Timando a un codicioso

El timo del codicioso (yo mismo lo he bautizado) es la versión numismática de los engaños que Paul Newman practicaba jugando al billar en The Hustler y en The colour of money. Además, al igual que en esta última película, el timo se puede hacer a gente experimentada, puesto que es condición humana que cuando te dejan ganar dinero fácilmente te crees más listo que el otro, y es entonces cuando subes la apuesta y bajas la guardia, permitiendo que te timen.

A Enrique le pasó una vez, y eso que ya había visto a varios amigos caer en la misma trampa. Resulta que un tipo le compró varias monedas por eBay, pagándoselas de inmediato y siendo muy amable. En un par de semanas, el tipo se volvió a poner en contacto con Enrique y le pidió otras cuantas monedas. Enrique le pidió por ellas 600 euros y el tipo sólo le regateó hasta 570, dejando un amplio margen de beneficio para el vendedor. Al poco tiempo Enrique vuelve a tener noticias de su amigo, quien resultó haber revendido todas las monedas que había comprado y, como tenía un cliente que quería más, le volvió a pedir monedas, esta vez por valor de 1000 euros.

Enrique estaba encantado con su nueva amistad ya que le estaba haciendo ganar mucho dinero en poco tiempo, y así es muy fácil hacerse amigos.

En otras dos semanas el tipo había vendido de nuevo todas las monedas y le pidió a Enrique un lote mayor, de 4000 euros. Con esa venta Enrique podía ganar mucho dinero, pero tenía que aceptar la condición de que, como el otro tipo era un currito y no tenía dinero en efectivo, le tenía que dejar las monedas para cobrarlas en cuanto hubieran sido vendidas. A Enrique no le hacía mucha gracia, pero aceptó debido a que ya le había hecho muchas compras y en todas había salido bien parado, era un tipo de fiar.

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El final de la historia ya os lo podéis imaginar ¿verdad? Efectivamente: no volvió a saber nada de ese hombre ni vio los 4000 euros que le debía. Había sido timado por un supuesto colega al que ni siquiera había conocido en persona.

En frío a tomo el mundo que nos cuentan la historia nos parece evitente que eso iba a acabar en un timo. Sin embargo, más de uno y de dos experimentados coleccionistas han caído en la misma trampa, al igual que cae Paul Newman en la película de «The colour of money». Se ve que es parte de la condición humana creerse más listo que el de enfrente.

4 comentarios en “Timando a un codicioso”

  1. Esto ha ocurrido tambien a amigos mios numismaticos. A veces no es que te creas mas listo es que puedes pecar de bueno y confiado y te puede ocurrir, no siempre existe la desconfianza comercial necesaria y puedescaer en el timo.

  2. Pingback: El timo de los denarios búlgaros « Blog numismático

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