La moneda de oro en los reinos de Castilla y León

En la entrada de hoy me limitaré a dar mi opinión sobre un libro que acabo de terminar de leer: «La moneda de oro en los reinos de Castilla y León. Siglos XII – XV», de Manuel Mozo Monroy y Manuel Retuerce Velasco y publicado por la NRT – Asociación Española de Arqueología Medieval.

Me enteré de la publicación de este libro gracias al foro de Imperio Numismático y como me encanta la moneda medieval castellana no pude resistirme a ponerme en contacto con uno de los autores del texto para que me enviase un ejemplar. Su lectura me ha resultado muy entretenida y al leerlo he aprendido mucho no sólo de la preciosa numismática  castellana sino de la historia medieval de Castilla y de León.

Según se indica en su prólogo, el libro nace del estudio hecho por los autores para la catalogación de las monedas medievales castellanas que  formaron la colección Caballero de las Yndias. Este análisis se completó con un profundo estudio bibliográfico del resto de piezas de oro castellanas y leonesas que no formaban parte de esa colección y se consiguió así publicar, por primera vez, un estudio monográfico de todas las monedas de oro castellanas y leonesas anteriores a los Reyes Católicos conocidas hoy día.

Desde mi punto de vista la completitud del estudio es su mejor característica junto con la seriedad investigadora que queda patente en la redacción del texto: las citas bibliográficas son muy frecuentes y en los casos en los que no se puede asegurar la existencia de alguna pieza (que pudo haber sido acuñada pero no hay constancia de que haya llegado a nuestros días), se dice claramente y se explican los documentos que citan a la moneda; igualmente se explican algunos debates históricos en relación con algunas de las piezas. Todo esto es una clara muestra de seriedad y de profesionalidad a la hora de realizar la investigación y de redactar el texto.

La mayor falta del libro la admiten los propios autores en el prólogo: por diversos motivos no han podido acceder a muchas de las piezas que se describen, por lo que muchas de las fotos son muy antiguas (algunas provenientes de la colección de Vidal-Quadras) y de mala calidad, mientras que otras (casi todas provenientes de la colección de Caballero de las Yndias) tienen muy buena calidad. Los motivos por los que los autores no han podido acceder a las monedas son variados y ajenos a ellos: en algunos casos directamente no es conocido el actual paradero de la moneda (muchas de las piezas descritas son únicas); en otros casos los autores no han encontrado fondos para poder desplazarse hasta el lugar donde se encuentran ciertas monedas; finalmente, hay casos en los que por motivos burocráticos ciertos museos no han permitido fotografiar las monedas de sus colecciones.

Es de destacar que cada moneda se describe perfectamente y se enmarca en su contexto político y económico, teniendo el lector una visión clara sobre las características de la emisión. Además, lo que a mí más me gusta, es que se hace un comentario artístico de cada  moneda y se explica su simbología; ya sabéis que yo considero que las monedas son pequeñas obras de arte. También es curioso que una de las monedas que aparecen como única y en paradero desconocido sea subastada hoy mismo en Madrid por Marti Hervera y Soler y Llach, se trata de la Dobla de la banda de Enrique IV que se muestra abajo.

El único punto en el que yo tiraría de las orejas a los autores es en la aparición de una «tabla de tasación» al final del libro, en el que se dan supuestos precios a las monedas que aparecen en el estudio. Esa tabla, desde mi punto de vista, es una tontería por tres motivos: se da un precio sin indicar para qué calidad se considera; el precio de unas piezas tan raras es muy volátil; muchos de los precios parecen tomados al azar y no se indica en ningún momento en qué se basan para calcularlo. Como ejemplo la dobla anterior se estima en 70.000 euros, y hoy sale a subasta por 15.000; el Gran Enrique de a 50 enriques se estima en 600.000 euros, es decir, un 20% más cara que la moneda española más cara jamás subastada, además que es absurdo tasar una moneda que se encuentra en un museo y previsiblemente no se venda en los próximos siglos. ¿Qué precio tienen las Meninas?

En global creo que es una referencia estupenda y más que recomendada para cualquier aficionado a la numismática medieval o a la historia medieval castellana en general. Podéis echar un vistazo a otras publicaciones de sus autores. De Manuel Mozo Monroy encontraréis algo aquí y aquí,  mientras que de Manuel Retuerce Velasco podéis encontrar algunos escritos aquí. Si queréis comprar este libro en cuestión podéis hacerlo a través de esta web o directamente contactando con Manuel Retuerce Velasco en el correo NRT.SCterra.es

Cuesta 24 euritos… no hay que pensárselo mucho; eso sí, que conste que yo no me llevo comisión.

 

EDITO (24 – X – 2010 ) :

Se ha puesto en contacto conmigo Manuel Mozo Monroy para agradecerme la entrada y para comentarme un par de cosas. Entre otras me ha dicho que la dobla de la banda de Enrique IV que se subastó ayer en Martí Hervera no es el ejemplar que ellos citan en el libro. Es decir, que si hace dos meses había un ejemplar conocido de esa dobla hoy existen dos.

4 comentarios en “La moneda de oro en los reinos de Castilla y León”

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  2. Pingback: Lo que se puede esperar de las subastas numismáticas « Blog numismático

  3. queria comentarte que la dobla de la banda de segovia que subasto hervera de enrique iv es diferente a la del catalogo.con variante de leyenda ya que la subastada no tiene en su leyenda quartus y su leyenda es diferente por lo que la sigue haciendo unica.
    gracias

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