Entrevista a Caballero

La colección Caballero de las Yndias, que fue subastada en 2009 por Aureo & Calicó, ha tenido una gran importancia en este blog. En los inicios del blog se comentó la celebración de la tercera sesión y luego esta bitácora tuvo el privilegio de publicar un testimonio de María Teresa Sisó en la que comentaba cómo se vivió la subasta desde dentro. Esa entrada gustó a muchos aficionados, no sólo por la participación de Sisó, sino porque se tuvo la oportunidad de dialogar con el mismo hijo de Caballero, quien fue el que gestionó la venta familiar de la colección, y nos comentó varias anécdotas muy interesantes sobre cómo se formó la colección.

Aprovechando su presencia en el blog, me puse en contacto con él y he tenido la suerte de poder hacerle una entrevista que aquí os transcribo. Me considero un auténtico privilegiado por haber podido charlar con él y por publicar esta entrevista; estoy seguro de que os gustará. Desde ya, muchas gracias Caballero.

Caballero (C): Lo primero que quisiera explicar es que no hay un Sr. Caballero, sino dos. La colección fue hecha por mi padre y mi tío. Mi tío nunca se casó ni tenía descendentes, por lo que podía dedicar sus recursos a la compra de monedas. Sin su aporte, la colección Caballero hubiera sido imposible. Mi padre era el numismático, mientras que mi tío veía la colección más como una manera de invertir recursos.

Adolfo (A): A todos los entrevistados les pregunto si han coleccionado algo y cuál es su moneda favorita. Creo que lo primero es obvio, pero lo segundo no. ¿Qué tipo de monedas son las que más te gustan? ¿Qué ejemplar de la Colección Caballero era tu predilecto? ¿Y cuál era el ejemplar predilecto de tu padre?

C: Sin duda, a mi padre las monedas que más le gustaban eran las medievales. En particular las doblas castellanas de los Enriques, Pedro I o Alfonso de Ávila, así como los morabetinos de León y los excelentes y castellanos de los Reyes Católicos. Una moneda especialmente querida por él eran los 20 excelentes de Segovia [los de la primera foto], que no se vendió en la subasta al público y que compré yo mismo. Si ven la moneda tiene una marca clara en el escudo, y esa marca tiene una razón de ser: cuando vino la Revolución Castrista en Cuba mi padre escondió la colección en un macetero y hechó hormigón encima. Después, partiendo el hormigón para sacar la colección un golpe del mazo “marcó” la moneda. Esta marca siempre le recordó lo que marcó una etapa significativa en su vida: la transición de la época de prosperidad en Cuba a la época de relativa austeridad en el exilio.

A: No sé si la colección la comenzó tu padre o si proviene de otros antepasados. No obstante, ¿cómo se comenzó a forjar? ¿Qué objetivo se buscaba inicialmente con adquirir monedas?

C: La colección la empezó mi padre en los años cuarenta en Cuba. Pero no fue hasta los años cincuenta cuando mi tío empezó a aportar recursos debido la envergadura del proyecto.

Desde muy pequeño mi abuelo recompensaba a mi padre por buenas notas con monedas de oro. Recordemos que la moneda de oro circuló en Estados Unidos y Cuba hasta 1933. Las onzas españolas se vendían casi por su peso de oro en esa época. Cansado de coleccionar moneda cubana de oro, que eran solo unas 20 monedas, se lanzó a comprar monedas españolas. Lo hacía simplemente por amor a España y por la belleza de las monedas españolas, que tiene más de dos mil años de historia numismática. Mi padre no era tonto, y sabía de sobra que por inversión hubiera sido mucho mejor negocio coleccionar moneda norteamericana, porque al final las monedas que más se revalorizan son las de los países ricos donde hay muchos recursos económicos para coleccionar.

A: Aparte de las monedas que se subastaron ¿coleccionábais alguna otra? Si no es así, ¿por qué solo os llamaban la atención las monedas de oro? ¿por qué solo las cecas españolas?

C: Sí. Caballero colecciona un sinfín de cosas, desde relojes de bolsillo antiguos hasta plata religiosa Española. En lo que respecta monedas, Caballero todavía guarda alguna sorpresa que otra.

Sobre la razón de “oro”, es muy fácil de explicar, y que sirva de consejo a nuevos coleccionistas: colecciona siempre lo mas preciado que tu bolsillo pueda comprar, la relación de valores siempre se mantendrá a través del tiempo. El oro es preferible a la plata, y la plata es preferible al bronce o al cobre.

Sobre las cecas, la colección Caballero colecciono todo lo relevante a España: cecas peninsulares, las provincias de America, la Europa dominada por España y vinculaciones con España como podían ser los papas españoles y los Maestres de la Orden de Malta Españoles. Ya de por sí, la envergadura de la Colección era enorme.

A: Además de la rareza de las piezas que aparecieron en la Colección Caballero, la calidad de las mismas era espectacular. ¿Qué criterios seguíais a la hora de comprar monedas?

C: Desde muy temprano mi padre se dio cuenta de que amasar por amasar no era lo que interesaba. Creo que una de las cosas que mas impresiono a Teresa Siso fue el estado de conservación de la colección.

Con el afán de crear una colección de clase mundial, al poco tiempo de comenzar la colección mi padre se dio cuenta que era ilógico coleccionar por fechas. ¿Para qué tener monedas cuya única variante representaba la fecha? Decidió entonces concentrarse en coleccionar por ensayadores, cecas, tipos y variantes, creando una colección mucho más amena, poco repetitiva y mucho menos extensa.

Este punto es importante porque solo un Bill Gates puede coleccionar de todo sin limitantes de bolsillo, pero además beneficia el estado de conservación de la colección en general. Como ejemplo, si hay onzas de la ceca de Madrid de Carlos III, tipo “X” del mismo ensayador pero 8 fechas, mi padre prefería comprar la de la fecha más corriente pero que estuviera en EBC+ o FC y no la de la fecha más rara pero en peor conservación. La moneda “fea”, aunque rara, no llama la atención, y el ejemplo que os doy son las tres piezas de 20 Excelentes: las dos de Sevilla, que estaban en muy buen estado de conservación, se vendieron muy bien, pero la de Segovia, tal vez la más rara numismáticamente hablando, no se vendió en la subasta aunque el precio de salida era mucho más bajo que el de las otras dos. Que conste que una moneda similar a esta de Segovia ya había realizado 300,000 euros en una subasta de Spinks en el 1999, pero en la subasta de Caballero fue totalmente opacada por las otras dos en mucho mejor estado de conservación y no atrajo ni una sola puja.

A: Hace tiempo que expresé mi opinión sobre que una buena colección no se puede forjar solo con dinero. Aparte de dinero, ¿qué ha aportado tu familia a la colección?

C: Sacrificio. El que no está dispuesto a sacrificar su tiempo, su dinero y hasta su alma no llegará a tener una buena colección. Sé que mi familia se privó de mucho porque no había dinero para gastos superfluos con el afán de poder invertir en monedas.

A: Ya nos comentaste que la adquisición de algunas monedas os supuso un esfuerzo importante, en el que había que desplazarse muchos kilómetros para ello y desprenderse de una cantidad considerable de dinero. ¿Cuál es la moneda que más os costó adquirir (no hablo de dinero, sino de esfuerzo)? ¿mereció la pena?

C: La serie de monedas del dictador Carrera de Guatemala. El vendedor mantuvo en jaque a mi padre por muchos meses, y cuando finalmente decidió vender, mi padre tuvo que montarse en un DC-3 para volar a Guatemala cuando mi madre estaba de parto de mi hermano pequeño.

Sobre si valió la pena, mi madre, que en paz descanse, creo que nunca logro entenderlo. Además, ella nunca llegó a conocer la envergadura de la colección. Eran otros tiempos.

A: María Teresa Sisó nos habló de la colección como una bonita historia familiar en la que la amistad con Xavier Calicó era un ingrediente fundamental. ¿Qué aportaba Calicó a la colección?

C: Muchísimo. Aparte de que la gran mayoría de las monedas de Caballero fueron compradas por los Calicó. Xavier Calicó y mi padre eran como hermanos. En el despacho Calicó existen cientos de cartas entre ellos discutiendo sobre monedas. Esas cartas, publicadas, mostrarían una historia de 50 años de amor puro a la numismática. Cuando Don Xavier falleció, si mal no recuerdo en 1985, mi padre se quedo apabullado por meses.

A: ¿Hay alguna moneda que os hayáis arrepentido de haber comprado? ¿por qué?

C: Nunca. Lo que sí les puedo contar es que las monedas españolas que menos le gustaban a mi padre eran los florines, porque los encontraba muy monótonos y también porque su diseño no era «autóctono español» sino “importado” [la quinta fotografía es de un florín de Barcelona de Martí I]. Caballero siempre fue de la opinión que la grandeza histórica de España era tal que no necesitaba importar ideas numismáticas de nadie. Por otro lado, a mi tío no le gustaban nada las monedas visigodas, que las llamaba “chapitas”, y nunca entendía el precio descabellado que llegaban a pagar por alguna de ellas.

Los momentos de tortura y reflexión eran cuando se tenía que vender alguna moneda para reunir recursos para comprar algo nuevo. Recuerdo que en 1983 vendimos una de las cuatro variantes de los Doble Principats [la segunda foto muestra uno de Felipe III] que había en la colección (muy bien vendida, por cierto, a una entidad bancaria Catalana) para reunir fondos para la compra de cuatro monedas que faltaban, entre ellas el ya famoso triente visigodo de Boltaña [tercera foto]. El principat que vendimos era el que tenía la variante menos significativa, pero su venta, aunque por buen motivo, siempre causo sentimientos de pérdida.

A: ¿Hay algún ejemplar que no hayáis comprado y que haya supuesto una oportunidad única o las oportunidades siempre vuelven?

C: Si, definitivamente: la onza de Cuenca de Felipe V de 1725.  Por mucho que quisimos no pudimos reunir el dinero para comprarla cuando la Casa Calicó nos la ofreció en los 90. Se acaba de vender en subasta en Suiza el mes pasado en 160,000 francos suizos. Esto nos dolió mucho porque ya teníamos en Caballero el 4 escudos de Cuenca que es casi igual de raro [cuarta foto].

A: A mí se me hace muy difícil pensar en cómo me podría enterar de que ciertas monedas están en ventas privadas. Pongamos por ejemplo que una persona tiene una pieza única que yo estaría interesado en comprar, pero yo a esa persona no la conozco de nada. Esa persona muere y sus herederos están pensando en venderla pero… ¿cómo me puedo enterar yo? Supongo que con la cantidad de monedas inéditas que hubo en la Colección Caballero esa situación se haya dado más de una vez. ¿Dónde está el truco?

C: No hay truco. Siempre privó en mi familia la ley del secreto, por lo que no recuerdo una sola compra privada a un tercero desconocido.

A: ¿De cuántos comerciantes os fiabais para comprar monedas de gran precio? ¿Os han intentado vender monedas falsas?

C: Muy pocos: los Calicó, Stacks, Bank Leumi y algún otro. Fuera de estos solo subastas a las cuales nunca fuimos y la casa Calicó nos represento. Hoy en dia admiro, respeto y agradezco tremendamente a Teresa Siso y Aureo & Calico. Sin duda una de las mejores casas, y de las más respetadas, a nivel mundial.

¿A qué coleccionista no le han tratado de vender monedas falsas? Pero era muy difícil colarle algo falso a mi padre. Yo conservo como recuerdo tres monedas medievales falsas que mi padre compró en los años cuarenta, cuando apenas empezaba a coleccionar y compraba en casas de cambio, antes de conocer a la familia Calicó.

A: Otra cuestión que ha aparecido mucho en el blog es que la numismática es bastante más que acaparar monedas y forjar una colección. ¿Estudiabais vuestras monedas? ¿Se pusieron alguna vez en contacto con vosotros investigadores que quisiera acceder a la colección?

C: La colección se hizo bajo máximo secreto. Lo que sí que les digo es que hay muchos estudios publicados en la revista de la ANE escritos por Don Xavier Calicó basados en monedas de la colección Caballero. Él era la voz y ojos de Caballero.

A: ¿Cómo es de fácil o difícil compaginar la numismática con otras aficiones?

C: Muy fácil. Mi padre era un erudito en historia de España, y además muy viajado. Es la única persona que conozco que se haya leído todos los treinta y pico tomos de la Historia de España de Menéndez Pidal varias veces y simplemente por amor al tema. Además, no hay monumento o plaza significativa en España que mi padre no ha visitado una o más veces. Ir de excursión con él a parajes históricos era como irse con Menéndez Pidal.

A: Nos comentó María Teresa Sisó que la colección se encontraba en una caja fuerte de Estados Unidos, mientras que vosotros vivís en otro país. Hay una cuestión que muchos coleccionistas con poca capacidad económica nos preguntamos: por un lado nos gusta tener monedas bonitas y disfrutar de ellas, pero por otro lado a nadie se le ocurriría tener en casa una colección valorada en varios millones de euros por miedo a robos. ¿Cómo puedes disfrutar de las monedas que tienes si están en una caja fuerte? ¿Alguna vez habías visto la colección íntegra antes de que se subastase?

C: Bueno, no siempre estuvo en una caja fuerte en USA. Pero si ves los catálogos de moneda española que saca la casa Calicó, muchas de las monedas en el catalogo son las mismas de la colección Caballero. Por tanto, con solo mirar el catalogo podíamos ver la colección. Además, cada vez que había que ingresar una o más monedas a la colección se viajaba a Estados Unidos a poner las monedas en los álbumes y se aprovechaba para repasar la colección.

A: Nos dijisteis que tus hermanos querían vender la colección pero tú no. Entiendo que una cosa es mantener la integridad de la colección y otra aportar nuevos ejemplares, que en tu caso sería piezas de mucho valor. ¿Querías que la colección siguiese aumentando o simplemente que llegase íntegra a tus hijos y sobrinos?

C: Quería que siguiera creciendo, pero por asuntos de herencia era una situación inmanejable dado que hubiera que tenido que comprarles su parte a mis hermanos. Y solo les hubiera pasado el mismo problema a mis hijos.

A: Finalmente quisiera preguntarte por la subasta en sí. ¿Os dio pena que la colección se disgregase o consideráis que disteis a muchos coleccionistas la oportunidad de conocer, e incluso de poseer, algunas monedas que de otra forma no hubieran podido alcanzar?

C: Por supuesto que me dio pena quebrar la colección. Pero mi padre siempre fue muy claro: no le gustaban nada los museos porque decía que eso le quitaba la oportunidad a los coleccionistas privados de hacerse con monedas para sus colecciones. Su mayor frustración era no haber podido comprar las moneda de 10 Excelentes y de 50 Excelentes en manos de la Hispanic Society en Nueva York, en la colección Huntington, que se la acaba de vender una persona anónima. [Casualmente hablamos de esas monedas en la anterior entrada].

Pero su máximo odio lo reservaba contra de las tropas Napoleónicas que robaron los grandes módulos medievales (por ejemplo los 50 Enriques de Enrique IV) y se los llevaron a la Biblioteca Nacional de Paris. Los Franceses nunca han devuelto esas monedas a España. Mi padre nunca entendió como el Gobierno Español nunca ha reclamado la devolución de esas monedas cuando hoy en día perfectamente se podrían pedir y repatriar. Sería una muy buena campaña para empezar por parte de las asociaciones numismáticas españolas. Yo, por mi parte, creo que el gobierno español simplemente ignora que estas monedas existen y estén en Paris.

A: Si hubiéseis recibido una oferta por parte de un museo del mismo importe que habéis obtenido en la subasta ¿hubiérais preferido que la colección pasase a manos públicas o preferís que los ejemplares los custodien coleccionistas privados?

C: Yo hubiera preferido que se mantuviera junta, pero respeto los deseos de mi padre expuestos arriba. Lo que no me gusta es saber que muchas de las piezas “estrella” fueran a parar fuera de España.

A: En términos exclusivamente económicos ¿la colección fue una buena inversión o hubiese sido preferible invertir en productos financieros?

C: Fui presidente de un banco durante 25 años y siempre me pregunté lo mismo. La respuesta es SI, pero con una observación: la moneda corriente, para aumentar de valor, tiene que estar muy bien conservada, en cualquier otro caso no es buena inversión. Además, colecciones que no tengan algunas rarezas, difícilmente aumentarán de valor por encima de la inflación.

Ahora les paso el balón a ustedes y les invito a hacerme preguntas que contestaré lo mejor que pueda. El Sr. Caballero tiene 97 años y no está en facultades para contestar nada, por lo que cualquier respuesta se basará en lo que yo recuerde personalmente de mis tertulias con él.

EDITO (18-VI-2012):
Por petición popular (y gracias a Dani) añado una fotografía de los 8 escudos de 1714 J con acuñación ejemplar redonda, rematada en la Colección Caballero por 237.500 €. Se corresponde al número 397 del catálogo de Onzas Macuquinas; otras acuñaciones especiales son los números 377 y 389.

28 comentarios en “Entrevista a Caballero”

  1. Por mi parte sólo agradecer a Caballero de dar esta entrevista, y animar encarecidamente a que se publiquen la correspondencia entre el Sr. Caballero y el Sr. Calicó(la que tenga interés numismático claro está), sería estupendo poder leer al mejor coleccionista y mejor numismático españoles del s. xx en conversaciones privadas, esa correspondencia debe ser de una altura intelectual increíble.

  2. Me ha encantado esta nueva entrada. Adolfo creo que has elegido muy bien las preguntas en esta entrada.
    Agradecer al señor Caballero su disponibilidad para que todos podamos leer este testimonio. Gracias tambien a ti Adolfo.

  3. Muy buena la entrevista Adolfo, mi felicitación para tí y mi agradecimiento al señor Caballero por compartir con todos nosotros sus conocimientos.

  4. Te has salido con esta entrevista, Adolfo. Simplemente magnífica. Y que conste que no soy de halago fácil pero es que esta vez te has superado a ti mismo.

  5. Muchas gracias, me alegro de que os haya gustado. Creo que las respuestas son muy buenas, más que las preguntas.

    Por cierto, Luis, este domingo iré a la Plaza Mayor de Madrid. No sé dónde te pones, así que échame el alto si me ves.

    saludos,
    Adolfo

  6. Muy querido señor Javier Caballero, lo primero agradecerle el responder tan amablemente estas preguntas, a petición de Adolfo, que son un pleno deseo de los muchos que le admiramos y le envidiamos (sanamente), no sólo por tan bella y singular colección, de la que ud nos habla, sinó por todo lo que esta colección le enseñó a ud y a su familia, y que lo hago extensivo a esta ciencia que es la numismática.

    Decirle que coincido muy plenamente con ud, en que las monedas, tal vez más bellas dentro de la numismática española son las medievales, anteriores a los Reyes Católicos. Yo como gallego que soy, quedé muy gratamente sorprendido con monedas tan bellas, que ud nos mostró en la subasta Caballero, muchas de ellas tal vez únicas, ya que no recuerdo haberlas visto en otras subastas, y que son una fuente de la historia y del orgullo que siento de mi ciudad: A Coruña.

    Desgraciadamente, por el contexto económico actual, no creo que nunca llegue a tener una moneda, como de la que estoy seguro que han disfrutando tanto uds: la dobla de 35 maravedís de Pedro I, llamado por los catellanos «el cruel», pero por los gallegos «El justiciero», que incluso se vuelve a subastar ahora en la colección EX-HSA.

    También coindido con ud, en que centrar una colección unicaménte en coleccionar fechas, hace que esta, se haga demasiado extensa y repetitiva. Yo pienso que cuando un coleccionista llega a esa conclusión alcanza su madurez numismática, ya que la numismática es mucho más que acumular monedas de un cierto periodo o serie, según su data de acuñación.

    También opino que Aureo, y Teresa Siso, son el mejor exponente del potencial de la numismática española, no solo por todo lo que nos divulgan, sinó porque a diferencia de otras casas de subastas, son todo un ejemplo de educación, saber estar y profesionalidad, cualidades que desgraciadamente escasean en nuestro mundillo. La sabidura hispana, dice: «Dime con quien andas, y te diré quien eres». Eso creo que es lo que explica que Caballero y Aureo tengan esa excelente relación.

    Decirle que en cuanto a los metales a la hora de coleccionar, me gustaría poder seguir su consejo, pero no creo que sea posible para la gran mayoria de los coleccionistas. Desgraciadamente no me podría permitir una colección de onzas de oro. Si me empeño puedo comprar una o dos, pero a costa de dejar de comprar muchas otras monedas de plata o cobre. A diferencia de su periodo, en 1973, cuando Nixon impuso el patron oro, creo recordar que una onza de oro, tenía un valor de unos 100 dolares, pero despues de la revalorización de este metal, hace que las clases medias tengamos que aspirar a metales de menos valor, pero a mi juicio de como mínimo el mismo valor numismático.

    No hay nada que más me haga disfrutar, que mi colección de cobres de jubia, y eso que le puedo asegurar que me hace muy feliz mirar alguno de ellos sabiendo que apenas he visto algún ejemplar más que el mío, y mucho más saber que desde el puerto de mi cuidad partieron una gran parte de esas monedas que llegaron a Ameríca, no solo las preciosidades de onzas de oro, sinó otras no menos modestas como excelentes platas y cobre. Quien sabe cuantas de las de su colección partieron de mi ciudad…

    Así es la historia de España, y de Galicia. A pesar de muchos episodios desafortunados, no quita que tenga un gran orgullo de ella, ya que hemos tenido otros episodios geniales, aunque desconozca el motivo de porque no insistamos en recordarlos. Ese es otro de los motivos por los que concuerdo con ud, en que la historia española es tan rica, que no ncesitemos importar diseños de otros sitios..

    De todo corazón agradecerle, la entrevista que nos ha brindado, y a modo de petición, si ud lo tiene a bien, rogarle que de vez en cuando, nos vuelva a deleitar con alguna curiosidad más de tan bonita e histórica colección, como la anecdota del dictador guatemalteco. Eso sí para finalizar, me gustaría aparte de agracerle su atención el preguntarle lo siguiente:

    ¿Cúal ha sido la moneda que más le ha sorprendido en cuanto a belleza de su colección? ¿Consiguio muchas en la península?

    Ah por cierto, desde aquí procuraremos poner nuestro granito de arena, para intentar recuperar el expolio de las monedas robadas por las tropas napoléonicas. Contamos con su ayuda.

    Un abrazo desde A Coruña.

  7. Miguel, excelente contribucion. Varias cosas…nada importa que colecciones oro, plata o cobre…siempre que lo hagas con pasion y dedicacion. Me ancanta Galicia y al Sr. Caballero tambien…tenemos primos Gallegos de el Ferrol y mas de una vez pasamos Semanas Santas en Pontedeume. Las rias gallegas son expectaculares. Uno de mis mas gratos recuerdos de niño es de ir de pesca de chipirones en Galicia.
    Sobre monedas en si, yo diria que la mayoria se compraron fuera de España, principalmente en subastas. Me preguntas que moneda mas me ha sorprendido en cuanto lo que es belleza y te contesto que son los 8 escudos «reales» de Mejico hayados en los naufragios de la flota de 1715 frente a las costas de Vero Beach en la Florida. Estos tienen una anecdota interesante…muy temprano y por decir casi antes que nadie, nos enteramos de que habian descubierto el tesoro hundido. Seguimos muy de cerca las monedas que salian a la superficie y para cuando vino la subasta (1964?) ya le teniamos el ojo puesto a lo que queriamos comprar y teniamos a Don Xavier Calico en la sala. Pudimos comprar casi todo lo que nos interesaba…mas tarde se escribio un libro sobre el tesoro de la flota de 1715 y habia un capitulo entero que describia la subasta en detalle y mencionaba a un «señor elegante, distinguido y misterioso que, sentado en la parte de atras de la sala, fumaba pipa y compraba todas las monedas raras del descubrimiento»…nada menos que Don Xavier.
    Un abrazo a todos.

  8. Me uno a todos los que dan la enhorabuena a Adolfo por la entrada y a Javier Caballero las gracias por ofrecernos más detalles de como se forjó semejante colección.

    Me gustaría plantearle que dado que la Colección Caballero de las Yndias figura ya como una de las grandes colecciones que ha habido y que poseer una pieza procedente de ella constituye un añadido importante a cada moneda, ¿qué importancia tuvo a la hora de adquirir piezas para la colección el pedrigrí que poseían esas monedas?¿era algo que valoraban?¿en que medida?

    Muchas gracias y un abrazo.

    1. Me ha escrito un correo el Sr. Caballero porque, por algún motivo técnico, no se ha publicado la respuesta que él dejó al comentario de M.A. Es el siguiente:

      «En las monedas importantes, como en cualquier objeto de arte, el «provenance» es importantisimo dado que revela el historial de la pieza…si ven las monedas de la Caballero que han salido a la re-venta, casi todas han logrado remates muy por encima al precio por las que se remataron en el 2009. El «pedrigri» siempre es un plus. Casi les garantizo que si ponen dos monedas identicas a la venta, una ex-Caballero y la otra no, la que tiene el pedigri de Caballero lograra un precio de venta de por lo menos 30% mas.»

  9. Don Javier, que bonita historia. La onza mexicana de 1715, rescatada, resultó ser una de sus monedas preferidas. ¿Quíen diría que una macuquina rescatada de un pecio, resultaría uno de los ejemplares mas bellos de la colección Caballero de las Yndias?

    Cuando tenga a bien, y si no viola algún secreto, nos tiene que contar, como se hicieron con los centenes, nuestras joyas españolas. ¿Sería posible explicar lo que sintieron su padre o su tío al verlos? ¿Da mucha impresión ponerlo sobre la palma de la mano?

    Que bonito tiene que ser tocar esa joya. Estoy seguro que se pasaron tardes y tardes mirándolas. Aún así me surge otra pregunta, ¿por que se queda antes con los cincuenta excelentes de los reyes católicos que con el centén? ¿Son de igual tamaño?

    Gracias D. Javier por abrirnos el corazón de la colección estrella de la numismática española. Eso sí, queda dicho: intentaremos hacer algo para ver si podemos recuperar el tesoro expoliado por Napoleón. Contamos con su ayuda.

  10. Hay que tomar en cuenta que las onzas Mejicanas «redondas», o «reales» eran piezas especiales, de «presentacion», labradas como ofrendas para la corona…por ende son tan raras. Estos regalos para el monarca trataban de demonstrar que monedas bonitas redondas podian ser acuñadas en Mejico y no solo las macuquinas «cortadas».
    Sobre el Centen de Felipe IV, si mal no recuerdo lo consiguio la Casa Calico. El Centen de Felipe III fue comprado en Nueva York a un cambista judio que lo habia obtenido en el remate de los bienes de una señora mayor fallecida…cuando Caballero le informo a Xavier Calico de la adquisicion su primera reaccion fue decirle a mi padre que tenia que ser falso porque la existencia de esa pieza era imposible. Mas tarde, cuando lo pudo revisar y comprobar su autenticidad se quedo estupefacto. Costo $11,000, que no suena mucho, pero ere un bigote de dinero en esa epoca.
    Sobre tu pregunta de los 50 Excelentes, no la puedo contestar con certeza dado que esa pieza solo existe en la coleccion Huntington, sin embargo, me atrevo a decir que el Centen es de mayor tamaño.

  11. Anda, no conocía esa historia de los redondos mexicanos. Pensé que solo salían de dicha ceca macuquinas.

    En cuanto al centén. Estoy seguro que fue muchísimo dinero de la época, pero fue una gran inversión Don Javier, y sobretodo que lo disfruto tardes y tardes.

    Eso sí, pedirle disculpas, ya que me expresé mal, quería preguntarle, que me pareció entender que de la colección de su padre y su tío ud se quedó con la moneda de los reyes católicos de xx excelentes (no de los 50 como dije equivocadamente), y yo lo que le quería preguntar, es; ¿por qué escogió esa pieza y no el centén, ¿por el cariño que sentía por ella su padre? ¿Qué diámetro tiene esa pieza (aproximandamente)?

  12. Lastima no poder subir un adjunto para mostrarte un 8 escudos «real» de Mejico de Caballero…talvez Adolfo nos podria hacer el favor?
    Pues me deje la pieza de 20 excelentes de Segovia porque nadie la pujo, como dije, opacada por las otra dos de Sevilla en mejor estado de conservacion pero de menos rareza. Yo encantado de dejarmela por el vinculo historico con mi familia.
    Sobre el diametro de los 20 excelentes, es de unos 6 centimetros.

  13. Mi más sincera enhorabuena, Adolfo, por las entradas en las que has entrevistado a la Señora Sisó, y al Señor Caballero. Sin lugar a dudas, tu blog ha sido una referencia en la red para muchos durante años. Pero con éstas últimas entradas has pegado un salto importante. Para mí, dichas entrevistas entran dentro de nuestra historia numismática.

    Muchas gracias don Caballero, por explicarnos como se forjó la colección de su padre en la entrevista. Y muchísimas gracias además, por cedernos su tiempo respondiendo a los comentarios aquí surgidos. Creo que usted nos está mostrando que siente también un gran amor por la numismática. Me imagino que la venta de la colección de su padre ha sido muy duro para usted, además ha sugerido que usted no pretendía venderla (y doy por hecho que no necesitaba los ingresos de la colección).

    Me gustaría preguntarle, ¿sigue siendo usted coleccionista, adquiriendo piezas para su colección personal?. Superar a su padre parece bastante inviable, y quizás el sentido de «coleccionar» se pierde un poco al haber tenido en sus manos y su poder la mejor colección española jamás vista. Pero por otro lado, sin lugar a dudas, por sus venas corre «sangre numismática».

    Un cordial saludo Caballero, Adolfo.

  14. Llega el momento en la vida de todos en que por motivos de división de herencia mantener una colección, o cualquier otro activo importante, se hace imposible…esta es la realidad si no estamos dispuestos a volver a tiempos del pasado y heredar exclusivamente al primogénito.
    Te felicito por tu perspicacia…efectivamente la sangre numismática corre por mis venas, por lo que Caballero todavía guarda alguna que otra sorpresa numismática. El tiempo dirá.

  15. He estado fuera un par de días y por eso no he podido responder los comentarios, pero ya veo que la conversación ha sido fluida y muy interesante.

    Los 8 escudos mejicanos creo que no tengo la foto, solo guardé las de la última subasta. Pero si me la mandas al correo puedo subirla sin problemas.

    Un saludo,
    Adolfo

  16. Fantástica entrada que no había visto hasta hoy.
    Ya que no pude ni plantearme adquirir ninguna de sus piezas me apetece mucho compartir con el Javier Caballero este lugar. Me parecen muy oportunos sus comentarios sobre configurar la colección y sin duda el Sr. Caballero lo hizo magníficamente, gozó de una espléndida serie de monedas y realizó una inversión muy provechosa, con grandes esfuerzos como se indica en la entrevista.
    Sin embargo por mi parte hago, casi, todo lo contrario, me interesan más las variantes y errores aunque no estén en muy buen estado, cuando no puedo elegir por supuesto, y me dedico a monedas modestas, entre otras razones porque suelen ser más abundantes y por tanto mayores las posibilidades de encontrar variaciones.
    En cualquier caso tiene que haber de todo y en buena parte esas dos maneras, u otras, de configurar una colección nos hablan de la persona que está detrás de ellas.
    Muchas gracias por su generosidad y por las historias con las que nos ha deleitado.

  17. «Colecciona siempre lo más preciado que tu bolsillo pueda comprar». Gran consejo a los aficionados a la numismática de parte de «Caballero», y con el que coincido plenamente. Siempre he dicho que es preferible comprar una buena moneda que dos regulares, aunque todo depende de lo que pueda uno gastar y de qué clase y época de monedas se coleccione. Gracias «Caballero» y Adolfo por esta fantástica entrevista.

  18. Es fascinante cómo se forjó esta espectacular colección. Reconozco que más allá del aspecto numismático me causa cierta emoción personal por varias razones: el origen vasco de su creador, su enorme interés en la historia de España, su saber a la hora de apreciar la grandeza de España en su contexto histórico y, por supuesto, su vinculación con la Perla de las Antillas, Cuba.

    Agradezco profundamente que nos hayan ofrecido la oportunidad de saber un poco más sobre la personas que hay detrás y ojalá algún día podamos conocer todos los detalles de esta monumental colección.

  19. Pingback: Anónimo

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