Valorar las calidades intermedias

Entre los coleccionistas de El Centenario de la Peseta es muy normal que al principio vayan a «completar la colección», poniendo algunas reglas básicas y fáciles de seguir, como que todas las monedas tienen que tener ambas estrellas visibles. Al cabo de un tiempo tienen la colección casi completa, quedándoles solo las más raras y deciden que pasan de gastarse 1.200 euros por una peseta de 1884; ahora lo que quieren es «mejorar la colección«.  En los primeros pasos de ese proceso de mejora es cuando más ambivalencia suele presentar el coleccionista y cuando más susceptible a timos es: si en la etapa anterior lo que buscaba eran monedas a buen precio a pesar de que el estado de conservación no sea muy bueno, ahora buscan monedas de alta calidad pero sin estar acostumbrados a gastarse 500 euros por un ejemplar.

Pongamos un ejemplo sencillote que le ha pasado a Enrique más de una vez.  Resulta que un aficionado (llamémosle Juan) tiene un duro de 1888 MPM hecho un asco, algo como éste (sacado de una subasta de Cayón):

Este es uno de los duros más sencillos y en esta calidad lo habrá comprado por su peso en plata o poco más. Así que Enrique le ofrece un duro como el siguiente y le pide una cantidad razonable:

 

No se trata del mejor ejemplar de este mundo, pero claramente está mejor que el que tiene Juan en su casa: aunque presenta un desgaste evidente en la oreja y el pelo del niño, así como en la cabeza del león, tiene muchos puntos fuertes: el canto no tiene golpes, las estrellas están muy claras, no hay marcas ni rayas de importancia, el desgaste del castillo y las flores de lis es moderado, el león tiene bastante pelo… Está claro que no es un duro corriente (yo diría MBC+) y que su precio no debe ser el mismo  que el primer duro que compró Juan.

Pero Juan lo ve, y como buen aficionado que no entiende demasiado abre la bocaza y dice: «no, yo sólo busco monedas en calidad sin circular», creyéndose por ello más entendido en numismática. Así que Enrique, como buen vendedor, le dice que también lo tiene en SC, que es el de la siguiente foto (de nuevo de Cayón) y que por 450 euros se lo vende.  Entonces, la respuesta de Juan es que 450 euros es mucho y que él no se puede gastar tanto en esa moneda.


¿En qué quedamos? ¿Quiere Juan un duro en SC o no? Que a uno se le llene la boca diciendo que sólo busca monedas sin circular queda bien en ciertos sectores, pero se caza rápidamente si en realidad se buscan o no. Las piezas en SC no se encuentran a precio de chollo. Es imposible. Así que si lo que Juan busca es un duro de 1888 sin circular por 200 euros, lo normal es que quien se lo ofrezca le esté engañando.

Pero lo que quería criticar especialmente de la actitud de Juan es que automáticamente desprecia el primer duro que le ofreció Enrique simplemente porque no está sin circular. Muy mal: no solo hay ejemplares «para tapar el hueco» y «en sin circular», sino que hay muchas calidades intermedias que no hay que despreciar, especialmente si no se sabe diferenciar un EBC+ de un SC-. Igual que hay duros de 1888 que valen 20 euros y que valen 500, también los hay que valen 40, 60, 100, 150, 200… y no es lo mismo tener un duro de 70 euros que uno de 20. De hecho, el de 70 euros es más parecido al de 500 que al de 20, así que no estaría de más que cada cual reflexione sobre qué calidad busca.

Otro ejemplo de este mismo problema es el siguiente duro de 1882/1.


Se trata de un duro relativamente raro (presenta la variante de sobrefecha) y tiene ambas estrellas visibles. No tiene golpes en el canto y Alfonso XII tiene bastante barba. El desgaste, aunque es evidente, es bastante moderado. En global: no es un duro para tirar cohetes, pero tampoco está hecho un asco. Por lo tanto es razonable que por él se pida más que por un duro de 1882/81 que esté en BC. Sin embargo, hay muchísimos aficionados que desprecian esta calidad (que puede costar 30 euros más que el duro en BC) porque ellos «como mínimo lo buscan en EBC». Olvidándose del pequeño detalle de que este duro en EBC bien podría costar 700 euros.

29 comentarios en “Valorar las calidades intermedias”

  1. EStupenda entrada Adolfo. Mi posición es la siguiente. Quiero hacerme una colección de unas calidades EBC-/EBC. Es decir, un poco mejor que MBC+. Pero soy consciente de un par de puntos que tengo muy claros:
    -Hay duros a los que no llegaré. Por ejemplo el del 73. O en un caso extremo si tengo la oportunidad de por un precio razonable -y dependiendo del bolsillo- pillarlo MBC+, y me gusta, pues lo cogeré.
    -No tengo interés en completarla. Hacerlos ‘todos’. Simplemente iré haciendo. Poco a poco. Prefiero tener pocos y bonitos, que todos en diferentes calidades (bajando de EBC-). Es cierto que esto es muy discutible y cada uno tendrá su opinión, pero yo tengo la mía.
    Y es cierto que lo mejor es comprar moneda bonita. Si lo necesitaras estaría vendida… pero tiene su precio, obviamente.

  2. Son varias cosas: por un parte, si quieres moneda buena (sea EBC- o la calidad que consideres), esa moneda hay que pagarla. Si en algunos casos no vas a poder adquirirla, pues o bien te conformas con la moneda en menos calidad o te conformas con no tenerla. O esperas a que te vuelva la oportunidad y te des un capricho de 3000 euros por el duro de *73 en EBC-

    Pero en cualquier caso no hay que despreciar ningún ejemplar. Si un duro de 1870 cuesta en EBC- unos 150 euros (a ojo) y en BC sale por 20 euros, entre esos dos precios hay un montón de grises que también hay que valorar adecuadamente.

    saludos,
    Adolfo

    1. Absolutamente, además de que las calidades son con algunos matices subjetivas, si a ti te cuadra esa calidad en ese precio, despreciarlo seria una tonteria :-)

  3. Muy buenos comentarios Adolfo. No puedo estar más de acuerdo. Del centenario tengo varios ejemplares en calidades altas. Esto como dices tú hay que pagarlo y tener en cuenta que la inversión tiene sus aspectos positivos y negativos (por ejemplo que la amplitud de la colección se reduce drásticamente y que se tardará muchísimo más tiempo en recoger una muestra representativa, dependiendo del presupuesto de cada uno). Algunos ejemplares en SC- son auténticas joyas, pero he encontrado piezas mucho más bonitas en calidades MBC a EBC-. Las pátinas y desgastes de la moneda son lo que la hacen única, resaltando los relieves con un efecto determinado. Encontrar una pieza así puede que no sea muy caro pero a veces resulta muy difícil (veáse https://blognumismatico.com/2012/02/02/1-peseta-de-1937/). Belleza y estado de conservación no van siempre parejas.

  4. Buenas noches.Yo tengo un duro S/C y en EBC proporcionados por un profesional y amigo pero tengo que reconocer que los que mas disfruto son de unos cuantos duros con unas magnificas patinas,de valoracion menor pero unicos por su color desde el irisado hasta un azul añil,verde y algunas piezas preciosas con algun pequeño defecto pero cualquiera que la vea se enamora.Un pequeño consejo si te ofrecen una moneda buena cojela aunque no sea EBC.

    1. Muy de acuerdo con tu comentario. Tengo un duro del 98 en sc-, pero además de estar imponente, para mi, lo mejor es esa pátina circular que tiene, que hace que dentro de las letras se vea un color azulado increible. La moneda no está perfecta, pues tiene algún golpe, pero no la venderia ni por el doble de lo que me costó :-)

  5. Ahí ya encajamos en el gusto de cada cual. Yo creo que una colección buena no tiene por qué tener necesariamente los «mejores» ejemplares (en términos absolutos), sino aquéllos que por un motivo o por otro satisfacen a su dueño. Hay a quienes les gusta las pátinas de colores y otros que no las pueden ni ver; es cuestión de gustos. Y eso hace que monedas en calidades no muy altas puedan ser preciosidades a los ojos de sus dueños. Digamos que reflejan su personalidad.

    Como ejemplo en mi caso pondría los dos ejemplares de esta entrada: https://blognumismatico.com/2012/05/07/que-barato-es-coleccionar-monedas/ Bien baratos son, pero me gustan.

  6. «como buen aficionado que no entiende demasiado abre la bocaza y dice: “no, yo sólo busco monedas en calidad sin circular”, creyéndose por ello más entendido en numismática.

    En moneda antigua un indicio casi infalible de coleccionista de escaso conocimiento pero gran arrogancia es la obsesión por comprar monedas «sin circular». Alguno hay, ciertamente, que la busca y está dispuesto a pagarla, pero la inmensa mayoría no por lo que, de ordinario, cuando alguien manifiesta que busca «sin circular» o «muy alta calidad» lo normal es que el vendedor desconfíe.

    También se nota la falta de conocimientos al buscar masiva e indiscriminadamente «muy alta calidad». Tal vez sea fácil conseguir un antoniniano de Gordiano III o un denario de Caracalla en muy alta calidad a un precio moderado pero cuando el mismo que rara vez se gasta más 150 euros en una compra y que se nota que no es precisamente un potentado, insiste en que los Otones, Galbas, Pertinax, Clodios Albinos, etc, etc los quiere también en EBC como mínimo, ahí el mismo se retrata como un «indocumentado» numismático (ésas monedas pueden valer varios miles de euros (unas más que otras), no soliéndose ver más que en las subastas de más postín y no siempre).

    En resumen y como consejo personal: el coleccionista debe hacer un esfuerzo por adecuar su gusto numismático al bolsillo disponible. Gustar, lo que se dice gustar, a todos nos encanta el EBC+ pero como no siempre nos lo podemos permitir debemos ser capaces de admirar y disfrutar también de una pieza no tan buena aunque siempre por encima de una calidad mínima.

  7. A cualquiera le gustaría tener una colección en calidad SC, pero cada cual tiene un límite económico. Buscar excelentes monedas a precios irrisorios es como buscar el Santo Grial.

  8. Desde la subjetividad que inevitablemente impregna este tema, creo más difícil diferenciar un mbc+ de un ebc- o un bc+ de un mbc- que un ebc+ de un sc-… menos para algunos vendedores de ebay (y es que algunos llegan a calificar de sc- hasta una tapa de boniatos) :)

  9. «Buscar excelentes monedas a precios irrisorios es como buscar el Santo Grial.»

    Pues le aseguro que por esos mundos de Dios hay bastantes más buscadores del Santo Grial de lo que, quizás, pueda pensarse. De ellos viven, precisamente, los fabricantes y vendedores de falsas, mucho más que de los compran a su justo precio pues éstos normalmente se cuidan las espaldas comprándole solamente a gente de confianza.

  10. Creo que de esos ya hemos conocido todos unos cuantos: te vienen con toda la prepotencia del mundo diciéndote que a ellos solo les valen «los ejemplares de muy alta calidad», independientemente de si son duros de 1898 o columnarios. Pero luego resulta que ellos quieren sacar un columnario en EBC+ por 200 euros. Y como eso es una muestra de ignorancia terrible, siempre hay alguien que se los ofrece, pero con el pequeño inconveniente de que no se hicieron en el México del siglo XVIII, sino en la China del siglo XXI.

    Por otra parte creo que una buena colección debe mostrar, de uno u otro modo, la personalidad del coleccionista. Eso daría para una entrada muy bonita.

    saludos,
    Adolfo

  11. Buena entrada Adolfo.

    La verdad es que hay muchisimas calidades en las monedas, como bien dices hay monedas en EBC- muy, muy bonitas y con una patina genial, no tienen porque ser todas sin circular.
    Lo que no hay que tener es prisa por comprar, siempre te vendra la oportunidad a la mano sin esperarlo.
    Yo compro dentro de mis posibilidades pero suelo comparar varias monedas por ejemplo en EBC y siempre hay una mejor que otra, y si no puede ser en EBC pues la buscare en MBC+, pero siempre que me guste, porque como ya he dicho hay muchas monedas distintas en MBC+ siendo la misma moneda.
    No se si me explico…
    Otro refran que se recomienda es, que con tiempo y una caña todo se pesca, verdad Adolfo…y que vedad es.

    Saludos.

  12. «Lo que no hay que tener es prisa por comprar, siempre te vendra la oportunidad a la mano sin esperarlo.»

    Esto es cierto pero practicándolo con sentido común y sin llevarlo a extremos. Más de uno conozco yo que «no tiene prisa» para encontrar tal moneda que busca y más vale que así sea ya que dificilmente la encontrará nunca ya que se trata de monedas escasas en buena calidad y, aquí viene el problema, a la mitad, más o menos, de su precio de mercado.

    1. Eso depende de qué moneda sea.

      Si me dicen que quieren una alfonsina de 1885 en SC por 1000 euros, pues ya puede ir esperando que no la va a encontrar en la vida. Ahora bien, si la estimamos en 3000 euros y la queremos de un día para otro, pues a lo mejor hay que pagar por ella 4000. Si nos podemos permitir estar un año sin ella, quizá la saquemos por 2800, y quizá llegue el momento donde la podramos adquirir por 2500 (o quizá no).
      Pero si me dices que es una alfonsina de 1878, por las que ahora se pagan 330 euros simple y llanamente porque el precio del oro está por las nubes, pues es razonable que si dentro de X años baja el precio del oro, el precio de esa moneda baje. Pero si sube, pues también subirá, claro. Antes de la crisis esas monedas se compraban por 150 euros, quizá cuando pase la crisis vuelvan a bajar drásticamente.

      …si es que pasa…

      1. «Si me dicen que quieren una alfonsina de 1885 en SC por 1000 euros, pues ya puede ir esperando que no la va a encontrar en la vida. Ahora bien, si la estimamos en 3000 euros y la queremos de un día para otro, pues a lo mejor hay que pagar por ella 4000. Si nos podemos permitir estar un año sin ella, quizá la saquemos por 2800, y quizá llegue el momento donde la podramos adquirir por 2500 (o quizá no).»

        Equilicuá. Con tiempo, sin prisa, se puede llegar a conseguir la moneda ansiada algo más barata que el precio medio de mercado y desde luego bastante más barata que si la quieres de un día para otro. Esto es algo totalmente de sentido común y no creo que se esté descubriendo un secreto de estado al «hacerlo público». La cosa cambia lógicamente cuando ese «algo más barata» se refiere a un 50% más barata o similar. Pues bien: por mi experiencia con los «sin prisa» son mayoría los que buscan un imposible: Rareza preciosa y barata que los que simplemente están decidiendo esperar un poco más. El motivo de esto, a mi juicio, es que si quieres tal moneda rara a la par que bonita no tiene mucho sentido dejarla pasar a ver si dentro de x meses o años alguien te la ofrece un 10-15% más barata. Un coleccionista normal lo que hace en esos casos es regatear un poco y comprar. El «sin prisa» medio como está buscando un precio muy inferior pues, lógicamente, sí la deja pasar.
        A fin de ilustrar este asunto puedo mencionar dos coleccionistas, clientes esporádicos míos, que, en este mismo momento, están buscando «con calma» –palabras textuales– sendas monedas muy raras y lo que es peor para ellos: sumamente demandadas a un precio sin competencia (para ellos). Ni siquiera opino que sean cholleros: se nota que realmente están aplicando el principio de comprar sin prisa: de forma infructuosa en este caso pues nadie les va a vender esas piezas al precio que están dispuestos a pagar. Y no sólo eso: tampoco nadie va a hacer por adquirirlas para ellos, ni por enseñárselas si las tienen guardadas por ahí ¿para qué si a la postre luego no te las va a poder/querer pagar?… vamos que estos coleccionistas gastar no gastarán pero tampoco consiguen la moneda que quieren y ésa es la definición de fracaso en el mundo numismático.

        1. Este tema es interesante para sacarlo desde el punto de vista del comerciante. Yo también conozco gente que dice eso de: «si me encuentras ésta, que la ando buscando…» y luego resulta que quiere «esa» pero a un 30% menos de su precio de mercado (que ya me gustaría a mí comprarla a ese precio). Claramente si un comerciante no tiene la certeza razonable de que vaya a efectuar la venta después, no va a andar buscando monedas para nadie.

  13. Otro tema, que se me olvidaba, es el que está esperando a ver si encuentra tal moneda en la calidad que él quiere, estando dispuesta a pagarla adecuadamente en ese caso. Esto es perfectamente coherente, suponiendo un estímulo para el profesional que se esforzará para satisfacer a su cliente. Eso sí, de nuevo hay que diferenciarlo del que quiere tal moneda en una calidad superior pero no mucho más cara que la de calidad inferior; ahí ya se está patinando pues como el bueno de Adolfo ha explicado un montón de veces en este blog el incremento de valor en relación a la calidad se acerca mucho más a una función exponencial que a una aritmética.

  14. Creo que lo que define este tema es lo que apunta Adolfo: la colección refleja la personalidad de su autor.

    ¿Qué es mejor, tener muchas monedas, o pocas de calidad? Pues no hay respuesta correcta. Cada uno tiene sus preferencias. Yo soy muy aficionado a las conservaciones medias, pero es porque no me puedo permitir calidades superiores. De todas formas, también influyen otros factores. Pongamos que tengo mucho dinero: ¿me compraría un duro de Alfonso XII de 1875 SC por 2.250 € como en este enlace?

    http://www.mcsearch.info/record.html?id=355573

    Bueno, pues está claro que alguien sí estaba dispuesto, y lo hizo.

    Yo quizá preferiría gastarme 81 € en este otro en EBC-:

    http://www.mcsearch.info/record.html?id=749214

    Pero habrá quien desprecie este segundo duro por no ser SC… Lo dicho, cuestión de prioridades de cada uno.

      1. Depende de la personalidad de cada uno.

        Unos preferirán la calidad y otros la relación calidad/precio. Otros, incluso sólo el precio.

        Los que prefieran calidad pura y dura, preferirán la que pones en FDC, o la que pongo en SC, pues no veo grandes diferencias (en la foto, claro), siempre que lo puedan pagar. El que prefiera sólo precio, cogerá una en MBC- con estrellas poco visibles por el precio de la plata, pero tendrá «relleno el hueco». Los que prefieran calidad/precio es otro asunto, pues cada uno (otra vez la personalidad del coleccionista) considerará que merece la pena una u otra calidad por según qué precio.

        Es por eso que en las subastas se adjudican tanto piezas excepcionales, como lotes de varias monedas en conservaciones muy bajas.

        Mi opinión (otra vez la personalidad del coleccionista) es que en el medio está la virtud. Por eso pienso que está muy bien eso que dice Adolfo de valorar las calidades intermedias. Pero tan respetable y acertada es esta opinión como la del que quiere tener trocitos de historia a un precio muy reducido, o los que quieren tener pocas pero excepcionales.

        Lo importante es que el coleccionista se sienta satisfecho con su colección, y cada coleccionista es un mundo.

        1. Respeto lo que dices, aunque no lo comparta. Si yo te vendiera la FDC en, supongamos, 600€, habrás de reconocer que la relación calidad/precio es excepcional, mucho mejor que el ejemplo en ebc- por 81€ (en realidad son unos 98€ con la comisión), entre otras cosas porque podrías hacer un arbitraje con un mínimo del 100% de beneficio: con tu ebc- no. Otra cosa es que ni siquiera te puedas permitir pagar esa cantidad, o que simplemente te gusten las monedas usadas en calidad ebc-; de ahí que una cosa es el bolsillo y otra el gusto.

          1. Si es que no te lo discuto. Pero yo hablo estrictamente de coleccionar, es decir, guardarla para poder disfrutarla en casa. Por supuesto que si compras buscando el beneficio, tienes que comprar esa moneda por 600 €. Es un negocio seguro. Lo malo es que en una subasta siempre habrá alguien dispuesto a subir esa hipotética puja de 600 €.

            De todas formas, yo hablaba de comprar monedas a su justo precio, o en el rango de lo que podríamos considerar como tal, no chollos excepcionales.

            Pero si lo que quieres es una pieza para quedártela y no venderla, entonces ya habrá quien prefiera la FDC, pagando su precio justo, porque así quiere tenerla en su colección, y porque así disfrutará más de ella, y quien prefiera la EBC-, pero pagando siempre su precio justo.

            Yo nunca pagaría 2000 euros por un duro sin circular, pudiéndolo tener EBC- por 100 euros, pero veo perfectamente normal que haya gente que sí lo haga. Va en la personalidad del coleccionista (y en sus posibilidades económicas, claro).

  15. Yo creo que en las monedas «normales» es el mercado el que pone el precio. Todo el mundo sabemos lo que puede costar un duro de 1891 en EBC- a poco que investiguemos. Otra cosa son ejemplares únicos o piezas rarísimas que salen al mercado una vez cada 30 años.
    El precio de mercado es el que es, aunque no es un número sino un «rango de precios razonables», como ya hemos indicado más de una vez.

    Por la parte del gusto del coleccionista, aunque os parezca raro hay gente que está dispuesta a pagar no 81, sino 100 euros (sigue siendo razonable) por una moneda en EBC- «que les guste». A unos les gusta que tenga una pátina de colores, a otros que se le vea no-sé-qué detalle etc. etc. Ahí es donde juega la personalidad y el gusto del coleccionista, independientemente de su bolsillo. El mismo duro que a uno le encanta a otro no le llama para nada, y esa es la gracia del asunto. Pero, sea de nuestro total agrado o no, tan importante es diferenciar el FDC y el SC- como diferenciar el EBC- del MBC, que esto hay veces que se nos olvida.

    saludos,
    Adolfo

    1. Totalmente de acuerdo, Adolfo. De hecho, me parece difícilísmo ser plenamente objetivo a la hora de diferenciar un bc+ de un mbc-, o un mebc+ bien majo de un ebc- algo cortito. Especialmente en ciertas moedas como los duros de las cecas americanas de Fernando VII. Tengo mi baremo bastante afinado, pero no deja de ser mi baremo, vaya… ;)

  16. Fije se dom adolfo qeu cuando lei valorar las calidades intermedias pense iba hablar usted de otra cosa. Siempre le digo que le puede el enfoque pecuniario y eso con el tiempo de grada. Mas con todo creo da buen consejo em este articulo.
    Gracias.

    1. El tema económico, nos guste o no, está muy relacionado con la numismática. Lo que pasa es que cuando alguien empieza a coleccionar encuentra muy difícil saber las pautas para valorar, tasar y pagar las monedas. Nadie lo explica. Esa es una de las facetas más importantes del blog, aunque no es la única.

      saludos,
      Adolfo

      1. El tema economico es clave, y para los recién iniciados es difícil saber el precio de una moneda, porque le falta experiencia, y no sólo en recorrer mercadillos, tiendas y ver la web porque en estos sitios (virtuales o no) los precios de las monedas para una misma calidad también son muy variables, con lo cual la cosa aún se complica más.
        Saludos

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