Un truco para pujar en subastas

No es muy difícil encontrarse subastas en las que haya muchos lotes idénticos. Suele darse especialmente en las subastas de Marti Hervera y Soler y Llach. La cuestión es que los coleccionistas generalmente buscan un lote, no les interesa tener repetidas, mientras que los profesionales suelen preferir la variedad antes que acumular stock que tardarán en sacar. Así pues, muchas veces se puja por uno solo de esos lotes y resulta que justo ese coge precio y los demás salen más baratos.

Como ejemplo, en la última subasta de Marti Hervera y Soler y Llach se subastaron tres monedas como la de la imagen (2000 pesetas conmemorativas del 50 aniversario de la ONU), junto con su caja y certificado. El primero salía por 40 euros y se remató en 40 euros, el segundo salía por 50 euros y se remató en 65 y el tercero salía por 50 y quedó desierto de pujas. Éste no parece un comportamiento muy racional.

Pero claro, el problema es cómo pujar para llevarte un solo lote y que éste sea lo más barato posible. Una posible solución es simplemente no pujar y estarse atento al remate de las subastas, cazando un lote en caso de que alguno quede desierto. Lo malo es si no queda desierto ninguno, puesto que nos quedaríamos sin lote.

Otra solución es hacer una puja que indique «sólo quiero uno de estos lotes y pagaría como máximo XX euros«. ¿Pero es que se pueden hacer pujas así sin estar presente en la subasta? Pues sí. El truco está en rellenar un formulario en el que sólo se incluyan esas monedas y se ponga como máximo el precio de una de ellas. Es decir, si alguien hubiera querido llevarse una de las monedas anteriormente mencionadas por un máximo de 55 euros, todo lo que hubiera tenido que hacer es un formulario donde pujar por 55 euros en los tres lotes e indica que quiere que le adjudiquen como máximo pujas por valor de 55 euros. Evidentemente, esto no quita que se pueda cerrar y volver a abrir el navegador (por eso de limpiar las cookies) y enviar otro formulario con el resto de las pujas.

… y hasta aquí el briconsejo de hoy… ahora otra cuestión:

Hace unos días José Carlos Moreno se puso en contacto conmigo porque estaba preparando una exposición numismática en Cáceres y quería una segunda opinión. Se trataba de Expofils, una exposición sobre filatelia, numismática y fotografía antigua, que se podrá visitar estos días en las fiestas populares cacereñas (más información). Animo a todo el que esté cerca que se aproxime allí, y también a los coleccionistas de monedas de la región que se pongan en contacto con José Carlos (si me lo pedís os doy su correo), no parece que haya mucho aficionado a las monedas por allá.

Éste es el panel diseñado por José Carlos para la exposición.

10 comentarios en “Un truco para pujar en subastas”

  1. ;)

    Gracias Adolfo.
    El panel está cumpliendo su función pues los críos se acercan a ver el bote de las pesetas y se entretienen un rato delante. Eso me anima a colaborar con otro panel y otra temática en una futura exposición.

    Un cordial saludo.
    Carlos.

  2. Estimado Adolfo:
    Una simple aclaración: la moneda que pones como ejemplo no es una pieza de 50 ecus sino 2.000 pesetas conmemorativas del 50 aniversario de la O.N.U.
    Por cierto, una pregunta: ¿qué sabes sobre los precios de reserva en las subastas numismáticas?.
    Un saludo.
    Juan Carlos

  3. Carlos, me alegra mucho que a los niños les guste el panel, ya te comenté que dirigirlo al público infantil podría ser muy interesante.

    Juan Carlos, gracias por detectar el error, ya está corregido.
    Sobre los precios de reserva de las subastas no sé gran cosa porque en España no se suelen dar y son las casas de subastas extranjeras las que los suelen contemplar. Simplemente es una forma de estar seguro de que subastas una pieza y sólo la vendes si alcanza cierto precio. Ese precio es secreto, evidentemente.
    Si la pregunta era por alguna cuestión legal, yo no tengo mucha idea de leyes, pero parece que son plenamente legales:

    http://derechomercantilespana.blogspot.com/2009/09/el-precio-de-reserva-en-las-subastas-es.html

    saludos,
    Adolfo

  4. Adolfo, la pregunta iba con segundas. Te sorprendería saber que en España si se dan los precios de reserva. Yo llevo muchos años pujando en subastas y he llegado a la conclusión de que se dan más de lo que pensamos. ¿En qué me baso para hacer esta afirmación?. Si te fijas atentamente, hay muchas monedas importantes que se venden a un determinado precio (bastante alto) en alguna subasta. Pasan 1 ó 2 años (a veces son incluso menos discretos) y vuelven a sacar el mismo ejemplar pero más barato. La explicación que te dan es que el coleccionista ha decidido deshacerse de la pieza a cualquier precio. Pero, ¿podemos creernos esto?. Pienso que lo que hacen es inflar el precio del lote (con un precio ficticio) para así poder venderlo más caro. Te pongo un ejemplo. Tengo una moneda muy rara y quiero venderla en 10.000, pero la estiman solo en 5.000 y ese es el precio de salida. Yo le pongo el precio de reserva en 15.000. Hay pujadores (incluso autopujas) y sube hasta 12.500 y en ese precio se adjudica. ¿Qué ha ocurrido?. Me devuelven la pieza. Dejo pasar 1 año y vuelvo a sacarla pero ahora en 8.000. Aparentemente, el que la compró está perdiendo 4.500 más la comisión. Es muy probable que alguien pique y la compre en 10.000, creyendo que el otro perdió 2.500 sobre la primera venta, pero en realidad está siendo engañado ya que solo valía 5.000 que es el precio estimado inicial. La casa de subastas no cobró la comisión en la primera venta, pero si en la segunda (el 16% sobre 10.000 en vez de 5.000). Todos contentos, hasta el comprador, que piensa que ha hecho la compra del siglo. ¡Menudo engaño!.

  5. Algo semejante a lo que planteas hizo Damien Hirst con su calavera de diamantes y platino, que se pago en 72 millones de euros, adjudicándosela la fundación del propio autor y así aumentando su fama.

    En cualquier caso, puede ser eso que comentas, pero tampoco lo veo generalizable. Hay que tener en cuenta que cuando las monedas son muy raras, su volatilidad es muy alta y lo mismo puede rematarse en 10.000 euros que en 5.500, habiendo alcanzado en ambas subastas un precio razonable.
    Por otra parte, la mayoría de los coleccionistas españoles (y diría que europeos) consideran su colección como una inversión a muy muy largo plazo, llegando a venderla generalmente sus herederos. Pero hay gente que la considera como una inversión a corto o medio plazo y al cabo de pocos años se deshacen de ella.
    Finalmente, hay gente que necesita dinero. El otro día estuve hablando con un profesional y me enseñó una pieza de 100 pesetas de 1897 preciosa. Me dijo que se la había vendido hacía dos años a un cliente y se la había tenido que recomprar (a un precio sensiblemente inferior) porque el cliente estaba necesitado de dinero.

    Es decir, que puede ser cierta la cuestión que planteas, aunque en ese caso yo lo consideraría ilegal. No obstante, veo que hay muchos otros motivos por los que una moneda vendida en una subasta pueda volver a aparecer al cabo de poco tiempo.

  6. Al respecto de lo que comenta Juan Carlos sobre los precios de reserva, sinceramente, en las piezas que suele darse creo que no constituyen ningún problema para el coleccionista serio, y sí una fuente de gastos importante para el vendedor; me explico.

    Partiendo de la base que este comportamiento se da en piezas de valor importante, al coleccionista serio, cuando se mete en estos berengenales sabe seguramente mejor que el subastador y el vendedor los intervalos de precios ‘de mercado’ de dichas piezas. Si hablamos de piezas no excesivamente raras (digamos con retornos al mercado de al menos una pieza al año), sinceramente no creo que prácticamente ningún coleccionista serio compre una pieza a un precio muy por encima de su intervalo ‘de mercado’. Para piezas más raras, no hay que engañarse, el intervalo se amplia tanto en la parte alta que no tiene mucho sentido de hablar de precio ‘de mercado’; a todo lo más se puede estimar en cara o barata la moneda respecto a piezas que consideremos analogas o ventas anteriores (que en todo caso serán muy pocas); ahí yo considero que no hay margen de engaño alguno, la pieza simplemente pasa a valer lo que diga el vendedor, y se hará o no venta si aparece comprador.

    ¿Qué pasa con los que no son coleccionistas serios? Sinceramente, es su problema; yo no me metería a comprar monedas de 1000€-10000€-25000€ sin saberme de la a a la z todo el abecedario; ellos tampoco.

    Con las piezas más comunes o baratas, tampoco pienso que pueda ser un problema importante para el coleccionista avisado; para monedas con retornos al mercado importante (50 o más anuales) el precio es muy fácil de estimar por el coleccionista, y se acaban por aprender de memoria solo con ojear las adjudicaciones de las subastas. Para las piezas que menos aparecen no cuesta demasiado hacerse una idea de los intervalos adecuados haciendo un poco de investigación en los catálogos de los dos últimos años.

    Es por ello que considero que el precio de reserva no creo que sea un problema para los coleccionistas que hacen sus deberes, y sí una fuente de gastos en forma de autoadjudicaciones para los vendedores. A ahí que sea de la máxima importancia que los que coleccionen piezas antiguas (100+ años) tengan una colección de catálogos de subastas actuales.

    Y por acabar, voy a poner un ejemplo: una de las piezas de mi colección es una klippe de Felipe V, 8R de Mexico de 1733, marca de ceca a izquierdas, CAL. 767. Existe otra pieza análoga a esta con la marca de ceca a derechas, bastante más común; el catálogo da para la común 500€ y la mía 3000€. Ahora bien, el caso es que en todos los catálogos de subasta que he consultado (como unos 100 de los últimos 20 años, casi completo los últimos 4 años de Aureo, Marti Hervera, Pliego, Cayón, Herrero y Vico) no aparece una pieza de estas en ninguno… luego, dado que es una pieza tan rara, ¿que me impide valorarla para la venta en, pongamos 7500€? Ya que otro coleccionista crea que vale la pena pagarlos por tenerla es otra cuestión, pero el caso es que si quiere tenerla, no parece que haya muchas por ahí…

  7. Carlos, excelente reflexión sobre la volatilidad del precio de las monedas en relación con su rareza/aparición en subastas.

    No obstante, creo que no estoy dispuesto a aceptar que el perfil típico de coleccionista sea el que propones, puesto que hay muchos coleccionistas que no son «serios» y que se gastan una pasta sin «hacer los deberes» y sin haber estudiado las subastas. Puede parecer increíble, pero hay gente que suelta 10.000 euros en una moneda sin preocuparse de saber su valor. También puede ser que el que compra la pieza sea un mero intermediario que se la va a encalomar a uno de estos o a una fundación privada…

    Por otro lado, debido a la rareza de las piezas y a que la estimación de su precio se basa en los precios alcanzados en las últimas veces que se ha subastado, no veo muy improbable que haya alguien que haga lo que plantea Juan Carlos para modificar la estimación de una pieza que él posee (quizá no la vuelva a subastar, sino que se la vende a otro). De todas formas, no creo que sea generalizable.

    Por cierto, menudas piezas con las que te estás haciendo…

  8. Pingback: Cómo participar en una subasta numismática « Blog numismático

  9. Buenos días. Quería saber cómo se realiza la subasta judicial de un local comercial en Valencia. ¿El precio de salida es el de la Tasación del local?; A partir de ese precio, ¿hasta donde se puede llegar a bajar el precio?; Si todavía queda un importe por pagar de la hipoteca, ¿la subasta puede hacerse por debajo de ese importe pendiente?
    Por favor, podría responderme por e-mail?
    Muchas gracias.

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