Identificar monedas falsas

En esto de las monedas falsas pasa como con tantas otras cosas: hay quienes consideran que es preferible divulgar cuanto más mejor el problema y sus causas para que todos comprendan cómo y por qué protegerse de él, y hay quienes consideran que es preferible que parte de ese conocimiento no llegue a la inmesa mayoría de la gente porque pueden darlo un uso fraudulento, creyendo que basta con explicar las metodologías para evitar comprar falsas.

Claramente yo soy de la primera opinión y por eso monté un revuelo, no buscando la polémica, sino mostrando a todo el mundo que hay quienes se dedican a falsificar monedas históricas y que incluso es un negocio legal en España. Creo que si los falsarios saben algo, ese «algo» debe ser de dominio público porque  nos permitirá conocer sus armas y por lo tanto preparar mejor la defensa. En una postura semejante se posiciona Charles M. Larson cuando escribió Numismatic Forgery (falsificación numismática), cuyo subtítulo es: «una guía ilustrada y anotada a los principios prácticos, métodos y técnicas empleados en la manufactura privada de monedas raras«. Es lo que parece: un libro que explica diferentes métodos de falsificar monedas, como si de recetas de cocina se tratase. Yo lo he leído sin el ánimo de ponerme a falsificar monedas (con lo manazas que soy me considero absolutamente incapaz) sino para comprender mejor cómo se falsifican y entender así cómo puedo detectar las falsificaciones.

A este respecto, el libro se considera muy pesimista. Recalca dos ideas que harían llorar a más de uno. La primera es que no existe manera de datar un objeto de metal (igual que comentó Topo). Así que si alguien acuña un metal mediante exactamente el mismo procedimiento que se acuñaba hace 2000 años, no habrá forma de diferenciar el original de la copia. La segunda idea es que si una moneda es falsa, pero no existe forma de distinguirla de una auténtica, la falsa es en todo sentido práctico, una moneda auténtica. Esto último parece contradecir mi concepto de Aura, pero hay que entender que el Aura es algo ontológico, no «práctico».

Dadas estas malas noticias, lo único bueno es que para que una moneda sea imposible de identificar como falsa tiene que haber sido acuñada exactamente como lo fue la original, y lo normal es que esos cuños no hayan llegado hasta nosotros. Por eso, el libro dedica tres capítulos a cómo generar cuños para acuñar monedas. Considera que las monedas fundidas siempre pueden ser identificadas, ya vimos un ejemplo. Y es justamente en esos cuños donde está la clave que nos puede permitir distinguir las buenas de las falsas.

Los expertos de las agencias de autentificación numismática basan muchos de sus criterios en que las monedas presenten las características propias de los cuños conocidos como auténticos, y no las de los cuños conocidos como falsos. Es decir, para una misma moneda tienen una base de datos de monedas falsas y otras de monedas buenas, y comparan. Evidentemente, las bases de datos que manejan no son públicas. Además, hacen una serie de pruebas a las monedas que requieren una tecnología que un particular no puede adquirir por motivos de coste y de preparación profesional, como la fluorescencia por rayos X, pero eso «sólo» les permite comprobar que el falsario ha hecho su trabajo de forma absolutamente perfecta (todavía no he conocido un caso así). Nummetrica es lo que hace.

Que sirva como ejemplo que la casa Gemini, sin duda una de las casa más importantes de subastas numismáticas a nivel mundial, tuvo que retirar el lote estrella de una de sus subastas porque resultó ser falso. Lo estuvimos discutiendo en el blog de Dario, que dedicó dos entradas a la pieza (una y dos). La clave que llamó la atención para sospechar su falsedad es que no correspondía con los cuños de ningún otro ejemplar conocido, que junto a su estado de conservación, hizo pensar que la moneda era demasiado buena para ser verdad. Lo que no entiendo es cómo algunas subastas indican en sus catálogos que una moneda es «único ejemplar conocido de este cuño». No sé qué les hará pensar que no es una falsificación.

Llegados hasta aquí, espero haberos convencido de que es buena idea comparar las monedas antiguas que vayamos a comprar con otras conocidas como auténticas o como falsas. Comparar una moneda con una auténtica tiene sentido si «algo» nos hace sospechar de que sea falsa y queremos ver que ese «algo» aparece en las auténticas o no. Por ejemplo, podríamos ver que una letra es demasiado grande, y eso nos parece raro; en ese caso podemos ir a mcsearch.info o a acsearch.info y comprar esa letra con la que han sido consideradas auténticas por casas de subastas de prestigio.

En cuanto a comprar con las monedas falsas está claro: si un ejemplar es exactamente igual que una conocida como falsa… mal asunto. Yo recomendaría que si no sois muy expertos (yo no lo soy), comparéis todas las monedas antiguas que vayáis a comprar con los ejemplares de estas bases de datos. Incluido si vais a pujar en una subasta, porque hay casas de subastas españolas donde han aparecido falsas y se han vendido como auténticas. Aquí os dejo unas cuantas bases de datos, muchas de las cuales me las ha pasado David, de Imperio Numismático. Si conocéis alguna otra, por favor, no os contengáis y dejadla en los comentarios.

Macuquinas falsas.

Forgery Network.

Forum Ancient Coins. De aquí están sacados los cuños falsos que ilustran la entrada.

Ancients.info

Calgary Coins.

Chijanofuji.com y otra más

 Tomross.

Mriess y otra más

Wild Winds.

Fake uncleaned coins.

Classical coins.

Beast coins.

Ancient coin replicas.

Menorah coins.

Monedas falsas de la Monarquía Española

También está el grupo de Facebook «Moneda Falsa», dedicado a la detección de monedas falsas. Gracia Dani por avisar.

Y el blog de Numismática Medieval tiene su catálogo de monedas falsas.

42 comentarios en “Identificar monedas falsas”

  1. Excelente entrada! y muchas gracias por la información. Me sorprende que el problema de las falsificaciones sea tan grande, sabía que existía pero cuanto más aprendo de numismática más me preocupa este problema. Me planteo una cuestión, y es que las falsificaciones se han acentuado con la tendencia a coleccionar ejemplares de muy buenas conservaciones o fechas muy raras… Yo por ejemplo colecciono el centenario, pero sólo quiero 1modelo de cada moneda, para la de Amadeo intento buscar el año más barato en una calidad aceptable y bonita(de MBC- a EBC) . Mi pregunta es si alguien se molestaria en troquelar esta moneda o falsificarla? Me debería preocupar de las falsificaciones con esta manera de coleccionar??
    1Saludo

  2. David, en el caso que pones del duro de Amadeo I, si quieres el más barato, será el de estrella 71, y esa estrella, nadie la va a troquelar porque perdería dinero. Otra cosa es que la moneda sea falsa. Ahí sí hay que tener cuidado, como te dice Dani.

  3. Muchas gracias por la información Adolfo. Lo de las falsificaciones es un tema muy serio del cual parece que hay mucho desconocimiento, tanto por parte de los que compramos como por parte de los que venden (principalmente en Ebay, y en algunos mercadillos numismáticos), por eso su divulgación es muy importante. En la mayoría de los casos en que se vende moneda falsa parece que es más por falta de información que por mala fe, exceptuando obviamente a aquellos que fabrican moneda falsa.

    Querría hacer una pequeña aportación mencionando el libro de Javier Ovelleiro sobre monedas de la Segunda República y de la Guerra Civil, en el cual hay un interesante apartado sobre reproducciones y falsificaciones modernas de acuñaciones locales y cómo identificarlas. Es un pdf de libre distribución, y está disponible en el siguiente enlace:

    http://www.4shared.com/document/03Vz56pJ/Monedas_durante_la_II_Repblica.html

    Seguramente este libro lo conocen ya muchos numismáticos, pero aún así quería mencionarlo porque ya me ha ahorrado un par de disgustos.

  4. @Néstor, ya veo que te ha gustado y que has dedicado también una entrada en tu blog :)

    @David, como te dice Dani, la respuesta es: SÍ.
    Efectivamente, no tiene sentido a día de hoy ponerse a falsificar un duro de 1871 en MBC, ni tampoco la mayoría de las piezas de El Centenario en esa calidad. Pero hay muchas falsas de época, que aunque son fácilmente reconocibles, hay que estar al loro.
    Pero lo que más se da son monedas troqueladas y limpiadas. Si estás empezando tienes que aprender a diferenciar una moneda en EBC de una en MBC limpiada. Es fácil si ves unas cuentas. También tienes que aprender a ver las estrellas para saber si están troqueladas o no: no solo troquelan las estrellas raras, sino que hay veces que a una moneda con una estrella borrada la graban los números.
    De todas formas, hay bastantes menos monedas falsas de El Centenario que de otras épocas españolas (columnarios sobre todo) y de moneda antigua.

    @Dani, se me había pasado. Y eso que yo estoy apuntado en ese grupo!! (aunque no colabore)

    @Cneo Baethico, pues yo no conocía ese libro y tiene una pinta estupenda. Echaré un vistazo con calma y quizá le dedique una entrada.

    saludos,
    Adolfo

  5. Ni que decir tiene la enorme ayuda que Adolfo está proporcionando a todos aquellos profanos de la numismática (un servidor), pero no solo ayuda a quienes simplemente somos coleccionistas sin llegar a expertos (me parece que la gran mayoria), sino la enorme dosis periódica de honestidad y frescura que aporta al mundo de esta apasionante afición, algo que, por desgracia, muy, muy, muy poca gente (menos aún los denominados «expertos»)lo hace. Enhorabuena y un millón de gracias por tu tiempo y ayuda Adolfo (algo que está impagado).
    Puedo parecer adulador en exceso, pero creedme, para nada suelo ser adulador, lo que pasa es que este chaval se lo merece. Os lo digo porque en mi profesión, la falsedad, el engaño, la traición… y otras bajas flemas de la condición humana, están a la orden del dia y, a pesar de que también existe mucha honradez y lealtad, lo anterior sobrepasa a lo posterior. Un buen dia, por casualidad, descubrí este blog y, para mi sorpresa, fue un hálito de frescura que me hizo reconsiderar mi opinión sobre el «homo sapiens». Cuando uno regresa del trabajo y se encierra en el despacho particular a disfrutar de su hobbie favorito (numismática), lo último que se espera uno es volver a sufrir otra dosis de estrés al descubrir que tal o cual moneda resulta ser falsa (después de haber gastado el dinerillo que se va ahorrando con mil apuros), los ratos que pasamos delante de nuestros albumes, bandejas, cartoncillos y demás deben de ser momentos de relajación y recarga energética, la malaleche se debe quedar detrás del quicio de la puerta. Por ello, entradas como esta, ayudan y, no poco, a fomentar la afición, cosa buena si entendemos que se hace un flaco favor hacia los potenciales nuevos adeptos, todo el secretismo existente entre los que acaparan conocimientos (que sin duda han requerido un esfuerzo) y no los comparten (más bien los mercadean), los timadores que te quieren engañar y, sobre todo aquellos que se dedican a inundar el mercado con falsificaciones. No es que esté en contra de que el que sabe tampoco lo va a desembuchar todo a cualquiera, no se trata de eso pues en mi profesión de lo que yo como es de lo que se y lo pongo a disposición de los demás, pero otra cosa sería engañar con lo que se y después cobrarlo. No se si me éxplico.
    David, al igual que ya te han dicho los demás, nunca bajes la guardias, pero tampoco te obsesiones, en moneda del centenario, en calidades normalitas es raro pilles alguna falsificación actual (de época si que hay), hay más falsedades en cuanto a los resellos (sobre todo en los duros de Amadeo)y en los numeros de las estrellas. Personalmente poseo 2 pesetas de Alfonso XII falsas de época bastante burdillas, pero la guardo como si fuese algo atractivo (ya sabes que somos gente rarilla). Por otro lado, si tuvieses la suerte de pillar un duro «Sevillano» en calidad normalita, debes de saber que estas falsificaciones llegaron a contener mas riqueza de plata que los auténticos, pues en dicha época el valor intrinseco de la moneda era mucho menor que su valor nominal, algo que dió muchos quebraderos de cabeza a la gente entendida de por entonces, aunque para las autoridades competentes era cojonudo pues en la práctica era una especie de estafa oficial. Salvo mejor criterio. Equus.

  6. Totalmente de acuerdo contigo equus, Adolfo hace 1 trabajo que no está pagado. Yo no me metia en la numismatica por falta de conocimientos, con este blog los pasos son más seguros y la información muy útil, creo que lo que más caracteriza este blog es que además de información numismatica informa sobre como funciona este mundillo tan cerrado y endogamo.Esto es muy útil para los que no conocemos a nadie de confianza que le guste esto en nuestra zona, ver el blog es como encontrar a un amigo de toda la vida que sabes que lleva coleccionando tiempo y le dices:»fulano, sabes que? me apetece empezar a coleccionar por que no me cuentas como va esto»
    En cuanto a las falsificaciones de época, si son de plata desdeluego que me gustaria tener alguna en la colección, como esos duros sevillanos con mas plata, sólo por la historia…
    1Saludo

    1. Los duros sevillanos (sobre todo falsificaron los «pelones» por la facilidad del troquel según tengo entendido), los autenticos son complicadillos de conseguir, pues los «buenos» son casi una autentica pieza de colección para gente que le gusta este tipo de falsificaciones (que los hay), en Granada hay un numismático que los tiene (eso si, pocos) pero cobra mas que por los autenticos en calidad media. Personalmente prefiero los autenticos. Ahora, si pillas alguno sin pagar mucho y sabiendolo, no cabe duda de que es historia pura y dura. Un saludo David. Equus.

      1. Las falsificaciones en plata suelen costar algo más que las auténticas en conservaciones corrientes. Las de alpaca u otros metales casi casi se regalan, sobre todo ahora que ha bajado considerablemente el coleccionismo de falsas de época.

  7. Como dicen Equus y David, lo que no me gusta del mundo numismático es ese secretismo, y ese ambiente cerradillo y endogámico, dominado curiosamente por personas bastante mayores, donde todo el mundo parece guardarse las relaciones ( personas que conoce y no da a conocer a los demás, no sea que le quiten ventas), y hasta sus conocimientos sobre el tema. Yo humildemente sólo aspiro a disfrutar de una pequeña representación de monedas medievales castellanas y también de la Edad Moderna española, por su relación con la historia y la cultura, por inteentar entender algo de numismática, compartir esta afición con más personas, y contribuir a que haya más gente que se anime a iniciarse en esta afición, para lo cual hoy en día los blogs numismáticos y otras páginas de internet ayudan mucho. Pero hay que acordarse de que hace años no había esto. Siempre he pensado que hace falta más gente joven y más apertura en este mundillo.

  8. Me vais a sacar los colores….

    El principal objetivo que tuve al iniciar el blog era justamente esa: compartir lo poco que sabía (y que sigo sabiendo) sobre metodología numismática. Claramente los contenidos del blog han ido evolucionando según he ido aprendiendo, es normal: han pasado más de tres años. Comencé a escribir porque era algo que echaba en falta cuando empecé a coleccionar, y por eso sabía que le vendría bien a mucha gente. No es que sea yo «el que más sabe»; de hecho, en España habrá cientos de personas que sepan más que yo, lo que pasa es que lo que saben no lo cuentan. Mucho menos sus contactos, eso no lo va a dar nadie: https://blognumismatico.com/2012/04/29/el-secreto-mejor-guardado-de-cualquier-comerciante-numismatico/

    La mayoría de los comerciantes numismáticos siguen anclados en el siglo XX. Se creen que Internet es algo que no va con ellos y no les hables de nuevos modelos de negocio. Ellos solo saben uno: comprar a 2 y vender a 4. Y cuando menos sepa el resto del personal mejor: más barato comprará y/o más barato venderá. Pero esa forma de ver las cosas no es propia de nuestros tiempo, en los que cualquiera puede publicar lo que quiera a un coste bajísimo. Ya he recibido más de una crítica de que cuento más de lo que debería…

    También es cierto que hay gente que critica que el blog se centre mucho en la parte comercial. Bueno, es lo que hay: muchas veces esa parte es la que más miedo da a quienes comienzan. Hay otros blogs (que enlazo con frecuencia y que siempre están en el menú derecho) que hablan más sobre los aspectos históricos de la numismática. Es lo bueno de nuestra afición, que se puede ver desde diferentes prespectivas; por eso hay blogs que se centran en distintas facetas.

    Y sí… toda revolución ha empezado por las bases y por la juventud. Así que para eso estamos!!

  9. Buena entrada.
    Siempre tendremos que estar alerta con las falsificaciones. Con las falsificaciones de época no podemos hacer nada,incluso hay quien colecciona falsas de epoca, la pena son las falsificaciones actuales.
    Lo peor de esto es quien intenta engañar o engaña vendiendo una moneda falsa como autentica.

    Saludos.

  10. Tras echar un vistazo al anterior enlace, solo puedo indignarme con la pandilla de sinvergüenzas que pululan por doquier, no solo intentan y logran colocar moneda falsa sino que además hacen uso del más misero cinismo para, tal y como indica en el referido enlace «para curarse en salud», como si la enfermedad que esta gentuza tiene, se puediera prevenir y mucho menos curar a posteriori, se trata de algo que se lleva en la sangre, más bien en la mala-sangre.
    Gracias Jose David por el enlace y gracias a todos por las aportaciones.
    Este tipo de estafa se persigue laxamente por las autoridades, salvo cuando le tocas la colección a un pez gordo e influyente, entonces puedes cagarla, los Tribunales suelen interpretar estas prácticas como ·cuanti minoris», o sea, importa más la intencionalidad o «animus» de estafar antes que el propio fin-objeto y daño hecho sobre la victima, por ello campan por Ebay tantos «hijos de…», pues saben que raramente van a tener problemas penales (vender moneda falsa no de curso legal es una estafa, pues la falsificación de las circulantes tiene su propio tipo penal).
    Otro punto negativo para Ebay (que se pongan las pilas). Por otro lado, me parece muy buena idea la de hacer públicos a estos «coleguillas», pero ojo José David, ten cuidado con estos avisos y desenmascaramiento, nunca enlaces un nexo entre estafa y el anunciante en cuestión si antes no ha sido condenado en firme, pues también puede ser otra ilegalidad. Salvo mejor criterio. Equus.
    Pd: De todas formas, como aficionado y persona, te doy la enhorabuena y tienes mi apoyo.

  11. Yo personalmente nunca apunto con el dedo a quienes falsifican porque, por muy evidente que lo vea, no tengo pruebas periciales y siempre me podrían buscar las vueltas por injurias.

    Pero vamos, que los que apunta Jose David son unos pendejos de cuidado. Incluso hay uno que vende a precio de chollo todas las falsas, pero las que son auténticas (o lo parecen) las tiene al doble de su precio de mercado. Vamos, que sabe bien lo que hace.

    saludos,
    Adolfo

  12. Desde luego, algunas veces la gente honrada tiene que tragarse sapos y culebras debido a los garantismos de las leyes, lo cual sin duda, es en general bueno, pero cierta gentuza lo sabe y andan siempre merodeando los límites. Sin embargo, creo que al final de pobres no pasan y poco a poco los vamos conociendo y marginando. Si ya de por sí es complicado ser honrado y sobrevivir, ser un sinvergüenza y estar huyendo constantemente tiene que ser todo un logro. Eliminarlos, de todas formas es una quimera, son como la mala hierba, ni con fitosanitarios. Pensando (que ya es mucho para mi), podríamos entre todos (que somos muchos) poco a poco ir haciendo un «catálogo» de esta plaga, sin nombrar ni acusar a nadie, por ejemplo: Cada vez que detectemos un anuncio suspechoso, crear un archivo alarma donde simplemente incluyamos un acceso o como se llame, donde simplemente los denominemos «curiosidades» o algo por el estilo, así jugamos al límite legal igual que ellos. Es una idea. Salvo mejor criterio. Equus.

  13. Yo lo que hago es denunciar prácticas y actividades concretas que no me parecen éticas. También proporciono pautas metodológicas para evitar ser sableado. Ahora bien, apuntar a personas concretas nunca me ha parecido bien.

  14. La verdad es que después de leer todo el tema de moneda falsa y el catálogo de falsificaciones que ha introducido José David, se quitan las ganas de comprar monedas. Está claro que hay que andar con mucho cuidado y denunciar todas las piezas que sean falsas u ofrezcan dudas de su autenticidad. Esto es una lacra para la afición numismática.

  15. Sin duda es una lacra y os aseguro que a la mayoría de comerciantes nos gustaría poder combatirla con todas nuestras fuerzas pero mucho me temo que en demasiadas ocasiones resulta contraproducente para el comerciante. Me explico: ante la evidencia de que existen falsificaciones no todos los coleccionistas reaccionan de la misma manera: los que mejor lo hacen se muestran precavidos, examinan bien las monedas e incrementan en lo posible sus conocimientos sobre técnicas de falsificación, clones existentes, etc. No dejan de comprar por ello pero sí lo hacen con más cuidado. Con este tipo de coleccionistas no hay problema, por parte de un comerciante, para hablar de falsas pues se puede afirmar que estamos todos en el mismo barco.
    Pero hay otros que, mucho más desconfiados o paranoicos o inseguros o qué sé yo, van más lejos y deciden lo siguiente (lo siguiente son experiencias propias y de conocidos):
    — Dejar de coleccionar.
    — No fiarse por sistema de nadie ni de nada y poner en entredicho hasta la moneda más obviamente auténtica con lo que cada venta se convierte en un suplicio.
    — No fiarse de nadie que no sea una subasta (como si éstas no vendieran falsas también de vez en cuando) y por tanto sólo comprando ahí.
    En los tres casos el comerciante de a pie (que son la inmensa mayoría pues casas de subastas en España hay cinco o poco más) ve resentido su negocio por el hecho de que se hable de las monedas falsas. Y como se da el caso de que vive de eso y de que si no vende no come pues intenta airear lo menos posible el tema. Qué duda cabe que esto no sería muy grave si fueran casos aislados pero no os imaginais la de gente que cae en cualquiera de los tres escenarios erróneos que he escrito arriba. Y lo que es aún peor: caen masivamente los coleccionistas nóveles que son el motor de este negocio pues no se puede vivir de buscarle a cuatro coleccionistas hipervetereranos monedas rarísimas (es lo único que les falta) en alta calidad además pues el tiempo les ha vuelto sibaritas.
    ¿La solución?, sinceramente no la sé. Está claro que se debe seguir divulgando este tema de las falsificaciones pero ¿cómo se evita que los coleccionistas se «pasen» de precavidos hasta rozar la paranoia?, comprendo que esta inquietud no sea del interés del coleccionista medio pues nada le va en ello pero al comerciante sí que le interesa y mucho.

    1. Pues eso que cuentas es importante y encaja con mi idea de que formar a todos los clientes y darles toda la información posible no es siempre lo mejor para el comerciante. Pero claro, yo no soy un comerciante y eso en el blog se nota.

      Mi opinión es que lo mejor es informar y luego que cada cual haga lo que buenamente quiera, pero claro, yo no vivo de ello. Creo que una información completa es la que informa del problema de manera realista y propone soluciones. Así se educa a la gente. Habría que explicar el peligro, mostrar fuentes de información para formarse, enseñar a comparar una auténtica y una falsa… entonces el coleccionista empezaría a confiar en su propio criterio y llegados a ese punto es cuando más dinero gastará porque lo hará más seguro. Además, lo gastará en tu tienda porque también confiará en ti. Pero claro, lo que no se puede pretender es que des un curso de formación completo y gratuito a cada uno que entre por tu tienda.

      saludos,
      Adolfo

    2. La única manera de que los nuevos coleccionistas no abandonen la afición de la numismática es que adquieran su propia confianza a través del incremento de los conocimientos sobre el mundo de las monedas, sin ocultar el tema de las monedas falsas que no hay que sacar de quicio pero que existe. Y no se trata de que un comerciante de un curso completo sobre numismática a un potencial comprador, pero sí que asesore y oriente al cliente sobre lo que busca. Hoy en día ya hay unos cuantos blogs sobre monedas, foros de aficionados, webs sobre numismática, pero también sería interesante hasta organizar conferencias, cursillos y coloquios sobre monedas, e incluso impartir breves charlas sobre el tema a los estudiantes de ESO y Bachillerato, y hacer más fuerte la presencia de Numismática en algunas carreras universitarias. Ayer mismo una comerciante me comentaba que hace años había más afición entre los jóvenes, pero que ahora sólo la siguen personas mayores. Aparte del tema de la crisis económica y su repercusión en los que no son grandes inversores en piezas raras carísimas, que somos la inmensa mayoría de los coleccionistas de monedas.

      1. De que la gente joven no se ponga con la numismática yo les echo la culpa a los comerciantes, que son a quienes interesa que la afición perdure; sobre todo a las manos fuertes, que son quienes tienen más dinero para poder hacer divulgación.

        Por lo otro que dices… sí… pero hasta cierto punto. Date cuenta de que a un comerciante le va a interesar que sus clientes estén formados, pero no que le compren a otro. Así pues, no les van a poner en contacto con otros aficionados u otros comerciantes porque entonces puede perder clientes. Solo he conocido a un comerciante que recomiende a sus clientes ciertos foros o ciertas webs (entre ellas recomendaba este blog).

  16. Como vosotros mismos estais comprobando a la hora de articular vuestras respuestas con este tema de las falsas no existe un, digamos, camino obvio para el comerciante. Si se informa mucho al coleccionista se le vuelve mercenario, empleando ese conocimiento para comprarle a otro que venda más barato (no todo el mundo puede vender igual de barato por múltiples razones). Mucho me temo, Adolfo, que salvando honrosas excepciones pocos coleccionistas son leales a un vendedor por muy bien que éste se porte con él. La gente va a su interés (es humano); quizás no suene muy politicamente correcto pero es así y el comerciante debe vivir con ello así como saber enfrentarse a la situación. Si se le informa lo justo para que sepa que hay falsas pero sin decirle como reconocerlas cae en la paranoia y deja de comprar o te mete en el mismo saco que a los falsarios «reconocidos» (esto no te lo dice pero sus actos hablan por él). Por último si no se le informa o se hace muy poco se obra con cierta falta de honradez. Ahora bien, aunque me duele decirlo, es el camino más rentable para el vendedor pues se evita que el coleccionista empiece a compararte con otros, que lo va a hacer igual pero por lo menos tú no se lo vas a facilitar. Lo que sí que no haría yo nunca es aprovecharme de su conocimiento para venderle falso. Eso sí que es absolutamente reprobable se mire por donde se mire.
    Yo gustosamente cambiaría lealtad por conocimiento. Os lo aseguro. Pero pocos coleccionistas conozco (alguno hay contados con los dedos de una mano) dispuestos a aceptar honestamente ese trato. Y así estamos.

  17. luis, lo has clavado. yo soy un simple aficionado, y seguí exactamente los pasos que enuncias:
    1ºque hice: No fiarse por sistema de nadie ni de nada y poner en entredicho hasta la moneda más obviamente auténtica
    2ºpaso: Dejé de coleccionar.
    3ºpaso: volver a coleccionar pero sólo fiándome de una subasta.
    4ºpaso: volver a la chatarrilla extranjera para jugar al coleccionismo y así enseñarle a mis dos niñas historia y geografía, enseñarles a compartir, a intercambiar, algo de botánica, algo de antropología, y a disfrutar.

    Yo creo que es oscurantismo expulsa a los aficionados de este mundo y, a la larga, acaba con el negocio.

    Enhorabuena Adolfo.

  18. Ya, Lanzarote, pero eso no lo puse como un modelo a seguir por el coleccionista sino precisamente como ejemplo de lo que NO debe hacer un coleccionista. Vale que hay oscurantismo, lo cual es una falta (aunque mucho me temo que necesaria como indicaba en mi anterior mensaje) del vendedor pero también es falta del coleccionista no intentar aprender, que tampoco es tan complicado, y adquirir un cierto criterio propio. Ambas cosas están mal y ahí es adonde yo quiero ir a parar.

  19. Hola,me gusta comprar macuquinas potosinas,porque vivo en la paz Bolivia,el problema por aga,los nativos,con el bello motivo de limpiar la moneda la lijan,

    Mi pregunta aparte del pesado y el diametro de la moneda,en que mas uno debe fijarde para no ser engañado una y ota ves,disculpen la confiansa.

    mando un saludo

    Salim Daher.

  20. Hola Adolfo,
    Primero de todo quiero felicitarte por tu blog, hace poco que soy seguidora y me gusta mucho.
    Tengo una consulta para hacerte…Las monedas hechas con dos mitades se consideran falsas de época, o eran aceptadas como monedas de curso legal? He encontrado muy poca información sobre el tema. Tengo una moneda de plata hecha aprovechando dos monedas distintas. Una es de 2 reales de plata de Carlos III El Pretendiente, probablemente de la ceca de Barcelona, y la otra es de 2 reales de Felipe V, de la ceca de Madrid, ensayadores A. Tiene interés numismático?
    Muchas gracias y un saludo!!
    Marta

    1. No sé si te entiendo bien: ¿quieres decir que es una moneda con dos «caras» pegadas de ciertas otras monedas? Yo eso solo lo he visto con piezas troqueladas por trileros.

      En cualquier caso no es algo que tenga valor numismático, pero es una divertida curiosidad.

      Saludos,
      Adolfo

  21. Muy buenas. Me gusta la afición de coleccionar monedas y billetes pero leyendo vuestros consejos y comentarios, me entra la duda de saber si alguna moneda de mi colección es falsa. Por un lado me alegro de que mi colección no sea muy importante, ya que por unos motivos u otros, no he podido ir mejorándola mucho, pero por otro me da miedo de que me la peguen. Qué hacer, pues¿. Mis felicitaciones a todos.

  22. hOLA Adolfo, he comprado una moneda de 5 liras de 1894 de umberto primo de altísima calidad , da todo el aspecto de ser acuñada, y tiene el famoso canto parlante con varios defectos en la inscripción Fert , del reverso se nota que en el escudo ha sido tocado, pero da aproximadamente 0, 2 decimas de gramos menos del peso ideal,,,, hasta aca todo bien exepto que en el reverso presenta el cospel una montaña (cosa rarísima)… consultado sobre la misma me han dicho que es falsa y la he devuelto,,,, quisiera saber tu opinion: ¿es posible que una moneda presente una montaña de metal en un lugar como si se hubiese hundido el cuño? me resulta muy raro y creo que es que se deformo algo al falsario,,,, tu que opinas,,, la moneda no la tengo porque la he devuelto asegurándome el comerciante que la moneda es autentica cosa que dudo mucho,,,,,

  23. Tengo 5 pesetas de amadeo 1871 lo curioso es que esta no es de plata sino de hierro me figuro que sea falsa a no ser que en algún momento escasease la plata y las acuñaran en hierro lo curioso es que esta contramarcada con GP con una corona, parece ser que significa GOBIERNO PROVISIONAL O GOBIERNO PORTUGUES , Me gustaría saber algo acerca de ella. GRACIAS

  24. Ya sabes que las monedas de plata china es imposible saber si son autenticas o falsas la mayoría, lo mismo pasa con sus cobres fundidos y acuñados , salvo falsificaciones burdas claro, y ya mismo se extenderá este problema al resto de monedas

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