del comerciante decidi regalar el billete a mi amigo y nunca más comprar nada al comerciante. La cara que se le quedó al comerciante fue el mejor pago por el billete.

  3. Personalmente mis transacciones no son discutibles con mi proveedor, simplemente se basan en la mutua confianza, porque siempre y gracias a él, salgo ganando en todos mis acuerdos..!!digamos mi lazarillo¡¡.Cada uno se mueve,evidentemente y así debe ser, con plena libertad para elegir pero llegados un tiempo hay caminos muy pedregosos, aunque sean atajos, que prefiero no seguir.Simplemente, me encuentro muy comodo y seguro en el circulo o circuito en el que me manejo porque siendo como es mi proveedor seguro que su circulo es similar al que entablo personalmente con él con lo cual hay futuro…!!LEVANTATE Y SALUDA…….¡¡. Mi caso es el del comprador que queriendo hacer pequeños negocios no necesito mucho tiempo para darse cuenta de la perdida del mismo y de lo incomodo del «regateo». De todas maneras y volviendo a lo mismo cada uno es libre de hacer lo que quiera.
    Saludos

    1. Ana Bañez cogida de manos con Wert… lo miraron a los ojos y muy serios le dijeron..:
      Un chico como tú debería realizar movilidades externas en casa de los primos no muy lejanos europeos o americanos y más allá y con la ayuda de la Virgen del Rocio auparte en la Santa Cruzada,además vas a tener suerte porque el gobierno ha declarado el Año Santo Jubilar MARIANO..»apreparate dijo un señor de la aldea del Rocio».
      La ministra de Empleo, Fátima Báñez, se ha encomendado este miércoles a la Virgen del Rocío porque, según ha dicho, «nos ha hecho un regalo en nuestra salida de la crisis y en la búsqueda del bienestar todos los días de los ciudadanos». Así lo ha manifestado durante una visita al Ayuntamiento de Almonte para anunciar que el Gobierno ha declarado el Año Santo Jubilar Mariano de la aldea del Rocío acontecimiento de excepcional interés turístico.
      ¡¡¡¡ OLEEEEEEEEEEEE LA ESCOPETA NACIONAL!!!!!!!!!!!!!!.

  4. Gracias a todos por las felicitaciones.

    El título supongo que lo firme el Rey, que viene a ser lo habitual. Con la pasta que cuestan las dichosas tasas de título me imagino que esta vez lo haga con letra caligráfica y me escriba una dedicatoria.

    Saludos,
    Adolfo

  5. Enhorabuena por el doctorado conseguido sobresaliente Cum Laude, todos los esfuerzos al final valen su recompensa. Muy buena historia la que cuentas. Que te escriba el Rey algo, a ver si se le escapa que abdica, que su hijo va camino de ser el Carlos de Inglaterra español.

  6. Enhorabuena por el titulo Adolfo. Creo que el Rey no va a podertelo firmar…necesita las manos para sujetar las muletas….te lo firmara el principe…o la Infanta desde suiza…Mientras no te lo firme Urdangarin y acabes metido en el caso NOOS tu tranquilo.

  7. Enhorabuena por el doctorado, esperamos haberte ayudado con la difusión de la web, te lo merecías.

    El artículo me gustó especialmente, para bien o para mal, he vivido tanto la situación que tu relataste como la que relató Josep, un poco más arriba.

    Un saludo.

  8. Enhorabuena por el doctorado Adolfo. Sin duda puedes estar orgulloso, pues imagino que te habrá costado mucho sudor.
    La historia que relatas, parece que por desgracia se repite bastante en nuestra aficción.

  9. Vaya, ahora me entero de que tengo un tesoro en monedas de cobre… jamás me preocupé much oja que se alejan del interés de mi colección pero no me deshice de ellas, no sé porqué.

  10. Por cierto, una cosa que odio, es que detrás de la moneda aparezcan las huellas dactilares de alguien… siempre pienso en que no se han lavado las manos antes de tocar las monedas… manías que uno tiene…

  11. Independientemente de las felicitaciones, que estan muy bien y de las que debes de estar muy orgulloso, ahora tocaría que te pagases unas cervezas… o un café con leche…

    1. Oye, no está mal pensado esto último. Yo me apunto. Ya sabes Adolfo, a ver si te pegas un detalle y «mojamos» ese Doctorado. Cosa sencilla, solo unos Chivas y algo de caviar Iraní :). Un abrazo. Equus.

  12. Enhorabuena, Adolfo. Tanto esfuerzo al fin tiene su recompensa. Sólo te deseo lo mejor y que no te toque emigrar, como a los dos doctores que conozco personalmente. Ambos en Ingeniería, por cierto.

    Un saludo.

  13. Curiosa historia… y ganas de generar mal ambiente y perder un contacto. Juan podria haber dicho «Pues no me gusta la moneda», y supongo que Enrique no hubiera puesto pegas y tan amigos… pero ese plan es realmente desagradable e innecesario. Ha hecho bien de cortar los puentes…

  14. Hola a todos. Es la 2ª vez que escribo. La primera no tuvo ningún comentario y lo repito ahora pues creo que pasó desapercibido. El tema es interesante y por eso lo repito. Hola a todos. Una pregunta de cultura nimismática: porqué se habla de “lechuzas” (“barn owl” en la bibliografía numismática en inglés) cuando se nombra el ave que aparece en los tetradracmas de Atenas, cuando está perfectamente documentado que es un “mochuelo”? (“little owl” en la bibliografía numismáticaen inglés). Cualquier amante de las aves actual o medieval, reconoce con facilidad dicho pequeño búho en las monedas mencionadas! Athene noctua es el nombre en latín del mochuelo, (Athene, de Atenea)
    Unos liks al respecto:
    A) http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2541986
    Es un articulo científico al respecto de la universidad de la Rioja 2006
    B) http://www.estudiogeneraldehumanidades.es/antiqua/numismatica.html
    Artículo del “Aula de estudios clásicos grecolatinos” titulado:
    “Curiosidades histórico-numismáticas sobre las TETRADRACMAS ÁTICAS”
    C)http://www.lechuza.org/zoo/buhono.htm
    Articulo “la «lechuza de Minerva» frente al supuesto «búho de Minerva»”
    Porque no, a partir de YA, corremos la voz en nuestro entorno? Hablemos del MOCHUELO de los tetradracmas sin que nos de pereza llevar la contraria a quien no quiera abrir su mente y cambiar la denominación. Las cosas como son, NO?
    Un saludo a todos

  15. Gracias a todos por las felicitaciones. Ya sabéis que quien se pase por Palencia tiene un café o una caña pagada, por eso no hay problema.

    Mis próximos pasos todavía no están del todo claros. Tengo algunos proyectos y, en caso de llevarlos a cabo, estaré una temporada más por tierras castellanas. Si no, emigraré con gusto: estoy en la edad de ver un poquillo de mundo :)

    @Francisco, ya ha salido el tema alguna vez en el blog. Concretamente, un comentarista que solía escribir bajo el pseudónimo de «búho» siempre nos tiraba de las orejas cada vez que decíamos lo de «los búhos de Atenea».
    Tienes razón en lo que dice, pero como diría un ilustrado «en este caso pesa más la tradición que la razón».

    Saludos,
    Adolfo

  16. No quiero ser aguafiestas (no temáis que no soy Juan de Vitória), pero a mi lo del doctorado sobresaliente cum laude, me parece lo normal. Lo que no entiendo es que no te hayas metamorfoseado en una ameba, que es como se vuelven los doctorandos que conozco. No solo eso, sino que has mantenido este blog con un ritmo de actualización espectacular, y otras cosas que has ido comentando sobre actividades varias, que ya quisiera poder mantener un rentista enfriador de manzanilla. Eso si que es sobresaliente cum laude. ¿Donde te lo firmo?

  17. Muchas gracias.

    Efectivamente, Mir, el trabajo requerido para llevar a cabo una tesis seria es altísimo. Durante buena parte del proceso de tesis he podido compaginar el trabajo con otras actividades, principalmente la numismática y viajar.

    Eso sí, el curso pasado fue especialmente duro porque tuve que estar todo el curso trabajando a un ritmo altísimo y bajo presión. Pude con ello y el blog fue el único otro aspecto de mi vida que no se redujo de manera dramática. Eso es una prueba clara de que me tomo en serio el blog y le doy una gran importancia, sacando tiempo para él de donde no lo tengo. Creo que es la única manera posible de llevar un blog durante años.

    Saludos,
    Adolfo

  18. De nuevo mi más sincera felicitación, repitiendo lo ya expresado en la presente entrada. Recuerdo que hace ya varios años me comentastes lo de tu Doctorado y yo te dije que también estaba pendiente de hacer el mio, por lo menos lo tenía comenzado. Pues chico, creo que al final me voy a rendir, bien por pereza (no creo que sea esto), bien por agobio, bien porque no todos somos capaces de tal logro. Como se lo duro que es dicho cometido, tengo que decirte que mi primer sentimiento hacia ti ha sido el de envidia, pero sana ¿eh?. De todas formas y tomandome ciertas libertades léxicas en la utilización de vocablos extremadamente populares, sobre todo por ser muy utilizados en mi tierra cuando se quiere felicitar en confianza a un amigo o alguien muy querido tras una gesta. En resumen: ¡OLE TUS COJONES!. Un abrazo. Equus.

    1. La diferencia fundamental es que tú trabajas en otro asunto y yo me he dedicado durante 4 años a tiempo completo a mi tesis. No estamos en igualdad de condiciones.

      Conozco gente que estando trabajando en otro asunto consigue realizar una tesis doctoral, si bien es cierto que salvo médicos y curas, la inmensa mayoría de ellos lo acaban por dejar. Los pocos casos de éxito que conozco comparten cuatro características:
      a) Son uno auténticos apasionados del tema que investigan
      b) Ese tema tiene una relación directa con su trabajo
      c) Hacen tesis de menor calado que la mía (normal, como dije yo estoy a tiempo completo y eso me da cierta ventaja)
      d) Son gente muy inteligente, con una capacidad de trabajo bárbara y una fuerza de voluntad impresionante

      Saludos,
      Adolfo

  19. Hola Adolfo : Felicidades, no te arrepientas nunca de haberte sacrificado para sacar el doctorado, mis mayores satisfacciones me las dieron los estudios, bueno y mi hija que heredó de mi su amor al estudio y lleva un carrerón. Enhorabuena, no siempre va a haber crisis. Te deseo lo mejor. Soy una humilde coleccionista que me encantan tus artículos.

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