Valoración técnica y valoración de mercado

En la interesante discusión que se generó a raíz de la última entrada (y cuya lectura recomiendo encarecidamente) se hizo patente la subjetividad de las valoraciones que se suelen dar sobre las monedas. No hay más que ver en los foros de numismática que cada poco hay aficionados discutiendo sobre si una pieza está en MBC+, en EBC- o lo que sea. En esta entrada quisiera hacer una reflexión al respecto diferenciando la “valoración técnica” de la “valoración de mercado”. Para ello me baso en una serie de libros americanos (ya dedicaré otra entrada a comentarlos más detenidamente) sobre valoración de monedas: Grading coins by photographs de David Bowers, The official guide to coin grading and counterfeit detection de John W. Dannreuther y The official ANA Grading Standards for United States Coins. Siento si la redacción es muy enunciativa, no es que pretenda sentar cátedra sino que recojo una de las mejores lecciones aprendidas tras leer esos tres magníficos libros.

Cuando cogemos un catálogo de una subasta, un catálogo de monedas o cuando vamos a hablar con un profesional diferenciamos las monedas en distintos grados. Los yankis suelen usar la escala Sheldon y nosotros la más simple BC, MBC, EBC y SC. Una u otra escala es lo de menos, porque al fin y al cabo son eso: escalas. La cuestión está en qué queremos decir cuando decimos “una moneda está en EBC”. Pensadlo un momento, quizá algunos de los coleccionistas más avanzados todavía no hayan reflexionado sobre el significado de esa frase. ¿Queremos decir que esa moneda tiene poco desgaste? Podría ser, pero ¿qué significa “poco”? ¿cuánto más desgaste tiene que tener para que deje de ser EBC y pase a ser EBC-? ¿y si en vez de más desgaste tuviese un arañazo? ¿y si fuese un golpe en el canto? ¿y si estuviese limpiada? ¿qué tiene que ocurrir a esa moneda para que dejase de estar en EBC y pasase a MBC? Realmente son preguntas difíciles de responder porque cuando decimos “una moneda está en EBC” NO estamos diciendo nada sobre su desgaste o sobre los arañazos o golpes que pueda tener. Lo que realmente estamos diciendo es “el valor aproximado de esta moneda es lo que valen las monedas de este tipo en un estado EBC”. Es decir, que con este tipo de valoraciones lo que hacemos es agrupar las monedas en conjuntos con un valor de mercado semejante. Eso es lo que se llama “valoración de mercado” y es claramente una cuestión subjetiva ¿por qué esta pieza pertenece al grupo MBC+ y no al grupo EBC-?

Otra cuestión sería hacer una descripción técnica de la moneda, en la que se detalla cada una de las características de la pieza: arañazos, golpecitos, marcas del cuño, excesos de metal, vanos, brillo original… en ese aspecto no habría dos monedas iguales si se hace con un nivel de detalle suficientemente minucioso. Esto es lo que se considera “valoración técnica” y debería ser una cuestión objetiva y científicamente contrastable (falsificable, como diría Popper), en el sentido de que una moneda o tiene una marca o la deja de tener, no hay medias tintas ni diferentes opiniones. Otra cuestión es que deba ser un ojo entrenado el que realice la valoración técnica porque a un novicio se le pueden escapar algunos detalles que resulten de importancia.

¿Qué es preferible, la valoración técnica o la valoración de mercado? Pues eso depende de lo que andemos buscando. Evidentemente la valoración de mercado es un breve resumen subjetivo de la valoración técnica y varía con el tiempo. Esa variación temporal es debida fundamentalmente a modas; por ejemplo, hace unos años estaban de moda las pátinas oscuras y sin embargo ahora no las quiere la gente, por lo que su valoración será menor. Esa variación también se puede deber a la llamada tasaflacción. Por otra parte, la valoración de mercado es algo comprensible para cualquier coleccionista. Se dice EBC y ya todo el mundo sabe qué significa, y muchas veces es preferible eso que una descripción de 8 líneas que el comprador no experto no vaya a entender y no vaya a saber si la moneda se valora en 100 ó 1000.

También hay que indicar que en muchas ocasiones se mezclan ambas valoraciones. Por ejemplo, cuando se describe una moneda como “EBC+ golpecitos en el canto” o “MBC+ restos de brillo original” lo que se hace es hacer explícito cierta característica técnica de la moneda que no suele ser común en las piezas valoradas dentro de la calidad que se indica.

Mi consejo personal es que, si bien al principio podemos guiarnos por la valoración de mercado, poco a poco hay que desarrollar un gusto propio que haga que nosotros tengamos nuestra propia forma de valorar las monedas. ¿Qué prefieres, una moneda con mejor acuñación pero un leve desgaste sólo apreciable con lupa o una moneda con peor acuñación pero recién sacada de cartucho? ¿y si no tiene brillo original? Eso es cuestión de cada cual, y si somos coleccionistas muchas veces hay que saber llevar la contraria al mercado. Por ejemplo, a mí me gustan las pátinas oscuras, a pesar de que se coticen menos.

Pero sobre todo hay que aprender a valorar las monedas por uno mismo independientemente de lo que diga el numismático que nos la está vendiendo o la cápsula en la que esté encerrada. Si vamos a un mercadillo o a una convención y vemos marcada una moneda como EBC, no está de más cogerla, mirarla con la lupa detenidamente e intentar sacarle todos los fallos y virtudes que podamos. Una vez que hemos hecho eso deberíamos ser nosotros los que pensásemos si merece el precio o no. Claro está que si somos recién llegados a la numismática nos será difícil hacerlo. En ese caso lo mejor es que preguntemos al profesional que nos está vendiendo la moneda para que nos comente los fallos y virtudes que tiene, intentándolos ver nosotros también (se puede hacer también con monedas en SC, el 99% de ellas presentan algún tipo de detalle que podría mejorarse). Claro está que si el vendedor nos dedica un rato a explicarnos cómo valorar una moneda habrá que comprarle algo para devolverle el favor, que él no está ahí por gusto y placer.

Por último voy a realizar una valoración técnica de la última moneda que me he comprado: un duro de 1875, que es el siguiente.














La moneda es de plata y pesa 25 gramos. Presenta muy poco desgaste y ambas estrellas tienen los dígitos marcados. La estrella izquierda tiene ambos dígitos fuertes, mientras que la de la derecha tiene el 7 fuerte y el 5 más flojo, si bien se aprecia toda la trazada. El desgaste que sufre la moneda se da en la parte más saliente de la oreja, sobre todo en el arco superior izquierdo y en el león superior del escudo. Muy leve desgaste también en la parte más saliente de los castillos y en la granada. No se aprecia desgaste en las flores de lis, en el pelo del busto o en el PLUS ULTRA. No hay marcas ni rayitas apreciables en el reverso más que una a izquierda de la corona y otra en la parte inferior de la corona. Aparecen finas rayitas en la parte inferior del reverso. Además hay seis marquitas visibles a simple vista en el rostro (aquí se podría decir la posición, la distancia y el grosor de cada una si se contase con el equipo apropiado). No aparecen golpecitos de importancia en el canto pero hay una pequeña marquita en el canto encima de la S de JUSTICIA. Buena parte del brillo original en el reverso, observándose especialmente en el escudo; cierto brillo original en el reborde del anverso.

Si tuviese que decir la valoración de mercado diría EBC+

Otra cosa es el precio. Os daré una pista: he pagado más o menos la tercera parte de lo que costase un SC normalito.

20 comentarios en “Valoración técnica y valoración de mercado”

    1. Buena entrada, asi tendrian que ser las descripciones de la monedas en subhasta. Acompañadas de la catalogación MBC, EBC, etc., podria estandarizar un poco más el criterio.

  1. Vaya, que casualidad, ayer mismo presenté yo este duro en cierto foro. La verdad es que el mio palidece bastante ante este, que está precioso.

    Enhorabuena por el duro y por el blog.

    1. Hola Luispi,

      ya vi el duro que tú presentaste en el foro, no te quise decir nada porque estaba seguro de que verías también el mío. Vamos, que tu primer duro y mi último duro son el mismo :D

  2. Interesante artículo Adolfo.
    Siempre he dicho que una moneda puede tener diferentes estados de conservación, dependiendo de quien la quiera comprar, vender o simplemente archivar en la colección.
    Yo soy partidario de no agrandar mucho la escala de valores pero si hacer esos comentarios a los que te has referido, p.e. MBC+ con restos de brillo original. Las descripciones que se le puedan dar a la moneda hacen que se nos facilitie, a todos, la identificación de los mismos y posterior catalogación.

    Cuando nos encontramos con «acuñaciones flojas», ¿como diferenciarlas de un ligero desgaste?

    Bonito duro.

  3. Hola Ricardo,

    diferenciar acuñaciones flojas de desgastes no es nada sencillo (se podría dedicar una entrada al tema también). El principal elemento diferenciador es el brillo: si aparece brillo original en la zona donde no están nítidos los detalles, entonces es acuñación floja. Esto se da sobre todo en las pesetas de Franco.
    Otro elemento diferenciador es que las monedas con poco desgaste pero que tienen una zona claramente sin acuñar, son acuñaciones flojas, mientras que una moneda desgastada suele tener golpecitos y desgaste por toda la superficie.

    Pero para esto más vale una imagen que mil palabras :D

  4. «La cuestión está en qué queremos decir cuando decimos “una moneda está en EBC”. (…) cuando decimos “una moneda está en EBC” NO estamos diciendo nada sobre su desgaste o sobre los arañazos o golpes que pueda tener. Lo que realmente estamos diciendo es “el valor aproximado de esta moneda es lo que valen las monedas de este tipo en un estado EBC”

    Niego la mayor: cuando decimos que una moneda está en EBC nos referimos a su estado de conservación y punto. Si tenemos una peseta de Franco 1947 *56 en EBC y otra de 1953 *56 en EBC, tenemos dos monedas con la misma conservación y precios MUY diferentes. Yo creo que si repasas tu afirmación, verás que es un tanto tautológica…

    Yo no hablaría nunca de «valoración» técnica de una moneda sino de su «descripción», precisamente para no confundirla con la «valoración» de mercado de la pieza, que efectivamente depende mucho de la conservación, pero también del número de ejemplares acuñados, de la calidad de acuñación media de los ejemplares conocidos, de los gustos y el carácter caprichoso de los coleccionistas, etc, etc, etc…

    Saludos

    1. Hola Buho,

      con mis debidos respetos, te animo a volver a leer la entrada. Creo que no la has entendido bien o yo no me he expresado correctamente.

      Si yo te digo que una peseta de Franco está en EBC ¿sabes si tiene un arañazo en el escudo? ¿sabes si tiene desgastado el pelo del león? ¿qué se puede decir sobre si la estrella está más fuerte o más débil? etc. etc.

      Esa «valoración técnica» es una descripción detallada de la moneda, pero no es una descripción para nada trivial. Una persona no experta no sería capaz de hacerla. Luego está la «valoración de mercado», en las que agrupamos las monedas en EBC, MBC… y luego está la «tasación», que es ponerla un precio y es lo que diferencia una 1947*54 de una 1953*56.

      Ya te digo que esta diferenciación no la hago yo, sino los libros que cito. En ellos incluso se muestran ejemplos de monedas que «técnicamente» son AU-58 (presentan desgaste) pero que su valoración de mercado es MS-62 (sin circular). Aquí no lo he comentado para no marear la perdiz.

      saludos,
      Adolfo

  5. Adolfo, perdona que insista:

    “cuando decimos “una moneda está en EBC” (…) lo que realmente estamos diciendo es “el valor aproximado de esta moneda es lo que valen las monedas de este tipo EN UN ESTADO EBC”

    Lo he puesto en mayúsculas: si para determinar el valor aproximado de una moneda nos basamos «en su estado» de conservación (en tu ejemplo, EBC), cuando nos referimos a EBC no nos referimos al valor de mercado, sino a estrictamente a su estado de conservación, por más que aludamos a un estado general de la pieza según una escala adoptada por convención (de ahí la necesidad de añadir los comentarios descriptivos): he ahí el argumento tautológico.

    «Si yo te digo que una peseta de Franco está en EBC ¿sabes si tiene un arañazo en el escudo? ¿sabes si tiene desgastado el pelo del león? ¿qué se puede decir sobre si la estrella está más fuerte o más débil? etc. etc.» No, pero para eso están los comentarios descriptivos: pero no me negarás que si te ofrezco dos duros de Amadeo I uno en MBC y otro en EBC que más o menos te haces una imagen mental de lo que ete estoy ofreciendo; pero si te digo simplemente que te ofrezco dos duros de Amadeo I uno en 75 euros y otro en 250 euros, en realidad no te estoy diciendo mucho; ¿o no?

    «Esa “valoración técnica” es una descripción detallada de la moneda, pero no es una descripción para nada trivial. Una persona no experta no sería capaz de hacerla.»: CORRECTÍSIMO.

    «Luego está la “valoración de mercado”, en las que agrupamos las monedas en EBC, MBC…» FALSO: es en base a los diferentes grados de conservación de la moneda (y a otros elementos que cité en la intervención anterior) cómo se determina la valoración de mercado y no al contrario. De hecho, en las listas de venta por correo sin fotografías la única info que disponemos para determinar si la moneda está cara o no es por la descripción técnica de la misma; el precio de mercado, sin una descripción técnica previa, NO NOS DICE NADA. Piensa en el famoso duro de 1875 subastado por Vico en 12.500 euros (http://www.panoramanumismatico.com/noticia.asp?ref=1562): sólo por el precio diría que estafaron al pobre comprador; pero en FDC hasta me puede parecer barato pues, al fin y al cabo, ¿cuántos duros de ese calibre conoces o han pasado por tus manos?

    «y luego está la “tasación”, que es ponerla un precio y es lo que diferencia una 1947*54 de una 1953*56» En mi opinión la única diferencia entre «valoración de mercado» y «tasación» radica en el emisor: el mercado de consumidores o el experto numismático, respectivamente.

    «Ya te digo que esta diferenciación no la hago yo, sino los libros que cito. En ellos incluso se muestran ejemplos de monedas que “técnicamente” son AU-58 (presentan desgaste) pero que su valoración de mercado es MS-62 (sin circular).» Te voy a contar una anécdota: en la plaza que frecuentaba había un señor entrado en años que solía vender monedas de plata tipo duro del mundo, especialmente brasileñas y francesas (para no dar más detalles); las monedas eran buenas, pero todas limpiadas. Lo cierto es que conseguía unos aspectos bastante naturales (nada de brillos ,etc). Lo cierto es que se jactaba de comprar monedas «llenas de porquería» y dejarlas «en FLOR DE CUÑO». Y se quedaba tan pancho. No hubo manera de hacerle entender que FDC eran palabras mayores, y que era imposible convertir por arte de birlibirloque (que es lo que comentas en tu artículo «tasaflación») una moneda en EBC- en FDC. El caso es que las vendía a precio de EBC+ y lo mejor de todo es que EFECTIVAMENTE LAS VENDÍA. Aquí tienes un ejemplo de como es posible trampear -en este caso, mediante la limpieza- la «valoración técnica» para almoldar su «valor de mercado» del que verdaderamente posee al que al vendedor le gustaría que fuese.

    En el ejemplo que dices, la moneda morirá siendo una humilde AU-58, aunque un tasador, un vendedor o un coleccionista novato la VALOREN como si fuera una MS-62.

    Moraleja: «SI LA MONA SE VISTE DE SEDA…» ;)

    Saludos, y mi más sincera enhorabuena por tu blog (y por el duro)

    1. Buho, concuerdo con usted. Son grados de conservación, con cada categoría establecida según unas definiciones tan amplias que distan muchísimo de una mínima objetividad o validez sistemática, lo que las hace casi inútiles en la práctica, salvo para distinguir o referirse a grandes diferencias en el estado, además, con nombres que llevan a confusión -Buena conservación, y resulta que está llena de desgastes, por ejemplo -luego, la conservación, no puede ser buena-. Esto no tiene nada que ver con el mercado y las preferencias sociales en cada momento. Cuando para dos personas, para una es EBC y para la otra es MBC o MBC+, a mí, personalmente, ese sistema se me hace inválido para el fin para el que se crea.

  6. Buho, sigo pensando que en el fondo estamos diciendo lo mismo…

    Ambos estamos de acuerdo en que una «valoración técnica» o una «descripción detallada» es algo OBJETIVO a pesar de que no lo pueda hacer cualquiera. Igual que cualquiera no podemos oscultar a un enfermo y sin embargo es objetivo que alguien tiene apendicitis o que no la tiene.

    Ahora bien, pasar de esos parámetros «objetivos» a decir: MBC, EBC, EBC- o lo que sea, es algo totalmente subjetivo. Me imagino que todos hayamos experimentado las grandes diferencias que hay entre unos vendedores o casas de subastas a otras a la hora de valorar las monedas. Yo hay gente (y casas de subastas) donde para comprar algo tengo que ver primero una foto porque no me fío de sus valoraciones.
    En cualquier caso: ¿qué hace que una moneda esté en EBC? ¿Si una moneda está en EBC, cuánto tiene que desgastarse para pasar a estar en EBC- o en MBC+?

    Lo que planteas de gente que «arregla» monedas, eso es otro asunto. Ya se dedicará a ello una entrada… Las diferencias entre las valoraciones técnicas y de mercado se debe a que algunas monedas americanas tienen mucho relieve en sus dibujos (más que el listel) y en el propio cartucho ya se desgastan las monedas al estar presionadas. Así pues, desde el punto de vista técnico todas las monedas de ese tipo presentan desgaste (digamos que son AU-58) pero desde el punto de vista de mercado están sin circular, así que se podrían considerar MS (es decir, que aunque tengan desgaste se pagan como sin circular porque realmente no han circulado).

    saludos,
    Adolfo

  7. Estamos de acuerdo entonces. Al hilo de tu pregunta:

    «En cualquier caso: ¿qué hace que una moneda esté en EBC? ¿Si una moneda está en EBC, cuánto tiene que desgastarse para pasar a estar en EBC- o en MBC+?»

    Gran misterio donde los haya. En otra intervención añadí un artículo de Claudio Revello que tal vez arroje luz. Está claro que hay que conocer las vicisitudes de cada pieza, ya que presentan -digamos- «patrones medios de desgaste» muy similares dentro de cada cuño (adivina adivinanza: ¿qué es lo que se suele desgastar primero, por ejemplo, en un duro de Alfosno XII de la emisión 1882-1887?; y no vale solo hablar del anverso, ¿eh?). :D

    Saludos!!

  8. Es ese tipo de preguntas las que hacen que describir una moneda no sea una tarea trivial. Los americanos y los ingleses tienen mucha bibliografía al respecto para poder valorar cada uno de los diferentes cuños, pero no hay nada semejante para la moneda española.

    La norma general es que se desgasta antes las partes más sobresalientes y especialmente aquellas que sobresalen más que el listel (el catálogo de Aledón de algunas pistas). Yo para esos duros miro especialmente el bigote, el resto de la barba y la oreja en el anverso; en el reverso el pelo del león, las flores de lis y las almenas del castillo.

    Es rarísimo encontrar ejemplares que no tengan nada de desgaste en ninguno de esos puntos. Y cuando te los encuentras hay que saber abrir la cartera si quieres llevártelos a casa.

    saludos,
    Adolfo

  9. Exacto!! Aunque las almenas del castillo van antes que la flores de lis (no pasa lo mismo con las 2 pesetas). Efectivamente, conocer el «timing» de desgaste es fundamental, y eso se aprende viendo muchas piezas similares. Y sí, cuando me he encontrado algún duro de esos que dices, he tenido que abrir la cartera… o dejarlo marchar! :D

  10. Hola soy nuevo en esto y me parece que este blog es fantástico. Acabo de empezar mi colección de duros y no me aclaro con las calidades. Adolfo te compré un duro hace poco de Alfonso XIII 1898 98 y me gustaría que me dijeses que calidad seria para irme orientando.

  11. Alfredo Chàvez Macìas

    Y falta hablar del porquè de las acuñaciones dèbiles, de si hubo matriz o no. De la dureza de los troqueles, del clima donde se hicieron las acuñaciones; de mil y uno detalles que hacen de esta aficiòn un mundo, que digo mundo, un universo espectacular.

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