Coleccionar tokens coloniales de Canadá

Una característica que mantuvieron constante las colonias de cualquier país en cualquier lugar del mundo hasta bien entrado el siglo XX fue la escasez de moneda pequeña. La distribución de la moneda, como de cualquier otro producto, no era tan sencillo como lo es hoy en día y llevar moneda desde la ceca de origen hasta la colonia era un problema grande que difícilmente podría compensar su esfuerzo con satisfacer a los pocos colonos que allí se encontraban. Menos aún compensaba que se enviase maquinaria y se crease una ceca, con toda la estructura administrativa y logística que ello supone, para facilitar las transacciones diarias de tan poca gente. Philip Grierson en su excelente libro «Numismatics» comenta de pasada que se sabe muy poco de cómo los colonos se las apañaban para generar las pequeñas transacciones económicas en las colonias de los siglos XVI al XVIII pero que es algo muy documentado en colonias de los siglos XIX y principios del XX. Así pues, ciertas prácticas se pueden extrapolar para hacernos una idea de cómo se apañaban esos colonos.

Sea como fuere, hay muy pocos coleccionistas de monedas coloniales fundamentalmente porque es un campo complicado, lleno de tiradas escasísimas, resellos raros, monedas con precios estratosféricos, bibliografía dispersa, necesidad de estudio sistemático… en otras palabras: una colección que exige mucha dedicación para acabar con una bandeja llena de «unas pocas cosas muy raras». Muy poca gente tiene hoy en día alguna de las rarísimas monedas de vellón que Castilla acuñó en el Nuevo Mundo, al igual que pocos son los que disfrutan de un Holey Dollar en su casa (por cierto, en 2013 España y Australia conmemorarán el bicentenario de esta mítica moneda). Pero este no es el caso de Canadá un territorio donde antes de alcanzar su independencia se emitieron monedas de circulación local que hoy son muy asequibles.

Los franceses permitieron la emisión de ciertas monedas de uso local en su llamada «Nueva Francia» a mediados del siglo XVII y a principios del siglo XVIII, pero fueron tiradas escasísimas que hoy en día se cotizan a precios muy altos. No obstante, a principios del siglo XIX los ingleses  emitían moneda de cobre a un coste muy reducido, lo que posibilitaba la importación a Canadá de grandes cantidades de tokens que facilitaban el comercio a pequeña escala en la colonia. Pero la gran explosión de moneda local canadiense no llegó hasta mediados del siglo XIX, cuando se permitió a los bancos de las diferentes provincias del este de Canadá que emitiesen tokens en grandes cantidades para el uso local. Nótese que Canadá ya contaba con una estructura administrativa importante por aquel entonces. Así pues, desde la década de 1830 hasta que Canadá alcanzó su independencia en 1867, diversos bancos emitieron moneda provincial: Terranova, Nueva Escocia, Isla del Príncipe Eduardo, Nuevo Brunswick, Bajo Canadá y Alto Canadá.

El coleccionismo de este tipo de piezas no es nada habitual en España, pero yo creo que es muy interesante por la enorme diversidad de motivos que presentan, tal y como ejemplifican los ejemplares que ilustran la entrada. Además, las monedas de esta serie son, en general, extremadamente baratas: se pueden encontrar muchísimas por menos de 5 euros en calidades corrientes, e incluso el que las coleccione se podrá dar algún capricho en calidades altas porque muchas no pasan de los 150 euros en calidad sin circular.

Por otra parte, y no menos importante, la bibliografía existente es muy amplia, está muy ordenada y es de muy fácil acceso. La bibliografía clásica sobre estas monedas es el libro de Brenton «Popular Illustrated Guide to Canadian Coins/Medals«, que está disponible on-line. Pero quizá el más utilizado hoy en día sea el libro de Cross «Canadian Colonial Tokens«. Otros libros sobre el tema son el Charlton Standard Catalogue of Canadian Colonial Tokens y la Antología  Canadian tokens and medals, que no es más que una recopilación de artículos de la revista «The Numismatist«.

En cuanto a las desventajas de coleccionar este tipo de monedas, la principal que encuentro es que puede ser un coleccionismo solitario si se hace desde España, aunque adquirir piezas por ebay.com y ebay.ca no es ningún problema. Otra cuestión es que con monedas tan baratas no se puede esperar que el dinero gastado sea una inversión más allá del entretenimiento y la cultura que proporcionen.

En global, yo creo que es una serie muy interesante para todos aquellos que les guste la moneda colonial y no puedan permitirse grandes desembolsos. También puede ser muy curioso para los que coleccionen moneda del mundo y quieran centrarse especialmente en una época concreta que es históricamente interesante a la vez que proporciona monedas muy vistosas y variadas.

Podéis encontrar más información en el Glendale Coin Club y en la Canadian Association of Token Collectors. Los ejemplares que ilustran la entrada son tokens de Nueva Escocia, Nuevo Brunswick, Canadá Alto. El del Banco de Montreal es mío; me lo regaló una amiga y fue al estudiarlo cuando saqué la información para escribir la entrada.


13 comentarios en “Coleccionar tokens coloniales de Canadá”

  1. Juan Carlos Medina

    Muy buena entrada Adolfo, ojalá y también tomes en cuenta mi sugerencia (No es reproche) de que de vez en cuando te acerques a la numismática de diversos países como es el caso de México (Estamos más vinculados en historia, sociedad y cultura con España que España con Canadá, por Dios!!!) en donde también tenemos periodos importantes para coleccionar, por ejemplo: Moneda Insurgente (SUD) 1810-1821; Moneda del Primer Imperio (Iturbide)1822-1823, Moneda del Segundo Imperio (Maximiliano) 1864-1867, Moneda Revolucionaria 1913-1915 y la más popular Internacionalmente: Los 8 Reales Republicanos «Caps and Rays» o «Resplandores» 1823-1897.
    Te envío un cordial saludo y te deseo un Feliz año 2013!!!
    Juan Carlos Medina

  2. JOSE LUIS RAFAEL ICAZA CAMPA

    excelente blog me interesa recibir sus comentarios y que tomen los tokens coloniales de Mexico (Nueva España) que son igual de importantes que los de la madre patria al fin estamos unidos por ello.

    un saludo desde Mexico-Tenochtitlan

  3. Hace pocos días encontré entre las cosas de mi tio,que ya es mayor, algunas monedas extranjeras una bolsa de monedas para jugar a los chinos y una medallita pequeña que ponía «Victoria dei Gratia Britanniar Reg F.D. con tres puntos debajo del busto y lisa en reverso. Imagino que es una moneda convertida a medalla como otros que tengo con su agujero como una de 1860 un real de plata de Isabel II y alguna otra.

  4. Parece que habéis entrado unos cuantos mexicanos de repente. Bienvenidos.

    Los coleccionistas más avanzados me decís muchas veces lo mismo: que escriba más entradas históricas (luego la apetencia de la entrada es ya cuestión de cada uno). Si no lo hago más es por varios motivos, que ya he dicho muchas veces:

    – Este blog se centra en el coleccionismo y su metodología. Aunque a veces aparezcan entradas como ésta, no son el núcleo del blog. Hay muchos otros blogs que escriben sobre historia y numismática y yo les cito muchas veces.
    – Escribir una entrada como esta cuesta mucho tiempo. Date cuenta de que yo sé muy poco de historia canadiense y de historia mexicana. Para escribir una entrada mínimamente decente que dé una pequeña visión tengo que leer bastante, documentarme y luego ponerme a escribir. Mínimo 4 horas, y varias me han llevado más de 8. Es comprensible que si el blog no es mi profesión no puedo dedicar tanto tiempo, date cuenta de que escribo dos entradas semanales.

    En cualquier caso, el blog es un lugar abierto y quien quiera puede mandarme un texto para publicarlo. Si está suficientemente bien escrito y referenciado lo publicaré sin problemas. Algunos lectores se animaron a escribir un par de entradas la pasada primavera, y la oferta sigue abierta.

    saludos,
    Adolfo

  5. Excelente entrada. Yo soy uno de los pocos (creo) que coleccionan estas monedas de Canadá y también de Gran Bretaña. Suelen tener unos diseños muy bonitos. Gracias por traer este tema.
    Un saludo

    1. Buenas tardes – tambien colecciono «token» de Canada e Inglaterra y de cualquier parte del mundo. Me apasionan estas monedas. Me gustaria intercambiar «datos» contigo. Un saludo. Antonio

  6. Buenas noches.Estas monedas llamadas token se pueden aplicas a las monedas que se hicieron en la 2ª republica como monedas de necesidad por los diferentes pueblos y regiones de la Republica,independiente de las monedas producidas por ella,saludos.

  7. Nunca te acostarás sin saber una cosa más!! y ya son muchas las noches que me acuesto con la información que nos deja Adolfo. Buen trabajo, Gracias!

  8. Esto sí que es raro: un coleccionista de tokens canadienses en España!! Es impresionante la capacidad de convocatoria que tiene el blog :)
    Bienvenido y espero que te veamos mucho por aquí. Por supuesto, estaríamos encantados si nos puedes ampliar un poquillo las características del coleccionismo de estas piezas.

    Pepe, las monedas de necesidad que se solían usar durante la Guerra Civil generalmente se llaman «monedas de necesidad» o «monedas locales» porque circulaban en un ámbito muy reducido, mucho más reducido que estos tokens. La similitud entre ellas es que conseguían paliar la escasez de moneda circulante sin necesidad de que un banco central emitiese piezas; ahora bien, las causas de esa escasez y el contexto histórico en el que se emitieron son bien diferentes.

    saludos,
    Adolfo

  9. Muy interesante la entrada Adolfo. He visto varios ejemplares de estas monedas coloniales. Como bien dices es una colección muy interesante y en calidades intermedias a bajo precio. La numismática colonial británica es, en mi opinión, de una variedad muy superior a la española coetánea (exceptuando la guerra de independencia). Tampoco está mal la francesa.

    Sobre la propuesta que viene de México no puedo estar más de acuerdo, aunque como bien dice Adolfo, el tiempo es escaso. Existe un paralelismo entre las monedas americanas y las españolas muy interesante en todo el siglo XIX, bajo el contexto de la Unión Monetaria Latina. También interesa observar como los caminos se difuminan o se asemejan debido a las circunstancias históricas del XIX.

  10. Zacatecas, tipo L.V.O (Independencia). Durante la Guerra de Independencia, la escasez de moneda oficial propició el surgimiento de numerosas piezas de necesidad, muchas de ellas acuñadas por autoridades realistas en las cercanías de los reales mineros. En Zacatecas, donde se produjo la mayor cantidad de este tipo de monedas provisionales, se hicieron piezas de busto, similares a la acuñación oficial, y del tipo “L.V.O.” (“Labor Vincit Omnia”, divisa de esa ciudad), con el cerro de la Bufa y las mencionadas iniciales.

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