Los Cartwheel Pennies y la máquina de vapor

Si tuviese que salvar una sola moneda inglesa de la total destrucción de su numerario, sin duda salvaría un Cartwhell Penny. Se trata de un enorme penique de cobre que pesa exactamente 1 onza (28,35 gramos) y que mide 36 milímetros. Su hermana mayor también me gusta mucho: los 2 peniques Cartwhell (Cartwhell twopences) que pesa 2 onzas (56,7 gramos) y mide 1 pulgada y media (41 milímetros). Ya se sabe que las monedas grandes suelen contar con seguidores .

El diseño es totalmente ilustrado: simple pero muy elegante. En el anverso está el busto de Jorge III laureado a todo detalle. En el reverso Britannia sobre el mar con un escudo reposado; porta en la mano izquierda un tridente y en la derecha una rama de olivo. En el fondo del mar se ve un barco, mostrando el orgullo inglés sobre su hegemonía naval. La leyenda también es bastante sencilla y está incusa, diciendo GEORGIUS III D.G. REX (Gorge III Rey por la Gracia de Dios) y BRITANNIA 1797. Por parte de la observación de la moneda no hay mucho más que decir, pero como siempre, lo mejor de la moneda está en la historia que tiene detrás.

A finales del siglo XVIII Inglaterra tenía una gran escasez de numerario pequeño, hasta el punto de que muchas compañías estaban emitiendo sus propias fichas de cobre, que acababan circulando como moneda de facto. Hacía 25 años que no había emisiones oficiales de moneda pequeña y no sería sencilla una nueva emisión por la cantidad de falsarios que pululaban y que falsificarían cualquier aleación con poca cantidad de plata. Tal era la situación que dos tercios de la moneda que circulaba por Inglaterra en esa época era falsa. Por otro lado, si las monedas eran de cobre puro tenían que ser muy grandes porque la gente no estaba todavía acostumbrada al dinero fiduciario. Recordemos que 240 peniques equivalían a una corona, que pesaba 1 onza de plata.

Ante tal situación, un empresario llamado Matthew Boulton tuvo la genial idea de inventar una máquina capaz de acuñar moneda utilizando para ello una novedad técnica que cambiaría el curso de la historia: la máquina de vapor, que había sido inventada por James Watt, su socio. En 1790 patentó su invento y lo aplicó a la ceca de Soho, que él mismo había fundado dos años antes en Birmingham. Su avance tecnológico le permitía crear cóspeles con más precisión y mucho más rápido de lo que se había hecho hasta entonces, así que le ofreció al rey acuñar moneda a mitad del precio al que se había acuñado monedas de cobre hasta ese momento.

Las primeras monedas que acuñó fueron los medios peniques de 1790, como el que se muestra abajo. Estas piezas se consideran las primeras monedas de la revolución industrial, eran totalmente redondas y tenían un peso mucho más uniforme que las acuñadas en cualquier otra ceca. Por lo tanto, eran más difíciles de falsificar.


Tal fue el exitazo de la ceca de Soho que además de tener un contrato con el Gobierno Inglés al poco tiempo obtuvo otro con la East India Company para acuñar monedas para las colonias británicas en Asia. Por si fuera poco, también acuñó monedas para Sierra Leona y Rusia, además de preparar cóspeles para muchos otros países, entre ellos 20 millones de cóspeles que mandaron a la ceca de Filadelfia. Al poco tiempo Boulton (que además tenía minas de cobre) había incrementado enormemente su ya grande fortuna a la vez que se ganaba enemigos por su invento.

En 1797 Inglaterra sufrió una enorme crisis crediticia porque los inversores tenían miedo de que el país fuese invadido por Francia y sacaron de allí todo el dinero que pudieron. Esto hizo que el Banco de Inglaterra fuese incapaz de contener la situación, el país entró en suspensión de pagos y las importaciones (oficiales) de metales preciosos se cancelaron. Ante tal situación, y en un intento de que hubiese más moneda circulante, el gobierno quiso emitir mucho cobre, ya que plata y oro no tenía. ¡Qué mejor manera de hacerlo que emitiendo grandes cantidades de monedas de una y dos onzas de cobre, que fueron las Cartwheel!. Aquí tenéis la orden de emisión. Esas monedas se acuñaron hasta 1800, aunque todas con fecha de 1797. En 1800 el precio del cobre subió mucho y dejó de tener sentido acuñarlas; de hecho, muchas se fundieron incluso antes de emitirse.

El mayor problema que tuvieron en la emisión era dificultar la falsificación, evitando que fundiesen esas monedas y luego  los falsarios «reacuñaran» con menor peso o peor ley de cobre. Para ello se trabajaron el diseño e incluyeron bastantes detalles pequeños, como las rayitas del escudo o las olas. También es de notar que la leyenda es incusa,  estando en el anverso y el reverso y no en el canto, lo cual dificulta mucho el imitar la moneda. Finalmente, y más importante, el peso de las monedas era exactamente una onza y dos onzas. Además, 12 monedas de 2 peniques puestas en fila medían exactamente un pie (30,48 centímetros). De esa forma es muy fácil identificar la moneda falsa a pesar de que su canto sea liso, evitando así grabar el canto, que es lo que más tiempo conlleva y por tanto lo que más encarecía el proceso. Nótese lo importante que es la máquina de vapor para esto: gracias a ella se pueden generar los cóspeles con la precisión suficiente y a un ritmo tal que hace que sea económicamente viable garantizar la calidad de los mismos. Algo así no se podría haber hecho en una ceca española, por ejemplo, por no contar con la tecnología suficiente.

Es importante decir que una de las máquinas originales de la ceca de Soho es una de las pocas máquinas de Watt que todavía se conservan. De hecho, se trata de la máquina de vapor más antigua que se conserva (la de la foto de arriba) y se puede visitar en el Museo de la Ciencia de Londres. Junto a ella y otros inventos de Watt tienen en el museo esta moneda de oro, que supongo que sea una prueba de acuñación. Digo que supongo porque en el museo no indican nada.

En cuanto al precio, a estas monedas les pasa como a tantos otros cobres de alta tirada: en conservaciones bajas se encuentran a peso y no tienen apenas valor. En MBC puede rondar los 60 euros y según se vaya a conservaciones superiores el precio sube rápido. Por ejemplo, el ejemplar de abajo, en MS-63 lo remató Stack’s en 2200 dólares en abril de 2010.

6 comentarios en “Los <i>Cartwheel Pennies</i> y la máquina de vapor”

  1. Muy interesante. Lo que me interesa de la numismática es su carga histórica y esta moneda, que desconocía, pasa a ser objetivo de adquisición.

  2. Je, je, Adolfo, justa una de éstas es mi última adquisición (bueno, a parte de un 2 reales de Morelos de plata fundida, de la última de Cayón, que aún no tengo en casa). El numerario de George III es sumamente interesante por muchas razones, y está bastante ligado al español por el uso de moneda española como cospeles de monedas de plata inglesas en medio de la crisis de las pre-guerras napoleónicas; los famosos spanish dollars con el punzón oval y octogonal de George III estampado en el cuello de Carlos IV y más raramente de Carlos III (en la monedas de busto).

    De esta moneda en cuestión, cuando la tienes en mano, destaca mucho todo el detalle de la acuñación; por ejemplo, el barco de los pies de Britannia es un Ship of the line completo, con su aparejo de tres palos y dos puentes de artilleria; una virgueria el grabador, la verdad. Y el peso llama mucho la atención; es una moneda GRANDE. Una bolsa con unas cuantas de estas debía de ser una pesada molestia.

    Respecto de precios, obviando el mercado norteamericano viciado por las graduadoras, en conservación EBC a EBC+ se puede encontrar en la horquilla de los 150-400€ (mínimo), dependiendo un poco de como se conserve el relieve más alto de Britannia , como estén acuñadas las letras de la leyenda (que por mis ‘investigaciones’ es el detalle más difícil de encontrar en buen estado) y si el cobre está inmaculado o aparecen manchas, pátinas feas u oxidaciones de color distínto a la pátina. Para los que busquen esta moneda, truco para ver la conservación: fijarse en las rayas del escudo, los bucles del rey, y sobretodo el relieve del pecho de Britannia; un EBC+ bien acuñado solo puede serlo si en el pecho izquierdo se advierte cierta curva y no es totalmente plano (detalle que puede verse en conservaciones incluso SC debido a que es el detalle más alto de todo el reverso).

    Hay variantes por el conteo de hojas de la corona de laurel que presenta el rey, tabién se acuñaron algunas doradas (http://www.mcsearch.info/record.html?id=145200), otras de acabado en bronce, otras en plata de tres milímetros de espesor y peso de unos 17gr. etc.

    Para mi es una de las monedas recientes de la serie británica más especiales, con la corona gótica de Victoria de 1847 (http://www.mcsearch.info/record.html?id=165426) o las rupias de George V (http://www.mcsearch.info/record.html?id=100463) que son espectaculares en mano en muy buena conservación (y son relativamente baratas).

  3. Vaya, hace años, en «mi tienda de confianza», Vicente Craven-Bartle, me ofreció una pareja a un muy buen precio pero como las monedas estaba fuera de mi objetivo coleccionista, no las compré. ¡Y no sabéis lo mucho que me ha dolido a «posteriori» no haberlas adquirido!

    Adolfo… eres un valiente, con lo desacreditado que está el tema británico hoy día…

    Mi colección ha aumentado recientemente con la adquisición de una libra de Sydney muy, muy bonita, y de un año con poca tirada, y con medio soberano (half sovereign)de 1883, preciosa de verdad… y a un precio más que atractivo, de esas cosas que no volverán a suceder en la vida… como me paso con los cartwheel.

    Un abrazo…

  4. Enhorabuena por la entrada Adolfo. Me ha entrado nostalgia infantil leyéndola, porque cuando era un crío me regalaron un libro de arqueología inglesa y uno de los ejemplos didácticos que tenía era la excavación de parte de la fábrica de Birmingham. En él venían ilustraciones que reproducían lo que fueron las instalaciones y, en concreto, un detalle de la sala de troquelado, a la que llegaba la barra de transmisión de la máquina de vapor a través de un túnel, que fue uno de los restos que fueron encontrados milagrosamente por los arqueólogos. Digo milagrosamente porque sobre la fábrica hay hoy un barrio de baja densidad y tuvieron que excavar en los jardines del vecindario. Se encontraron restos de cospeles y sobrantes, así como tubos de pipa de arcillas y conchas marinas para la fabricación de botones, que en allí se hacían por lo visto otros productos. Muy interesante.

  5. Estoy unos días fuera y por eso no he respondido antes, pero los comentarios son muy interesantes: veo que he despertado el interés a quienes no conocían la moneda y que quienes sí que la conocían han completado la información. ¡¡Genial!!

    Carlos, tu información es muy útil para quien quiera hacerse con un buen ejemplar. Se ve que te estudias bien las monedas antes de adquirirlas; muy bien, así se hace.

    Josean, lo del tema británico es una tontería. Yo creo que esos pequeños choques diplomáticos (con Inglaterra o con Marruecos) se generan artificialmente de forma periódica y sirven para que ambos países rellenen hojas de periódicos. Yo creo que está totalmente pactado cuál va a ser el inicio, el nudo y el desenlace del cuento. Igual que cada vez que Marruecos reclama la soberanía de Ceuta y Melilla.

    Miguel, cuando visité Birmingham no había leído sobre la ceca de Soho. Si no hubiese intentado localizarla en la ciudad.

    saludos,
    Adolfo

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