Lo que se puede esperar de las subastas numismáticas

Los que seguís el blog desde hace tiempo ya habréis notado que recomiendo encarecidamente seguir las subastas numismáticas desde el primerísimo momento en el que uno se inicia en esta afición. Hay un apartado de este blog dedicado a las subastas e incluso está el blog de Numisfera que se dedica exclusivamente a esta cuestión. Igualmente, otros blogueros a los que estimo dedican también buena parte de sus esfuerzos a hablar de las subastas. Por algo será.

No obstante, ya he visto bastantes aficionados que llevan años coleccionando monedas y que nunca se han interesado por las subastas. Aquí hay algunos ejemplos de coleccionistas que se han interesado después de mucho tiempo de afición (y parece que les ha gustado). En esos mismos enlaces podéis encontrar a gente que dice que si se ha interesado por las subastas es gracias a que yo se lo he recomendado; comentarios como ese son los que me hacen seguir escribiendo a pesar de llevar todo el día trabajando. Siguiendo con esta línea mi intención es escribir un par de entradas que animen de forma más explícita a todo el mundo a iniciarse en las subastas numismáticas. Para ello escribiré una entrada en la que explicaré los sencillos pasos que hay que seguir para pujar en subastas, y de esa manera quitar el miedo a hacerlo, pero antes dedicaré la entrada de hoy a qué se puede esperar, y qué no, de las subastas numismáticas. En otras palabras: ¿qué beneficios proporcionan las subastas a un coleccionista?

Los coleccionistas más neófitos en la materia creen que las subastas los precios de venta de las monedas son más bajos que los que puedan encontrar en mercadillos o profesionales. Esto se debe fundamentalmente a que muchos vendedores echan sus cuentas con respecto a los precios de remate de subastas y por la imaginación humana, que muchas veces idealiza aquello que no conoce. De todas formas, es razonable pensar que si los profesionales compran monedas en subastas y luego nos las venden, los precios de las subastas serán más baratos que los precios a los que se puede comprar monedas a los profesionales. No obstante, esto no tiene por qué ser cierto ya que muchas veces los mercaderes compran monedas en lotes o tienen formas alternativas de adquirir piezas que hace que su precio pueda ser más competitivo.

Una vez me dijo un comerciante que las subastas son siempre caras por definición. Me dijo algo así como: «Yo te vendo esta moneda a ti en un trato privado por 80 euros, si a ti te parece barata la compras y no lo harás en otro caso; no obstante, si subasto la moneda es tanto como vendérsela a la persona que más pagase por ella, quien además, deberá pagar un 18% extra de cargo a la casa de subastas. Quizá en Sevilla haya alguien interesado por esta moneda dispuesto a pagar 100 euros por ella, yo no lo sé, pero en caso de que la hubiese tendrías que pagar 110 euros por la pieza en vez de 80, que es a lo que te la estoy ofreciendo». Evidentemente sus palabras eran muy persuasivas para que le comprara la moneda, pero no le faltaba parte de razón: en las subastas numismáticas prácticamente nunca se pueden comprar monedas a precio de chollo, entendiendo por «chollo» un precio tal que te deje más de un 20% de ganancia sin engañar a nadie. Así que el primer y más importante prejuicio a quitarse es ese: no hay cholletes en las subastas y la mayoría de los remates suelen ser más bien caros.

Pero yo no recomiendo a nadie que siga las subastas para cazar regalos, sino porque las subastas son un fiel reflejo de la situación del mercado numismático en cada momento. Son datos objetivos que reflejan el precio de las monedas. Por eso cuando yo digo precios de las monedas no indico lo que a mí me parecería, ni tampoco suelo hacer juicios de valor sobre si algo me parece caro o barato. Me limito a decir: «en la subasta X celebrada el día Y se remató por Z euros». Eso es un dato objetivo que nadie me puede rebatir (salvo error bibliográfico o tipográfico), pero si yo digo «pues yo creo que vale 100» y otro viene y dice «pues yo creo que vale 50», entonces no llegamos a ninguna parte. Esos juicios de valor los debe hacer cada uno, y es siguiendo las subastas y analizando los precios de salida y de remate como se pueden sacar conclusiones sobre la evolución del mercado, e incluso hacer algún tipo de predicción sobre cómo se comportarán los precios en el futuro.

Estoy seguro de que a alguno le he asustado con el párrafo anterior, pero pensad que la cuestión es mucho más sencilla de lo que parece. En las subastas también se venden monedas baratas que se rematan por menos de 20 euros. No está de más seguirlas para ver cuánto paga la gente por las monedas que nosotros compramos en el mercadillo, no vaya a ser que nos estén engañando, como en este caso.  También podemos analizar cómo se comporta el mercado y eso nos puede ayudar a reflexionar sobre nuestra colección. Por ejemplo, no es casualidad que no se subasten monedas de euros, ni que en España los apartados dedicados a la numismática clásica sean muy pequeños en comparación con los que se dedican en las casas de otros países.

Por otro lado, en las subastas numismáticas se pueden ver monedas a las que generalmente sólo tienen acceso unos pocos privilegiados. Ya han aparecido por el blog varios casos de monedas inéditas que han salido a subasta y también otras monedas de muy alta calidad que maravillan a cualquiera. Yo me paso bastante tiempo mirando maravillado catálogos de subastas en los que hay piezas que no me puedo permitir y que nunca me podré permitir, pero que me resultan preciosas. En ese sentido, ver un catálogo de monedas (ya sea en papel u on-line) es una alegría para la vista de cualquier coleccionista.

Hablando de los catálogos de subastas, ya hemos dicho que son la mejor forma de tasar nuestras monedas y que no hay que hacer caso de los catálogos comerciales que ponen el precio que interesa al editor. Por otro lado, tener una buena colección de catálogos de subastas en casa, ya sea en formato electrónico o en papel, es la mejor manera de conocer piezas raras y variantes. Además, esos catálogos los regalan las casas de subastas a los clientes que frecuentemente pujan por sus lotes, por lo que al final tenemos una fuente de información muy útil y gratuita. Lo malo es que no resulta sencillo buscar entre decenas de catálogos de subastas, pero ese es un problema clásico de obtención de información.

Finalmente, también ha quedado patente en el blog que en los catálogos aparecen reseñas históricas sobre monedas de altísimo interés académico. Muchas veces la propia investigación numismática proviene de la necesidad de tasar o contextualizar una moneda para una subasta, dando lugar en algunas extrañas ocasiones a estudios de un calibre tal que se llega a editar un libro al respecto. Por eso hay veces que leer un catálogo de una subasta es muy interesante más allá de la faceta coleccionista, teniendo exclusivamente un interés histórico al respecto (como en este otro caso).

Pero antes de acabar, un regalo a mis lectores: tengo un pequeño programa (hecho por mí) con el que me descargo fotos de las monedas que aparecen en las subastas españolas y algunas extranjeras. Hay veces que me descargo también los catálogos en .pdf y las listas de precios rematados. Voy a empezar a compartir todo eso en el foro de Imperio Numismático, así que tendréis un montón de material recopilado por mí y puesto a vuestra disposición para todo aquel que lo quiera. También me iré descargando las fotos de las nuevas subastas españolas que aparezcan, pero si alguno quiere alguna extranjera puede pedírmelo.

Las fotos que ilustran la entrada son algunos de los rostros más feos que aparecen en la numismática.

20 comentarios en “Lo que se puede esperar de las subastas numismáticas”

  1. Yo descubrí el mundo de las subastas gracias a este blog, dándome un impulso de calidad en la colección que ojalá hubiera descubierto antes.

    He de añadir a todo lo que has escrito una conclusión invariable para todas aquellas piezas que adquirí recientemente en ellas: la calidad y presencia, incluso en los lotes más baratos es con mucho, mejor que cualquier pieza que haya tenido de mercadillo y/o tienda numismática, incluso aquellas catalogadas con el mismo grado. Esto demuesta que la escala de calidad española es muy imprecisa y que generalmente, las casas de subastas son más exigentes que el resto de comercios dedicados a la numismática.

    Es algo evidente, pero me pareció importante remarcarlo para todos aquellos que se inicien porque a mí en su día me sorprendió muchísimo.

  2. Felicidades Adolfo, muy buena entrada sobre el tema; pero no deja de sorprenderme la cantidad de gente que colecciona que no se atreve con las subastas; sobre todo cuando hablamos de moneda antigua.

    Añadiría que otra ventaja de las subastas es el plus de ‘autenticidad’ que dan, sobre todo si son piezas con pedigrees contrastados. Esto -desgraciadamente- va a ser cada vez más importante, y no solo por el tema de las falsificaciones, si no por la restricciones al comercio numismático que se están levantando poco a poco en todo el mundo, con el ejemplo fresquito de hace unas semanas, de la restricción de entrada de algunos tipos romanos en USA si no puede demostrarse que su procedencia es particular y anterior a 2011.

    Además incluyo algo que a mi particularmente me gusta mucho, y es la posibilidad de descrubir monedas nuevas; gracias a catálogos conocí la moneda bizantina, una serie realmente fascinante, que plantea bastantes interrogantes tanto históricos como numismáticos, y que influenció grandemente toda la numismática europea y musulmana medieval. Por poner un ejemplo, las primeras piezas de oro de los invasores árabes traían tipologías y metricas bizantinas, incluyendo la cruz!

    Otro uso, igualmente importante: los catálogos pueden servirnos como guía para la graduar monedas (fotográficamente), que con piezas en mano de subastas podemos cruzar con las graduaciones en vivo, algo imprescindible para afianzar este dificil arte; y recomendar, de las casas españolas, las que yo uso como guías para la graduación; a Aureo para la moneda desde los Reyes Católicos hasta nuestros tiempos, y a Vico para la de periodos anteriores.

    Y para acabar, una vez tenemos una colección afianzada, con catálogos, sobre todo si son de colecciones unitarias importantes, poder hacer comparaciones tanto en tipos como calidades, algo que nos puede a yudar y mucho a encontrar huecos, flaquezas y fortalezas en nuestra colección, y guiarnos en futuras compra/ventas.

  3. Efectivamente, muy buena la entrada en la forma y en el fondo…Conforme iba leyendo los argumentos que desgranabas me preguntaba que relación tenían entre sí las monedas que presentabas. Y hasta el final de la lectura, como si se tratara de una novela de misterio, no desvelaste el enigma. ( Por cierto que yo añadiría entre los rostros más feos los de Carlos III «cara de rata»que, sin embargo, me parecen monedas preciosas)

    En cuanto al tema de las subastas, creo que tanto tú, Adolfo, como el resto de los comentarios habéis tocado los aspectos más importantes. Yo sólo incidiría en el lado de «espectáculo» que tiene toda subasta numismática y que, aunque sólo sea por eso, recomiendo a cualquiera que no ha ido nunca a que lo pruebe. Recuerdo como ejemplo en la subasta de Caballero la emoción y tensión contenida que se respiraba cuando se subastaron los dos Centenes y se anunció que no se habían cubierto los precio de salida. Transcurrieron sólo segundos pero a mí se me hicieron eternos hasta que un afortunado levantó la cartulina y la gente que allí estabamos prorrumpimos en aplausos las dos ocasiones. Aquelos fueron, ciertamente, momentos excepcionales pero de hecho cualquier subasta puede resultar interesante aunque sólo sea para ver el mundo que se mueve alrededor de la numimática.

  4. Me alegra que os haya gustado la entrada.

    @Ruben, realmente me dais muchos ánimos cuando leo que este blog os sirve de ayuda. Sinceramente, para eso está: ese era el objetivo al empezar y sigue siéndolo ahora.

    @Carlos, efectivamente las dos ventajas que indicas también se pueden dar en las subastas, pero no las considero obligatorias. Quiero decir, que tener en tu colección monedas que han pertenecido a colecciones importantes está estupendo, pero no es algo obligatorio (ya hemos hablado de ello). Igualmente, yo recomiendo seguir la forma de tasar las monedas por Aureo (en moneda antigua no me meto), pero otra gente puede tener otros métodos de valoración totalmente diferentes, y si son coherentes no tienen por qué ser peores. Eso no quita de que en general te dé la razón en tus comentarios.

    @Ramon, No pretendía poner a esta sarta de feos como si fuese un misterio por resolver. Carlos III ciertamente se pintaba feo, pero le tengo algo de cariño porque le considero de los pocos borbones que han sabido estar a la altura de las circunstancias. No obstante, es el que aparece en la última foto.

    saludos,
    Adolfo

  5. Hola Enrique!

    Venía algo atrasado con la lectura de tu blog y ahora me he puesto al día. Excelente serie de artículos. Leyendo los últimos juntos parecen casi un manual de consejos para el coleccionista.

    Las subastas son, como tú dices, el centro del mercado numismático. Gracias a internet y otros medios de comunicación, ese mercado es ahora, igual que tantos otros, un mercado global, con todas las consecuencias que ello implica. Nunca fue tan fácil seguir ese mercado como ahora. Si antes el problema era acceder a la información, ahora -como tú dices- ahora lo es poder procesar la enorme cantidad de la misma que está disponible.

    Ya estoy ansioso por leer tus próximas entradas!!

    Saludos,

    Darío

  6. Hola, soy nuevo en la numismatica con muchas ganas de aprender, he decidido coleccionar moneda de españa empezando por pesetas de juan carlos eh ir bajando de años hasta llegar a las mas importantes. tambien colecciono euros en circulación y de 2 euros conmemorativo.
    Al igual que yo, estoy seguro que hay muchos aficionados y expertos que esperan animos cada nueva entrada al blog.
    Felicidades

    1. Hola José Luis, bienvenido a la numismática :)

      Las pesetas de Juan Carlos no es que sean la época más emocionante de la numismática española, pero desde luego que es un campo sencillo con el que empezar e irse curtiendo. Igual te digo con los euros.

      Esperamos verte mucho por aquí. Un saludo,
      Adolfo

  7. Pingback: Cómo participar en una subasta numismática « Blog numismático

  8. Es hasta cierto punto normal no atreverse con las subastas, pues lógicamente se tiende a ver personalmente las monedas, y las firmas numismáticas más importantes radican en Madrid y Barcelona, con lo que, o vas de viaje hasta allí, o te limitas a ver la foto de la moneda y la descripción que realizan en su web o en su catálogo impreso. Además está el tema del pago, de los costes adicionales y de la recepción de las monedas que compras.

  9. Hola! Interesantísimo comentario. Gracias a tu blog me he animado a participar en mi primera subasta con un resultado más que positivo para mis expectativas iniciales. Respecto a los blogs recomendados sobre subastas son muy interesantes, pero honestamente tengo que decir que no me aportan mucho más que el placer de ver la moneda, echo de menos comentarios sobre monedas «para todos». Me explico: los blogs se refieren siempre a monedas de 1.000 euros para arriba (frecuentemente mmmuy por encima de esa cifra), lo que me temo que está fuera del alcance del 99% de los lectores -entre los que me incluyo- durante el resto de nuestra vida. Me atrevo a animarte a escribir algún día un post sobre lotes de subasta que se pueda permitir la mayoría, de los de 100-200 euros (alguna en la que no estes interesado, claro, no vaya a ser que despiertes el interés de mucha gente y el precio se dispare :):)

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