Un interesante debate

A partir de la anterior entrada surgió un debate muy interesante que saco aquí a relucir para que tenga más visibilidad. Creo que lo merece. Os invito a leer la lista de comentarios completa, ya que aquí solo indicaré las «mejores jugadas». Vamos allá:

Xavi

Sobre lo que comentas de los comerciantes que hay de varios tipos, desde mi punto de vista, lo que debemos hacer los coleccionistas es adquirir nuestras monedas con aquellos vendedores que mejor nos hagan sentir, mejor trato nos den y está claro, entren los precios dentro de nuestro presupuesto, si no pasan esas tres reglas y en ese orden, no se le compra, así de claro y contundente, aunque esa moneda que tenga nos falte o sea mejor o yo que se magnetismo nos atraiga hacia ella… pero de esta forma el tiempo hará que cambien su modo de vender (o de ser…), si un tipo de esos “idiotas” que comentas se pasara un mes sin vender…ya veríamos si cambiaba su quehacer…

Equus

Por otro lado, lo de los comerciantes antipáticos, haberlos haylos, quizás más de los deseables. Personalmente también me los he topado, por supuesto conmigo no volvieron a negociar por los siglos de los siglos, faltaria más. A este “ganado” y sin intención de justificarlos, lo que les ocurre es simplemente que tienen mucha prepotencia y arrogancia por eso de que ellos “siempre saben más” sobre todo cuando tratan con coleccionistas humildes. En muchos casos son personajes con mucho recorrido en el mundo de la numismática y suelen venir de vuelta, con sus correspondientes “quemazones” de tratar con unos y con otros. Pretenden “encasquetar” cosas de baja calidad a novicios cobrando desorbitadamente por ello y suelen humillar al incauto que no sepa retirarse a tiempo y entre en batalla improductiva con ellos. Se vanaglorian y presumen de tratar solo con “coleccionistas de alto standig” y normalmente no te suelen dar información precisa, cuando lo hacen, o te engañan o te dicen medias verdades, y siempre, en caso de que te vendan algo, si no es una buena venta (venta sustanciosa)te suelen dar enseguida la espalda y tienes la sensación de que casi te han hecho un favor. Son gente patética y lo son (en muchos casos) porque suele ser gente montada y sin apuros económicos, etc. Si encima son vendedores o coleccionistas “pobretones”, la cosa ya clama al cielo y no tiene sentido. Repugnante en ambos casos, pues no cuesta nada ser amables, cordiales y educados. Podriamos estar comentando este tema (del cual ya se ha hablado más de una vez en este blog) eternamente y creo que no merece la pena. De todas formas, no nos engañemos, si continuan en el “combate” es porque tienen adeptos.

Adolfo

Mi experiencia me dice que los vendedores indeseables suelen ser prepotentes. Esta prepotencia puede deberse a dos cosas:

– El vendedor no tiene ningún don de gentes.
Los hay que parece que los han sacado de un zoológico, de un museo de historia antropológica o de algo así. Son gente indeseable con los que da asco hablar y que por casualidades de la vida han acabado en la numismática. Obviamente gente así lo hay en todos los gremios y en todos los estratos sociales. Lo bueno es que esos suelen vender más bien poco y siempre andan sin un duro.
Había uno así en la convención (al que tengo manía por otras historia que no vienen al caso contar) que no hacía más que decir a los clientes que “esto es una oportunidad y no lo sabéis apreciar” porque “a Valladolid no vienen los comerciantes más que una vez al año”. Lo gracioso es que las monedas que traía eran más que corrientes (plata de El Centenario en MBC-, monedas de Franco baratas y cosas así) y se puede encontrar cualquier día preguntando a cualquier comerciante de Valladolid. Luego, cuando se iban sin comprar (casi todos), les decía a los comerciantes de al lado que ese tipo era gilipollas. Creerse a sí mismo una oportunidad y considerar que su clientela es gilipollas es la peor manera de vender algo.

– No eres el cliente objetivo de ese vendedor.
En la numismática hay muchos tipos de clientes y un vendedor suele centrarse en unos. El cliente que compra una moneda de Franco de 4 euros no es normal que compre una pelucona de 4000, y viceversa. Por tanto, hay muchos comerciantes que se van a por un tipo de clientes (generalmente los de pasta) y directamente se olvidan de los otros. No hay nada mejor para olvidarte de un cliente que haciendo que ese cliente te rechace y no vuelva. Pero ese rechazo se puede hacer de manera brusca y ofensiva o de manera más amable y que el cliente no se lo tome a mal (no es fácil hacerlo).
Otros comerciantes mucho más inteligentes hacen caso a todo el mundo, aunque hacen ver a su “clientela menuda” que los que les dan dinero tienen prioridad; si se explica bien eso es de cajón. Al cabo de unos años muchos de esa “clientela menuda” seguirán siendo menudos, otros lo habrán dejado y a otros no les dará miedo gastarse 3000 euros en una pieza. ¿A quién creéis que se la van a comprar?

Luis

Yo aconsejaría a los coleccionistas que tuvieran siempre cierta moderación. Cuando un coleccionista te mira un montón de monedas cuatro domingos seguidos, preguntando, pidiendo precio, etc y en ningún caso se lleva nada, al quinto domingo ya se le hace menos caso, al sexto (si sigue con la misma tónica) aún menos y así hasta limitarte a darte los buenos días y ya está. Incluso llega a molestar su presencia pues te distrae, hay que vigilarle, remueve las monedas, impide que las vean otros (si las tiene él en la mano no las puede ver otro coleccionista), etc. El coleccionista con habilidades diplomáticas compra a los profesionales que le interesan con, al menos, la suficiente regularidad para que éstos no empiecen a pasar de él.

 

Adolfo

Otra cuestión que también veo fatal es cuando la gente no va de cara, aunque viendo el debate que preparamos aquí parece que a muchos lectores les parece bien la zorrería.
[…]
Muchas veces preguntamos precios simplemente por curiosidad o por irnos enterando del precio de algunas monedas. No hay ningún problema por eso y no creo que a ningún comerciante le parezca mal siempre y cuando de vez en cuando les compremos algo. Pero hay que decirlo. Mi coletilla favorita es “simplemente por curiosidad”, de tal manera que dejo claro que no la voy a comprar pero que quiero saber su precio por si algún día me animo. Lo que no se puede es pedir a un vendedor (de monedas o cualquier otra cosa) que sea honrado con nosotros sin serlo nosotros con ellos.

Xavi

Yo creo que hay una diferencia sustancial entre un vendedor de numismática y un vendedor “normal”, y es que al primero nos atrevemos a regatear el precio, mientras que al segundo ni se nos pasa por la cabeza, no conozco a nadie que después de llenar la cesta intente regatear en la cola del super… pero eso sucede por una cosa muy evidente, con el primero existe desconfianza (hay que pensar el porque?) y con el segundo no, somos capaces de meternos algo en la boca sin mirar si está caducado…(también hay que ver el porque?), y esa distancia es la que hay que acortar entre ambos tipos de vendedores.

Luis

el motivo del regateo no es la “desconfianza” que pueda haber sino el hecho de que: 1) es un uso propio de ese mercado y 2) el dinero del comprador medio es lo suficientemente representativo dentro del volumen de venta del vendedor como para que a este le convenga no ir de “duro” y avenirse a modificar el precio vía regateo. Claro está, cuanto más le compre ese comprador más fuerza tendrá su dinero y más conseguirá con el regateo. Lo que no se puede hacer es llegarle a un vendedor profesional al que no conoces o le compras de higos a peras y pretender entablar una batalla campal (de regateos se entiende) por una moneda de 50 euros: el vendedor no te la va a aceptar, momento en el que más de uno te puede calificar de borde o prepotente si es de esa gente que se la “coje con papel de fumar”.
La confianza entre compradores y vendedores tiene que ser mútua. El comprador necesita estar seguro de que lo que compra es auténtico y a un precio razonable (que no necesariamente barato: cuidado con deslizarse hacia las procelosas aguas del chollerismo), el vendedor necesita estar seguro de que el comprador le va a ser “razonablemente” leal (comprarle si tiene lo que él busca y no intentar escaquearse por sistema con la primera excusa que le venga a la cabeza) así como que no va a intentar regatear más allá de un cierto punto. Si todo esto se da, ambas partes estarán contentas y la relación puede perfectamente prolongarse a lo largo de los años. Es a este tipo de compradores a los que los vendedores cuidan con todo cariño y no porque compren caro precisamente (son coleccionistas con conocimientos que saben pelear sus precios) sino porque repiten con cierta frecuencia, asegurándo así la continuidad de un negocio. El comprador que vaya totalmente de mercenario, siempre al acecho de la oportunidad, nunca recibirá el mismo trato que esos otros coleccionistas.

El resto del debate giró en torno a la última frase que os subrayo y que debería estar escrita a fuego en cualquier manual de metodología del coleccionismo. A unos esa afirmación les parece justa, a otros les parece injusta y las discusiones al respecto se suelen torcer y acabar en una batalla campal. Da lo mismo: es una verdad como un templo que todo coleccionista debería tener presente.

A este respecto se pusieron dos analogías que creo que reflejan bien ambas posturas. La primera la puse yo y la segunda Xavi.

En el pueblo donde vivo hay dos pescaderías. Hay señoras mayores que no tienen nada que hacer en toda la mañana y se van a una pescadería, parlan con unas y con otras, miran precios… luego se van a la otra, hacen lo propio y al final compran el lenguado que cuesta 5 céntimos menos el kilo. Como comprenderéis yo no estoy para esas historias. Cuando quiero pescado llamo por teléfono a uno con el que tengo confianza (suele ser más caro pero tiene buen género), le pregunto qué tiene y él me lo dice. Le digo lo que quiero y le digo que me lo prepare cuando pueda. Dejo pasar un par de horas y a lo largo de la mañana me acerco a la pescadería. Él me tiene la bolsa preparada con pescado, se lo pago (no espero cola) y me marcho.
El pacto es que yo le compro a él el pescado siempre, no le regateo y le permito que me lo prepare cuando tenga la tienda vacía. A cambio él es honesto conmigo y nunca me da nada que no esté bueno; si alguna pieza no le convence me lo dice y yo ya veré si la compro o no. Además mi ahorro de tiempo es considerable. Los dos salimos ganando con la confianza mutua.

Mira, cuando era niño tenía un vecino de puerta, nosotros el 1 y ellos el 2, y este hombre tenía un Asador de pollos y cuando ibamos siempre recuerdo que le decía a mi padre que por que no le llamaba y encargaba los pollos y así evitabamos la cola y mi padre le decía que era igual que tampoco era tanto esperarse 10 minutos para comprar un pollo… Un día le pregunté a mi padre que por que haciamos cola si podiamos llamarle y su respuesta fue muy simple, “por que no somos más que ninguno de los que está en la cola”. Ahora reflexiona en esa frase y date cuenta de todo lo que lleva implícito, igualdad, no favoritismos, no enchufismos… etc… Humanamente es más cómodo encargar algo y pasar por delante de los demás por que como tengo más dinero que ellos me importa poco si me cobra 5 € más…, lo que debemos pensar y si humanamente eso es bueno… no sólo si me conviene a mi, si no si eso es conveniente como sociedad? Dejemos de mirarnos el ombligo… los demás también tienen uno.

Reflexionando un poco más al respecto, creo que hay una característica fundamental en el mercado numismático que no se encuentra en otros comercios pequeños: la enorme diferencia de dinero que manejan unos clientes con respecto a otros. Obviamente un comerciante debe tener la misma educación con unos que con otros, y mi experiencia me dice que los buenos comerciantes tratan bien a los clientes siempre que tengan la esperanza de tener una relación duradera, independientemente de la capacidad económica del cliente.

Me pondré de ejemplo a mí mismo: cuando empezaba, siendo un chaval que se gastaba la propina en monedas de poca monta, varios comerciantes me trataron muy bien y hasta con cierto cariño. Otros me espantaron o directamente intentaron engañarme. Ahora resulta que me puedo gastar un poquillo más de dinero y está claro a quiénes compro. ¡Oh casualidad que algunos de los que pasaban de mí ahora andan justos para comer patatas! Pero por otro lado, entiendo que hay clientes que tienen más prioridad que yo a pesar de que tenga mucha confianza con el comerciante, o quizá justamente por eso. Hay dos comerciantes que me han llegado a decir que si ellos no están arruinados es gracias a un cliente suyo. Naturalmente a ese cliente le van a cuidar más que a mí, que por mucho que quiera no van a salir de pobres con mis compras. Alguna vez me ha pasado de llamar a un comerciante y decirle que me persono un día en su despacho. Luego, esa misma mañana me manda un mail y me dice que mejor no vaya porque va a recibir a un cliente importante. A mí, personalmente, no es algo que me moleste, considero evidente que con mi capacidad de gasto no puedo ser una prioridad en ningún negocio.

Las monedas que ilustran la entrada son dos piezas armenias del siglo XIII que se van a subastar en el Centro Numismático de Varsovia. Os las dejo porque Armenia es un país que siempre me ha llamado la atención y al que tengo ganas de ir desde que leí los viajes de Marco Polo cuando era un chaval. La primera representa a León I y dos leones, mientras que la segunda muestra al Rey Hetoum y la Reina Zabel junto con un león en el reverso.

33 comentarios en “Un interesante debate”

  1. Buena entrada, buen resumen y mejor criba de los comentarios del post anterior.

    Y las monedas… ummm… bonitas y una interesante historia que llevan con ellas! : )

    Un saludo!!

  2. Me gusta esta entrada!! PD: Sugiero que pongáis puntos y aparte, por favor!! Se me hace interminable leer párrafos de más de 10 líneas todo seguidos!!

  3. Bonito debate teneis, os felicito.

    Yo soy más filatelico que numismatico y he seguido tanto la linea de coleccionismo del sello «perrero» como de piezas de más valor. Mi colección me ha llevado por toda esta fauna variada de la que hablais hasta encontrar mi estilo de coleccionismo propio.

    La enseñanza mejor que yo he recibido de muchos coleccionistas ha sido el invertir «EN SABER». Debes saber, acerca de tu colección, tanto o mas que tu vendedor/es habituales (ellos nunca lo sabrán todo de todo) … te evitará muchos «disgustos» y sabrás capear mejor las situaciones mas desagradables . La mejor inversión es EL CONOCIMIENTO y el que «seamos curiosos» por aprender. El otro punto que determinara nuestra colección es una cuestión que dependerá de la economia de cada uno y ninguno deberia ser mas que otro por una cuestión de «chequera».

    … el resto, es cuestión de educación y buenas formas y tiene que haber de todo en este mundo pues también nos encontraremos «tios raros» en nuestra vida. El coleccionismo en general muchas veces es también una colección de «egos inflados» … es un caracter inherente al coleccionista, todos deseamos tener esa pieza rara y hasta el mas humilde puede caer en esa tentación.

    Yo me autodenomino «coleccionista marginal» (por una coña que paso hace tiempo) porque me gusta el sello básico y, en monedas, el «coleccionismo de monedero». Gracias a eso tengo la suerte que me sobran los comerciantes excepto por la adquisición de diverso material … y actualmente, mi tipo de coleccionismo, no les interesa a nadie mas que a otros coleccionistas, por lo que también colecciono amigos por todas partes del mundo. Por suerte puedo pasar de «egos inflados», prepotentes varios y centrarme en aprender un poquito más cada dia …. la mejor parte de coleccionar para mi junto con los amigos que haces.

    Esta es mi modesta opinión.

    Un saludo a todos.

    1. Oro fino es tu verbo escrito amigo David. Esa es la clave del coleccionismo que yo sigo. También colecciono Sellos desde mi infancia. En relación con tu opinión, que mas que modesta es sabia, te contaré lo que suelo decirle a mucha gente: «Colecciono sobre todo sellos y monedas usadas por el hecho de que son objetos creados para una función concreta, su uso y su circulación. Cuando alguien por el simple hecho de ser adinerado compra sellos «virgenes» o monedas en carteras o s/c, me parece estupendo, pero si para ser coleccionista solo fuera válido tener piezas o estampillas «inmaculadas», solo los ricos tendrían el placer de coleccionar. El disfrute del coleccionismo se logra tanto con sellos matados como con los que te vende la FNMT o Correos para mercadear. Obviamente si el elemento está impecable, perfecto, pero os puedo asegurar que disfruto lo mismo con mis sellos matados o monedas circuladas que con mis piezas «puras». Incluso hecho mi imaginación al vuelo cuando entre mis pinzas observo un pedacito de papel impreso que ha realizado un cometido y lo hago inmortal al conservarlo en mi album, lo mismo que con una moneda. ¿Creeis que las monedas o los sellos tendrían interés coleccionable cuando desaparezca el sistema de franqueo con estampillas o las transacciones económicas con monedas? No se me malinterprete, no quiero demonizar al que solo quiere cosas sin «desvirgar», solo digo que también los pobres amamos la belleza. Salvo mejor criterio. Equus.

  4. @David, bienvenido!!
    Ya hemos hablado por privado y te lo vuelvo a decir aquí: me encanta que te interese el blog cuando lo que coleccionas son sellos. Yo no entiendo nada de sellos, pero supongo que muchas de las cuestiones metodológicas que se hablan en este blog se pueden transportar a otros coleccionismos.

    Con respecto a la forma de coleccionar, hay tantas formas como coleccionistas. Muchos caen en un yoísmo donde parece que su colección en vez de ser algo para disfrutar es algo para comparar y para tener más y mejor que el de al lado. Otros nos dedicamos más al estudio y a compartir conocimientos. Conocimientos que son, sin ninguna duda, el mejor activo del coleccionista y es por eso que estoy 100% de acuerdo contigo en que la mejor inversión es el saber.

    Aunque este blog se centre en la numismática, siéntete como en tu casa a la hora de hacer cualquier comentario con respecto al coleccionismo de sellos y/o su paralelismo con la numismática.

    @Topo, no eres el único que me dice que le gustan más otro tipo de entradas. Algunos me han llamado «mercantilista», «capitalista» y no sé cuántas cosas más. Ten en cuenta que la parte central de este blog versa sobre metodología del coleccionismo numismático (y no sobre divulgación numismática, en realidad). Hay muchas personas interesadas en cómo diferenciar una moneda falsa o limpiada, cómo forjarse una colección interesante gastando poco dinero, qué catálogos se recomiendan y para qué, cómo comprar monedas… dicen que este es un mercado muy oscuro y para eso estamos: para darle un poquito de luz. Hay otros blogs, tanto o más interesantes que éste, que se centran en la divulgación numismática como tal.

    saludos,
    Adolfo

  5. Mi experiencia es que cuando vas bastante al mismo sitio, acabas por conocer la fauna del lugar, por supuesto después de que se te haya quedado la cara de tonto alguna que otra vez. Al final suelo comprar a los mismos vendedores, los que me tratan bien, los que me enseñan algo, los que me regalan algo, los que me dan crédito si hace falta ( mi economía es modesta y algunas monedas las he pagado en dos o tres veces) e incluso se sorprenden cuando les pago lo debido aunque sea poco, gente que cuando les acabo de comprar me piden que me quede un rato más para charlar. A los demás, los trato igual que ellos a mí, los utilizo si hace falta, y les regateo a rajatabla, además les dejo claro que sólo les compraré algo si me interesa y si me queda algo de dinero después de haber visto el género de mis preferidos, algunos de estos han mejorado mucho su comportamiento con el tiempo. Y por fin a otros ya les he dicho que no les compraré nada aunque me lo regalen, llevo muy mal el que me den un precio de amigo, y después me lo rebajen a la tercera parte ! De amigo ?

    Mucho he escrito, perdón y un saludo

  6. Buenas a todos, hay una cosa que me llama la atención y que veo en este tipo de debates que son muy interesantes para desenmascarar a un tipo de vendedor muy concreto, y es que todavía no he encontrado un coleccionista numismático (y por lo que veo filatélico tampoco) que no haya tenido alguna mala experiencia con algún vendedor. Creo que es muy significativo para orientarnos sobre como se funciona en este aspecto.

    Generalmente parece que la persona que empieza a coleccionar debe pasar «las novatadas» pertienentes en forma de timo, engaño, experiencias desagradables, etc… y eso se contradice con lo que afirman muchos vendedores sobre como tratan a sus clientes primerizos, es decir, un vendedor engaña a un cliente novato, este cambia de vendedor (seguramente renegando del primero ante el segundo) y deja de ser engañado y encuentra su lugar «honrado» donde comprar, y seguramente también pasa a la inversa, el segundo vendedor engaña a uno que se pasa al primer vendedor renegando del segundo y encuentra su lugar donde gastar su dinero…

    Yo no lo entiendo, si a todos nos han engañado alguna vez, si no existe el coleccionista que desde el primer día nunca le han engañado?? donde está esa honradez en este negocio???… no se si me explico bien… ya que me cuesta hasta a mi de entender por que sucede esto : ((

    Me gustaría conocer a personas que no hayan sido engañadas nunca, es decir, siempre han comprado bien y correcto, que les han vendido un EBC y no era un MBC realmente. Aunque no es mi blog, ánimo a que alguien con buenas experiencias desde su inicio y que nunca lo hayan engañado exponga su caso, nos explique donde está ese vendedor y como lo hace y nos ayude a ir cambiando de opinión sobre este tema…

    Un saludo!!

    1. La cuestión para responder a esta pregunta es qué se considera un engaño. Porque hay gente que dicen que les engañan cuando les venden unas monedas más caras de lo que después serían capaces de venderlas ellos… En mi opinión un vendedor que es honesto con la calidad que vende, que nunca vende moneda falsa ni expoliada y que vende las piezas entre un 60% y un 100% más caras de lo que él las compra, no está engañando a nadie. Pero hay quien opina que sí.

      Si un novicio acepta esas pautas no tiene más que ir a una convención y casi seguro que el 50% de los vendedores cumplan esos criterios. Otra opción es comprar en casas de subasta de prestigio. Ahora bien, antes o después le vendrá gente diciendo que ellos les dejan las monedas mucho más baratas. Y no es que esté mal: el que se sepa mover un poco puede encontrar monedas a mejores precios y ahorrarse buena parte del beneficio de los intermediarios, pero eso es andar en un campo de minas y si eres un novato lo normal es que alguna mina explote.

      A mí me han engañado pocas veces, pero admito que alguna sí. También conozco gente (varios) que desde el principio ha sabido valorar la garantía y solo ha comprado a proveedores de calidad. A esos no les han engañado. Por eso mi recomendación es que al principio se compre a quien proporcione garantía, aunque sea más caro. Luego, según vayamos sintiéndonos más cómodos, se puede ir comprando monedas en lugares menos seguros porque nuestra experiencia suplirá esa ausencia de garantía. Pero si el que de entrada vaya buscando el chollo… a ese fijo que le timan. Y lo peor es que no me da pena.

      saludos,
      Adolfo

      1. «Pero si el que de entrada vaya buscando el chollo… a ese fijo que le timan»

        Ejemplo del domingo pasado sin ir más lejos:
        Coleccionista: es que estoy empezando a coleccionar denarios y tengo muy pocos. ¿Qué me puedes ofrecer que sea bonito y barato?
        Vendedor: Bueno, pues un Severo de los comunes por 50 euros o poco más te lo puedes llevar en bastante buena calidad.
        Le enseño unos cuantos (MBC+) y el coleccionista no hace por mirarlos.
        Col: ¿Y de Tiberio tienes algo?
        (para el que no lo sepa un denario de Tiberio en buena calidad éstá lejos de ser una moneda baratita: los 300 euros no te los quita nadie y de ahí para arriba.)
        Vend: Sólo tengo uno (MBC justito aunque completo de leyendas).
        Se lo enseño. Lo mira con desgana y lo deja donde estaba. Está claro que así no le gusta.
        Col: ¿Y de Nerón qué tienes?
        La cosa empeora: un Nerón bonito es algo más caro que un Tiberio bonito. Podemos andar por los 350-400 euros de mínima. Yo, que ya me estoy mosqueando pues hace rato que le he visto venir, le digo:
        Vend: No, no tengo ninguno. De todos modos tanto Nerón como Tiberio son denarios bastante caros. Nadie te va a ofrecer una moneda de ésas «bonita y barata» y si alguien lo hace es falsa al 100%.
        (El coleccionista se empieza a mostrar incómodo)
        Col: No, si yo te he dicho Nerón o Tiberio al azar como te podría haber dicho Alejandro Severo o Caracalla.
        (Tras decir esto se despide con prisas y se va casi corriendo)
        Conclusión: coleccionista novato (se notaba claramente que sabía poco de monedas) pero no tanto como para no conocer a Alejandro Severo o Caracalla (cuyos denarios sí que son bastante baratos). Te cuenta que está empezando y en consecuencia no se quiere gastar mucho dinero aunque, eso sí, las monedas tienen que ser bonitas. Sin embargo no tarda apenas en apuntar hacia Tiberio ó Nerón (palabras mayores) que es lo que realmente busca pero, claro está, a precio de Caracalla o «un poco más». Cuando no consigue lo que quiere se va al siguiente puesto. Al final alguien le colocará una falsa y el tío se irá pensando que ha logrado un doble éxito: comprar barato y esquivar a todos los vendedores «tramposos». Tal vez algún día se entere, tal vez no. Si lo hace, fijo que echará la culpa al vendedor.

        Pues como éste individuo suelen venir 3 ó 4 cada domingo: los que buscan bronces ibéricos en MBC+ a 50 euros la pieza (según ellos, en su «pueblo» se pagan a ese precio –¡por favor, que me digan donde está ese pueblo!–, los que quieren bajoimperios en EBC a 5 pavos (precio típico de ebay por un bajoimperio MBC o menos), los que buscan Julio Césares baratos pero bonitos (¿eso existe?)…
        ¿A quién se le vende? al que busca una moneda, la que sea, al precio de mercado. Si la encuentra y le interesa, pelea un poco el precio y se la lleva, si no la encuentra o no le interesa, no. Y ya está. No hay más. Un vendedor serio, honrado, confiable, respetable, no se pone en su mesa para engañar a nadie sino para venderle a este tipo de personas, que son las que dan continuidad a un negocio. Por eso intenta ser lo más transparente posible: poniendo sus precios en papel, permitiendo un examen minucioso de la pieza, describiendola con precisión… lo que haga falta. Si yo volviera a empezar como empecé, como coleccionista, me centraría sólamente en ese tipo de vendedores. Todo lo demás, a falta de unos conocimientos sólidos, es meterse, como dice Adolfo, en un campo de minas donde lo más seguro es que salga sin una pierna.

        1. Y entonces por que el 90% de los que han comprado en un mercadillo de domingo les (nos) explota una mina??? Por lo que cuentas tu no eres así…, ¿¿pero a ti te da igual que el vendedor de al lado venda «minas»?? Te da igual que el vendedor de tres puestos más para allá prefiera agarrar los 50 € de alguien vendiendo falso o engañando en calidad?

          Si tan serío eres, protestarías de esto (te mirarías tu ombligo como te dije antes) y los denunciarias e intentarias hacer que no tuviesen lugar en ese mercado …. y no como haces siempre echando la culpa a los coleccionistas que prentenden que su colección sea lo mejor y más económica posible…

          Un saludo

          1. Xavi, parece que tienes fijación con Luis. Por favor, tranquilidad.

            Considero un auténtico lujo que podamos contar con la opinión de Luis porque es el único profesional que conozco que comenta su experiencia en la Web y entra en debate con los coleccionistas. Hay bastantes profesionales que leen este blog, pero Luis es el único que escribe.

            ¿Qué podría hacer Luis? ¿Llegar al otro comerciante y decirle, delante de la clientela que es un estafador?
            Pues si lo hace lo que va a tener es una preciosa denuncia por injurias. Además que a él le da exactamente igual porque el coleccionista chollero que se va a comprar los denarios de Nerón por 50 euros no le va a comprar a él nada, más que nada porque ese chollero no va a comprar nada a precio razonable. Es igual que en eBay: los que vendemos algo por eBay no nos andamos con historias de denunciar a nadie. El que quiera pagar un precio justo que nos compre, y el que no… el sabrá.
            Ya digo que el 90% de los timos se dan a codiciosos y listillos. Esos mismos codiciosos y listillos que ningún vendedor serio los quiere tener de clientes. Es normal.

          2. Bueno, es cierto que Luís y yo estamos ahí…»con la cuerda tensa» : ) por mi lado destenso.

            Pero es que siempre es lo mismo, el vendedor se queja del comprador y el comprador del vendedor, nadie asume responsabilidades.

            Por eso te comenté lo del «decálogo del novato» o algo así, para que los coleccionistas asumamos nuestros errores pero cuando termino de escribir, venga… otra vez se declinan responsabilidades por parte de alguien ehcando la culpa al otro…, pues para mi está claro que si alguien puede hacer algo contra esta gente de mercadillo que engaña son los propios comerciantes del mercadillo, no conozco ningún gremio que no haya protestado por las falsificaciones de los chinos… pero aquí ningún vendedor mueve ficha o acepta responsabilidades en lo que si puede hacer algo para eliminar sospechas (hasta hoy justificadas) del mundo de la numismática y eso, no puede ser. Y donde no pueden hacer nada o es mínimo es en el cliente, si uno busca un denario de 400 € por 200 pero no hay ningún vendedor que prefiera «atrapar los 200€» está claro que eso lo hará dos domingos, al tercero se dará cuenta que las cosas valen lo que valen.

            Un saludo

          3. Xavi, sintiéndolo mucho yo ya no voy a hacer el esfuerzo de rebatirte nada. Tengo comprobado que eres incapaz de ponerte en otros zapatos que no sean los tuyos y que todo intento de hacerte ver el punto de vista del otro es infructuoso a no ser que coincida con el tuyo. Además te consideras en posesión de la verdad suprema, tu moral parece ser la única válida y contra eso no se puede hacer nada. Toma tus propias decisiones, compra donde tengas que comprar a los precios que consigas y ya comprobarás tú si el procedimiento ha sido eficaz o no cuando vayas a vender la colección (si algún día deseas hacerlo).

            Para el resto de lectores les remito al siguiente comentario de Adolfo. Este mundo no es tan complicado, de verdad. Salvo excepciones muy contadas (yo no me he encontrado nunca con ninguna, ni siquiera cuando era novato) se nota a kilómetros quien es un vendedor de confianza y con quien puede haber peligro. Y esto vale también para ebay. El que se acerca a los «peligrosos» sabe porque lo hace y a lo que se expone. Y si no lo sabe y se estrella pues tampoco es una tragedia: así es como se aprende. A mí este blog me encanta porque sirve de guía REAL para los novatos. Tanto el discurso de «que malos son los compradores» como «que malos son los vendedores» son totalmente incorrectos. Hay de todo, como en botica. El vendedor que sea malo (tenga malas intenciones) durará poco, cualquiera que trabaje en esto sabe perfectamente que si no eres honrado no tienes futuro en esto.
            En cuanto a los engaños a compradores, pues de nuevo lo que ha dicho Adolfo: los que engañan son siempre los mismos y los engañados también. La existencia de unos sin otros resulta imposible. Mi responsabilidad como vendedor honrador es no ser de esos primeros, la conveniencia del coleccionista espabilado es no ser de esos segundos. Un vendedor serio no te engañará pero tampoco te venderá «baratito» (unas veces será más caro otras menos, según muchos factores que sería prolijo enumerar). Si alguien os ofrece monedas extrañamente baratas hay que desconfiar y os pongo un ejemplo:
            Donde yo vendo se llevan poniendo desde hace unos meses un par de individuos de Europa oriental bastante mal encarados (pinta mafiosos). Casi todo lo que llevan es falso (lo atractivo, todo). Son muy baratos en las falsas (baratos si fueran buenas, tremendamente caras como reproducciones), las buenas pero normaluchas a un precio de mercado tirando a bajo. Pues ahí siguen, semana tras semana, prueba de que algo venden. A más de un cliente mío he tenido ya que salvar de un engaño con el siguiente argumento:
            «Vamos a ver, xxxxxx (nombre del cliente), yo llego aquí a las 8 de la mañana, tú a las 12 del mediodía. Si alguien trae algo auténtico, atractivo y muy barato no pasa de las 8:15 de la mañana. Me lo llevo yo o cualquier otro de los vendedores que estamos aquí. Y me lo llevo todo. Si el que trae «chollos», trae 20 chollos, me llevo los 20, si trae 50 los 50… merece la pena y mucho. Ergo si a las 12 no se han vendido esos sabrosos chollos es porque no son tales, motivo por el que los vendedores no los hemos comprado.»
            Ún argumento aplastante como podeis ver… pues aún así, advertido como estaba, alguno ha picado y luego me ha venido a enseñar la moneda: la típica de la que hay clones publicados por toda internet. Uno concretamente dejó de venir por el mercadillo después de que le metieran estos tipos algunas falsas, momento en el que se emparanoió hasta tal punto que luego ya veía falsas por todos lados y prefirió dejarlo pues ya no se fiaba de nadie. Contra esta gente no se puede hacer nada, las leyes no amparan a los vendedores honrados, la policia no quiere saber nada del tema (ni siquiera si te roban en el mercadillo quieren saber nada), por no hablar que pueden resultar peligrosos. La gran mayoría de los numismáticos españoles no somos potentados al estilo Vico o Aureo sino gente normal al estilo del que citaba Adolfo «si no fuera por dos clientes ya me habría arruinado» que tiene que luchar mucho para vender lo suficiente para llevar una existencia mediana, sin lujos.

          4. Sigue el comentario anterior…

            La gran mayoría de los numismáticos españoles no somos potentados al estilo Vico o Aureo sino gente normal al estilo del que citaba Adolfo “si no fuera por dos clientes ya me habría arruinado” que tiene que luchar mucho para vender lo suficiente para llevar una existencia mediana, sin lujos…
            … y que por tanto no tienen ni tiempo, ni apoyos sociales, ni medios económicos para meterse en batallas con los que venden falso (algo por otra parte muy difícil de demostrar JURIDICAMENTE)

          5. Xavi, Luis, mi recomendación es que os leáis el uno al otro pero que no os contestéis el uno al otro de aquí a unos meses por lo menos. Sé que ambos sois personas razonables, pero por algún motivo el debate se tensa.

            Xavi, tienes razón que otros gremios han protestado por las falsificaciones de chinos, pero hay una diferencia:
            En España es ilegal que alguien fabrique o importe zapatillas de marca «Nike» si no es la propia Nike. Sin embargo ahí tenemos Remoneda dado de alta en la Seguridad Social como reproductor de monedas y con un negocio 100% legal. No hay un marco jurídico que permita la caza de falsarios numismáticos como sí que lo hay de los falsificadores de otro tipo de bienes.
            Vender una moneda falsa como auténtica es ilegal pero la policía apenas está preparada para ello y para denunciarlo hay que realizar un peritaje in-situ y demás. No es sencillo.

            La AENP publica la lista de vendedores que están afiliados. La ANA también. Si queremos vendedores que al menos tengan un respaldo institucional, ahí está una lista pública. Claro que no todos los que están en la AENP o la ANA son angelitos caídos del cielo, pero si nos venden algo, y nos proporcionan una factura tendremos al menos una institución donde quejarnos y que haría de mediadora llegado el caso (supongo, nunca he tenido que recurrir a la AENP).

            Otra cosa importante es lo que dice Luis y que creo que habría que dedicar una entrada a ello. Cualquier comerciante que tenga alguna moneda barata, va a durar esa moneda en su mano 10 minutos porque otro comerciante se le va a comprar. Antes de que la convención se abriese al público, los comerciantes estaban haciendo tratos entre ellos. Todos los chollos (si es que hubo alguno) habían desaparecido antes de que entrase el primer cliente. Y si yo, como coleccionista que me medio-entero, necesito sacar dinero de mi colección y venderla aunque sea barata, que nadie se crea que voy a andar poniéndola en eBay: tengo varios teléfonos a quienes llamar y a quienes no les supondría un problema poner encima de la mesa de hoy para mañana 10 veces más de lo que vale mi colección.

          6. Por mi parte no hay problema Adolfo. Tú conoces mejor que yo a Xavi y sin duda tienes motivos más que de sobra para pensar que es una persona razonable.
            Por otra parte, te comento que él no es, ni de lejos, el único que piensa que los comerciantes numismáticos somos una especie de tiburones económicos. En realidad el motivo por el que los numismáticos rara vez se meten en estas discusiones virtuales es porque solemos ser duramente atacados sin que se escuchen nuestros argumentos, siquiera los más evidentes. Sólo hay que ver que la gran mayoría de los negativos que se ponen me los llevo yo (incluso cuando doy la razón a los coleccionistas que ya es lo último –ver entrada anterior, mi primera intervención–) y no cualquier otro de los que hablan mal de los vendedores con razón o sin ella. No obstante lo que escribo y argumento no lo hago para los que puedan ser «casos perdidos» (coleccionistas = buenos, vendedores = malos, fuera de ello el vacío más absoluto), no entro en valorar quien es un caso perdido o no, sino para ayudar a todo el que realmente quiera saber un poco más de la REALIDAD de este mundo (como debiera ser, si esto fuera un mundo ideal, es otro tema).

  7. Buen comentario el de Xavi
    Yo no creo exactamente que sea un engaño sistematico … sólo una cuestión de oferta y demanda y el tener más o menos conocimientos por parte de ambos (comerciante y aficionado).
    ¿el pan tiene el mismo precio en todos los sitios?¿el pan de tahona tradicional, por ser más caro es un engaño?, en caso de pan precocido ves que es el mismo producto a diferentes precios.
    ¿Cuántas veces hemos ido a por pan y nos hemos traido cuarto de jamon serrano sin necesitarlo o te han dicho que el jamon es excelente por 5€/kg y luego es normalucho tirando a malo?
    Por supuesto te sientes cabreado, unas veces porque has picado, comprando algo sin necesidad, y otras porque te sientes algo engañado.
    Hay que reconocer que los coleccionistas nos creemos que sabemos mucho más de lo que realmente sabemos …. y ¡¡zas, en toda la boca!! … y el español, si puede echarle la culpa a otro en vez de asumir su propio error ¡¡se la echará!!.
    En el caso de los menos inexpertos, creo que aprendemos por error por tres motivos:
    El primero es que comenzamos la casa por el tejado, tenemos prisa por coleccionar sin pararnos tranquilamente a pensar que queremos coleccionar y como se hace. En segundo lugar te das cuenta que no hay tanta gente que te quiera asesorar correctamente (asociaciones u otros coleccionistas) y te ves arrancando solo pues un comerciante intentará vender lo que sea a un inexperto contándole lo que sea, en unos casos intentando guiarle para que vaya aprendiendo y en otros ni eso SOLO VENTA.
    Yo reconozco que las “trastadas” que me hayan podido hacer han sido la gran mayoría por desconocimiento mio.
    Lo único que no es achacable al coleccionista es cuando demuestras QUE SABES DE QUE HABLAS y el otro ve que sabes más que el de algo …. ¡¡ahí sale el carácter español y la humildad se va al carajo y se transforma a ver quien chilla o se hincha más!!. En ese caso es cuando decides buscar a quien tenga más conocimientos, que seguramente también te de un trato más cordial.
    Este tocho me ha costado escribirlo sin particularizar en casos o poner mis vivencias, entonces tendría que ponerlo por fascículos …. ¡¡aun así es gordo que te pasas!!
    Un saludo a todos.

    1. Te acabo de poner un positivo David, pero no acabo de estar de acuerdo contigo en su totalidad (la mayor parte de lo que dices si). Veamos: No se trata de saber más o menos, ser experto o no, se trata de que exista un minimo de decencia y buena profesionalidad entre muchos vendedores. No tendría que ser necesaria mucha pericia por parte de los novicios, pues todo el mundo ha sido novicio (de perogrullo). Existen vendedores honrados que se ganan lo que se tienen que ganar en sus ventas, eso es lógico, además te asesoran en lo que saben, sin reservas mentales, y por supuesto, por desgracia para el mundo de la numismática, existen los imbéciles engreidos que pretenden proyectar todas sus frustraciones pasadas (cuando también eran novicios) con todo el que tenga la mala suerte de confiar en ellos.
      Personalmente no he tenido muchas malas experiencias, reconozco que mi caracter prudente me ha sido de mucha utilidad. Algunas comprillas si que han sido poco acertadas, pero nunca ha sido por culpa de vendedor alguno. A todos los que suelo comprar o he comprado en alguna ocasión me han vendido lo que yo he querido comprar, a precios más o menos razonables. Si hubiese estado más instruido ¿Podria haber hecho mejor negocio?, creo que no, pues por fortuna o por intuición compré a quien me vendió honradamente. Si que tienes razón en la mayoria de tus comentarios, pues siempre te va a ayudar un buen conocimiento del tema, pero sobre todo frente a los imbéciles o los estafadores. El problema está en la existencia de esta gentuza, que además se autodenominan «Numismáticos», pues siempre van a tener inocentes o incautos donde practicar sus barrabasadas. Salvo mejor criterio. Equus.

  8. Saludos a todos. Parece que el debate tiene larga vida así que sólo me limito a leerlos porque creo que ya han dicho casi todo. Lo interesante, creo yo y para mí, es que el debate gira en torno a buscar el punto de encuentro sobre el comportamiento en este mundillo con lo cual da muchas pistas sobre las variantes que se pueden producir en este intercambio.
    CIAO

  9. Pues tenéis razón los dos… y muy bueno eso del jamón… pero vaya, un jamón te puede salir malo y con mucha grasa si antes no lo has abierto… y ahí confíamos en el vendedor, incluso nos lo cambian si realmente no hay por donde comerlo… pero una moneda sabemos de entrada como es y lo que estamos viendo, y el ejemplo que yo pondría como infame es que si una vez abierto el jamón es un «puro bistec» y aún así el vendedor sabiendo eso nos lo vende como pata negra, eso es un gran engaño (a más de un guiri le habrá pasado…), pero resumiendo, si es un MBC y nos lo venden como un EBC o un EBC como un SC, es un engaño… pero contra gustos, colores y como dice Adolfo:

    «La cuestión para responder a esta pregunta es qué se considera un engaño»

    Adolfo, te animo a que escribas como una especie de «decálogo para el novato» o algo así y lo pongas en un sitio destacado y visible en tu blog, ¿por que te comento esto? Pues por que parece ser que el primer impulso de cualquier primerizo es dirigirnos a comprar nuestra primera moneda al «mercadillo numismático de los domingos en nuestra ciudad» o intentar buscar monedas en el «submundo numismático» y eso es un craso error que puede condicionar nuestra opinión de por vida sobre algo tan genial y apasionante como es la numismática y así evitaríamos problemas o por lo menos alguien podría decirles «has visto lo que se dice en el blog de Adolfo.. pues ahora, como dice David, asume tu error.

    Está claro que quien no lo lea antes puede ser víctima de un engaño, pero estableciendo en este blog, (super visitado) unas normas para las compras de los primerizos se hiría aclarando un poco la forma de actuar y creando conciencia, creo que tanto como coleccionistas como profesionales serios saldríamos ganando. A ver… en este blog, después de leerme muchas entradas pasadas se ha dicho hasta la saciedad y mil veces más, pero en un lugar, todo junto y resumido y bien visible, estaría bien, sólo es una idea, no pretendo decirte lo que debes hacer o no.

    Y por favor, que ningun profesional serio de mercadillo o cualquier profesional que esté empezando, se cabree por esto, no es mi intención decir que son todos unos ladrones, pero como dice Adolfo, es un campo de minas (y porque es así, me pregunto) pero vaya… mejor que los mercadillos sean para expertos, así el profesional serio sobrevivirá miles de domingos y el «timador» se verá obligado a dejar de asistir o adaptarse a las exigencias del coleccionista.

    Bueno… eso es lo que pienso yo… y sin ánimo de perjudicar a nadie que sea serio.

    Un saludo!

  10. Ante todo apoyo la idea de Xavi

    Hace escasa hora, casi mientras escribia el ultimo post, me sucede la anécdota que os cuento a continuación.
    Perdonar por poner el enlace, pero me permite mostrar una imagen (que dicen vale más que 1000 palabras).

    http://filateliaactiva.foroactivos.net/t3713-filatelia-cuando-la-seriedad-se-hace-notable

    Esta empresa, muy reputada en su pais, es un ejemplo perfecto de lo que estos dias hablamos.

    Vio internet …. y lo aprovecho correctamente
    Necesitó clientes …. y los buscó donde sea.
    Las vias de contactos las usa a fin de que siempre estés informado de todos.
    RESULTADO: convenció y vendio sin ningun problema.

    Muchos clientes, aunque lo agradecemos, no necesitamos irnos de cañas con los vendedores. Con un trato afable nos basta y todo los demás siempre beneficiará a todos.

    Pero en España (y seguramente pase en muchos otros paises, no lo niego) ocurren frases como:
    – yo internet, para ganar 4 duros ni me molesto
    – yo es que soy mayor y eso de los ordenadores (quizás la causa más justificada … pero que luego no se quejen si venden poco)
    – …. es que mis margenes son
    – …. es que mi clientela es de otro tipo y eso de internet
    – …. es que, es que

    ¡¡asi nos va a todos!! … y solo es un caso concreto de lo que significa vender o no por internet.
    Yo reconozco que mi tipo de coleccionismo se ajusta muy bien a internet. No todos pueden decir lo mismo pues entiendo que la atención directa o el tocar las cosas influye en la decisión … pero a raiz de este caso yo si depositaria mi confianza en ventas de mas calado.

    Un saludo
    David

  11. Desde mi punto de vista como novato diría que cuando vas al mercadillo y compras algo, aunque no sea de numismática, nunca he visto que nadie te de un recibo. En lo que he visto en el mundo de numismática (mercadillos y alguna tienda, no he llegado todavía a las subastas) nunca he tenido un recibo con el que se pueda demostrar que alguien te ha vendido una moneda, con lo que si dos meses después te das cuenta que alguien te ha vendido alguna moneda falsa es imposible demostrar que esa moneda te la ha vendido ese vendedor. No se si con el tiempo llegará, pero he visto como en estados unidos es bastante común tener las monedas en plástico con el código de barras y una tasación profesional(no recuerdo ahora mismo como se llama)¿Sería esta una solución? ya que si al mes a los dos meses se puede demostrar que era falsa, con este sistema no se si podrán reclamar, o agachar la cabeza y pasar un día malo hasta que se te pasa. Un saludo.

    1. Sí, NGC y PGCS son dos empresas que se dedican a valorar y autenticar las monedas. En el blog hemos hablado mucho de ellas.

      Tienen sus pros y sus contras (busca en el blog, que ya hemos hablado bastante de ellos), pero la verdad es que les está costando mucho entrar en el mercado europeo.

    2. Olé Endika! buen tema es el de los recibos y facturas que no se había mencionado… a ver si los comerciantes saben explicar eso…. que es totalmente cierto… pero las monedas las venden como si se pagara un 200% de IVA…

      Un saludo

    3. Endika, si usted desea una factura cuando le compre una moneda a un profesional, pídala. Lo normal es que, si es un profesional serio, se la extienda.
      A veces en los mercadillos hay gente que no es profesional desde el punto de vista legal. Ésos no creo que le den factura.
      Si una moneda que le ha vendido un profesional resulta ser falsa y se puede demostrar, está en todo su derecho de que exijir que le devuelvan el dinero. El profesional que no lo haga deja muchísimo que desear. Sinceramente no creo que ningún numismático serio se atreva a cometer semejante atropello sobre un coleccionista; hacer eso y tirar por la borda todo su prestigio es la misma cosa.

    4. Hola Endika,

      No es tu obligación pedir un recibo, es «obligación por ley» del comerciante darte mínimo el recibo o ticket de compra, como en cualquier otro comercio donde vayas a comprar.

      Dice:

      Quiénes están obligados a expedir factura?
      Los empresarios y profesionales que entreguen bienes o hayan realizado servicios en el desarrollo de su actividad profesional, o que hayan recibido adelantos por los mismos.
      Los sujetos pasivos del IVA en las operaciones de las que sean destinatarios.

      Cuándo se puede sustituir una factura por un tique?
      Cuando el importe de la operación, incluido el IVA, no supere los 3.000 €, en los siguientes casos:

      – Ventas o servicios: al por menor al consumidor final; en ambulancias; o a domicilio del consumidor.
      – Transportes de personas y sus equipajes. Utilización de instalaciones deportivas. Revelado de fotografías y servicios prestados por estudios fotográficos. Aparcamiento y estacionamiento de vehículos. Alquiler de películas. Utilización de autopistas de peaje.
      – Servicios de: hostelería y restauración; suministro de bebidas o comidas para consumir en el acto; salas de baile y discotecas; telefónicos prestados mediante cabinas telefónicas de uso público; de peluquería o institutos de belleza; y de tintorería y lavandería.
      – Cuando así lo autorice el Departamento de Gestión Tributaria de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, para evitar perturbaciones en el desarrollo de la actividad de ciertos sectores empresariales, profesionales o empresas determinadas.

      Aquí está toda la información.

      http://redautonomos.es/general/emitir-factura

      SOBRE LOS PRECIOS VISIBLES

      Aqui un ejemplo muy claro de un foro sobre legalidad:
      ———
      Gracias Seek, ya me han sido facilitados por la OMIC, mediante una reclamación en la sede central de dicho organismo, y por si a alguien le sirve de ayuda, si existe obligación de que los precios sean visibles al público sin necesidad de que tengan que pedir información por ello. Decreto 2807/1972 de 15 de Septiembre y Real Decreto 3423/2000.
      —————
      TODA LA INFORMACIÓN ESTA AQUÍ

      http://www.porticolegal.com/foro/mercantil/157167/obligacion+visibilidad+precios+articulos.

      Como verás, están obligados de todas todas, tu no tienes que solicitar nada.

      Un saludo

  12. Para la mayoría de vendedores de mercadillo, el primer paso es saber que es lo que estás buscando y si se lo dices claramente, te tiras piedras a tu tejado, el precio subirá de manera rápida.
    consejo: no dar pistas sobre lo que te interesa, ver un poco de todo, no detenerse demasiado sobre ninguna moneda, no prestar atención a los cantos de sirenas (si te intentan vender las
    cualidades de una moneda, restarle importancia), comprar monedas en grupo para despistar. Si hay sólo un vendedor, no comprar, no mirar siquiera. Por supuesto todo esto no vale para
    el que te conoce, a ese hay que intentar quedar en tablas con él, unas veces ganará y otras lo harás tú, él quiere dinero, tú quieres determinadas monedas, quid pro quo, o como se diga.
    Un saludo.

    1. «Para la mayoría de vendedores de mercadillo, el primer paso es saber que es lo que estás buscando y si se lo dices claramente, te tiras piedras a tu tejado, el precio subirá de manera rápida.»
      Esto se evita fácilmente comprando sólo a los que tienen puesto el precio en papel y no lo dice exclusivamente de voz.
      «comprar monedas en grupo para despistar» Normalmente comprando un número mayor de monedas se puede obtener un mejor descuento. El problema, obviamente, es que el coleccionista debe desembolsar una cantidad de dinero mayor.
      «Por supuesto todo esto no vale para
      el que te conoce, a ese hay que intentar quedar en tablas con él, unas veces ganará y otras lo harás tú, él quiere dinero, tú quieres determinadas monedas, quid pro quo, o como se diga.»
      Correcto. De ahí la conveniencia tanto para una parte como para otra de desarrollar ciertos lazos de «camaradería».

  13. He llegado hace un rato del mercadillo, he pasado de los vendedores maleantes y he ido directamente al de mi confianza. Después de escoger un puñado de monedas de mi gusto y con
    arreglo a mi presupuesto, le he dicho que me hiciera precio, y él lo ha hecho suponiendo el dinero que yo llevaba encima (ha estado muy cerca). Después de ponerme un precio que
    yo creo justo, me ha dejado llevarme dos monedas más y un lote de calidad baja gratis, me ha dado información, consejos, y me ha contado un par de chistes (buenos). Por supuesto,
    ha ganado dinero, pero yo también he salido ganando; no quiere nunca que me vaya descontento, prefiere regalarme algo. Llevo tres años visitando ese mercadillo, y sobre todo gracias a
    él, casi siempre vuelvo sin poner cara de tonto. He aquí porqué vuelvo una y otra vez al mismo puesto. Un saludo

  14. no entiendo porque tentemos que andar con tanto remilgo a la hora de comprar.
    yo pregunto y si me interesa compro, y sino adios, como cualquier otra tienda. Parece que algunos vendedores nos hacen un favor enseñando lo que tienen a la venta, eso tiene remedio que no lo expongan.

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