Un veinte por ciento

Cada vez que hablo con un vendedor me cuenta sistemáticamente el precio que él ha pagado por las monedas que me intereso. ¿No os pasa también a vosotros? Siempre resultan ser márgenes muy pequeños, de en torno a un 20% o incluso menos, y sus argumentos son más o menos creíbles y muchas veces se basan en los precios de remate de las monedas en subasta. Vamos a poner un ejemplo:

Imaginémonos que va Enrique a vender a un comerciante la moneda que está justo arriba. Se tratan de 8 reales columnarios de Carlos III con ceca de México y en calidad MBC. Un vendedor serio le diría: «Mira, una moneda como ésta (en este caso el mismo ejemplar) se ha rematado en Aureo en la subasta del 15 de diciembre en 162 euros. La casa de subastas le carga en torno a un 20% al vendedor, así que si yo la vendiese y tuviese el mismo remate sacaría por ella 135 euros. Te pago 110 euros por ella«. Hasta aquí todo muy razonable.

Luego llega Pepito y quiere comprar esa moneda al vendedor. El vendedor lo primero que le dice es: «Mira, esta moneda la he comprado por casi 200 euros. Fíjate que en Aureo se remató una igual por 165 euros, más el 20% que cargan al comprador el precio está en torno a 198 euros. Te pido por ella 240 euros y yo sólo gano un 20%». También muy razonable.

Pero claro, ahora resulta que el vendedor ha comprado una moneda por 110 euros y la ha vendido por 220 (realmente dice 240 para que le regateen un poco y soltarla en 220 euros). En global ha doblado el precio de la moneda y el truco está en jugar siempre con el margen de las subastas a su favor. Un 100% de beneficio en este tipo de monedas es un margen bastante más razonable para el vendedor.

Como conclusión de este asunto es que aunque es muy normal que en mercadillos y convenciones  los profesionales os cuenten a cuánto les han salido las piezas y lo poco que ganan con la venta, en general no es verdad. ¿Por qué os iba a decir un profesional el margen de beneficio que tiene en una venta? ¿Acaso os lo cuenta el frutero? No, simplemente es una forma de marcar asíntotas en un regateo: si os dicen que les ha costado 200 euros a lo mucho les regatearán hasta los 210 y el comprador se creerá que se lleva un regalo. Otra estrategia muy parecida es decir: «la semana pasada vino uno que la quería por 200 euros y no se la vendí».

Para que quede claro, con esto no estoy diciendo que me parece ilícito que un vendedor profesional saque por unas monedas casi el doble de lo que ha pagado por ellas; de hecho me parece muy razonable que un vendedor profesional actuase como indico en los párrafos anteriores. Al fin y al cabo ellos tienen que pagar un local, luz, agua, seguros, seguridad social, hacienda… y proporcionan una garantía a las piezas. Otra cosa son los aficionados que de vez en cuando vendemos alguna pieza y sólo tenemos que dar cuentas a hacienda; nuestros gastos y el valor añadido que proporcionamos a la moneda es mucho menor, así que también menor debería ser nuestro margen.

15 comentarios en “Un veinte por ciento”

  1. Hola. Sigo desde hace unos días tu blog con interés, ya que he decidido darle un empujón a una obsoleta colección que tenia por ahí.
    Enhorabuena por tu bitácora, das información muy útil para los que estamos empezando en esto de la numismática.
    Respecto a la entrada en concreto, me quedo sorprendido, porque a mí un 20% de margen ya me parecería bastante (ya te digo, igual es una burrada porque soy novato en esto).
    Un saludo,

    1. Para ti y para mí un 20% de margen ya es bastante, de hecho es bastante más de lo que yo suelo sacar.

      Si hablamos de monedas que valen 40.000 euros, un 3% de margen es una buena propina. Pero si echas cuentas de los gastos que tiene un comerciante normal, ¿cuánto tendría que vender para sacar un sueldo limpio de 2.000 euros/mes con un 20% de margen?

  2. En el mundo del mercado numismático hay que tener sumo cuidado, aunque comprendo que el comerciante profesional vive de eso y tiene que ganarse la vida; en una ocasión, recuerdo que uno me dijo que tenía una hija en edad de estudiar (¿?). Otra cosa somos los aficionados a la numismática, que aunque a veces decidamos vender alguna moneda ( que no es mi caso pues no tengo contactos), y que somos el campo-objeto de deseo de los numismáticos «profesionales» o comerciantes, y de los que hay que estar precavidos. Todo esto genera cierta desconfianza y, repito, hay que andar con los pies de plomo.

  3. Personalmente me parece aceptable que un «profesional» saque un 20 o un 30% de las ventas.
    Lo que personalmente me echa a temblar son los no profesionales que, sin tener mucha idea, pretenden dar pelotazos de aupa, y venden las monedas que tienen u obtienen a precios de escandalo.

    Si hay que elegir quien te tima, prefiero que sea un profesional…. XD

  4. Hola Adolfo, yo como «medio-interesado» aporto mi punto de vista: Yo a todos esos les llamo fruteros. (con mis respetos a los fruteros, fruteras, y a la asociación republicana pro-derechos de las hortalizas, que estamos en una sociedad muy delicadita).
    Lo que quiero decir con fruteros, es que no son profesionales. Yo cuando vendo algo en mi tienda, tengo el mejor precio que puedo, y acorde con el mercado. Si un cliente me hace ver que está desfasado, y no hay una razón de peso que me haga mantener el articulo al mismo precio aun a riesgo de no venderlo (que crea que un precio mas bajo es algo temporal, o que en su momento me costara mucho conseguir el articulo, o que tenga sospechas razonables de que a ese precio lo vendere en un espacio de tiempo cercano), ajustaré el precio. Los descuentos, los hago cuando la compra es de volumen alto.
    Y yo espero ese comportamiento de cualquiera al que le compro. Por tanto, cuando un mercachifle, «trapichero» o «frutero» (compro a 2 vendo a 4, el mantra español desde hace décadas en coleccionismo) me empieza a soltar una chapa de las estándar, o me interesa mucho el articulo y lo aguanto por que aun asi es buen precio, o educadamente sonrio, me pongo mi gorra invisible y tomo las de Villadiego.
    Ah y por Post-Datear, mercachifles de este pelaje abundan el triple en suelo patrio que fuera, y de verdad que se de que hablo.

    1. Gran comentario, desde luego que se nota que eres algo más que «medio-interesado».

      Yo creo que todo depende del modelo de negocio de cada uno. Hay gente que prefiere vender 1000 y ganar 100 y otros que prefieren ganar 100 vendiendo sólo 200, pero más caro. A mí me suelen gustar más los primeros, pero el margen con el que juega cada uno es cosa suya. Siempre que no se engañe a la gente diciendo cosas como «esto es una inversión asegurada», a mí no me parece mal.

      Trapicheros y mercachifles ha habido especialmente en estas tierras desde bastante antes que hubiese algo que se llamase España. No hay más que leer la literatura del Siglo de Oro para ver que pillos y rufianes han poblado la meseta castellana y las costas íberas desde hace siglos; llevamos muchísima ventaja a otros países en ese asunto. Pero en el caso de la numismática hay que tener en cuenta que el mercado español es muy pequeño si se compara con el de otros países como EEUU o Francia. En EEUU hay muchísimo más coleccionista y muchísimo más movimiento de piezas, lo cual hace que los márgenes con los que trabaja cada agente sean menores.

      Aún así, te doy la razón en que «fruteros» sobran bastantes.

      saludos,
      Adolfo

  5. Hola:

    Me tienes que perdonar, pero no encuentro una entrada tuya relativamente reciente en tu BLOG y referida a l ceca alemanas de las monedas de 10 pesetas. En esta entrada mencionabas que no habias encontrado la variante en la ceca alemana del 1985. Recientemente la he adquirido por e-bay, relativamente barata, pero no tengo ni idea de su valor de catalogo.

    Un saludo.

  6. Pingback: La confianza es el mejor valor añadido « Blog numismático

  7. Pingback: Lo que se puede esperar de las subastas numismáticas « Blog numismático

  8. Pingback: En efectivo « Blog numismático

  9. Pingback: El papel de los profesionales « Blog numismático

  10. Pingback: Valorar el trato al cliente « Blog numismático

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio